Para todos la noticia fue como un golpe con un balde de agua fría, no se esperaban que Percy estuviera en coma, y por supuesto los más afectados eran Poseidón y Zeus, que en esos momentos se encontraban sentados a cada lado de su amado sin intenciones de separarse de él.
Las horas pasaban lentamente para todos, pero esas horas pronto se convirtieron en días y de esos dias ya habian pasado dos meses. Meses en los cuales las diosas se ocupaban de los pequeños, todavía éstos no tenia nombre ya que los mayores decidieron esperar a que su amado Percy despertara por que el seria el que les pusiera los nombres a los hermosos retoños.
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Una llamarada de fuego apareció en el Olimpo pero nadie ataco ya que sabían que era el dios del inframundo el que llegaba pero se sorprendieron de ver a este con un pequeño bulto en brazos y Nico venia detras de el.
Se acercaron a conocer al nuevo integrante de la familia, era un pequeño de piel blanca y cabello revuelto igual al de Nico, ojos negros como los de ambos padres.
-¿cuanto tiene?
Pregunto Afrodita con ojos entrecerrados ya que no les dijeron nada del nacimiento. Ante esa mirada Hades rio nervioso.
-Tiene tres dias de nacido, no pudimos traerlo antes por que se complico un poco el parto y Nico quedo muy cansado.
Respondió Hades mientras le daba un beso en la frente a su amado para después pasarle al pequeño ya que este estaba inquieto y sabia bien que lo que quería eran los brazos de su mami.
-¿Como esta Percy?
Se atrevió a preguntar Nico, extrañaba mucho a su primo y más porque era su primer amigo antes de saber que era familiar suyo.
-Todavía no ha dado signos de despertar pero necesitamos que lo haga, todos estamos preocupados por el, pero lo mas importante es que los bebés necesitan del calor de su mami.
Dijo Apolo que en esos momentos iba entrando en la sala donde se encontraba la mayoría de dioses conociendo al bebé.
-y diganme ¿como se llama ese angelito?
Preguntó mientras veía al pequeño con una sonrisa. Nico y Hades sonrieron, el dios del inframundo fue el que hablo.
-Aeneas, nuestro pequeño Aeneas.
-”Digno de alabanza”, no me sorprende el por qué escogiste ese nombre tio.
Todos se rieron ante el comentario del dios del sol que le hacia burla a su tio.
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Zeus y Poseidón estaban hechos un mar de lágrimas, se encontraban abrazados al cuerpo de su amado Percy, el cual estaba en la cama sentado. Apenas hace unos minutos había salido de su coma.
Hace unos minutos
Los dioses mayores se encontraban a cada lado de Percy, estaban sosteniendo sus manos, una cada uno, mientras veían a sus pequeños dormir plácidamente en la cuna que tenían al lado.
Se sintió un pequeño movimiento en la cama, inmediatamente volvieron a ver pero el menor seguía como estaba antes, sin moverse ni un milímetro así que sus miradas volvieron a a sus pequeños. Escucharon un quejido pero se negaron de volver las miradas hacia donde estaba su amado, sus cabezas deben estarles jugando una mala pasada así que ignoraron los sonidos pero no pudieron ignorar el apretón que se sintió en sus manos.
-¿Papa? ¿Tio?
Ahora si veían con los ojos abiertos a mas no poder la cama, su amado estaba mostrando esos hermosos ojos azul verdosos que tanto los volvia loco, no podían decir nada, estaban mudos, en shock.
Percy alzo una ceja al verlos y decidió sentarse con mucho cuidado ya que sentía que sus muslos no le respondian muy bien.
-¿que sucede? Qu...que…..
Se vio atrapado entre los brazos fuertes de esos dos hombres que tanto amaba, noto las lágrimas de los otros, intuía que algo malo habia pasado asi que los abrazo fuertemente.
Tiempo actual
Percy trataba de calmar a su padre y tío pero estos no dejaba de sollozar y abrazarlo fuerte. Soltó un suspiro y su mirada fue a dar a unas cunas que estaban una en cada lado e instintivamente se llevo la mano a su vientre notando que ya no habia bulto, estab flaco.
-Esos son….
No pudo hablar mas, lagrimas caían por sus mejillas. Poseidón y Zeus fueron a las cunas y tomaron a los bebes para después ayudarle a Percy a tomarlos en brazos.
-nuestros pequeños angelitos.
Dijo el dios del mar mientras le daba un beso en la frente a su amado, al igual que Zeus pero este le dio el beso en la cabeza.
