Nadie dijo que sería fácil pero esto ya era demasiado. Habían pasado tres semanas, las tres semanas más largas y tortuosas de su existencia y eso que tuvo que vivir con sus padres, solo Lily sabia esa historia, de cómo su madre había sido despreciada por toda su familia por haberse enamorado y casado con un muggle, de las necesidades que había pasado siendo niño y las múltiples peleas entre sus progenitores, la mayoría de cosas que Severus tuvo de niño eran de segunda mano y todo lo que necesito para llegar a Hogwars había sido donado por el director del colegio, esa era la principal razón por la cual se había esforzado por ser el mejor, a pesar de tener cosas de segunda y de ser molestado por el grupo de los merodeadores, lo importante era que había sobrevivido a todo eso, el problema ahora era que no creía poder sobrevivir a esto o que Black lo hiciera. En estas tres semanas había estado dedicado completamente a convertir la mansión de Sirius en un lugar habitable para él y más importante para Harry, con ayuda de Krekcher había trabajado día y noche en limpiar la casa y volverla segura, Black se había dedicado según él a trabajar en el estudio, a veces se encerraba con Harry diciendo que no quería que lo afectara el polvo, la verdad era de gran ayuda que lo cuidara mientras él se dedicaba a la limpieza y de vez en cuando a cocinar, aunque casi siempre lo hacia el elfo. En ese detalle no había problemas, no le molestaba para nada organizar el sitio, de hecho pensaba que era lo mínimo que podía hacer, puesto que estaba viviendo allí totalmente gratis, el problema resultaba cuando se encontraba con Black, y es que este no perdía oportunidad de molestarlo, además que lo escuchaba decirle cada vez que pasaba algún comentario que le daban ganas de matarlo, como en ese momento que había pasado y dijo “precioso” mirándolo directamente a él, por un segundo sintió que se ruborizaba o así hubiese sido si el otro no hubiese terminado por decir “el sitio claro” y se fue riéndose prácticamente en su cara, era un imbécil y lo peor es que aunque se hiciese el duro, cada comentario que el idiota hiciera hacia mella en su autoestima, no se creía el más atractivo del mundo pero Sirius se había encargado desde que se conocieron que la confianza en sí mismo fuera débil y ahora que vivían juntos, ese tema había ido de mal en peor; sobre todo por el hecho de que por mucho que le jodiese siempre le gusto Black.
Ese había sido un punto en conflicto desde siempre, ¿Por qué si lo maltrataba le gustaba el imbécil ese? Porque debía reconocer que no podía evitar tener a veces pensamientos de ellos dos juntos, de hecho Lily se había dado cuenta y esa era la forma en como lo obligo a ayudarla con James, diciendo que si no la ayudaba iba a ir a contárselo a Sirius, él sabía que era mentira y su amiga nunca lo traicionaría de esa forma pero no podía estar seguro que nunca se lo dijo a James, siempre se sentía inseguro en presencia de Black, y es que él era todo un dios griego en su esplendor, tenía lo que a muchos les hacían falta, tenía la apariencia, dinero, inteligencia, todo acompañado con una personalidad que a veces resultaba muy atrayente, sobre todo cuando está en modo “voy a conseguir todo lo que me propongo”; ese era la parte que más le gustaba de él, aunque jamás lo iba a reconocer, le gustaba recordar como en el colegio hacían de las suyas y siempre salían bien aireados de los problemas, aunque fingiera que quería que los atraparan, siempre tuvo miedo que lo hicieran en alguna ocasión y los expulsaran del colegio, aunque claro eso nunca paso. De cualquier forma, no sabía cómo comportarse en presencia de Sirius y eso le estaba carcomiendo, sobre todo cuando lo llamaba “lindura” o “precioso” o algún mote