Últimamente he estado tan feliz que es difícil ocultarlo incluso en los momentos menos indicados, como en la reunión donde Leanne explico que aunque el festival fue bien no se recaudó lo que esperaba.
— espero que no se le ocurra hacer otro antes del próximo año— me susurra Allan. Yo solo le digo que si con la cabeza, tampoco me gustaría que hubiera algo más, es demasiado complicado organizar algo así, por más sencillo que parezca.
— creo que no. ella no es así.
— ¿Qué tanto están diciendo ustedes? Si Leanne los ve…
— shh…— les digo, cuando veo que ella voltea a nuestra dirección. Las reuniones con Leanne después de estos eventos son algo aburridas, pero bueno… hoy no hay clases, y por eso a la mayoría aquí no lo interesa otra cosa más que termine esta reunión y pasar el resto del día libre. Y eso no pasara hasta dentro de cómo una hora.
— Ah, bueno, peor es nada— dice Allan cuando efectivamente la reunión termina una hora y cinco minutos después.
— Leanne es muy cruel por hacernos quedarnos tanto tiempo solo para eso— Sean también se queja.
— aunque no me guste entiendo porque lo hace, pero podría usar menos tiempo o hacerlo menos aburrido. La contabilidad no es algo que suene interesante— algunos maestros nos adelantan mientras caminamos despacio por los pasillos.
— bueno, al menos ya acabo…
—Jacey.
— ah, Glenn…—sonrió, dándole la espalda a Allan y Sean.
— Quiero agradecerte otra vez, gracias a ti pude hacer la actividad del festival— escucho los murmullos de Allan atrás. Aah este no es el momento, porque si pudiera me pondría a coquetear…. No, no, me dije que no haría eso más.
— no es para tanto, solo di algunas ideas, tú lo organizaste— me aclaro la garganta para poder responder— ¿te vas ya a casa?
— si ¿y tú?
— pues…— el brazo de alguien me hace medio girarme y ver la cara sonriente de Allan muy cerca de mí.
— ahora mismo vamos a comer ¿no quieres venir?— ¿Qué está haciendo Allan? Más atrás, Sean suspira, pasando su mano por el cabello. De seguro intento detener a Allan, pero no lo intento como debería. Le dije que no se entrometiera en esto ¿acaso nunca me escucha?
—Allan…
— Aún es temprano, pero creo que conozco algunos lugares donde podríamos beber aunque sea temprano— continua Allan, ignorándome. Suspiro, rindiéndome. Aunque me gustaría que Glenn dijera que sí, seria agradable pasar tiempo con él aun si Sean y Allan van a estar ahí. No soy el único que parece resignado.
— Aunque parezca un lunático, Allan es una buena persona— le digo, en un intento de que esto no parezca tan raro.
— Ya, ¿Qué dices?
— No, gracias— ¿ah? Vaya, que mal. Allan se queda unos momentos inmóvil y sin decir nada, sorprendido de seguro por la forma en que Glenn dice que no. es como la vez que me rechazo a comer porque tenía que hacer algo, es muy directo.
— vamos ¿O tienes algo que hacer? Salir con colegas está bien de vez en cuando— dice, y de pronto ya no está conmigo, sino con Glenn, pasándole el brazo por los hombros como para intentar convencerle.
— no tengo nada que hacer.
— ¿entonces porque….?
— No quiero ir— Responde Glenn, quitando el brazo de Allan. De no ser por lo frías que son sus palabras me hubiera reído de la cara que pone Allan, sé que no está acostumbrado a que le digan que no, y mucho menos de una forma tan directa. Tan directa que puede llegar a ser un poco dolorosa y muy sorprendente. ¿Cuántas personas hacen eso tan directamente? Vamos, si he escuchado que de vez en cuando dicen que no, pero… con Glenn resulta chocante con su expresión seria. Ni una disculpa por decir que no.
— Esta bien, que tengas un buen día— digo, tomando a Allan para que siga caminando y no se le ocurra hacer algo más. Suficiente he tenido con eso— ¿qué haces?
— ¡pero qué cruel!
— Allan, baja la voz— me quejo, caminando más rápido.
