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¡Aquí se hablara de sexo! por himeko-san

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Notas del capitulo:

Hola! 
Vengo a actualizar y a darles una noticia, voy a mudarme con mi familia a una nueva cas apor lo cual no pdore actualizar muy seguido hasta que este bien instalada. 

Espero les guste el cap! ^^ 
Enjoy <3 

Capitulo 7: ¡El rompehogares!

En el santuario los chismes vuelan. ¡era un pequeño lugar donde estaban confinadas mas de 20 personas, es obvio que cuando pasaba algo todo el mundo se enteraba! En la cafetería los caballeros dorados hablaban de lo ocurrido bastante indignados. Mientras Aldebaran a de tauro aunque también estaba ofendido por que un igualado había golpeado a un caballero de Atena, también noto con obvia sorpresa que los santos de géminis estaban tomados de mano.

- ¿Ahora ellos? - murmura el brasileño un poco sorprendido. - ¿Que tiene ese niño, que esta emparejando a todos?

- ¡Dejalo, ahora hay que tenerle mucha comprensión! - Sale el caballero de piscis, poniendo las manos en sus caderas. - Ayer ese alemán de cuarta lo hirió. Merece que alguien le comprenda.

- Vaya Afrodita, no me digas que te has enamorado de ese caballito. - Se burlaba el Santo de cáncer, mientras tomaba su taza de café matutina. - ¿No es un poco joven para ti?

- ¡Me has dicho viejo! - Mientras Afrodita estaba a punto de sacar su Rosa sangrienta, se oye unos pasos bajando las escaleras. EL caballero de pegaso hace acto de presencia llevaba su armadura ya puesta. Se veía serio tomo apenas una manzana para comer y se dirigió afuera.

- ¡Seiya! - Su maestro lo llamo, levantándose. - ¿No vas a desayunar?

- Maestro no tengo ganas de comer, solo quiero romper cosas. - Responde con algo molestia bajando la mirada. - Gracias por preocuparse, pero necesito estar solo.

- Seiya... - El santo de Sagitario iba a intervenir, pero vio como El sueco se acerca hacia el pony tomando su mano. - ¿?

- Pegaso. - Afrodita suavemente jala a seiya hacia a él, lo abraza rodeando su cuello con sus brazos. Frente las miradas atónitas de todos los santos de oro y bronce, el hermoso sueco besa los labios del pegaso de forma profunda, acariciando su piel de forma suave. Al separarse con un hilo de saliva uniendo sus labios pone una delicado rosa roja en el cabello de Seiya viéndole a los ojos. - Si me necesitas, estaré en la doceava casa... Esperandote para que descargues frustraciones.

- Afrodita... - Se ruboriza viendo los lindos ojos del santo de piscis, esta se separa del pony y sale de la cafetería moviendo sus caderas con un contoneo atrayente. El pony sacude su cabeza, tomando un poco de aire. - Definitivamente, es el santo mas hermoso. - Se aclara la voz, viendo a un costado a los caballeros. - Permiso. - Sale de la cafetería dirigiéndose hacia el bosque para poder entrenar.

- ¿S-seiya es ta con... Afrodita? - murmura el arquero sorprendido ante lo que vio. Baja la mirada frunciendo el ceño ligeramente. - "¿Por que de pronto... Me siento tan celoso?"

- ...Grrrr - Todos los santos voltean al escuchar ese gruñido. Seguidamente notan como se concentra una gran cantidad de cosmos. Era Deathmask el cual tenia su cosmos ardiendo completamente, estaba tan furioso que había roto la taza de café que hasta hace unos momentos tenia en manos. - ¡Maldito pony...! - Escupió casi con veneno de su boca. - ¡Es un Rompehogares! - Sin dar explicaciones del por que llamo de esa forma al pobre caballo, se va de ahí rápidamente cerrando de portazo la puerta.

