3. TE AMO MUCHO, BASTANTE, DEMASIADO, CON LOCURA.
Lo único que se escuchaba en aquel lugar era la tranquilizante melodía matutina, ya saben, esas cursilerías del suave viento moviendo las hojas de aquellos verdes árboles, los pajaritos cantando de un lado a otro, el constante correr de aquel río que nadie había visto pero que daban por entendido que se encontraba cerca, ya saben, lo normal de una mañana tranquila... Si es que esta fuese una mañana tranquila, esos hipnóticos sonidos eran abruptamente interrumpidos por unos leves, muy leves pero incómodos jadeos.
Y ahí estaban todos, rodeando las cenizas de lo que un día antes había sido una hermosa fogata, intentaban comer su desayuno pero simplemente no podían; algunos se lanzaban miradas incómodas entre ellos, otros preferían desviar su vista hacia otro punto del inmenso lugar, y los que tenían el valor de comer, aún con aquella incomodidad sobre el ambiente, lo hacían de una manera muy pausada, muy callada, ¿y los causantes de dicha incomodidad? ¡Por supuesto! Light y Lawliet, quienes actuaban como sino tuviesen a un grupo de personas al lado tratando de ingerir un poco de alimentos. Todos se encontraban sentados en los troncos que rodeaban aquellas cenizas, menos Light, él tenía su asiento personal, al menos eso parecía, estaba sobre el regazo del azabache con sus piernas enroscadas en la cintura de su pálido amigo, una escena muy tierna, ¿verdad?, el problema es que nadie cabía en su asombro, Light no era así, Light no se levantaba un buen día y se le colgaba a alguien como si de un llavero se tratase, Light no se restregaba en el cuello de nadie como si fuese un gatito pequeño y mucho menos, Light no enroscaba las piernas en la cintura de otro para engullirle la boca de la manera en la que la estaba haciendo, sin importarle que sus amigos estuviesen presente.
-¡Vaya! Se nos ha hecho tarde-
Interrumpió Matt viendo su reloj de muñeca. No sabia de que otra manera "amable" cortar aquel momento
-Propongo que primero recorramos la zona y luego visitemos el río-
Secundo Misa, más confiada que alguien se hubiese atrevido a dar el primer paso, pero ninguno de ellos logró que aquellos chicles se separaran
-¡Podrían dejar de comerse la boca por un rato-
Espetó Beyond, tomando a su hermano por los hombros y jalándolo hacia atrás, haciendo que por un momento ese beso se detuviera, pero no contó con que Light enrollaría a Lawliet con sus brazos para pegarlo nuevamente a su cuerpo
-¡No puedes tocar a Lawliet!-
Esos ojos color miel no tenían ni la más ínfima pizca de inocencia como usualmente lo hacía, más bien lo veía de una manera amenazante, como si su integridad física pudiese estar en peligro si se atrevía a tocar de nuevo a Lawliet
-Tranquilo, mi amor. Beyond no quiere hacerme daño-
La voz de Lawliet era tan suave que a Beyond le supo que debía tratarse de una broma, de una muy mala broma, pero increíblemente, esas palabras junto a unas breves caricias sobre los cabellos castaños, fueron suficiente para que Light dejase su posición de ataque y relajase sus facciones
-No sé qué carajos sucede y no me interesa-
Interrumpió Near dejando de lado su plato, el cual aún tenía todo el desayuno en él, aquella escena por sí sola ya era demasiado difícil de digerir
-No pasa nada, Near. Simplemente Light me ama-
Contestó el azabache con una sonrisa que no cabía en su rostro, tanto tiempo esperando por aquello y al fin lo tenía, al fin tenía a Light como quería, enamorado de él... Y sobre sus piernas también... La verdad que Light era un poquito obsesivo con eso de estar pegado a él, pero ¿podía quejarse? ¡Por supuesto que no! Era Light, el chico del que había estado enamorado los últimos dos años, ¡qué importaba si éste tenía la necesidad de estar pegado a él todo el tiempo! A decir verdad, él también lo deseaba.
