Capitulo 8: Clase de Educación de Sexual IV: Aldebaran de Tauro.
Bien, de toda la gente que fue al consultorio de Seiya (Osea el tronco caído en medio del bosque) este jamas pensó, que tendría justo frente al mismísimo Aldebaran de Tauro. Igualmente lo tomaría como cualquier otro "cliente", es mas ahora tenia una libretita roja con un dibujito de un pegaso chibbi en la portada y escribía, cualquier cosa que se le viniera a la mente.
- Dime Aldebaran, ¿Para que me necesitas?
- ¡Quiero saber tu secreto! - Pregunta el santo de Tauro cruzándose de brazos. Su mirada y su postura eran imponentes, Aldebaran siempre fue un hombre con una contextura musculosa muy grande. - Todos los santos que han ido contigo, terminan en pareja. Estoy feliz por ellos, no me mal entiendas. Pero mi casa queda a penas a metros de la de Mu, te digo que nunca pensé en toda mi vida que escucharía alguna vez de esa casa un "¡DAME MAS DURO SHAKA!" como ahora escucho casi diario, Así que, quiero saber ¿Como has hecho para cambiar tanto a todos?
- Jajaja, Aldebaran ¡No he hecho nada! - Se levanta poniendo las manos en sus caderas dejando su libreta roja a un lado. - Escuchame, todos que llegaron a mi es por que no podían expresar o confesar sus sentimientos o por que no sabían como expresar su sexualidad plenamente. ¡Eres tu el único que parece que jamas te has enamorado!
- ¡Por que un caballero no necesita enamorarse! - Bufa un poco molesto apartando la vista. - Ademas, Nunca me he sentido plenamente atraído hacia nadie. - Se ruboriza un poco. - Ni por hombres, ni por mujeres.
- ¿En serio? - Sonríe de forma un poco mañosa, se le acerca con ese singular contoneo, pone una mano en su armadura viéndolo desde abajo. - Aldebaran, ¿Nunca has tenido una Erección?
- ¿¡Que!? - El brasileño se aparta un poco, sonrojado. - ¿¡Para que quieres saber eso mocoso!?
- Respondeme Aldebaran...
- Pfff... - Bufa apartando la vista, rasca su nuca con la mirada desviada a un lado. - Si, claro que he tenido erecciones. Tampoco es que este descompuesto o algo así, simplemente no siento una atracción fuerte por nadie.
- Interesante. - Ríe un poco de forma algo traviesa, le acaricia la armadura acercándose mas a él. Armadura y armadura chocan suavemente, seiya alzo su cadera. Sus mejillas se ruborizan y esos ojos marrones, se prenden en lujuria. - ¿Te soy Atractivo Aldebaran?
- Ah. - Frunce su ceño, muerde ligeramente sus labios con ese pequeño sonroje en sus mejillas morenas que apenas y se disimulaba. - Eres muy atractivo seiya... ¿Por que preguntas?
- Aldebaran. - Esos carnosos labios rosado viejo sonreía de una forma traviesa y lujuriosa, mientas se pega mas a el acariciándole mas su armadura De oro. - ¿Te acostarías conmigo...?
- ¿¡QUE!? - Se alarma apartando de el viéndole con la cara roja, una mirada propia de sorpresa y casi en estado de shock. - ¡¿Que quieres QUE?!
- Aldebaran respira, Veras veo que no sientes atracción sexual hacia nadie por que no has explorado completamente tu sexualidad. Si quieres estar claro contigo mismo, debes de acostarte con alguien y puesto que la mayoría de caballeros ya tienen sus intereses amorosos y yo soy el único soltero, puedo ayudarte. - Pone las manos en sus caderas. - Soy bajito, tengo cuerpo fino y un poco delgado. No tendrás que pretender mucho que soy una mujer si es lo que necesitas para excitarte. ¿Ademas... No te da curiosidad hacerlo conmigo?
- A-ah y-yo. - Traga seco, mirando a Seiya. Tenia un conflicto interno: Seiya le parecía bastante atractivo y mentiría si decía que no sentía curiosidad en hacerlo con él. Pero también tenia sus principios de caballero. Era una lucha entre el deseo y su deber. - Pe-Pegaso, - Aparta la vista y medita un momento. - ¡Bien! - Vuelve a su postura dominante de antes. - Nos acostaremos, sera solo una vez. Es para aclarar dudas y ya.