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- ¡METEOROS DE PEGASO! - El pony impacta uno de sus ataques mas poderos contra una gran estatua de zeus destrozándola completamente. Después de eso comienza un combo de patadas y golpes a un señuelo de madera. Lo destroza en mil pedazos en cuestión de minutos. Suelta un suspiro pesado, buscando otro señuelo. Se sentía muy frustrado y molesto, había dejado que ese imbécil lo golpeara. No podía bajar la guardia así nunca mas. - Pfff ... ¡Maldita sea! - Responde frustrado pateando una roca destrozándola. - ¿Hum? - Voltea la cabeza, sentía un gran cosmos acercársela por detrás. Distingue a Deathmask entre los arboles. - ¿Deathmask, que demonios haces aquí?

- ¡Pegaso! - Sale de los arboles, lo punta con el dedo señalándole, su cosmos ardiendo con fuerza. Estaba molesto. - ¡Voy a luchar contigo, tu maldito rompe hogares! - Pegaso apenas pudo reaccionar, el santo de cáncer se avalanza contra él. - ¡¡LLAMAS DEL INFIERNO!! - Grita, Pegaso esquiva rápidamente el ataque. Los arboles y arbustos se prenden en fuego.

- ¡Deathmask calmate! - le grita corriendo hacia él. - ¡Somos santos de Atena, no debemos pelear entre nosotros! - Dice tomando sus brazos, tratando de detenerlo. El italiano lo empuja con una gran explosión de cosmos. - ¡Agh!

- ¡¡Acabare contigo Pegaso...!! - Iba a atacarle devuelta, peor el pegaso reacciona rápida empujándolo contra un árbol. Lo inmoviliza utilizando su propio cosmos. - ¡¡Suéltame.!!

- ¡No hasta que me digas que demonios te sucede!

- ¡¡Me quitaste a Afrodita!! - Le grita sin poder ocultarlo mas. El santo de oro comienza a derramar sollozos que empapan sus mejillas. - ¡¡Me quitaste a mi Dolce amore por eso nunca te perdonare Pegaso!!

- ¿¡Disculpa!? - El pegaso quedo atónito ante la confesión del caballero, lo suelta con suavidad. Deathmask cubre su rostro con su antebrazo tratando de ocultar sus sollozos. - ¿Estas... Enamorado de Afrodita?

- ¡¡Mas que enamorado!! - Su voz estaba temblorosa y rota. - Cuando teníamos 17 y 18 años... Tuvimos una relación en secreto aquí en este mismo santuario, pero por mi cobardía y con el temor que los demás caballeros se dieran cuenta... Rompí con afrodita y lo aleje de mí. ¡Pero jamas deje de quererle, Jamas! - Muerde su labio inferior tratando de contenerse. - ¡Ahora tú me quitaste a Afrodita, jamas podre tenerle de vuelta!

- ¿Q-Que? - Murmura parpadeando sorprendido. - ¡Deathmask no tengo nada serio con Afrodita, si lo quieres devuelta lucha por el, dile que si necesitas irte hasta el monte fuji gritarle a los cuatro viento que lo amas, hazlo!... Debes de decirle algo.

- ¡Nunca tomaría consejos de ti, Maldita sea pegaso dejame en paz! - Se aleja corriendo con su cabeza gacha, sin dejar de derramar pequeñas lagrimas.

- Deathmask... - Suspira.- Debo resolver esto.

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- Por aqui Afrodita. - Seiya tomaba de la mano a Afrodita, llevándolo por las escaleras de la casa de cáncer. Fue fácil llegar hasta ella ya que mu estaba en la sexta casa. Aldebaran dormía de lo borracho que se puso en plena tarde y Saga y Kanon se perdieron en un cuarto. Así que pegaso tuvo el camino fácil, al entrar a la casa de cáncer respiro hondo. No le gustaba ese lugar por obvias razones, esos rostros en las paredes, suelo y techo le daban pánico. Pero debía ignorarlos por ahora.