— pero Jacey… ¿Por qué hizo eso?
— ah, ¿Por qué no quería venir? Además, ¿Qué fue todo eso? en ningún momento dijimos que iríamos a comer.
— Yo solo quería ayudar— Sean suspira, negando.
— ustedes dos son peor que dos adolescentes.
— ¡Yo no hice nada!— gruño, dándole una mala mirada— ni siquiera sabía de qué estaba hablando Allan— Sean no me contesta, y no porque no lo intente, Allan se ha interpuesto entre Sean y yo y ahora me zarandea.
— ¿Jacey, de verdad quieres salir con él?— aaahh, ¿por qué tiene que ser tan dramático? Siento que voy a enrojecer de vergüenza. Claro que el primer impulso de cualquiera cuando le dicen eso es negar todo o fingir demencia. Yo no puedo hacerlo, desde el momento en que les dije que intentaría hacer algo con Glenn. Pff que tonto.
— Basta Allan— Sean quita a Allan, dejándome algo mareado por tanto agitarme. Claro que quiero salir con Glenn, no desde el primer momento que le vi, pero aun así…
— Soy realista ¿sí? he salido varias veces con él y sinceramente creo que no está interesado en mí, ni en nadie en particular. Debería solo dejar las cosas así y ya— respondo, eso ha sido de último momento, aunque los últimos días por las noches he pensado un poco en ello. No soy de los que persigue imposibles. Ah, hubiera sido bueno que al menos hubiera algo de interés.
— ¿es en serio?
— ¿eh?
— ¿Solo dirás eso y ya?
— Te dije que podría pasarme en unos días— respondo, encogiéndome de hombros. No quiero que termine, me gusta mucho Glenn pero la verdad mis anteriores novios también me gustaban mucho.
— ah, por favor Jacey…
— Eras tú el que se quejó porque dije que me gustaba, pues ahora aunque me guste no pasara nada de nada— No me quedo a escuchar la respuesta de Sean, ni cuando Allan me grita. Da lo mismo, quiero estar a solas unos momentos.
Nunca he tenido buena suerte con las relaciones que tengo, creo que ya ha quedado más que claro. Me molesta mucho mi falta de voluntad, ¿pero qué puedo hacer? Ninguno dice antes de salir las cosas que los demás no deben saber, que tienen esposa por ejemplo o que están saliendo con más de una persona, y yo nunca soy elegido. ¿Estoy desesperado por salir con alguien normalmente? A lo mejor un poco, sí. Pero cuando buscas pareja en un bar gay… pues es comprensible el final que tengo cada vez.
Con Glenn las cosas quizá serian diferentes… si yo fuera una chica. Siendo como es, dudo mucho que me vea de la misma manera, a nadie le gusta que sus amigos se le declaren de un día a otro. Ah, como quisiera que las cosas fueran diferentes. A lo mejor su Glenn fuera uno de los padres que vienen aquí y si no tuviera compromiso. Que seamos colegas lo hace más difícil, al menos para mí. Ni siquiera tengo su número de teléfono, conozco su casa por casualidad y quizá le agrado solo un poco.
Ah, necesito salir de esto, huir le llamarían unos pero no hay nada de que huir. ¿No estaría mal hacer un viaje ahora? Al menos el fin de semana…
— Jacey…
— ¿ahora qué?— gruño molesto, reclinándome en un poste ya en la parada del autobús.
— no es normal verte así ¿paso algo?
— no lo sé, ah, solo estoy cansado. Allan no tenía por qué haber hecho eso. No voy a disculparme por nada si es lo que quieres Sean.
— oh, no venía a eso. Es raro porque últimamente estabas muy contento y ahora… bueno…— no tiene que decírmelo. A lo mejor solo no estoy de ánimos el día de hoy, ya era mucho estar feliz por algo que no pasara nunca.
— Creo que solo me di cuenta de que no pasara nada— ¿es algo así como terminar? Y solo algo así porque nunca salimos en realidad— ya sabes, a veces me pongo de malhumor cuando me terminan, a lo mejor es un poco igual, no te preocupes si salgo esta noche para mañana todo estará bien.
— oye, eso no es así.
