¿Qué se supone que tengo que hacer ahora? No se cómo llegue hasta aquí sin darme cuenta ni recordar el recorrido. Estoy muy perdido y en más de un sentido.
— pasa.
— ¿ah? Gracias— siento mi lengua trabada. El lugar parece bonito, nada excéntrico como aquel restaurant, no es más que un complejo de edificios de esos que todos son parecidos. La puerta del Glenn tiene el número 15, y no parece resaltar en nada. Cuando entro, no veo nada, todo está oscuro— ¿Glenn?
— Adelante— escucho su voz pero no puedo verlo. Unos segundos después se enciende la luz. Dentro esta todo ordenado, las paredes todas pintadas de colores claros sin un solo cuadro o fotografías colgadas, una bonita y sencilla sala de color café claro es lo que primero que veo. Glenn camina hasta la única ventana que hay para abrir las cortinas.
— Con permiso— balbuceo, no sé si me escucho. El lugar es pequeño, o quizá adecuado para dos personas. A la izquierda hay una cocina, limpia y ordenada y del lado derecho solo tres puertas y una mesa en la que hay un teléfono y lo que parece una agenda telefónica. Todo es tan… ordenado. De hecho, parece que no vive nadie aquí— ¿tienes mucho viviendo aquí?
— si, algunos años.
— vaya. Es muy… bonito— pequeño a lo mejor, pero es agradable. Me siento muy torpe mientras camino hacia el sofá para sentarme, apenas en el borde. Dios, estoy muy nervioso.
— ¿quieres algo de tomar?
— no, está bien.
— ¿deberíamos comer primero? Tengo hambre, podríamos trabajar mejor después de comer ¿o tienes que irte pronto?
— No, está bien, no tengo nada más que hacer— ¿comer? No sé si poder comer algo con el estómago tan revuelto como lo siento ahora mismo. Lo último que quiero es vomitar— ¿Dónde…?
— ah, no hay mesa— me dice, cuando me descubre buscándola con la mirada. ¿No hay mesa? no iremos a comer en el suelo ¿verdad? ¿Será como en las películas asiáticas?
— ¿en dónde comes entonces?
— Uso la barra— me dice, y lo que yo había pasado por una simple extensión de la cocina es lo que señala como barra.
— oh, ya veo— me rio, una risa nerviosa. No puedo pensar mucho en que hacer ahora, así que solo me pongo de pie con mi bolsa de comida y me dirijo a donde Glenn ya ha dejado la suya— nunca he comido en una de estas.
— una mesa quitaba mucho espacio, y de cualquier modo solo vivo yo aquí, una mesa sería un desperdicio en más de un sentido.
— ah, entiendo— Glenn y yo nos hemos criado de manera muy diferente, eso es algo de que me he dado cuenta con las pláticas que hemos tenido. Nunca me había avergonzado de haber crecido en una familia adinerada, pero ahora siento algo como vergüenza. El olor que sale de la bolsa logra calmarme, y no solo eso, mi estómago parece que no ha tenido comida por días— que hambre.
—…
— ¿Nunca habías hecho un festival escolar?— pregunto, haciendo ruido con la bolsa cuando la arrugo para apartarla.
— no, es la primera vez.
— No es para ponerse nervioso por eso— Ja, mira quien lo dice, si apenas y puedo sostener bien el tenedor para que no me tiemble la mano— es muy agradable.
— ¿si?
— si, además sirve de distracción para todos. Lo importante es hacer que todos se diviertan ese día— Glenn no parece entender del todo lo que digo— ¿nunca hiciste dinámicas cuando estudiaste?
— No— ¿de verdad? Pff ahora entiendo porque está preocupado por ese tema.
— no pasa nada, no es tan difícil hacer algo— digo, dispuesto ponerme a comer antes de que me vuelva a poner nervioso. El plato desechable donde viene la comida hace más ruido del que quisiera hacer.
— ¿Qué vas hacer tú?
— ¿yo? Una obra de teatro… bueno, yo no lo hare, los niños actuaran. O quien sabe, decidimos hacer entre todos una obra, a ver qué tal resulta. No sé qué van a escribir ellos— digo, riendo al imaginar algunas ocurrencias.