- ¿Por que estamos en este lugar Seiya? - El sueco miraba el sitio con otros ojos, con nostalgia y mucha tristeza. Caminaba por los huesos de los pobres diablos que Deathmask fulmino metiéndose en lo profundo de la casa. - Este lugar no me trae lindos recuerdos pegaso.

- Lo sé Afrodita, pero estamos aquí por Deathmask. - lo mira de reojo apretando su mano caminando hacia los aposentos de Deathmask.

- ¿Para que vamos al cuarto de ese tonto maleducado? - Bufa un poco molesto debiéndose de golpe. - ¡Dime o me iré!

- Afrodita, esta tarde Deathmask me confronto y luche con él. Estaba destrozado y enojado por que me besaste. El está enamorado de ti y no soporta la idea de perderte.

- Ah... - El sueco baja la mirada con un suave rubor en sus mejillas, muerde su labio ligeramente con expresión triste. - Ese idiota de Masky, ¡Lamento si te lastimo Pegaso!

- Bah, mas castigo recibí yo de todos ustedes cuando pase estas casa la primera vez. Pero debemos ir con el... Aun te ama Afrodita, te adora. Dale la oportunidad.

- B-Bueno, ¡Pero solo hablare con el un rato, si el se comporta como un idiota me iré a mi casa! - Siguen en marcha, cuando llegan a la habitación del italiano, escuchan ruidos fuertes. Alguien estaba rompiendo cosas. Los caballeros comparten miradas, se asoman por un muro. La habitación de Death era una gran alcoba, con una cama king con ropas de cama moradas y negras. Tenia curiosamente un enrome decorado rosas rojas a un costado de la cama perfectamente cuidadas. Su armario, su mesa de noche, etc. Pero lo que pocos sabían es que Death era un pintor. Y tenia algunas pinturas regadas por el piso. En esas pinturas se observaba a Afrodita, en algunas posaba con su simbolizá rosa roja, o algunas estaba desnudo cubierto de pétalos de rosa. - Oh... Aún tiene esas pinturas, ay mi Masky...

- ¡AAAAH! - Rompe una silla con violencia contra una pared, mientras toma del pico de una botella de vino tinto. Estaba llorando, como buen italiano era bastante dramático y dado a la ira. - ¡Afrodita... Dolce Amore, como pudiste elegir a un mocoso! - Se lamentaba con rabia y tristeza. - ¡Fue mi culpa, nunca debí dejarte ir... Te amaba, te amo daría cualquier cosa por recuperar...! ¡Ah, Dolce amore vuelve!

- En verdad necesitas hablar con él. - Le pone una mano en el hombro, el santo de oro parecía conmovido. Suspira y sale de su escondite con el Pegaso. - ¿Deathmask?

- ¡TU! - Estaba un poco, muy borracho así que furioso y tambaleándose un poco encaro a Seiya. - ¡¿Que haces aquí, me vienes a restregar en la cara lo feliz que eres con Afrodita?! Pues dejame decirte, que este hombre fue mio primero, eso nadie me lo quitara...

- ¡Masky! - La voz del sueco, parece tranquilizar al guardián de cáncer. Alza la vista viendo con sorpresa a Afrodita, este se le acerca con una mirada dulce pero a la vez firme. - ¡Quiero saber pro que actuás así, mas te vale ser sincero conmigo Masky... Sé cuando mientes!

- Dita... - El italiano baja la mirada, apretando los puños. - Por que... Aun te amo. Después de todos estos años, sigo amándote mucho Afrodita. No soporto el hecho que ames a alguien mas, que beses a alguien mas pero... se que me lo merezco. ¡Lamento haber sido un cobarde... Ahora te perdí y no te puedo recuperar! - Muerde sus labios conteniendo el llanto que se escapaba de sus ojos.