-Hasta el día de ayer todo normal y ahora sales con que lo amas, ¿es en serio, Light?-
El pecho de Lawliet pareció hincharse de puro orgullo al escuchar que esa pregunta provenía de Mikami, quería reírse en su rostro y demostrarle que Light era suyo y no de él, pero aquello no hubiese sido bien visto, sobretodo porque aunque Mikami le hiciera rabiar de celos por estar siempre cerca de Light... Al final, también era su amigo
-Claro que amo a Lawliet, ¿tienes problema con ello?-
Contestó fastidiado
Sin decir alguna otra palabra que hiciese más extraño aquel momento, todos se pusieron de pie para comenzar su día, no sin antes dejar todo guardado en las tiendas de dormir para evitar cualquier extravío.
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-Estoy segura que aún estoy durmiendo, Kiyomi-
Susurraba Misa que iba junto a la peli-corto y Near
-Yo opino que ambos ingirieron algún hongo venenoso y por eso están tan extraños-
Opinó Near, mientras los tres lanzaban miradas furtivas de vez en vez a la pareja que se había quedado rezagada, que para variar, se venían besando de nuevo
-No es un sueño, Misa. Recuerda que tú solo sueñas con tus vídeos musicales... Ah, y con los hombres que te bailan en dichos vídeos-
Contestó Takada pues de todos, Misa era la única que se resistía a creer que aquello realmente estaba sucediendo, aunque fuese extraño, los demás ya se habían resignado
-¡Oye, no es cierto! No solo sueño con...-
-Mello y yo opinamos que algún mosco los pico-
Interrumpió Matt, uniéndose al trío de cuchicheo junto a Mello, el lugar era hermoso, pero era imposible no hablar de aquel par
-La que se les va a armar cuando regresen a la realidad-
Bromeó Mello conteniéndose la risa
-Si es que regresan-
Finalizó Mikami cabizbajo. Muy a diferencia de lo que Lawliet creía, Mikami no estaba enamorado de Light, pero de igual manera, el castaño era el que más atención le prestaba de todo el grupo, podría decirse que era su mejor amigo, a quien le confesaba todo y al que siempre buscaba para algún consejo, pero en todas estas cuatro horas desde que se levantaron, Light no le había dedicado un amable "buenos días" como usualmente lo hacía, y las veces que sus miradas se encontraban, Light lo veía de una manera despectiva
Nadie se atrevió a decir algo más luego de las arrastradas palabras de Mikami, el cambio de Light era notorio, claro está, pero no sólo era el apego a Lawliet sino también, el rechazo hacia Mikami. Fue una escena difícil de ver cuando en la mañana, el peli-negro se había acercado al castaño para darle un abrazo de buenos días, Light había actuado como un gato arisco, empujando a Mikami y gritándole que no se le acercara jamás, y aunque, el de lentes intento ocultarlo tras sus gafas y bajo sus mechones, fue claro ver cómo algunas lágrimas se habían agolpado en sus orbes
Beyond se había quedado un poco atrás del grupo que hace un momento venía cuchicheando pero que de repente se había sumergido en un silencio sepulcral, no le interesaba acercarse a cotillear con ellos, podía meter las manos al fuego asegurando que el chisme era sobre la parejita que venía detrás de él. Los vio por el rabillo del ojo, y Light de nuevo venía con sus brazos alrededor del cuello de su pálido hermano, casi colgado como un llavero
-Seguro lo drogaste-
Bromeó alentando sus pasos para que aquella pareja lo alcanzara. Rápido la mirada de odio de Light cayó sobre sí
-No tengo necesidad de eso, Light hace lo que diga estando sobrio-
Contestó apacible Lawliet. No, el comentario de su hermano no le había ofendido ni nada, aunque aquello fuese a raíz de un sueño, eso nadie lo sabía, así que podía decir que el amor del castaño era real
-¿Hacer lo que tú digas?-
Vaya que eso sí lo había tomado por sorpresa; eran hermanos, era obvio que hace un tanto ya sabía que Lawliet venía cacheteando las banquetas por un par de ojos color miel, pero de eso a hablar de Light como si fuese su mascota... Definitivamente no era la definición que él tenía por amor.
-Si... Por ejemplo, si yo digo "¡Salta!", ¿qué responderías, Light?-
-Te preguntaría ¿qué tan alto?
Contestó con su cabeza apoyada en el hombro del azabache, aquella melosa voz llego a oídos de ambos
-Y si yo digo "¡corre!"-
-Preguntaría ¿cuántos kilómetros?-
-Buen gatito-
Susurró, ganándose que Light restregase sus cabellos contra su pálido cuello. Y aunque aquello fue un susurro, la quijada de Beyond casi topada al suelo, ¿había escuchado bien?, ¿le había llamado... Gatito?
