Era un día pacifico en corporación capsula. Había una enorme paz en las calles. La gente trabajaba, el día era soleado y nuestros personajes... Bueno, ellos en lo suyo. En una casa bastante adinerada, se encontraba Vegeta, mirando por el balcón de su casa, imaginándose ¿Cómo sería una vida a la par de la persona la cual ama? Tenía a Bulma, sí, pero eso fue algo muy pasajero. Después de tener a su hijo Trunks, él se volvió a sentir solo. Tenía alguien, Kakaroto, y a decir verdad, ciertos sentimientos habían florecido en el corazón de este guerrero orgulloso, pero prefería esconderlos por el miedo de la reacción del otro Sayayin.
-Vegeta, ¿en qué tanto piensas? ¡Te llevo llamando de hace horas! –Grito Bulma abriendo la puerta de un golpe, asustando al Sayayin.
-Hmp. Te dije que ya iba mujer. -Respondió Vegeta sin voltearla a ver.
-Ush... ¡Vaya que eres detestable! –Le grito enfurecida la mujer.
-¡Mira quién habla! ¿Entras así a mi habitación sin ni siquiera un Hola? –Otra vez, esas discusiones que hacían enfurecer a Vegeta.
-¡Te recuerdo que esta es mi casa Vegeta! ¡Y puedo hacer lo que se me dé la regalada gana! –Dijo Bulma cada vez acercándosele más a Vegeta.
-¡¡Agh!! ¡Te recuerdo mujer que fuiste tú, la que me dio posada aquí! ¡Yo JAMAS te lo pediría ni que me muriera del frio!
-¡Serás insolente! –Grito Bulma dándole una cachetada en la mejilla de Vegeta, haciéndolo caerse al suelo. Bulma se tranquilizó y tomo un semblante frio. –Te repito que la comida esta lista. Imbécil. –Dijo esto último en tono frio para irse de la habitación dejando al Sayayin tirado al suelo.
(Holos Jaja ok, pequeño inciso. En este fic Vegeta es un poco más comprensible, ya que asi la trama tiene un poco más de… ¿salseo? No sé, pero recuerden que Bula es bien liberada, opina lo que quiere y hace lo que quiere. Además, de alguna manera tenía que separarlos, obviamente con una de las esposas será mucho más… sufrimiento, cosas personales :v. Si, ya sé que Vegeta en el manga real no sería asi pero neh es fic y ya :´P lo mismo con Goku y Milk pero buehno, espero les guste y sea siempre de su agrado)
Vegeta pensaba que siempre era así, no quería dañar a una mujer, mucho menos a ella...Pero... Si seguía recibiendo ese tipo de lesiones, quien sabe cómo terminaría esto. Su cuerpo se estaba llenando de moretones, golpes, y hasta raspadas, habían ciertas veces que Bulma le había pegado con diferente objetos. Una vez hasta con la misma sartén caliente o con el aceite. Vegeta al recordar esto, se puso abrazando las rodillas apoyándose en las tablas de la parte de debajo de la cama, para ocultar sus penas.
----En otro casa----
Vegeta no era el único que estaba en esa situación, Goku era algo parecido, pero menos doloroso. Su esposa Milk, siempre le insultaba o lo hacía sentir como miseria a espaldas de sus hijos, Gohan y Goten quienes por su inocencia no sabían nada del caso. Bueno.... Gohan obviamente se había enterado de esta situación en el momento que su padre ya no sonreía con su amplia sonrisa de hace meses.
-Chicos hoy vamos a ir a cenar a la casa de Bulma. Así que quiero que se porten bien ¿sí? –Pregunto alegremente Milk dándoles la noticia a sus hijos
-Está bien mama. –Respondió Gohan.
-¡Yay! ¡Voy a ir a jugar con Trunks! –Dijo felizmente Goten saltando de la alegría.
-Gohan ¿podrías ir a ver a tu padre y avisarle que ya nos vamos?
-Esta bien mamá. –Dijo Gohan levantándose de su asiento para avanzar por los pasillos hasta llegar a la habitación de Goku. Toco delicadamente con los nudillos la puerta, al cabo de segundos se escuchó el “Pase” del otro lado de la puerta. Gohan lo abrió y miro a su padre que parecía ido mirando al techo de la casa, acostado en la cama.
-Papa... Dice mamá que ya nos vamos. –Dijo algo serio Gohan mirando a su padre.
-Ya voy. -Respondió sin ninguna emoción Goku levantándose de la cama para ponerse sus botas de entrenamiento y salir del cuarto.
-De seguro volveremos a ir a ese odioso Centro Comercial, y me obligara a llevárselo todo. Esa mujer... –Dijo Goku subiéndose al asiento del copiloto del carro.
Milk lo encendió y todos salieron de la casa en dirección a Corporación Capsula.
----En corporación Capsula----
Vegeta se había quedado dormido en aquella posición, no se sentía seguro por las noches. Tenía miedo de que Bulma en algún momento le hiciera algo o cosas así. Se despertó pesadamente mirando su alrededor.