- Masky... ¡Oh grandísimo estúpido! - Se le acerca acariciándole el rostro, limpiando sus lagrimas. - ¡Aun te amo Tonto, siempre lo he hecho!, pero pensé que habías renunciado a mí. Nunca he estado con nadie mas después de que rompimos, estuve con Seiya solo por que el me hizo recordar lo deseado que me sentía a tu lado. Nunca de deje de pensarte, y de amarte. ¿Por que no me lo dijiste antes?

- ¡Por miedo...! - Abraza al sueco pegándolo contra su pecho, nota: Death no llevaba armadura solo usaba pantalones y estaba sin camisa. - ¿En verdad me amas, Dolce amore? - Acaricia su rostro de forma gentil viéndole con amor. - ¿Me darías otra oportunidad, aunque sea un gran idiota mi Dolce amore?

- Si te amo, y claro que si. ¡Esa es mi debilidad, amar a idiotas como tu! - Ríe de forma dulce abrazando su cuello, juntando sus labios en un tierno beso.

- Je... Creo que ellos tienen mucho que resolver. - murmura y en silencio se escabulle de la escena, dirigiéndose a la salida.

- No quiero que estés muy cerca del pegaso, ¿Si?, eres mio y no te cederé a nadie. - Murmura el italiano al separarse del beso, abraza fuertemente al santo de oro comenzando a besarle su cuello de forma ansiosa. Da varias mordidas en su cuello tiernamente, marcándole. - No me importa cuantas veces estuviste con ese niño, yo sigo siendo tu macho italiano y te lo demostrare de nuevo. - toma su mentón, junta sus labios introduce su lengua en la pequeña cavidad caliente del sueco saborear su boca de manera muy empedernida. La boca del italiano tenia ese fuerte sabor de vino tan embriagante y delicioso.

- Ahmmm... - Se aparta buscando aire. Sus lenguas se unían con un pequeño hilo de saliva, sus ojos estaban nublados ligeramente. Acaricia el pecho de su italiano, presionando sus pezones pegándole mas a él. Se deshace de su armadura. Sus ropas siempre eran muy finas, usaba un tipo de yukata muy fina color azul rey con toques negros. - Si Tu eres mi macho Italiano Masky - Con la gracia que se le reconoce al Santo piscis desarma el lazo que mantenía su yukata cerrada Tomame de nuevo masky, hazme tuyo como nunca.

- ¡Cosa hermosa! - Carga estilo princesa al caballero de piscis. Acostándolo con suavidad en su cama. Se pone encima de él, comenzando a besarle el cuello, bajando a su pecho. Da mordidas en sus pectorales de forma tierna marcándole. Baja a sus pezones, con la punta de sus lenguas estimula su pezón derecho. Juega con la punta de este, saboreándolo, jalándolo y estimulándolo, aprieta con sus manos los pectorales del sueco masajeándolos, sin dejar de lamer y estimular sus pezones. - Amm...

- Ahmm... - Afrodita tiembla ligeramente bajo el cuerpo de Death, se aferra a las sabanas ligeramente arqueando suavemente su espalda mordiendo un poco su labio inferior. - Aahmm... Te eche tanto de menos, mi macho italiano. - La lengua escurridiza del santo de Cáncer repasa el abdomen musculoso del santo de piscis, mordiendo y chupando un poco cada abdominal. Llega hasta su cadera, da besos en esa zona tan delicada como es el vientre. Dirgiendose de forma peligrosa a la hombría de su amante. - ¡Ahmm!

- Svedese bel flore~ - Le murmura besando su cadera, bajando a la hombría de su amante. Da una larga lamida en toda la extención de su miembro, da pequeñas mordidas en zonas precisas de aquel miembro, mete ligeramente la punta del miembro de Afrodita en su boca, saboreando su cabeza apretándola con sus labios, jugueteando con la uretra de aquella hombría chupándola de forma lujuriosa. - Ahmm... Ahmm... - Acaricia con sus dedos toda la extensión de su miembro, bordeando las venas de su miembro duro y palpitante. - amm... Caliente, tan caliente, ahmm.