-Perseo, ¿cuáles son sus nombres?
-ah, ¿que? yo le pondre sus nombres?
-claro que si amor, tu fuiste el que los llevó en su vientre, y tienes todo el derecho de ponerselos.
El menor sonrió y se quedo viendo a sus pequeños fijamente hats que rio un poco.
-Este pequeño de aqui sera Miguel.
Dijo mientras veia al bebe de cabellos negros y ojos celestes iguales a los de su tío Zeus.
-Y este otro será Gabriel.
Nombro ahora al bebe, igual azabache pero tenia unos ojos azul verdosos, como los suyos y los de su padre.
-Esos serán sus nombres, son nuestros angelitos asi que se llamaran como los arcángeles, Gabriel y Miguel.
Los tres se vieron a los ojos para que después los mayores le empezaron a besar esos suaves y adictivos labios a su amado Percy.
Después de un rato se acomodaron en la cama mientras los mayores le contaban todo lo que habia pasado al príncipe, desde el sello de poderes de Hera hasta el coma que tuvo. Lo del coma tuvo que estar al silencio un rato para digerir esa información pero unos minutos después se encontraba con sus bebés en brazos abrazándose y dándose besos en sus mejillas mientras estos veían y tocaban el rostro de su madre.
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Todos no podian creer lo que veían, tenia en frente a Percy que les sonreía con felicidad y malicia mientras veía las caras que ponian.
El primero en reaccionar fue Nico, que se levantó del sillón, le dio su bebé a su padre y salió corriendo a abrazar a su primo.
Pronto todos lo siguieron, abrazaron al príncipe del mar, hubo lágrimas pero eran de felicidad, lo extrañaban mucho pero ahora que estaba de vuelta lo cuidaron mucho, Percy era la luz del Olimpo, la luz que los salvó de la maldad y la oscuridad en sus corazones.
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Los años pasaban con rapidez, de los problemas en el pasado ya habían pasado 15 años, años en los cuales hubo prosperidad, amor y paz.
Dos chicos de quince años se encontraban caminando por el campamento mestizo, uno jugaba con un tridente mientras el otro jugaba con una lanza que tenía rayos alrededor, llegaron al campo de entrenamiento en donde se toparon con un chico rubio y ojos azul verdosos y una chica de cabello negro y ojos azul verdosos, ambos de 11 años.
-¿que hacen aqui Caleb, Chloe?
Pregunto Miguel mientras dejaba de mover la lanza y veía a sus hermanos menores.
-Venimos con mami, esta hablando con el tio Quiron en una de las cabañas.
-¿trajo a los demás?
Ahora pregunto Gabriel acercandose a Caleb alzandolo en sus brazos
-No, se quedaron en el Olimpo al cuidado de nuestros papas.
A los mayores les bajo una gota, sabia que todos los hermanos unidos al cuidado de sus padres Zeus y Poseidón, eran peor que los demonios.
Miguel agarró en brazos a Chloe y con una mirada hizo que su hermano lo siguiera hasta la caballa del entrenador.
Caminaron con tranquilidad hablando con sus hermanos menores, estos lo hacen a proposito ya que les gustaba ver las miradas de decepción de los demás campistas al ver que los mellizos mas guapos e hijos de los dioses primarios no les ponian atencion.
Llegaron a su destino y vieron a su mami suspirando, al tío quirón negando con su cabeza y al tío Dionisio ruedo alto.
-que sucede?
Pregunto el mellizo de ojos azul verdosos a su madre después de darle un beso en la mejilla.
-tengo toda la culpa de que este su mami siempre en cinta jajaj
Percy se rió al ver la cara de confusión de sus hijos al oír lo que había dicho el dios del vino
-Saben que soy malo con el alcohol y sus padre en medio de eso… esto y aquello terminó en la cama con sus padres y otros hijos en camino. Dionisio siempre logra ponerle vino a mi bebida. Todo por culpa de Dioniso, es culpable de que tenga a mi amada familia conmigo.
El principe del amor sonrió mientras abrazaba a sus hijos y los transportaba al Olimpo en donde los cinco no pudieron evitar reír al ver a los dos dioses primarios tratar de evitar que sus demás hijos hicieran mas desastres de los que ya habían.
No hay familia perfecta. Todas discutimos y peleamos. En ocasiones incluso dejamos de hablarnos, pero al final, la familia es la familia y el amor siempre estará ahí.