— ¿Por qué?
— ¿eh? No entiendo…
— ¿porque hiciste eso? pudiste solo elegir una obra ya escrita y ya— arrugo la frente, con el tenedor de plástico en la boca. Mastico rápido para poder responderle.
— eso no sería divertido ¿no te lo dije? El objetivo es hacer que los demás se diviertan, usar una obra ya escrita solo haría que los demás la vieran como siempre. ¿Entiendes? Además a los niños les gustó la idea, porque la mayoría de las obras que había pensado eran un poco más para niñas.
— ya veo. Diversión…— murmura, revolviendo el contenido de su plato— no sé cómo hacerlo
— bueno, vine a ayudarte con eso ¿no?— aunque no tengo la más mínima idea que podría hacer. De seguro muchos ya tienen lo que harán, como Allan, así que no solo es pensar una actividad sino más de una.
— Si— sigo comiendo, aprovechando que Glenn ya no añade nada. ¿Qué actividad podría usar Glenn? Debería ser adecuada para adolescentes. No conozco mucho de adolescentes, siempre he trabajado con niños de cuando mucho doce años. Glenn ya maneja estudiantes mayores, con otros gustos.
— ¿tienes el formato que entrego la directora?
— si.
— bueno, pensaremos en algo y la llamare para ver si no han usado esa actividad— según yo, todos tienen el número telefónico de la Leanne, siendo la directora no sabes cuándo puedas necesitarla o tengas un inconveniente.
— ¿se te ha ocurrido algo?
— Aún estoy comiendo— digo, apretando los labios para no reír— creo que encontraremos algo que nadie más haya pensado— y si no siempre queda la opción de unirse a algún otro profesor. Sigo comiendo tranquilamente, él también se pone a comer, al parecer un poco más tranquilo, es difícil decirlo cuando siempre esta serio— ¿Dónde tienes la basura?— pregunto, volviendo a meter todo en la bolsa para tirarlo.
— Por acá— ah, que incomodo estar sentado en los bancos. Me estiro, bostezando.
— bueno… veamos… murmuro, volviendo al banco— supongo que eres responsable de un grupo ¿no? porque si no lo eres, entonces tienes todo el derecho de apoyar a otro profesor.
— no, soy encargado de un grupo— demonios, eso lo hace más difícil.
— bien… umm ¿preguntaste a los estudiantes si querían hacer algo en especial?
— no.
— bueno, a mí me gusta preguntarles ellos dan buenas ideas y ayudan más de lo que piensas. Pero ya es un poco tarde para eso… ¿podrías de todos modos llevar algunas propuestas y que ellos elijan?
— creo que si.
— después de todo, ellos organizaran un poco de todo. ¿Habías pensado en algo? Allan dijo que haría una clase de pintura para padres e hijos, ¿tenías algo ya?
— Es muy difícil— murmura, llevando sus manos a su cabeza. Umm, reconozco ese gesto de cansancio y estrés, yo suelo hacer eso también cuando me estreso y tengo un dolor de cabeza horrible.
— ¿algo? Vamos, solo una idea.
— había pensado en hacer algo referente a las matemáticas. ¿Está mal?
— no, no. pero… si es algo difícil. Entiendo tu punto— murmuro. Matemáticas, nunca fui muy fan de las matemáticas aunque las entiendo bien. Algo con matemáticas ¿no sería algo contraproducente? A muchos no les gustan las matemáticas, y centrar una actividad en ellas…
— ¿Jacey?
— ¿Qué? Lo siento, estaba pensando. A muchos no les gustan las matemáticas ¿no habría poca gente queriendo participar en ello?
— No había pensado eso— Glenn suspira, apoyando los codos en la barra.
— bueno, no tiene que ser aburrido necesariamente. ¿Por qué no organizas algo así como una competencia?
— ¿no sería eso igual a un examen?
— Oh… un examen no es divertido para los adolecentes— Glenn solo asiente con la cabeza— bueno, siempre puedes organizar un mini torneo de futbol o basquetbol de padres, o madres o lo que sea.