-Ves Beyond, Light me ama como yo le amo-
-¿Amas a Lawliet?-
Preguntó por puro reflejo. Ya sabía que su hermano era muy inteligente, pero al final de cuentas, era su hermano, así que siempre le iba a parecer la persona más tonta del mundo, pero caso contrario era con Light, quien siempre se caracterizaba por ser correcto, responsable, inteligente... Definitivamente uno de los mejores chicos de su clase no podría estar comportándose de la manera en la que el castaño lo hacía en estos momentos
-¡Claro!, yo amo a Lawliet mucho, bastante, demasiado, con locura-
Y antes que pudiese seguir con su infinidad de palabras para describir aquel enfermizo amor, sus labios atraparon de nuevo los del azabache, el solo tenerlo cerca le encendía hasta el más ínfimo rincón de su cuerpo
-Como sea... Solo intenten no comerse tan descaradamente frente a nosotros-
Indicó Beyond adelantando sus pasos ya que no le interesaba ver aquellas lenguas jugueteando sin pudor alguno
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El sol ya estaba en lo más alto del cielo, dando un poco de calor a aquel frío lugar, se habían pasado toda la mañana recorriendo los alrededores, realmente no era más que árboles y montañas, pero definitivamente era algo que no veías en la ciudad, al menos no con tanta abundancia, la vista era hermosa y podías sentir tus pulmones limpiarse con aquel aire puro.
Como lo habían planeado, luego de recorrer el semi bosque, se encaminaron al río, realmente deseaban poder jugar un poco con el agua, luego de caminar por un largo rato, comenzaban a sentirse levemente acalorados
-¡Oh dioses! Ya puedo verlo-
Anunció Misa, quien fue la primera en vislumbrar las cristalinas aguas a lo lejos, comenzó a correr para llegar lo más pronto, sin importarle si alguien la seguía
Todos le siguieron el paso a la rubia, lo único que habían llevado al empezar la caminata eran sus trajes de baños o alguna ropa cualquiera para poder bañarse en el río.
-¡Esto es hermoso!-
Exclamó Matt una vez ya estaba a la orilla de aquel lugar, muy al contrario de lo que él pensaba, el agua de aquel lugar corría de manera tranquila y no violenta
Sin perder más el tiempo, todos se pusieron sus trajes de baño, las chicas usando sus trajes de dos piezas y los chico usando algún short
-¿Quieres meterte?-
Preguntó Lawliet, quien aún traía a Light colgado del cuello. Vio como sus amigos comenzaban a meterse de apoco al agua, escuchaba los gritos de las chicas por lo helado del agua y las risas de los chicos burlándose de ellas
-Yo quiero lo que tú quieras-
Fue su única respuesta y Lawliet suspiró. No quería quejarse porque aquello era como su paraíso, pero se estaba hartando un poquito de la actitud de castaño
-Deberíamos entrar con ellos pero para cambiarme, debes soltarme-
-Bueno, pero te soltaré solo un ratito-
Contestó haciendo un puchero y cruzándose de brazos. Lawliet sonrió, le encantaba Light pero estaba comenzando a pensar si su deseo había sido el correcto, ahora que recordaba, en las películas de genios mágicos, las cosas nunca resultaban como la persona deseaba, básicamente porque el genio siempre hacia lo que él quería, ¿sería el mismo caso con los shinigamis?
Lawliet se puso un short azul y Light se puso uno rojo, ambos con sus torsos desnudos, el azabache recorrió sus ojos por todo el cuerpo del chico, ¡vaya que le encantaba! Esa blanca y tersa piel se veía tan suave al tacto, se relamió los labios mientras imaginaba recorrer con su lengua cada rincón de aquel hermoso espécimen , ¡pero se cohibió!, se cohibió al terminar de subir con su vista y encontrarse con la de Light, el castaño no lo veía a los ojos, el castaño hacia lo mismo que él hacía unos segundos atrás, le estaba recorriendo el cuerpo con aquellos ojos miel pero con una gula que lo hizo dar un leve respingo.
-Deberíamos entrar, ¿no crees?-
Le tomó de la mano nervioso y el castaño le asintió con la sonrisa más amplia que alguna vez le hubiese visto
Tomados de la mano, el azabache dirigió el camino hasta la orilla del río, sumergió la punta de su pie y vaya que esa agua estaba helada, sus amigos ya se bañaban sin problemas, quizá luego de un rato te acostumbras.
