Había pasado algunos días en donde Hades estaba completamente exhausto, por que? Bueno tuvo que estar viajando todos los días, varias veces el mismo día, sólo para entregarle cosas a sus hermanos y de sus hermanos a Percy... Pero valía el esfuerzo, ya no tendrían a dos dioses mayores tratando de sacar de quicio a todos sólo por que no sabían de su amado.
El Dios del infierno caminó hasta el único lugar en todo el inframundo en donde se podía respirar y sentir paz, los campos Elíseos.
Soltó un suspiro profundo, a él no le gustaba ir ahí pero en ese lugar se encontraban su amado Nico y su sobrino, sólo por ellos se armaba de valor para pasar un tiempo ahí.
Llego hasta donde vio a los dos chicos sentados en el césped recogiendo flores y al parecer, haciendo coronas de flores. Percy le estaba poniendo una a Nico.
—chicos....
—eh, papá.
—Hola tío.
El mayor sonrió y se acercó primero a Percy, al cual le revolvió el cabello y después se recosto en el césped, colocando su cabeza en el regazo de su príncipe.
El menor no espero más y se agachó un poco para poder juntar sus labios suavemente con los de su padre, desde hace rato los deseaba tocar.
Percy, por su parte, los veía con una sonrisa, le gustaba ver que Nico era feliz y ya no tenía esa aura de depresión alrededor suyo.
Llevó su mano a su vientre acariciando suavemente, sus bebés se movían mucho y eso dolía. Dejó a un lado todo movimiento y se quedó mirando fijamente a la pareja, los cuales notaron la mirada del príncipe del mar, y lo voltearon a ver.
—¿Sucede algo, Percy?
Pregunto preocupado Nico mientras se acercaba a Percy, después de que su padre se sentará correctamente.
—Nico.....
Sin esperar una de sus manos cuajó hasta el vientre de su primo, pronto se formó una pequeña luz dorada en el vientre contrario.
—¿Qué rayos fue eso?
Ahora habló Hades mientras no dejaba de mirar lo que hacía su sobrino.
—está sensación.... estaba en lo correcto...
—¿Qué pasa? No me asustes, Percy, ¿Qué es lo que tengo?
El menor se estaba desesperado ante el silencio del contrario, se logró calmar cuando sintió que su padre se sentó detrás suyo abrazandolo.
—¿Saben? Apenas quedé en cinta de mis bebés, puedo controlar otros poderes. Uno de ellos fue el que use contigo Nico.....
Sonrió bien grande mientras agarraba flores y se las tiraba a la pareja.
—estas en cinta, Nico!!
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Perséfone no podía aguantar la risa, estaba en el suelo riendo y llorando al mismo tiempo, por culpa de la risa, pero No podía evitar, nulas veces se va a ver algo como lo que hace unos minutos paso.
—Fone....
Llamo Nico mientras suspiraba viendo a su amado padre.
—¿Por que rayos todos los dioses son unos completos inútiles y débiles cuando se trata de esa noticia?
Percy hacia pucheros mirando a su tío, que ahora de encontraba recostado en la cama.... desmayado.
Apenas Percy había terminado de decir aquellas palabras en los campos Elíseos, Hades como buen y fuerte Dios, cayó como peso muerto, desmayado.
—Estás jajja hablando sen general jajaj ¿eso quiere decir que mi padre y mi tío se desmayaron también?
Preguntó entre risas pero apenas vio que el puchero de Percy se hacía más grande, soltó una carcajada más alta.
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En otro lado.
Cierta diosa y semidiosa se encontraban maldiciendo por todo lado, no podían encontrar a Percy, parecía como si la tierra se lo hubiera tragado.
—al parecer no les están saliendo bien sus planes.
Se escucho una voz burlona de hombre, saliendo de las sombras.
—querido, tu estas aquí para satisfacerme, no para que des tus opiniones.
Respondió la diosa mientras se acercaba al joven.
Annabeth todavía estaba tratando de asimilarlo, ante ella estaba el chico rubio que antes le gustaba, era Luke Castellan.