2 AMIGOS GUARDIANES DE UN CORAZÓN FRÁGIL
Love, only love
Can bring back your love someday
I will be there, I will be there
Mientras hiroki hablaba con su amigo acerca de los preparativos de la luna de miel, el tema se desvió hacia otro lado.
- no juegues con misaki, vas a salir perdiendo – le advirtió hiroki mientras guardaba algunos libros
- solo quiero probarlo una noche, eso es todo, lo invité para después de su turno, pero creo que iré a verlo antes.
- ¿por casualidad terminaste viendo su rostro?
- sí, pero debo decirte que me agradó desde antes de eso
- mejor aléjate, se te olvidará en poco tiempo, ya ha pasado antes
- no seas aguafiestas
- solo te advertiré… él es realmente muy inocente, tiene un corazón lindo y cálido, de verdad me voy a enojar contigo si le haces daño, además, podrías darle una oportunidad y hacer algo más serio.
- yo no estoy para esas cosas, será solo una noche, ahora vete, que debe estar por terminar su turno, y debo encontrarlo en ese café.
“No puedo quedarme quieto, es algo que necesito, apenas lo vi, en toda su inocencia, pequeño y tímido. Necesitaba profanarlo, hacerlo mío, quitarle su virginidad como él lo hiso con mi cordura. Incluso antes de verlo, con él podía me sentí a por primera vez a gusto y tranquilo. Ya cállate akihiko, tú no te enamoras. Pero cómo me gustaría que fuera mío, y ser el único con el privilegio de poseerlo…
Fui a verlo a su lugar de trabajo, una biblioteca donde me enteré que él trabajaba, avisé en mi trabajo que me quedaría aquí una temporada. Conocí a otro chico también, pero no le di mayor importancia, era solo un entretenimiento. Creo que se llamaba tomoiko”
Me acerqué a él, estaba atendiendo a unos clientes, con ese velo puesto.
- hola misaki – le dije con voz seductora acercándome a él
- hola usami san, ¿cómo está?
- muy bien, ha decidido que me quedaré aquí una temporada
- ¿y eso por qué?
- hay algo aquí que me interesa… - le dije mirándolo a los ojos
- ya veo… este lugar puede llegar a ser mágico si así lo quiere. Puede encontrar de todo a pesar de que sea pequeño. Cualquier sueño y todo tipo de ilusión, pero tenga cuidado, hay unos duendes bastante juguetones, mueven las cosas de lugar y se roban las frutas de los centros de mesa.
- tendré cuidado con mis cosas entonces, pero más importante que esos duendes, creo que tú eres mágico – en ese minuto sus mejillas enrojecieron
- ¡MISAKI! – gritó su amigo, creo que se llamaba kisa, desde el otro lado de la biblioteca.
- ya debo irme – me dijo
- te veo luego en ese café de al frente, te espero
- esp… - pero me fui para que no pudiera replicar.
- misaki, ¿ese es el escritor que vino desde tokio a la fiesta de hiroki?
- sí, ¿por qué?
- no creo que debas encariñarte demasiado con él, dicen que es un verdadero promiscuo, que no respeta a ninguno de sus amantes, jamás ha tenido una relación seria, y se rumorea que en estos tres días ya se metió con tomoiko.
- pero… no parece mala persona
- solo debes estar atento, por su mirada creo que va tras de ti, así que cuidado.
- está bien
- por casualidad…
- sí me vio, pero ¿sabes? Por primera vez creo que las cosas serán diferentes…
- misaki, no creo que sea buena idea
- tal vez lo sea, pero no lo sé, es solo un presentimiento.
- está bien, pero lo vigilaré de cerca
Pasaron unas horas más, y por fin el turno de misaki había acabado, el pequeño castaño amaba su trabajo, pero eso no le quitaba lo agotador, ordenar los libros en las repisas, tratar con los clientes, estar pendiente de las boletas… y el nerviosismo por su “cita” dé más tarde le agotaba todas las energías. Además de que los duendes de vez en cuando hacían desaparecer uno que otro libro…
Llegó al café y vio al hombre de cabellos grises esperándolo, tan guapo como el día en que lo conoció.
“solo actúa así por la maldición, cuando pase un tiempo sin verme ya se le olvidará, sé que probablemente sea solo eso, y que yo busco algo más serio, pero de verdad siento que esta vez será distinto”
- hola misaki – le dijo lascivamente – ¿quieres una copa?
- yo no bebo
- entonces esta será tu primera vez – y le pidió dos copas al mesero
- ¿entonces para qué me preguntas? – le dijo divertido más que enojado, por alguna razón le gustaba su actitud.
- a las personas tan bellas como tú hay que tratarlas como reyes – “este hombre piensa hacerme morir por combustión instantánea” pensó el doncel al sentir el calor en sus mejillas.
Siguieron coqueteando toda la noche, bebiendo un poco, pero no demasiado, lo que sí se pudo notar, era que el ambiente comenzaba a calentarse.
- quítate el velo, dame el placer de volver a verte
- lo siento, fue un error quitármelo en ese entonces, sé que todo esto es por el hechizo – mencionó algo dolido.
- ¿vas a seguir con eso? yo te quiero de verdad
- ¿de verdad? – dijo algo esperanzado
- sí, si quieres podemos ir juntos a tokio, podría romper tu maldición ahí.
- para romperla hay que hacerlo aquí durante el festival de primavera
- ¿y qué es lo que debo hacer para que seas solamente mío? - dijo mirándolo a los ojos, provocando otro sonrojo en el menor.
- bailar una canción con una rosa roja con quien quiera compartir su vida conmigo
- ya veo, supongo que puedo hacerlo
- cuando se acabe el hechizo ya no dirás eso, solo te gusta mi físico, y voy a unir mi vida con alguien que me ame de verdad – le dolía decirlo, pero por mucho que le atrajera el escritor, no sabía cuáles eran las consecuencias de hacer mal el rito, y cumplirlo con alguien que no lo amara, la verdad, no quería ni intentarlo.
- yo te amo de verdad, eres una persona hermosa, tu trabajo lo haces con delicadeza y pasión, tus amigos te aman por quién eres, y ahora que te estoy conociendo, creo que también. Te amo
Misaki lo miró a los ojos, no veía rastro de mentira, o era muy inocente “y se rumorea que en estos tres días ya se metió con tomoiko” las palabras de su amigo de le vinieron a la cabeza.
- háblame de tu familia – la verdad solo quería cambiar de tema
- tengo un hermano y un padre, con quienes no me llevo muy bien, hace años que no veo a mi madre, y quisieron obligarme a heredar la empresa de mi familia, pero yo quise ser escritor.
- eso creo que es valentía
- más bien simple rebeldía
- no lo creo – dijo poniéndose más serio – si vas en contra de la corriente, lo más probable es quedarte solo, yo no podría hacerlo, creo que esa parte de ti deberías admirarla – akihiko no es esperaba esas palabras, porque eran el retrato exacto de lo que sentía en ese momento. Soledad. ¿Valentía? Misaki lo consideraba valiente… pero akihiko no se sentía así – creo que debo irme
- te veré mañana
- está bien – misaki quería decirle que no, pero ese hombre lo intrigaba, tal vez kisa estaba exagerando, porque por lo que él vio… todo fue hermoso. Tal vez había incomodado al mayor, pero de una cosa estaba seguro… se estaba enamorando.