Estaba aún tomando fuerzas para entrar en aquella helada agua mientras su mano aún sujetaba la de Light; suspiró pesadamente y cerró los ojos, lo haría simple, se lanzaría y esperaba no morir congelado en el intento, pero antes de poder lanzarse, grandes gotas de esa fría agua chocaron contra el cuerpo de ambos
-¡vamos!, no sean tan fresitas y láncense-
Animó Mikami mientras chapoteaba mojándolos a ambos
-¡Joder!, ¡está fría!-
Se quejó Lawliet tratando de cubrirse al sentir el agua caer en diferentes partes de su sensible torso. Light frunció el entrecejo y apretó los puños
-¡Mikami, eres un idiota!-
Gritó soltándose de Lawliet dispuesto a lanzarse al río
Todos se quedaron como hielo, pero sobre todo Mikami, quien dejó de jugar en el agua al ver la manera tan felina con la que Light lo veía
-Solo era una broma...-
Se defendió temeroso el peli-negro
-¿Broma?, ¡broma es haberte traído cuando nadie te quiere!-
Golpe bajo. Hasta Lawliet trago grueso luego de aquello. Cuando deseo que "Light fuese malo con Mikami" no se refería exactamente a eso, solo quería que ellos no pasaran tanto tiempo juntos, jamás se refirió a dañar de esa manera al peli-negro
Light se adentró al río con la única intención de acercarse a aquel idiota que se había atrevido a molestar a su hombre, pero antes de poder dar siquiera dos pasos dentro del agua, Matt se le puso enfrente tomándolo por los brazos
-Más te vale que lo controles, Lawliet-
Ordenó de manera seria, tan seria que hizo que el azabache regresase de su trance, ¿ahora era culpa de él?, ¿él debía controlar a Light?, ¿en serio?, ¿por qué no le decían "Oye Light, ya cálmate"?, ¿por qué tenía que ser él?
-¡Quita la cara de idiota Lawliet y haz algo-
Esta vez fue Beyond, quien se había acercado a Matt para ayudarle a controlar a Light pues este realmente estaba como fiera lanzando manotazos por todos lados, no sabían que el castaño podía tener tanta fuerza pues aún siendo dos, les estaba siendo difícil controlarlo
Lawliet analizó el escenario por un momento, Mikami cabizbajo siendo consolado por Takada y Misa, Matt y Beyond a unos metros de él deteniendo a un enfurecido Light, y al otro lado, en la otra orilla, Mello y Near sentados viendo todo el teatro. Suspiró, ¿por qué estas cosas solo le pasaban a él?, se adentró al río y automáticamente sintió sus nervios congelarse por lo frío del agua, pero no tuvo tiempo de adaptarse, dio cuatro pasos y se situó detrás de Light, le rodeó la cintura con los brazos y reposo su quijada sobre el hombro del castaño
-¿Que sucede?-
Susurró abrazando más fuerte aquella cintura. Si, era una pregunta estúpida, estaba consciente de ello, pero por muy tonta que fuese, era sincera, realmente deseaba saber que jodidos pasaba, se había dejado cegar por sus celos cuando pidió aquel deseo pero definitivamente no era esto lo que deseaba, no quería a un Light empalagoso si esos sentimientos no eran propiamente suyos, no quería un Light sin amigos solo por estar pendiente de él, si, recordaba haber dicho que deseaba que Light le prestase más atención, que le cagaba verlo con Mikami, pero tampoco quería alejarlo completamente de todos, y por último, era un hecho que no quería a un Light agresivo, porque al que amaba no era así.