— Para mi si al parecer— ¿Cuál es el problema con ello? No entiendo a Sean, primero no quiere que tenga nada con Glenn, y ahora que le digo que puedo dejarlo pasar no quiere. Imposible darle gusto a todos— ¿Qué tiene de malo? No hubo nada en realidad.
— Jacey… ¿puedes al menos fingir que me escuchas?
— no.
— deja de comportarte como niño. ¿No te quejabas de que siempre pasaba lo mismo con los que salías?— el tono de Sean es severo. Maldición tiene razón, pero ahora mismo me da igual lo que pase, si es una vez más da lo mismo ¿no?— ¿Qué te pasa ahora?
— nada. Todo está bien, ah, el autobús. Nos vemos mañana.
— Jacey, espera ¡Jacey!— la casa de Sean queda algo lejos, así que si quiere seguirme allá su problema. Él no me sigue, y yo voy a sentarme al otro lado del autobús. ¿Qué me pasa? Ah, no lo sé.
Es difícil concentrarme en todo el día, saber que mañana iré a dar clases por primera vez me da flojera. No supe con exactitud cómo fue que decidí ir a un bar. Conozco varios y si no fui al de siempre solo fue porque le dije a Sean que iría y no quiero que me encuentre ahí y me saque o lo que sea.
— ah…— quizá esto fue una mala idea. Hay muchas personas hoy, ¿o así es este bar? no suelo venir con frecuencia. Qué tontería, aun quiero encontrar a alguien y seguir con mi vida. Ja, que fácil es decirlo, cuando veo tanta gente aquí creo que lo mejor será solo tomar un par de tragos y volver a casa. ¿Será que aún no quiero olvidar a Glenn? Pero que mal… ojala supiera que es lo que en realidad siento y así al fin librarme de todas estas dudas.
— hola.
— Ammm hola…— me da un escalofrió al escuchar la voz en mi oído. Con la música del lugar es muy difícil hablar normalmente con alguien más, es normal que te hablen así, además de que ayuda mucho si lo que quieres es ligar con alguien. No conozco a esta persona, pero me recuerda un poco a Allan, de no ser por el cabello oscuro de este chico.
— ¿Cómo te llamas?
— Jacey…— ¿no está mal esto? no, claro que no. no salgo con nadie, no tengo a nadie a quien responder por mis actos. Y aun así, sigo intentando convencerme de que está bien.
Mi teléfono suena, otro mensaje de Sean. Y solo por eso respondo al coqueteo de ese chico, tanto así que después de varios vasos de whisky no sé cómo acabe besándome con él en las calles cercanas al bar. No estoy borracho, claro que no porque no tome tanto y no tengo tan baja tolerancia al alcohol. No sé si hace frio o es por como besa este chico. ¿Cómo dijo que se llamaba? No me acuerdo, no es importante.
¿Qué no es importante? Dios, ¿acaso estoy buscando solo un acoston de una noche? nunca lo hice, me parece de mal gusto. ¿Qué debo hacer? ¿Qué? arg, es difícil pensar cuando me estoy besando con alguien que usa su lengua bastante bien.
— ¿Qué pasa?— su voz me llega algo agitada. Le acabo de apartar de mí, también estoy agitado, avergonzado. Sus ojos son también oscuros, y parece amable.
— lo siento…
— ¿eh?
— no puedo… yo… lo siento— balbuceo, alejándome de él— esto… en serio lo lamento, pero no puedo— no sé cómo explicarle que yo soy una persona romántica, que no me gustan las relaciones de una noche porque siempre quiero más de esa persona, lo único que quiero es estar con alguien que por una vez no me deje.
— entiendo, no necesitas ponerte así. Si cambias de opinión…— me extiende una servilleta con unos números garabateados— siempre puedes llamarme— mi mano temblorosa la toma.
— gracias…— ¿Por qué agradezco? No tengo idea. Él me guiña un ojo y se va. ¿Qué estuve a punto de hacer? Ese no soy yo, no soy yo.
Froto mis brazos, en un intento de darme calor. No sé si está haciendo frio pero yo tengo mucho frio, no puedo dejar de temblar ni cuando entro al taxi que me lleva a casa ni cuando al fin puedo enredarme en mis cobijas.