- Bien dicho, ¿quieres hacerlo aquí? - Alza una ceja de forma traviesa.
- No, ¿por que no vamos a la casa de libra? escuche que ahí suceden este tipo de cosas...
- Oh no, después de lo que paso con Shun y hyoga, Dohko no deja pasar a nadiiiie a su casa. Lastima ahí es donde esta el suelo mas suavecito.
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Seiya estaba en la recamara de la Segunda casa, Aldebaran se había quitado su armadura. Estaba sentando al borde la cama con las manos sobre sus rodillas, manteniendo sus piernas abiertas y una mirada seria y firme. Estaba bastante tenso a simple vista, se notaba la poca experiencia que tenia en situaciones asi, seiya suelta una agradable risa. Portaba sus ropas civiles como Aldebaran, se acerca a este acariciándole con cuidado su rostro.
- Aldebaran estas muy tenso. - se sienta a un lado de este, cruzando sus piernas con una sonrisa algo coqueta. - ¿Puedo saber por que el mas duro y valiente de los caballeros, actuá tan asustado ahora?
- Ah... - Suelta un suspiro cansado, con suavidad toma a seiya sentándolo en su regaso cual niño pequeño se tratara viéndole con suavidad. - Por que mi experiencia es nula. Y por que, afrontemos algo Seiya soy distinto a todos los demás caballeros, ellos parecen modelos impecables de belleza humana y yo... Pues, tengo buena salud. - Bromea un poco. - ¿Por que alguien tan hermoso como tu, quiere pasar una noche conmigo?
- La belleza esta en el ojo de cada quien, Aldebaran encontraras a alguien estoy seguro de que te vea con ojos especiales. - Le susurra acariciándole el rostro gentilmente. - Y yo no creo que no seas atractivo. Eres el prototipo perfecto de hombre grande y fuerte, que protegería con la vida a su pareja. A todos nos gusta sentirnos protegidos. - Le sonríe de forma amable. - Confiá en ti, y en mí. Quiero hacer esto contigo.
- Eres hermoso. En verdad que si Seiya - Le susurra, el brasileño ya algo mas suelto toma el pequeño rostro del moreno. Juntando sus labios. Al principio fue un simple rose, apretando sus labios una contra el otro. Lentamente la lengua experta de Seiya se infiltra, comenzando un beso apasionado. Los labios y la boca de Aldebaran eran grandes había mucho espacio que recorre para seiya, pero para Aldebaran, la pequeña boquita de seiya apenas tenia espacio para mover su lengua. - Ammm... - con cuidado acuesta a seiya en la cama, se pone sobre el acorralándolo entre sus grandes brazos separándose del beso. - ¿Estas seguro de esto?
- Completamente seguro. - Abraza el cuello del taurino, la cabeza del santo de tauro se sumerge en el cuello de Seiya, besándole, mordiéndole y lamiéndole toda la extención d e su piel acanelada. Sentía el gran cuerpo del Brasileño pegado contra el suyo, como su piel iba calentándose cada vez mas. Hasta que sintió algo bastante duro y grande contra su muslo. No, no era el muslo de Aldebaran de eso estaba casi seguro. - ¿Aldebaran? - susurra viéndole. - ¿Tu... ?
- Te dije que funciono bastante bien. - Le susurra cerca sus labios, le alza la camisa comienza el trabajo en sus pezones. Llevando sus manos a sus caderas acariciándolos y estimulando ligeramente su miembro sobre la tela de sus pantalones. En eso Seiya quedo un poco perplejo. Intuía que aquello iba a ser grande, pero no sabia que tanto. - humm... - Aldebaran deja un camino de besos por su vientre tonificado y por su abdomen musculoso, hasta llegar a su hombría. De forma muy lasciva comienza a lamer su miembro por toda la extensión sacando de su ropa, masajeandolo con sus enormes manos y dedos gruesos. Insisto aldebaran tenia una lengua y una boca bastante grande que utilizar.