— ¿eso no es más del profesor de deportes?
— nadie dice que no puedes. Allan no es profesor de artes y hará pintura— respondo, encogiendo los hombros. Eso es verdad, al final de cuentas es solo un festival escolar, tampoco es nada del otro mundo.
— aun así me gustaría pensar algo más.
— Está bien— y así comenzaron unas largas horas de dar sugerencia tras sugerencia, pensar y pensar sobre que sería bueno que hiciera Glenn. Sugerí de todo lo que se me ocurrió, desde un bingo hasta una proyección de documentales sobre números y esas cosas recordaba haber visto un domingo que estaba aburrido. Glenn también dio algunas ideas, y bueno… ninguna de las actividades que dijimos nos agradó, todas tenían algún punto en contra que hizo que las desecháramos. Casi ha atardecido, siento el cerebro como una esponja exprimida. Glenn suspira cada minuto, y sus cejas parecen mucho más fruncidas que de costumbre.
— creo que ya paso mucho ¿no tienes algo que hacer?
— no, está bien… ¿y qué dices de un rally? Uno pequeño— digo, ya con desesperación y con unas enormes ganas de darme un cabezazo contra la barra.
— ¿un rally?
— si, puedes usar unas tres o cuatro paradas, con varios problemas matemáticos y al final puedes dar un premio, para que se animen a participar.
— eso me parece buena idea.
— ¿De verdad?— pregunto. ¡Ya era hora! Glenn parece pensar en lo que le dije, y también aliviado por al fin tener algo que hacer ese día— puedes pedirle a tu grupo encargado que haga los premios, como medallas o pequeños trofeos para que participen también.
— se los diré.
— ah, qué alegría, pensé que no encontrábamos nada hoy. ¿Sabes? También podrías preguntarle a otros profesores si ya hacen algo, podrías invitarles a participar en el rally, ya sabes, meter cosas de historia o biología.
— ¿no tendrán ya sus propios proyectos?
— ¡Casi lo olvido! Debería pregúntale a Leanne si no han ganado esa idea— ojala que no, porque ya no tengo ideas, mi cerebro está seco. Busco entre los números de mi teléfono móvil el número de la directora para escribirle un mensaje apresurado. No me gusta mucho llamarla porque seguido esta en reuniones con los patrocinadores o haciendo algo.
— ¿Y?
— aun no responde. Leanne a veces esta en reuniones o eso dice ella. A lo mejor solo está durmiendo por lo cansada que esta, que se yo— respondo, pero al mismo tiempo mi teléfono vibra y enciende la pantalla con la respuesta de Leanne— ah, genial, nadie más ha hecho esa propuesta.
— que bien. Me apresurare mañana a entregarla.
— ¿Necesitas ayuda con el formato?— pregunto, tengo un tremendo deseo que quedarme más tiempo con Glenn, pero a la vez quiero irme pronto, me siento cansado de tanto pensar algo que ni siquiera era para mí.
— no, yo puedo con eso.
— Bien— digo, suspirando al tiempo que estiro los brazos. Bueno, que más se le puede hacer, ya gaste todo el tiempo que tenía hoy con él, esto no estaba planeado y aun así aquí estoy. Bostezo, mientras veo a Glenn pararse y hacer quien sabe qué. Supongo que ya tengo que irme.
— ¿Glenn? ¿Estás aquí?— la puerta se ha abierto, y alguien entra. Glenn está dándole la espalda a la puerta— podríamos…— el chico que acaba de llegar se queda callado cuando me ve. ¿Quién es? ¿Glenn no había dicho que vivía solo? Umm, no me acuerdo. No me gusta el silencio que hay, nadie habla, Glenn sigue haciendo sabe que cosa y ese chico sigue mirándome como si fuera una aparición ¿estaba haciendo algo raro? No, nada raro, tampoco estaba diciendo algo para que me mire de esa forma. Las facciones asiáticas de este chico son más notorias, ni siquiera su cabello sobre la cara lo oculta.
— Arashi— por fin los ojos del chico de despegan de mí. ¿Ese es tal Arashi? Bueno, no esperaba que fuera… así— ¿Qué haces aquí?