-El idiota de Mikami te estaba molestando, yo lo haré arrepentirse.-
Su voz era tan dura que Mikami tembló nuevamente solo de escucharlo, Misa y Takada lo abrazaron nuevamente mientras todos veían con cierto repudio a Light, algo que también le dolió al azabache, aquella mirada tan despectiva debía ser hacía él, no hacía Light, era Lawliet el único culpable de que el castaño estuviese actuando de esa forma tan peculiar
-Lawliet, llévatelo o no respondo de cómo le dejaré el rostro si sigue con esa estupidez.-
Lawliet simplemente asintió. De todos, Matt siempre era el más relajado, mientras que Beyond y Mello los más explosivos, por lo que todos se sorprendieron de sobremanera al escuchar aquellas duras amenazas viniendo del pelirrojo
-Light, pensé que harías lo que yo ordenase-
Ya no se sentía bien diciendo aquello pero era la única manera de enfocar la atención de Light en él
-Por supuesto, Lawliet. -
Como si le hubiesen girado el switch, la actitud de Light pasó de una enfurecida a una sumisa en un segundo solo con aquellas palabras, ya nadie existía para el castaño, se giró sobre su propio eje, aún con el agua cubriéndole hasta la cintura y dirigió su vista hacia el dueño de aquella voz que tan loco lo volvía
-Sabes que te amo demasiado, haría lo que tú quisieses-
Lawliet pudo observar los ojos de Light abiertos de par en par, el como estos lo veían sin parpadear y de lo dilatada que sus pupilas se encontraban, tragó grueso ya que de repente, el nerviosismo le embargo el cuerpo
-Quiero que me acompañes.-
Atinó a decir. Por supuesto que él no deseaba dejar al grupo, por alguna razón, no deseaba estar a solas con Light y es que este ya no disimulaba para comerle con la vista aún frente a todos, pero estaba consciente que nadie deseaba al castaño en el lugar, así que no había opción, debía partir con él, sobretodo porque era él quien había causado este enredo
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Ambos iban tomados de la mano paseándose entre los árboles, se habían regresado nada más con su bañador puesto, y al venir este mojado, Lawliet sentía que la suave pero fría brisa le calaba hasta la médula.
No tenía ni un carajo de idea de que debía hacer ahora, Light venía muy callado, viendo hacia todos lados, como buscando algo, y aquello lo ponía sumamente nervioso. Lo único que se le ocurría era dirigirse de vuelta a las tiendas de acampar, intentaría hablar con Light y le diría que le baje a su obsesión, aunque no estaba seguro si eso funcionaria, este era parte de su deseo y estaba seguro que aquel shinigami se estaba mofando de él en estos momentos
-Maldito Ryuk...-
Susurró pero sus pasos fueron cortados en seco al sentir que el chico que traía de la mano, también se detuvo. Giró levemente su cabeza, solo para encontrarse que Light lo veía con el ceño fruncido
-¿¡Quién es Ryuk!?-
El reclamo no se hizo esperar y Lawliet pudo sentir su mano siendo estrujada por la del castaño
-Es una larga historia...-
Contestó nervioso
-¿¡Donde lo conociste!?, ¿¡me engañas con él!?-
Las pupilas de Lawliet no podían estar más dilatas, ¿en serio lo estaba celando?, si tan solo supiera que Ryuk era el ser más espantoso que había tenido el desagrado de conocer. Su cerebro trabajaba a una rapidez excesiva, buscando la respuesta perfecta, pero antes que pudiese formularla, sintió como su cuerpo fue empujado por Light hasta que su espalda chocó contra un árbol
-Light... Esto ya no es normal... No es lo que des...-
Sus palabras fueron interrumpidas por los labios de Light, se había abalanzado sobre él para -literalmente- comerle los labios.
Lawliet estaba inerte, no sabía qué rayos debía hacer, solo sentía aquellos dedos enterrándose en la piel de sus brazos, y como la juguetona lengua de Light llegaba hasta lo más profundo de su boca. La respiración del castaño ya se escuchaba agitada, aquel beso no era suave ni tierno, era demandante y profundo, parecía que realmente quería robarle cualquier sabor dulce de aquellos labios.