- ¡¡Aahmm...!! - Seiya se retorcía gimiendo placenteramente. A la vez se preparaba mentalmente para cuando aquel Toro saque su herramienta. Seria como perder la virginidad por segunda vez, mentiría si dijese que no tenia miedo, pero era hombre de palabra aquello seguiría hasta el final. Seiya abre mas sus piernas mientras se aferraba mas a la cama mordiéndose el labio inferior tratando de ahogar algunos gemidos. - Ahmmm AAhhh AAh "Él es tan grande... Me siento diminuto. "
- Ahmm. - Deja el miembro de seiya humedecido y bastante duro. Con las venas palpitando ligeramente, con sus gruesos dedos presiona y masajea le punta de su hombría mientras desliza un dedo a la acostumbrada entrada del moreno. Mete fácilmente dos dedos sin mayor problema. - Se nota la experiencia que tienes... - murmuraba el Brasileño, da una lamida suave a su miembro, para luego tapar la uretra de este con su dedo indice. - Por si acaso sientes que vas a correrte mientras te estimulo.
- AAhmm ¡Eso es crueldad! - El pony se arquea estremeciéndose. Estaba bastante excitado sin poder negarlo, moría de ganas por tener a Aldebaran dentro, aunque eso le asustase un poco. Seiya enreda sus dedos en la caballera castaña de aquel toro. - ¡quiero mas Aldebaran...!
- ¿Mas? - Los ojos del brasileño estaban un poco nublados, no estaba en sus cabales. Pone en cuatro al pequeño pony y toma sus glúteos abriéndolos un poco. Comienza a lamerle y saborearle su entrada de forma suave, metiendo su lengua en lo profunda de esta abriéndola aun mas, aprieta con fuerza sus glúteos, lleva una mano libre hacia su propio pantalón saca su hombría que ya estaba bastante despierta. - ¿Puedo entrar Seiya...?
- Aahmm... - El muchacho hunde la cara en la almohada, con un fuerte rubor en sus mejillas acaneladas. Asiente de forma suave abriendo mas sus piernas, ni bien siente como la hombría de Aldebaran comienza entrar en el, sus ojos se abren como faroles de automóvil, temblando casi de inmediato. Oh si, aquello era ¡Grande! mas de lo que pudo imaginar. Su entrada se abrió todo lo que pudo, pequeños hilitos de sangre se deslizaron por sus muslos, aun así ahogaba sus quejidos y aguanto hasta que el Toro metió completamente su hombría. - Es-Espera Aldebaran, n-no te muevas aún. - El aludido asiente, acomodándose. Seiya tomo aire, tratando de calmarse. "Seiya, te partieron la madre en el santuario, en el atlántico y en el inframundo. ¡puedes con esto maldita sea! " - Ahmm... - Después de un momento seiya mueve sus caderas dándole la señal a Aldebaran para que empezara las embestidas.
- Grrr... - Aldebaran no jadeaba, no gemía, gruñía como propio animal. Comienza a moverse primero a un ritmo lento. Seiya soltaba gemidos fuertes. Casi gritos que trataba de ahogar en la almohada. Era muy dificil siendo honestos tratar de contenerse ya que tenia una mezcla de sensaciones, una parte de placer por que ese miembro estimulaba cada partecita sensible de él y la otra era dolor, por que ya dije... ¡Ese miembro estimulaba cada parte cita de el!, después de un momento seiya comienza a mover sus caderas mas rápido. - Grrr grr... ¿Seiya?
- ¡AAAAH AAAH! - Soltaba no gemidos, sino gritos aullidos del puro placer mientras las estocadas seguían. Mueve sus caderas desenfrenadamente contra las embestidas haciéndole llegar mas profundo. Seiya pega sus glúteos contra la pelvis de aldebara, pega su espalda contra su pecho y pasa una mano tras la nuca del Brasileño. - ¡¡DAME MAS RAPIDO!! AAAaqahm AAAahmm - Gritaba poseído, con los ojos nublados y derramando lagrimas de puro placer.
- ¡Grrrr! - Da estocadas rápidas y fuertes todo el cuerpo de Seiya temblaba con cada embestida, se retorcía de placer, gemía de forma desaforada y parecía casi perder el control. Aldebaran se lleva una sorpresa ya que seiya se voltea y lo empuja cayendo en la cama. Seiya se sienta sobre su pelvis y comienza a saltar de forma violenta apoyando sus manos en su pecho. - ¡GRR!