de este tipo, porque no podía estar seguro que lo decía por molestarlo o porque en realidad lo pensaba; lo peor es que dentro de los tratos que hicieron cuando empezaron la convivencia (como el de que Snape no podía entrar al despacho) decidieron nunca pelear frente a Harry, salir a pasear con Harry los fines de semana y Black había decidido que era beneficiosos que comieran juntos los tres en el comedor, eso tenía a Severus con la cabeza dándole vueltas, y como no si se estaban comportando como una pareja con su hijo, necesitaba con urgencia hablar con alguien, el problema es que no tenía amigos, pero en serio debía hacerlo y lo haría con la única persona que tenía suficiente confianza, así que en a la hora del almuerzo dijo:
-Necesito que cuides de Harry esta noche, voy a salir- pidió mirando a Sirius que había detenido el camino que la cuchara llevaba del plato a su boca
-¿Tú? ¿Salir?- pregunto en tono burlesco
-Sí, yo ¿algún problema con eso?- pregunto muy a la defensiva, no le había gustado nada el tono que utilizo Black, eran esos detalles lo que lo hacían sentir menos
-Ninguno, es que no creí posible que alguien se fijara en ti- respondió como si nada, ahora entendía todo, Black pensaba que tenía una cita y no solo eso, sino que no desaprovecho el momento para herirlo; apretó con fuerza la cuchara o iba a decir algo de lo que probablemente se arrepentiría o peor aún soltar algunas lagrimas
-Pues aunque te sorprenda, así que ya sabes, no me esperes despierto- la verdad eso ultimo no quería decirlo, simplemente se le salió, quería tratar de devolverle algo al imbécil ese
-No te preocupes por nosotros- dijo señalándose a él mismo y a Harry, que botaba más comida de la que en verdad comía- estaremos bien, tu puedes hacer lo que quieres, si es que encuentras a alguien que también quiera hacerlo- se mofo de nuevo Sirius, por su parte Snape apretó de nuevo la cuchara, si seguía así iba a doblar a la pobre y eso que era de plata pura, una razón más para odiar a Black y su maldita fortuna
-Tranquilo, seguro que encontrare a alguien- menos mal ya había terminado su comida y pudo levantarse sin dar la impresión de que algo de lo que le decía Sirius le afectaba, tomo a Harry y lo llevo a la cocina; Sirius soltó un suspiro, le daban ganas de darse un golpe directo en la cara por imbécil, en vez de decir algo inteligente siempre le salían ese montón de estupideces, James siempre le decía que era porque le gustaba Severus que lo trataba así, Remus y Peter decían que eso no tenía sentido, por eso creía que ninguno de los dos tomaron en serio las palabras de su amigo, pero la verdad James siempre lo estaba atosigando diciéndole que no podía ver a Snape porque de inmediato quería llamar su atención, fingía que no ponía atención a lo que su amigo decía pero ahora que convivía con Severus siempre que lo veía quería que pusiera su atención en él, lo malo es que solo conocía una forma de hacerlo y terminaba diciendo algo ofensivo, aunque cada vez que decía algo positivo el fértil lo tomaba como insulto así que en realidad no importaba; debía reconocer que a veces perdía el sentido cuando sus ojos se ponían en el otro, como la vez que lo vio con una sonrisa radiante mirando su gran obra de limpiar el salón y no pudo retener la palabra “precioso” que se escapó de sus labios, cuando los ojos de Snape se pusieron sobre él sintió que el estómago le daba un vuelco, así que se apresuró a añadir “el sitio claro” y con una risa nerviosa salió corriendo del lugar, a veces se lamentaba y quería saber qué hubiese pasado si no hubiera dicho lo último pero ya era tarde para eso, además Severus siempre había sido muy explícito en hacerle saber el odio que le tenía pero aun así no podía evitar sentir lo que sentía.