-Light...-
Susurró nuevamente, como pudo se había separado un poco pero no le duró mucho
-Esto... Esto no está... Bien-
Trataba de defenderse pero aquel ni se inmutó , pronto una de las manos de Light bajo por aquel desnudo torso hasta llegar a la hombría del azabache, la cual apretó sin miramientos
-¡Joder, Light!-
Lo empujo sin querer dañarlo pero sí que se alejase, aquello se estaba saliendo de control
-¡Tú eres mío!-
Sentenció acercándose de nuevo a su presa
Lawliet se sintió nuevamente acorralado entre aquel árbol y el cuerpo del castaño, la mirada de Light brillaba de pura lujuria y se lamia los labios con gula mientras intentaba acercarse por completo al azabache pero que este se lo impedía colocando sus pálidas manos sobre el pecho de su amigo
-Esto es violación, en China y en donde quieras-
Advirtió alarmado al sentir como nuevamente aquellas manos comenzaban a recorrerle la piel mientras el hacia su mejor esfuerza de mantenerlo alejado
¿Pero qué carajos ocurría?, habían sido dos años de suspirar cada noche por aquel chico, de morderse las uñas al sentirlo cerca, de sentir su corazón golpeando su pecho al verlo sonreír. Sí, Lawliet lo sabía, lo amaba para novio, para llevarlo de la mano por un helado, para hablar por las noches hasta oírlo dormir, y muchas otras cosas cursis que alguna vez Light le había contado, que aunque fuesen cursis lo quería para todo eso, pero producto de aquel amor, también estaba el deseo de querer sentirlo completamente suyo, de recorrerle el cuerpo, de aprisionarle los labios, de arrancarle su nombre entre gemidos. Pero ahora que podía llevarlo a cabo, ahora que tenía a Light tan dispuesto en frente, ahora no quería, no era el Light que quería ¡joder!, ¿qué rayos había hecho?
-¿Por qué no me quieres?-
De pronto Light dejó de forcejear y Lawliet regresó a la realidad
-Light....-
Susurró de nuevo sin saber que más decir al verle los ojos con lágrimas
-¿¡Es que acaso te gusta Mikami!?-
Las lágrimas desaparecieron, y aquellas felina mirada tomo lugar. Lo iba a decir una y mil veces por el resto de sus días ¿qué rayos había hecho?
-¿Mikami? Por supuesto que no-
Qué ironía, se suponía que a Light le gustaba Mikami, no a él. Estando con la guardia baja, Light aprovechó para llevar su mano bajo el bañador del azabache, haciéndole dar un respingo
-Entonces déjame ser tuyo...-
Su caliente aliento chocó en el rostro del otro debido a la cercanía, y por más difícil de creer que esto resultase, el miembro de Lawliet estaba más flácido que el de un abuelo
-Dijiste que harías lo que yo ordenase, ahora te ordeno que pares-
Pidió completamente nervioso, revolviéndose en aquellos brazos tratando de escapar, pero cualquier intento fue inútil
-No... Tú también lo deseas, deja de resistirte-
Entre tanto forcejeo, logró echar a Lawliet contra el suelo y él se situó sobre sus caderas con sus piernas abiertas. Ahora sí, lo tenía a su antojo
-Esto no fue lo que deseé... Esto no fue lo que deseé... Esto no fue lo que deseé-
Comenzó a susurrar con sus ojos cerrados, sintiéndose completamente acorralado, sintiendo como aquellas manos le recorrían el torso con desesperación
Light se encorvó y con gula comenzó a pasarle la lengua por el rostro, hasta llegar al lóbulo de su oreja, el cual beso y mordió levemente
-Te amo...-
Le susurró al oído.
Lawliet abrió los ojos luego de aquello, no por las palabras en sí, sino porque había sentido las manos de Light llegar hasta sus caderas y bajar el short sin ninguna delicadeza. Los abrió, solo para encontrase que su miembro ya estaba al aire, y como si aquello fuese poco, Light ya tenía su cintura desnuda de igual forma
-¡Oh no, Light. Espera!-
Intentó luchar una vez más, al adivinar las intenciones del castaño, este sostenía su miembro con una mano mientras intentaba levantar las caderas. Si, era un hecho, Light planeaba penetrarse con el miembro de Lawliet, así este lo desease o no
-Espera un momento... No te he preparado... Te dolerá... No tengo lubricante-
Su boca soltaba palabras a una velocidad increíble mientras sus manos detenían las caderas del castaño en un intento que aquello no se llevase a cabo... Pero pronto lo sintió, sintió el calor que la entrada de Light emanaba sobre la punta de su miembro, y aunque de alguna manera eso le resultaba excitante, el sentimiento que más embargaba su cuerpo, era el temor, temor que se disparó al sentir como su miembro comenzaba a dejarse abrazar por aquella entrada... No, no, no, no deseaba esto, ¡joder!, las manos le sudaban, el corazón le palpitaba con fuerza, aquello debía ser un sueño... No, una pesadilla más bien. No era la manera en la que se había imaginado que sería su primera vez y menos su primera vez con Light... Debía hacer algo, debía detenerlo, debía regresar el tiempo...
-¡¡¡SHINIGAMI!!!
Probablemente quedaría afónico luego de semejante grito... Pero el tiempo pareció detenerse en ese momento