-Demonios... Fue un sueño nada más. –Dijo en un susurro recordando el sueño
+++En El Sueño+++
Vegeta estaba sumamente feliz mirando por su ventana de la habitación. Rápidamente sintió el ki de alguien que se acercaba a C.C. Se miró a lo lejos que Goku estaba llegando con su cara llena de felicidad agitando su mano en saludo. Vegeta lo recibía de igual manera. Goku se paró en el balcón, siendo ambos separados por la puerta de vidrio la cual Vegeta corrió a un lado. Goku entro a la habitación y abrazo de la cintura a Vegeta. Este se aferró del cuello de Goku con suma fuerza, como si alguien lo intentara soltar. Solo se escuchó el sonido ronco de la risa de Goku al sentir tal contacto. Vegeta tenia gran miedo, ahora que en este sueño estaba con el ¿Que pasaría? Un par de lágrimas salieron de sus ojos, Goku empezó a acariciar la suave melena de Vegeta susurrándole al oído “Cálmate, todo estará bien” “Ya estoy aquí, nada me separara de ti” y cosas por el estilo. Solo en esta ocasión era cuando Vegeta se sentía sumamente protegido.
+++Fin Del Sueño+++
-¡Oye Vegeta! ¿Qué no me escuchas? –Dijo Bulma apareciendo de la nada enfrente de Vegeta.
Este palideció y rápidamente tomo asiento en la cama. Bulma solo sonrió con algo de malicia, sujetándole el mentón a Vegeta mirándolo detenidamente.
-Vaya, pobre de Vegeta. Jejeje. –Bulma soltó el agarre del mentón y se paró recta. –Milk y Goku vendrán a almorzar hoy. Asegúrate de que nadie se dé cuenta de esto. –Dijo desafiantemente Bulma a Vegeta saliendo de la habitación.
Vegeta suspiro pesadamente, se levantó con cuidado de la cama, sus piernas temblaban y de vez en cuando miraba borroso, tenía mareos sin pensar que tenía un gran dolor en todo su cuerpo. Camino un par de metros hasta el baño, cerrando la puerta detrás de él. Se quitó la ropa y se miró al espejo. Su cuerpo estaba moreteado, tenía un gran aruñón de parte de Bulma que cruzaba toda su espalda, y una quemadura leve en su brazo izquierdo que estaba siempre tapado por su vestimenta. Puso el agua a correr en la ducha y se adentró en esta cuando estaba llena. Se sentía relajado. No era como la máquina de recuperación pero algo es algo. De pronto se sintió mareado, empezó a ver borroso y cuando menos acordó, había quedado inocente en la bañera.
Bulma por otra parte, se encontraba en la planta baja, sirviendo junto su madre el almuerzo para todos y unos cuantos platos y cubiertos. El timbre sonó y muy alegremente Bulma los fue a atender.
-¡Chicos! ¡Qué bueno que ya hayan venido! –Dijo alegremente Bulma.
-¡Gracias Bulma! ¡Tú como siempre muy amable de invitarnos! –Dijo Milk adentrándose a la casa con Gohan, Goku y Goten.
-¡Es siempre un placer tenerlos aquí! Paseen, paseen tenemos gran variedad de carnes. –Comento Bulma señalando la mesa muy bien decorada y con unos bellos platos de porcelana, con comida en estos.
-Gracias Bulma. –Respondió Milk sentando en las sillas seguidos por sus dos hijos.
-Oye Bulma ¿Dónde está Vegeta? –Cuestiono el Sayayin.
-Hmp, no sé. De seguro sigue en su cuarto. –Respondió indiferente Bulma para dejarlo solo e irse a sentar a la par de su amiga y su madre.
Goku le pareció algo extraño ese comportamiento tan frio viniendo de ella. No le dio gran cosa, paso por los pasillos hasta llegar a las escaleras de este, las subió sujetándose del barandal blanco hasta llegar a otros pasillos. El ultimo a la izquierda, con una puerta negra era de Vegeta. Goku toco con sus nudillos la puerta de este pero no escucho respuesta. Apego el oído a la puerta y... Nada. Ningún ruido ni señal de vida. Abrió con algo de preocupación la puerta y no logro divisar a nadie. Su cama estaba totalmente desordenada, algunas cosas tiradas y envoltorios de churros en el suelo. Camino por la habitación y vio que la puerta del baño irradiaba una luz de color blanco por los bordes. Se acercó un poco y volvió a tocar con sus nudillos la puerta.
-Vegeta. ¿Vegeta estas allí? –Pregunto sin escuchar respuesta. –Voy a entrar. –Advirtió el de cabellos en forma de palmera para sujetar el picaporte dorado y entrar mirando a Vegeta inconsciente, ensangrentado de ciertas parte, con sus moretones y rasguños en la bañera que se empezaba a teñir de un color rojo.
-¡Vegeta! –Grito preocupado Goku mirando con sus ojos abiertos como platos y su boca igual mirando a Vegeta.
CONTINUARA....