-Hakuryuu-
-Desde que nos enteramos del embarazo todos me han consentido. Kouen ve por mi cada noche y aunque realmente me siento bien no deja de mimarme; Kouha me escucha cada que me pongo sensible-sonríe-por fortuna es menos frecuente. Judal...bueno el seguirá siendo el mismo de siempre. Somos tan felices, todo parece ir bien, lo único que me falta es darle la noticia a mi madre, aunque seguro ya lo sabe. Sonará raro, pero esto del embarazo ha hecho que quiera hacer las pases con ella, si yo no quiero que mi hijo me odie debo de empezar arreglando las cosas desde el inicio. Porque lo que más deseo es que Kouha nazca en un mundo pacifico, sin guerra, donde no tenga que pasar lo que Kouen y yo vivimos.
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-Kouen-
-Ha pasado un mes desde que nos enteramos que vamos a ser padres, cuatro de embarazo, y aunque Hakuryuu se ve como siempre, no deja de preocuparme-sonríe-bien dicen que uno no nace sabiendo ser padre, que el tiempo te da la experiencia y la sabiduría necesaria para protegerlos-suspira-él...es fuerte, siempre ha logrado salir adelante por su cuenta, pero deseo que se sienta apoyado y sepa que definitivamente haría todo por él, aunque no me quejo, ahora pasamos cada vez más tiempo juntos, ya que todos tomaron el embarazo como una señal de prosperidad para el Imperio. Al principio parecían no creerlo, así que recibíamos visitas diarias de los consejeros. Llegaron incrédulos, luego molestos y al final muy contentos, tanto que ya se han organizado los preparativos para el nacimiento. Y aunque aún no sabemos cuanto tiempo durará, sentimos que es mejor anticiparnos a cualquier situación.
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-Kouha-
Todo el imperio parece andar con mejor ánimo, hasta el consejero con la cara más larga sonríe de ver la pancita de mi hermanito y aunque muchos quieran tocar su vientre se les espantan las ganas al ver la linda cara intimidante de En-nii-sonríe-se ve tan feliz y a la vez tan nervioso, pero todos dicen que lo esta tomando tan normal. Yo lo conozco y se que intenta en lo posible ocultar sus nervios para no preocuparlo. Incluso he visto que por las noches después de haberse asegurado de que Hakuryuu duerme va a la Sala de Archivos a leer muchos pergaminos de medicina y pediatría. Es de admirar lo mucho que esta linda parejita se esfuerza, En-nii no deja de estudiar y Hakuryuu tiene la fuerza de un roble, hace ejercicios para el embarazo y sigue una dieta, hasta parece que no le pesa la barriguita, se mueve natural, eso si, con mucho cuidado. Al verlos juntos es fácil ver que ambos se complementan a la perfección, por eso son tal para cual. Y yo...muero de emoción por conocer a mi hermoso sobrinito, ya quiero verle dando sus primeros pasos; escucharle sus primeras palabras y...¡todo...! Quiero ver cada día de desarrollo de tan hermoso ser y por ello también me gustaría ser parte de su vida. Así que...¡A practicar algunas papillas! Y conforme vaya creciendo, más alimentos para que crezca alto y fuerte como En-nii.
...
Kouha comienza a preparar diferentes tipos de papilla y el agradable aroma se hace presente.
-¿Kouha?
-¡En-nii!
-Huele delicioso.
-Gracias-sonríe-si gustas puedes probarlo, así vemos cual sabe mejor.
-Muy bien-toma un poco de contenido del primer tazón-sabe tan bien como huele.
-¡Que gusto! El higo siempre será mi aliado.
-¿Qué hacen aquí?-pregunta un curioso azabache que recién llegaba al lugar.
-¡Hakuryuu! Que bien que estes aquí ¿quieres probar?
-Si, se ve delicioso-toma del mismo tazón que Kouen había tomado anteriormente y comienza a llorar de forma escandalosa-¡esto sabe delicioso!-come más hasta terminar con el contenido-¡es perfecto!-abraza a Kouha.