Se levantó de la meza y se fue a encerrar a su despacho, le había prohibido a Snape entrar porque su vida estaba en ese sitio y no quería que él supiera cosas tan intimas de ella, además de que podía estar seguro en algún lado de la casa sin que el fantasma de la llegada del fértil lo perturbara; sus pensamientos en ese preciso momento rondaban en la única idea de ¿con quién carajos iba a salir Severus? No sabía de nadie que estuviera interesado en él, o bueno si conocía a varios pero Snape parecía no darse cuenta o por lo menos lo fingía muy bien, además desde que vivía ahí no había tenido contacto con nadie, entonces ¿Quién podría ser? Se sentía mareado de tanto darle vueltas al asunto durante toda la tarde, ni siquiera pudo concentrarse en lo que tenía que hacer cuando tocaron la puerta
-Adelante- dijo convencido de que era Krekcher pero se equivocó y ahí en la puerta mirando con algo de interés el interior del despacho estaba Snape con Harry
-Necesito que te quedes con Harry- explico Severus a la pregunta que no le habían hecho
-¿Por qué?- fue lo único que pudo decir, le sorprendía mucho la presencia del fértil en el despacho, era la primera vez desde que empezaron a vivir juntos que iba ahí
-Necesito empezar a alistarme- ahhh, la maldita cita
-No creo que haya mucho que puedas arreglar- la mirada de muerte que le dio Snape le hizo saber que de nuevo lo que había dicho había sido tomado como un insulto, aunque lo había dicho sin pensar, como casi todo lo que le decía
-Aun así- respondió obviamente molesto entrando rápido y dejando a Harry cerca del escritorio y saliendo rápidamente del lugar, Sirius solo pudo mirar como Harry miraba el sitio por donde había salido Snape
-Ay Harry, dime que debo hacer- que patético, pidiéndole consejo a un bebé, si James lo viera seguro se burlaría de él por el resto de la vida, aunque estaba seguro que estaría aconsejándolo para conseguir el amor de Severus
Maldito bastardo, pues si él creía que no tenía nada que pudiera arreglar se equivocaba mucho, su amiga siempre le había dicho que era hermoso y que debía sacarle mejor partido a su propia imagen y dejar de usar tanta ropa negra que lo cubriera por completo, era por esa razón que hoy usaría el regalo que ella le hizo y se pasearía por enfrente de Black, un pensamiento negro lo hizo detenerse, y si a pesar de mostrarse diferente a Sirius no le causaba mayor impacto ¿qué iba a hacer? No creía que su autoestima pudiera soportar aquello, era un tipo que no llamaba la atención para nada, de hecho nadie se había interesado en él jamás, aunque tampoco es que fuese virgen ni nada parecido, había tenido dos relaciones, ambas intermediadas por Lily pero ninguna completo los seis meses y es que no se sentía a gusto con esos chicos, había algo en él que no lo dejaba soltarse por completo; bueno no iba a pensar en eso, usaría esa ropa en algún tipo de honor a Lily, a ella le hubiese encantado la idea de provocar a Black, estaba seguro de eso, así que se bañó, antes de vestirse se humecto la piel con una crema especial con olor a vainilla, cortesía también de su amiga, y después si se vistió, nunca usaba esa ropa porque se sentía incómodo, a parte del hecho de que era muy apretada y casi no lo dejaba respirar, ese no era su estilo, pero bueno, había decidido hacerlo y ya no había marcha atrás, miro el reloj, debía apurarse para llegar a la cena, se dedicó un poco de tiempo con el cabello y en acicalarse un poco, hasta que se dio por bien servido, se miró al espejo y el reflejo que vio era de un hombre completamente diferente, podía no ser su estilo pero le gustaba lo que veía, se sentía más atractivo y seguro de sí mismo, su amiga estaría orgullosa, cogió sus cosas y bajo para despedirse.
