Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las memorias de Draco Malfoy por ArtemiaCelosia

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

28 de agosto, 1996

 

Asegurando todo mi entorno para que nadie me viera antes de entrar a Borgin y Burkes, realmente me sentía muy nervioso por la misión que me habían encomendado.

 

—Necesito que protejas el armario evanescente para que comunique con otro que yo arreglaré. Todo debe ser muy discreto.

 

—Discreto, ¿eh? ¿Y qué pasa si alguien se entera?

 

—La ira del mago más poderoso caerá sobre ti y Greyback se encargará de hacerte pedazos. —miré seriamente al dependiente, sabía que estaba a favor de Voldemort pero que no le servía como tal.

 

Él asintió temeroso y yo salí de allí, volviendo a asegurar mi presencia por el oscuro callejón.

 

____

 

—¿Qué estará haciendo Malfoy? —el rostro de Ron era de completa confusión.

 

—Debemos seguirle de cerca. —respondió Harry.

 

Hermione miró a sus amigos como si estuvieran locos.

 

—Una cosa es que nos enteremos y otra que le sigamos a todas partes. Es Malfoy, una persona bastante cobarde y extraña. Que Neville nos dijera que había estado en el hospital no significa nada. No perdáis mucho tiempo en él, tenemos cosas mucho más importantes por investigar.

 

El trío bajó del tejado y se dirigieron al lugar de quedada con la familia Weasley.

 

____

 

16 de octubre, 1996

 

Me detuve abruptamente en medio del pasillo, la marca estaba comenzando a arder sobre mi brazo. Aguanté las ganas de gritar y corrí todo lo que pude hasta llegar a la sala de los Menesteres.

 

—Sigue sin funcionar. —murmuré viendo como lo que metía en el armario seguía allí sin inmutarse.

 

La tarea no iba a ser fácil, me lo habían advertido desde un principio, pero el ver como no funcionaba me ponía más nervioso aún. Ser consorte del Lord me permitía seguridad a mí cuando hacía las cosas bien, Severus no era contemplado entonces. Debía ser un buen mortífago, obedecer y conseguir cumplir mis misiones para que garantizaran su protección.

 

Después de un rato miré el reloj, no debía faltar a clases o a comidas si no quería que me hicieran preguntas o parecer sospechoso. Había pasado ya una hora y veinte minutos desde que salí de la última clase de la mañana y me dirigí aquí, ya era una hora decente para ir al gran comedor y poder descansar un poco.

 

1 de noviembre, 1996

 

—Profesor Slughorn, he encontrado a un alumno merodeando por los pasillos, probablemente intentando colarse en su fiesta.

 

—¡Suélteme! —exclamé empujando a Filch que se negaba a soltar mi chaqueta. —No he intentado colarme, ni siquiera sabía que había una fiesta.

 

—¿Y entonces qué hacías aquí? —resoplé irritado ante la insistencia del celador.

 

El profesor Slughorn solo nos miró confuso, sin saber muy bien qué hacer.

 

—No se preocupen, me encargaré de él. —respondió Severus que, desgraciadamente, también se encontraba allí. Me agarró del hombro y me arrastró al pasillo.

 

Me solté y caminé rápidamente por el largo lugar, pero pocos pasos pude dar antes de ser acorralado por el cuerpo de Severus.

 

—¡No me estaba intentando colar!

 

Severus enarcó una ceja.

 

—¿Y por qué te excusas si aún no te he dicho nada?

 

—Porque sé perfectamente que me vas a dar una charla de algo que no ha ocurrido. —suspiré. —Quiero ir a mi habitación, estoy cansado. ¿Podrías dejarme pasar?

 

Negó con la cabeza.

 

—Estás muy extraño desde que viste por segunda vez a Quién-tú-ya-sabes y nadie me quiere contar cosa alguna. ¿Qué ocurrió? ¿Te hizo daño?

 

— ‘Fue duro para mí soportar el dolor cuando me realizaron la marca y quedé sin libertad ninguna pero... A la vez me dieron la alegría más grande cuando supe que eso serviría para protegerte de todo mal.’ —pensé.

 

—¿Draco?

 

Al parecer me había quedado interno en mis pensamientos con la mirada fija en sus ojos negros. Sonreí y negué con la cabeza.

 

—Sólo buscaba a Blaise por un trabajo de una asignatura. Me había dicho que vendría aquí pero no le hice mucho caso cuando me explicó el por qué. Y estoy bien, solo algo cansado...

 

—¿Qué asignatura?

 

—Pociones.

 

Él asintió aunque se le notaba que no había creído mis palabras.

 

—Hablaremos en otro momento. —dijo mientras se apartaba de mí.

 

Salí de allí sin poder conseguir llegar a Slughorn y llevar a cabo mi plan para saber más sobre el Lord. Sabía que había sido su alumno y esperaba que, estando un poquito ebrio, el profesor tuviera la lengua más suelta.

 

No me dirigí a mi habitación, debía arreglar ese maldito armario ya.

 

____

 

—Zabini. —Severus hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera a una esquina más alejada del resto.

 

—¿Si, profesor Snape?

 

—Malfoy me ha dicho que ha venido a buscarte porque teníais un trabajo que realizar, pero no me ha dicho que asignatura. ¿Podrías decirme para que pueda hablar con el profesor en cuestión?

 

Blaise miró a su entorno, allí se encontraba el profesor Slughorn. Si le decía que era pociones iba a ser muy fácil que le pillara la mentira.

 

—Supongo que se refería a Transformaciones.

 

Severus asintió y se marchó de allí. Estaba claro que Draco le ocultaba algo.

 

____

 

Sonreí incrédulo, después de unas cuantas horas el armario había empezado a funcionar levemente. Miré al reloj para percatarme que ya no llegaría a la cena, así que salí de allí para volver a mi habitación y poder dormir aunque fueran un par de horas.

No podía permitirme descanso, sentía demasiado peso sobre mis hombros y eso estaba afectando a mi físico.

 

—Con que un trabajo de Pociones. —me sobresalté al entrar y ver directamente a Severus.

 

—¡Me has asustado!

 

—Y tú me has mentido. Zabini me ha dicho que el trabajo podía ser de Transformaciones. —respondió tranquilo.

 

—Maldito Blaise... —farfullé.

 

—Él ha sido más inteligente al no elegir a un profesor que estaba tan cerca de mi alcance para poder buscar otra excusa, aunque tampoco hubiese servido de nada.

 

Rodé los ojos. ¿En qué momento me volví tan idiota?

Sí, probablemente fue cuando tomé la marca y los nervios empezaron a no dejarme dormir tranquilo.

 

—Tengo sueño... —susurré.

 

—Creo que todo el colegio lo ha visto, pero tus ojeras también me dicen que puedes permitirte no dormir una hora más y contarme qué está pasando.

 

Negué y me tiré sobre la cama. Él se acercó a mí y me cogió del antebrazo donde la marca descansaba algo intranquila.

 

—Te estoy hablando, Draco.

 

—¡Y yo te he dicho que tengo sueño! —grité contra la almohada, apartando el brazo de su toque. Sollocé roncamente, necesitaba descargar el estrés de alguna manera y el más eficaz era cortarme pero lo había prometido y...

 

Severus me acarició la espalda y, sorprendiéndome ante su cambio de actitud, preguntó cautelosamente. —¿Quieres una poción para dormir?

 

Asentí antes de verle desaparecer y volver para entregarme el frasquito que tomé de un trago.

 

—Lo siento, Sev... —susurré antes de quedarme profundamente dormido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).