— Venia a invitarte…. Como sea, lamento si interrumpo…— dice, pero la mirada que me dirige no parece lamentar nada. ¿Qué se supone que hice ahora? Parece que no le agrado, ¡Pero si ni siquiera nos conocemos!
— descuida, yo ya estaba yéndome. Espero que no tengas más problemas con eso, Glenn. Hasta mañana— me despido, tomando mi maletín. No me gusta como se está poniendo el ambiente aquí.
— gracias por ayudarme.
— No fue nada— no espero a que Glenn me acompañe. El chico, Arashi, se aparta cuando paso cerca de él, pero no me detengo a mirarle. ¿Qué pasa con él? bueno, no tengo que preocuparme mucho. Afuera ya está por oscurecer ¿Cuánto tiempo pase ahí? Ah, eso es justo lo que importa ¡Pase casi todo el día con Glenn! No puedo evitar andar por la calle con una sonrisa. Ni siquiera el regreso a casa en taxi hace que deje de sonreír ¡Ahora también se dónde vive Glenn! Eso es un gran avance.
Entre los ensayos para la obra y todas las preparaciones del festival, de pronto ya estamos a unas horas de que todo comience. No he salido más a comer con Glenn, pero sí que hemos ido a pedir nuestra comida para llevar al lugar de siempre. Los niños de mi clase han escrito una obra que más parece una mezcla de películas infantiles que nada, pero eso es justo lo que esperaba, aunque haya una batalla de magos en medio del castillo encantado de la cenicienta y al final todos luchen contra extraterrestres.
— oh, Jacey ¿Qué llevas ahí?— Allan se pone a caminar a mi lado, a lo lejos puedo ver a sean discutiendo con alguien en un puesto de comida para el festival.
— escenografía.
— ah, sí, tu obra… ¿a qué hora es?
— emm… creo que a las dos— lo último que he visto hoy es la hora. He llevado y traído cosas desde ayer.
— bueno, nos vemos, mi actividad es de las primeras, ya sabes…— Allan da vuelta en un pasillo. Se siente todo alegre el día de hoy y todavía no son ni las ocho de la mañana. Esto iniciaría a las nueve de la mañana, así que aún queda mucho tiempo para mí al menos.
— buenos días.
— ¡Aah!— ¡Dios! Que susto— ¿¡Glenn?! Me has asustado— me quejo, de puro milagro no solté la caja que llevo, pero algunas cosas se han caído por el brinco que me hizo pegar. Su voz profunda en el pasillo vacío y sin haberle escuchado venir…
— Lo siento— Glenn sigue ahí, serio como siempre— ¿necesitas ayuda?
— no, estoy bien— aun así, Glenn es quien se agacha a recoger las cosas que se cayeron. Maldición, eso solo hace que me sonroje— G-gracias— tengo que aclararme la garganta para seguir hablando— ¿tienes ya todo listo?
— sí. Parece que fue una buena idea. ¿Tu cómo vas?— ¿me está preguntando algo? Le observo, y hasta que no me doy cuenta de que me está mirando me doy cuenta de que si paso.
—ah… sí, sí, todo bien. Debo ordenar la escenografía pero aún tengo varias horas, cuando los niños lleguen me ayudaran con eso— sonrió, agitando la caja— creo que será a las dos, por si puedes venir.
— el rally será de cuatro a cinco. Quizá pueda ir.
— entonces estas oficialmente invitado. No voy a actuar, pero estaré con los niños detrás del escenario… y umm, hay varios puestos interesantes allá fuera ¿quieres ir a dar una vuelta conmigo cuando acabes?— Aaahh, ¡No puedo creerlo! Alguien dígame que en realidad no dije eso, eso sonó totalmente mal, eso no es cosa de amigos, no lo es.
— si, está bien.
— Ah… bien— mi corazón se saldrá de mi pecho— bueno, tengo que dejar esto y volver por los disfraces… hasta al rato.
— oh, hasta luego— Glenn se detiene justo antes de que yo entre al pequeño auditorio que casi nunca usamos. Ah, ojala le hubiera pedido que me ayudara con las cajas o algo. Pero eso sería muy egoísta ¿no? El también tiene cosas que hacer con su propio grupo. Ah, bueno ¡En unas horas igual y estaré con él!