Sirius estaba sentado en la mesa del comedor, casi era hora de la cena y además quería interceptar a Snape antes de que se fuera, estaba seguro que no se iría sin despedirse, por lo menos de Harry; había estado pensando mucho en la dichosa cita, no quería que Severus saliera con nadie, o por lo menos nadie que no fuera él, así que pensó que lo más sensato era decirle que Harry tenía fiebre y eso obligaría al fértil a quedarse; Krekcher le había traído un té, bueno él se lo había pedido para fingir que hacia algo mientras el otro bajaba, lo que no pudo prever es que casi se atora con su contenido cuando sus ojos se posaron en la figura que bajaba las escaleras. Severus estuvo a punto de soltar una risotada cuando vio a Black atragantarse con lo que estaba tomando en cuanto lo vio, no había forma en que se burlara de él después de ese momento, termino de bajar las escaleras mientras le daba tiempo de que se recuperara, tenía unas ganas enormes de preguntarle si no se había arreglado mucho pero eso sería echar leña al fuego y no quería tener una pelea con él
-¿Qué carajos estas usando?- pregunto Sirius cuando Snape llegó hasta él; ok, eso no fue lo que se había esperado, tal vez algún comentario burlesco pero el hombre parecía en verdad molesto
-¿tan mal me veo?- pregunto más que todo porque no sabía que responder, y más le sorprendió que dejo al hombre sin palabras
-No es eso- respondió después de unos momento Sirius- lo que pasa es que…- dudo por unos momentos pero al final siguió con la idea mirando directo a los ojos de Severus- no cambies por complacer a alguien, el hombre que te quiera debe hacerlo por quien eres y no por nada más- comento, sus palabras se escuchaban seguras y lo miraba directo a los ojos, por un segundo deseo lanzarse a sus brazos y decirle que quería que él fuera el hombre que lo quisiera pero no pudo hacerlo, más que todo porque Black desvió la mirada y volvió a sentarse, suspiro y volvió a lo que debía, no iba a dejar esperando a la persona con la que se iba a ver; por su parte Sirius no sabía que era lo que debía hacer ahora, estaba entre decir lo de la fiebre de Harry o encerrar a Snape para que nadie más lo viera así vestido (tendría muchas más competencia de la que tiene ahora) o simplemente no hacer nada, necesitaba una señal y en eso vio a Harry que le hacía señas para que lo levantara, tal vez se sentía excluido de la conversación , lo levanto y supo que a James no le gustaría que usara a su hijo para retener al fértil, suspiro derrotado y dijo- por cierto, te ves muy bien- sabía que lo había dicho pero no estaba seguro si el otro pudo escucharlo, porque lo dijo tan bajo que hasta pensaba que Harry no pudo escucharlo, y es que ni siquiera tuvo el valor de mirarlo a la cara para decirlo.
-Gracias- respondió Severus, que se había quedado congelado cuando escucho aquello, de hecho lo estaba desde que termino de bajar las escaleras, no sabía si sería correcto o no irse, pero tampoco era correcto dejar plantadas a las personas, se acercó un poco vacilante y beso la mejilla de Harry acompañado de un “adiós” y después y aun en contra de lo que su parte consiente le decía beso también la mejilla de Black y murmuro un adiós, saliendo casi corriendo de la casa.
Sirius se quedó petrificado, no le sorprendió que se despidiera de Harry, pero lo había besado, a él!! Por Dios eso era de lo más intenso que le había pasado, vale, que solo había sido un beso en la mejilla, pero había sido del chico que le había quitado el sueño desde que iba al colegio, sin duda dejarlo ir había sido la elección correcta. Por su parte Severus no estaba muy seguro de que era lo que había hecho, se había dejado llevar, por Dios, con qué cara iba a mirar ahora a Black, saco de su bolso su indispensable gabardina negra, que se mostrara así vestido frente a Sirius era una cosa pero no quería que los demás lo vieran así, menos ahora después de escuchar las palabras del hombre, miro el reloj y supo que debía marcharse, igual se aparecería pero debía caminar un tramo, después de todo a Hogwars no podías llegar directamente.