- Como me excita que me hables en italiano Masky~- Murmura entre gemidos, afrodita se enreda entre las sabanas jalándolas y presionándolas. Abre con suavidad sus piernas, dando mas libertad al santo de cáncer, el cual baja hasta su pequeña entrada la cual comienza estimular con sus lenguas. - ¡Aahmm tu lengua masky! AAhgmm ese lugar... - Tiembla ligeramente. - Masky no me tortures así, ya esperamos mucho tiempo. ¡Tomame...!

- Tan impaciente, Dolce amore. - Se aparta ligeramente poniéndose entre sus piernas. Con suavidad va introduciendo su miembro dentro de esa pequeña entrada, su hombría llega hasta lo mas profundo del interior del sueco. Mueve sus caderas, comenzando estocadas rápidas y fuertes, le sujeta la cadera subiéndole las piernas a sus hombros. Mientras le embiste va hacia su cuello lamiéndolo, besándolo dándole mordidas fuertes marcando su fina piel llenándola de mordidas y pequeños chupones. - Dita, mi afrodita... ahmmm...

 ¡¡Aahh Aaghh agh!! - Afrodita aprieta fuertemente la tela de la almohada, mordía sus labios tratando de contenerse. - ¡AAhmm Masky! - mueve sus caderas en contra sintiendo esas estocadas, moviéndose de forma rápida. Sus manos acarician el pecho de Death, rasguñando su espalda de forma suave marcando su piel, bajando a sus pectorales apretándoles. - ¡¡Aahh... !! - Su cosmos se eleva repentinamente, su cama se va llenando de sus rosas cubriendo las sabanas. - ¡¡Ahhh!!

- Entrañaba... Que dejaras mi cama llena de tus rosas. - le susurra en tono suave, moviéndose mas rápido baja por el rostro de afrodita lamiendo sus pectorales, mordiéndolos. - Aahmm... Deliciosa, tu piel es exquisita. - Sus estocadas se vuelven mas profunda, la cama se movía de un lado a otro chocando contra la pared. Se acerca al rostro de Afrodita, acorta la distancia entre ellos comenzando a besarle de forma apasionada, abrazándose como si fuese el ultimo momento de sus vidas. - ¡Aahmm!

- Mmmg... - Se separa del beso de forma repentina. - ¡Me corro... Mi macho italiano! - El cuerpo del sueco se tensa completamente, sintiendo un escalofrió fuerte se corre llenando sus vientres de esa esencia blanca tan pura, la entrada de afrodita aprisiona la hombría del italiano obligando que este eyaculara también en lo mas profundo de sus entrañas. El italiano soltó un jadeo cansado cayendo encima de Afrodita, besa sus hombros, su cuello y su oreja de forma suave. - aAhnmn

- Dita... - murmura entre besos. - Te amo dita, te amo. - Contaba entre pequeños susurros. - No cometeré ese error de nuevo, ya no te voy a dejar ir.

- Mas te vale mi tonto italiano - Acaricia su rostro de forma suave, - Por que si no me cuidas, voy a marchitar me.

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Y nuevamente, tras aquella noche llego una hermosa mañana en la cafetería de los caballeros. Donde ahora otros dos santos de oro se demostraban abiertamente todo su amor mutuo.

- Pfff... - El brasileño miraba atento a la nueva pareja del santuario. Ahora otros dos habían caído, esta vez eran Afrodita y Deathmask que literalmente derramaban amor al verse, al hablarse y al tocarse. Es mas andaban de manos como si nada. - Ya esta bueno, tengo que averiguarlo yo mismo. - Murmura el Santo de tauro. - ¡Iré con ese niño y averiguare yo mismo que hace para que todos terminen así!

Notas finales:

BYE BYE MUCHAS GRACIAS POR LEER!
NOS VEMOS PRONTO! 


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