# Capítulo 12: La pregunta incómoda. #
Hakuryuu y su hijo miraban algunos pergaminos y libros encontrando en ellos un momento de distracción. Todo era tranquilo hasta que Kouha tomó papel y tinta para escribirle algo al mayor.
-¿Qué sucede hijo?-. Le atentamente una y otra y otra vez para confirmar lo que sus ojos le mostraban. Y era ni más ni menos la pregunta incómoda que le hacen a todo padre: "¿Cómo nací?"-. Lo primero que pasó por su mente era decirle las cosas tal cual eran, después de todo Kouha es muy inteligente. Pero rápidamente la idea fue desechada así que optó por contarle en una historia de fantasía la situación. Suspiro profundamente y se ánimo a empezar.
-Había un dragón blanco que odiaba al cielo rojo, o al menos eso era lo que pensaba, ya que él siempre sintió una gran admiración, que con el tiempo se convirtió en amor. Lo que el dragón no sabía es que el cielo rojo sentía lo mismo que él, pero por ciertas cuestiones familiares no podían estar juntos. Fué entonces que el árbol de cerezos hizo su mejor esfuerzo para unir los caminos de ambos. Al principio el dragón no podía creer lo que escuchaba, después de todo el sentía que había más belleza en otros seres y sin embargo lo habían escogido a él. Todo era perfecto, su amor era correspondido, lo único que faltaba era una muestra física de ello. Dándose cuenta de ese detalle el dragón le pidió al cielo sentirlo cerca. Así que el cielo rojo cumplió su petición. Entre brisas suaves y vientos furiosos tocó cada rincón del dragón haciéndole sentir todo su amor y depositando en él la semilla que meses después se convertiría en ti.
《No fuí descriptivo... ¿o si?》
Kouha sonrió y abrazo a Hakuryuu. Cuando se separaron el pequeño volvió a escribir algo:
"Gracias por contarme tan linda historia"
-¿En verdad te gustó?-. Asiente con la cabeza-. ¿Sabes? Desde que llegaste a nuestras vidas todo ha sido felicidad. Estoy muy feliz de tener a tan maravilloso hijo-. Lo carga en brazos y besa su frente-. Te amo tanto hijo. Gracias por existir y escogernos a nosotros como padres.
Kouen entra a la habitación y se une al abrazo besando la mejilla de Kouha.
-Hoy se ven claramente las estrellas. ¿Quieren verlas?-. Su hijo asiente enérgicamente mientras da brinquitos de felicidad.
-Entonces vamos.
Kouen y Hakuryuu escoltaban a su hijo, tomándolo de una mano cada quien, mientras el pequeño miraba con amor a sus padres.
-¡Vaya! Que linda noche-. Voltea Hakuryuu notando algunas sábanas en el jardín-. ¿Tú las pusiste?
-Si, me pareció buena idea verlas al aire libre como le gusta a nuestro hijo-. Los tomó del la mano y los guió para que se acostaran en ellas acomodando a Kouha en medio de ellos. Ya listos Kouen le enseñó el nombre de una que otra constelacion mientras contaba sus respectivas historias. Poco a poco el pequeño que estaba hambriento de conocimiento quedó profundamente dormido.
-Hoy dormirá bien-. Sonríe Hakuryuu.
-Es verdad. Yo lo cargaré a la habitación.
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