-¡Entonces dos votos para la de higo!
-¡Espera! Aún me falta probar las demás.
-A mi también.
-Si claro, no se corten.
Los tres siguieron degustando las papillas con un gran apetito y más con el talento que el tercer príncipe tiene para la comida, si bien, Hakuryuu cocina de maravilla Kouha no se queda atrás, después de todo el siempre cuida de sus subordinados y muchas veces en las que quedaron sumamente heridos, los curó y alimentó con extremo cuidado, después de todo la comida con mejor sabor es la que se hace con amor.
-Me gustaría aprender a hacerla.
-¡Con mucho gusto te enseño En-nii!
-¡Yo también quiero ver! (Y probar).
-¡Así se habla Hakuryuu!
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Los días pasaron y los tres con la práctica se hicieron expertos en preparar alimentos para bebé.
-¡Listo! Bebito comera sano-menciona Kouha.
-Ahora solo falta la lactancia-sonríe el azabache.
-Me gustaría encargarme de ello si no te molesta.
-¿Estas seguro Kouen?
-Si...leí en un pergamino que el padre bajo ciertas preparaciones también puede darle leche al bebé. Ya haz hecho bastante por él, así que al menos me gustaría intentarlo.
-Seguro...ah, muchas gracias y a ti Kouha por empeñarte tanto con su alimento.
Ambos hermanos se acercan a Hakuryuu y le dan leves palmaditas en los hombros para posteriormente susurrarle al oído "gracias a ti".
-Yo...
-Vaya, al fin te encontré hijo mío-menciona Gyokuen que recién entraba al lugar.
-¡¿Madre?! ¡¿Qué...¿Qué haces aquí?
-Hijo-sonríe maternal-no es raro verme por aquí, después de todo soy la emperatriz de este lugar.
-Si, lo sé pero...
-Me enteré de tu embarazo. Vaya Solomón solo a él se le ocurren semejantes cosas-menciona en un tono dulce-pero a decir verdad no se quien esta peor si tú o él-se acerca a Hakuryuu, le toma delicadamente de la mejilla y se acerca a susurrarle al oído-porque nadie aquí saldrá con vida y lo sabes ¿no?
-Madre...-le toma de la muñeca y le sonríe con ternura-algún día espero se puedan resolver nuestros problemas. Kouha necesita a sus padres y yo te necesito a ti. Se que tu corazón y mente estan enfermos, quizá tu único problema fue amar demasiado, no lo sé. Pero lo que si sé es que cuentas conmigo madre, no para destruir el Imperio, pero si para volver a ser una familia.
-No se si lo diras enserio, pero me decepciona tu ingenuidad-se suelta del agarre-al parecer seguirás siendo el mismo niño llorón de siempre.
-Si, el niño llorón que necesita a su madre y el mismo llorón que te esperará siempre.
-Hakuryuu...haz matado mi ánimo, mejor me retiro.
Sale del lugar tan rápido como llegó.
-Algo en ella se vió diferente-dice Kouha.
-¡¿Verdad?! Yo también lo noté, incluso en todo momento vió mi barriguita.
-Yo también la vi-agrega Kouen-de hecho parecía querer tocarla.
-¡Es verdad En-nii! Como no queriendo la cosa se fue acercando.
-Ah...¿seguro es mi madre de quien hablamos?-sonríe-fue rara su actitud, pero me da gusto que también ella se emocione por su nieto.
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-Gyokuen-
-Hakuryuu eres tan ingenuo y...-suelta a reír a carcajadas-tan noble, hijo mío eres un un torpe de lo peor, pero sin duda alguna eres capaz de hacer sentir orgullosa a cualquier madre-comienzan a brotar lágrimas de sus ojos-Hijo...¿es demasiado tarde para retomar nuestra relación? Porque realmente me arrepiento de no haber sido una buena madre. No...supongo que ya es tarde para mi. (¿Por qué será que no dejo de lastimar a aquellos que son importantes para mi...? Solomón ¿crees que algún día llegue a ser feliz?)