# Capítulo 13: Días de felicidad. #
-Se ve tan lindo durmiendo-. Sonríe dulcemente el azabache.
-Es verdad, seguro tiene un buen sueño. Después de haber escuchado esa historia...
-¿Qué? ¿Estabas escuchando?-. Le toma de la mano para llevárselo a otro lugar-. Maldito traidor, me dejaste morir solo.
-Es que yo también quería escuchar la versión de ese hermoso dragón blanco-. Sonríe travieso-. Me gusta escucharte decir que me amas.
-Eso...-se sonroja- ya lo sabes.
-Hakuryuu... ¿Sabes lo que piensa ese cielo rojo?
-No.
-Que desea volver a tocar al hermoso dragón. Acariciar cada escama y volver a ver lo que nadie más ha visto.
-Kouen~-. Cubre sus vista con una mano mientras le besa-. Sígueme. Pero no abras los ojos. Quiero ver si tú amor es tanto como para encontrarme.
-Eso es fácil-. Sonríe.
-¿Ah, si? Pruebalo-. Lentamente comienza a dar pasos para alejarse del pelirrojo.
...
-Puedes abrirlos. ¿Cómo...
-¿Te encontré? Eso es porque...- se acerca al cuello de Hakuryuu y comienza con su recorrido de besos hasta llegar a sus labios-. Tu aroma es la chispa que enciende mi pasión.
-¿Eso es verdad?-. Lo mira con ilusión.
-Claro, solo tu logras hacerme sentir eso-. Le toma delicadamente el rostro.
-Entonces convenceme de ello. Ámame como aquella vez Kouen.
Ambos se recostaron mientras seguían besándose. Todo era tan facinante como si fuese la primera vez. Kouen con cada beso y con cada caricia miraba a Hakuryuu, a él siempre le había encantado ver su rostro sonrojarse producto del amor que le entregaba.
Por su parte Hakuryuu enloquecía con cada caricia, su tacto con cada dedo era tan delicado como si se tratasen de plumas recorriendo toda su piel. Sus brazos tan varoniles pero gentiles con cada abrazo. Y sus labios le enchinaban hasta el último centímetro del cuerpo.
-Ko-Kouen... voy a morir.
-¿Gustas que pare?
-No... sigue. Ámame Kouen. Derrite mi corazón-. Le abraza por el cuello y lo besa con ímpetu.
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Al finalizar con el momento los príncipes decidieron tomar una ducha y volver a su habitación. Observaron a su hijo durmiendo plácidamente e hicieron lo mismo. Había sido una noche aunque placentera, muy agotadora.
A la mañana siguiente despertaron más frescos y tomando a su hijo en brazos salieron de la habitación.
《-La vida es fantástica. Tengo a un maravilloso hijo al que amo locamente y por quien daría todo de mí porque este bien y sea siempre feliz. Él es quien hace que mis días estén llenos de vida y Kouen que me ama de igual manera como lo amo yo a él》
《-Kouha y Hakuryuu son mis dos grandes amores. La sonrisa de ellos son mi mayor tesoro. Y por ellos daré cada día de mi vida por protegerlos》
Bajan a Kouha para que camine por el jardín.
-Nuestro hijo es increíble.
-Así es Kouen. Por eso...
-¡Que nuestro hijo viva feliz y sano muchos años!-. Mencionan al unísono.
-Y claro, con sus papis.
-¡¿Kouha?!
-Y los tíos.
-Judal...
-Si, tienen razón-. Sonríe-. Que viva muchos, pero muchos~ años con toda su familia.
-Así es hermanito.
-Ah, ya se cayó el mocoso-. Menciona el magi-. Y ya está de chillón.
-¡Hijo!
-Nah, yo voy. Le hará bien verme.
-¡No, seguro quiere al tío!
-Iré yo que soy su padre-. Agrega Kouen adelantándose a los demás.
Los días siempre son así. Todos peleamos de forma pacífica por la atención del bebé más amado por todos, mi querido hijo Kouha.
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