Pronto ya es hora de presentar la obra. El pequeño auditorio está lleno de padres con cámaras fotográficas o celulares. Algunos otros padres de otros grados también están aquí. Mis alumnos no están nerviosos, algunos incluso asoman la cabeza y saludan a sus padres, la mayoría sentados en las primeras filas. ¡Ah, allá esta Glenn! ¡Si vino!
— Profesor ¿a qué hora vamos a empezar?
— ¿eh? Umm— doy una última mirada a Glenn, y luego veo que ya han pasado tres minutos más de lo que deberían— ya, ahora… ¡Escuchen!— todos los niños me miran— ya vamos a empezar, así que estén atentos a su turno, y no se preocupen si se les olvida lo que tenían que decir.
— ¿Qué hacemos si lo olvidamos?
— Solo digan lo que recuerden o inventen algo— sonrió, después de todo, la historia no es muy común para que se note algún cambio de última hora— ¿Quiénes irán primero?— los niños levantan la mano, pasado entre sus compañeros para estar adelante— bien, entonces iré ya a presentarla y luego iniciamos— después de eso, todo salió bien. Los niños no olvidaron sus diálogos aunque hubo varias improvisaciones.
— Quedo muy bien la obra.
— por supuesto, directora. ¿Podría felicitar a los niños cuando regresen? Les hará sentir bien.
— Claro— leanne me sonríe, y ella es quien pone orden cuando los niños regresan del escenario, donde se estaban despidiendo, corriendo y riendo. ¿Glenn ya se fue? No pude verle entre los padres que se levantaban para ver mejor—… y es todo, pueden ir a divertirse.
— Muy bien, directora— le sonrió, pues los niños a penas escucharon eso se han ido corriendo.
— ¿te quedaras?
— Si, daré una vuelta por ahí— ambos nos despedimos. Yo aun tengo que recoger todo esto, me servirá para hacer tiempo. Podría ir a dar una vuelta ahora, pero preferiría ir con Glenn.
Son casi las cuatro y media cuando salgo al fin del edificio ¿Dónde iba a ser el rally? No se lo pregunte. Ah, debo dejar se der tan distraído cuando estoy con la persona que me gusta.
— ¡Sean!— sean está hablando con una chica, cerca del patio lleno de gente— ¿Sabes donde es el rally?
— eh… no. pero he visto ir corriendo a varias personas desde la secundaria.
— iba para allá de todas maneras, gracias— le digo, apresurándome a la secundaria. Glenn está ahí, junto con dos estudiantes— Glenn ¿Cómo va todo?
— esperamos la parte final de la carrera.
— Oh ¿te molesta si espero por aquí?— Glenn niega con la cabeza. No quiero interrumpir o hacer algo que salga mal lo que hace, así que me iré a sentar cerca. No pasa la media hora cuando todo termina. Leanne también está aquí felicitando a los ganadores. Aun no esta oscuro, pero una agradable tarde se ha hecho presente.
— Jacey, ya término.
— ah, si… ¿vamos entonces?— digo, intentando no sonar nervioso, pero mi voz me traiciona.
— ¿A dónde quieres ir primero?— me encojo de hombros, no lo había pensado. Suspiro, caminando. Glenn me sigue.
— Solo caminemos— no es tampoco una cita, solo un recorrido de amigos en el festival de la escuela donde trabajamos. No hay muchas cosas que ver, pero si muchos puestos de comida. Los olores se mezclan en el patio: Dulces, carnes, aceite…
— ¿quieres algo?
— si, muero de hambre— casi corro al primer puesto que veo, donde están exhibiendo pizzas— ow, no…— Glenn me observa— la salsa con tomate— digo como explicación.
Al final, la salida esta fue andar buscando en el festival algún puesto de comida que vendiera cosas sin tomate. Reí mucho, brome con Glenn. Mientras comía una hamburguesa sentado en una de las bancas, me di cuenta de que Glenn no sonrió ni una sola vez.