- AAAhmmm, AAAHH. - El moreno se estremecía, temblando en cada auto estocada, mantenía sus ojos cerradas con sus mejillas morenas completamente rojas soltando hermosos gemidos que hacían eco en esa habitación. - ¡¡AAAHH!! - Arquea su espalda, presumiendo mas esos hermosos pezones marrón suave que estaban duros. Aldebaran veía la escena casi intoxicado, su hombría se pone mas erecta causando sorpresa y confusión en Seiya. -¡AAHMM! ¿¡A-Aldebaran!?
- Eres... Hermoso. - Murmura sostiene su cadera y lo empuja hacia abajo con violencia dándole una muy fuerte estocada. El grito que arranco seiya de su garganta atravesó los muros del tembló de tauro. Sin evitarlo se corre con violencia sobre su propia vientre. - ¡¡GRRR!! - Con un gruñido Aldebaran da otra estocada fuerte corriéndose también, el pequeño cuerpo del pegaso se deja caer sobre el pecho del taurino, respirando a duras penas. - Grr... ¿Lo hice bien seiya...? - Le llega a preguntar cuando puede recuperar su aliento.
- Ah... ah... - Seiya aún trataba de recobrar el aire, cuando todos sus sentidos volvieron a lo que eran, alzo la cabeza miro a Aldebaran con los ojos nublados y húmedos llenos de lujuria. - Dame mas, Aldebaran. - Fue lo único que llego a responder, con una sonrisa libidinosa y una mirada ida en deseo.
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Al día siguiente, como he mencionado en reiteradas veces... Cuando pasa algo en el santuario, todo el mundo llega a saberlo. Esa preciosa mañana todos los caballeros de Bronce y Oro miraban atentos a Seiya y Aldebaran, leyendo sus comportamientos. Aldebaran parecía tener mucha energía y estaba de muy buen humor, hasta ya no se quejaba de las parejas. En cambio seiya, parecía que el pobre hubiese vuelto al reino de Hades y sin armadura. Se veía cansado, caminaba de forma rara.
¿Sera que Seiya se acostó con Aldebaran?
Esa pregunta quedo en el aire, todos los caballeros morían de curiosidad. Querían saber, pero no era lo correcto preguntar tal cosa. Comparten miradas incrédulas, Aldebaran era un sujeto con una belleza... Particular. Siendo honestos, ademas viendo el historial de Seiya el no parecía ser para nada su tipo de hombre. Pero la duda seguía, entonces fue el Caballero de Fenix, el que dio el primer paso.
- ¡Hermano no debes de preguntar algo así! - le chilla su hermano menor tratando de detenerlo, pero no Ikki no iba a quedarse con la duda. Oh claro que no, espero a que Aldebaran se fuera del cuarto se acerca a seiya y frente a todos los caballeros soltó la temida pregunta.
- ¿Seiya, te acostaste con Aldebaran? - Shun le da un zape en la nuca, Ikki no conocía la prudencia, aun así todos miraron atentos al caballero de pegaso esperando su respuesta.
- ¿Hum? - El aludido parpadea confundido, da otra mordida a su Banana y traga de forma suave, ve a fenix de forma calmada. - Si, si me acosté con él. - Silencio en la sala.
- ¿¡En serio!? - Ikki casi no podía creerlo, Aioros estaba al borde del desmayo y los demás no cabián en su sorpresa. Ahora había otra gran duda en los caballeros, Aldebaran es un sujeto con contextura grande y todos se habían preguntado si TODO el cuerpo de Aldebaran era así de grande. - ¿Como la tiene...? - Y nuevamente Ikki fue el único que se atrevió a preguntar tal cosa.
- Je... - Seiya alza una ceja, termina su banana tirando la cascara en la basura. Se limpia las manos y va a la mesa de Aperitivos de la cafetería. Busca con la mirada de forma tranquila tomando un Salame. Uno bastante grande y sin abrir. Tomo un cuchillo y corto el salame por la mitad, bueno casi un lado era ligeramente mas grande que el otro. Tomo el lado que era mas grande lo observo un rato, asintió como si lo comparara con algo y se acerca a ikki. Sin mediar palabra le dio ese salame y Sin mas se fue de la habitación.
En la vida Ikki (Y los demás caballeros) volvieron a ver un Salame de la misma forma.
Lo siguiente que se escucha, fue el golpe que se dio Aioros al desmayarse en el suelo y a un Aioria echándole aire.
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