¿No había dicho que no más chicos de bar? ¿No más enamoramientos? No sé qué paso conmigo, enloquecí tal vez. Me alegra mucho que la razón haya vuelto a mí antes de cometer un error muy grande. Sea lo que sea que pasa con Glenn salir a un bar a buscar olvidarme de todo no es una respuesta, mucho menos en mí. ¿Me estoy volviendo bipolar? Ah, espero que no. Solamente Glenn me tiene muy confundido. Ah, jamás contare esto a nadie, ni aunque mi vida dependa de ello.
Por la mañana me dirijo como siempre a la escuela, con el teléfono apagado para evitar las llamadas de Sean y Allan. Ya sé que no podre evitarlos en la escuela así que no pienso hacerlo, pero no se me ocurre que decirles para que dejen de insistir. La escuela esta tan vacía como siempre a estas horas. Vaya, pensé que esos dos ya estarían aquí esperando o algo así.
— ¡Jacey!
— hola…
— nada de hola ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupado— no tengo que reír, pero dios… nunca había visto a Sean así, me causa gracia y algo de pena por haberlo preocupado.
— pareces mi padre… estoy bien, solo quería estar a solas un tiempo— bueno, mejor que nada. Si invento algo terminare delatándome tarde o temprano.
— ah, dios. Pensé que ibas a cometer una locura por la manera en que te largaste ¿en qué pensabas eh?— bueno, estuve a punto de ir a la cama con un desconocido, pero solo punto. Si se lo digo de seguro le dará un ataque de algo.
— No estaba pensando— reconozco, sonriendo. Él me observa, como valorando por su cuenta cuanto debe creerme o si estoy bien realmente. Quizá solo está viendo si vuelvo a ser yo.
— eres un caso perdido.
— Oye— me quejo.
— bueno, como sea. Me alegro que estés bien.
— ¿sabes? Estuve pensando en salir de vacaciones. Alejarme un poco de aquí y pensar mejor las cosas, poner en orden lo que siento y lo que quiero— eso le va a calmar mucho. Cuando uno habla de forma racional con Sean él se calma mucho y todo vuelve a la normalidad.
— esto está bien. Pero no se di debas estar solo ahora mismo— ¿otra vez con eso? ¿Lo ven? Yo nunca le pido a Sean que me acompañe cuando estoy mal, él solo viene. No es lo que no aprecie, al contrario, estimo muchísimo a Sean solo por esto.
— no pasa nada. Te dije que no me dejaron ni nada. Me moleste un poco pero no sé por qué. Le preguntare a Leanne si puedo tomar libre el viernes, no iré muy lejos y podré volver el domingo y regresar el lunes a clases— Sean mi dirige una mirada no muy segura. ¿Qué está pensando? A veces me cansa un poco que me trate casi como un niño.
— bien, pero promete que no vas a meterte en problemas— Pff, yo no me meto en problemas. Solo me enamoro muy rápido de personas que no sienten lo mismo que yo.
— no lo hare.
— y mejor prepárate para cuando llegue Allan.
— ay, no. ¿En serio?— me quejo, sentándome en la silla— ¿Qué paso?
— Le llame para ver si él podía saber algo de ti— ah, pero bueno… ¿Quién piensan que soy o qué? Que me desaparezca unos momentos no quiere decir que este en problemas, mucho menos cuando nunca antes he causado problemas. Para mi suerte, Allan llega faltando diez minutos, y aunque ya hay varios alumnos de mi clase.
— ¡Estuve a punto de llamar a la policía!— me dice, en un intento de susurro que no le salió muy bien que digamos.
— ustedes exageran.
— a lo mejor un poco. Pero es tu culpa por ponerte así. Oye, mira, lamento haber hecho eso, pensé que quizá te gustaría pasar tiempo con… ya sabes— dirige una mirada al salón. Menos mal que aún recuerda mantener esto en secreto.
— lo sé, lo sé. Yo también lamento haberme comportado así. No quise preocuparlos.
— ya, ya. Bueno, tengo que irme, creo que algunos padres quieren hablar conmigo. Nos vemos en el receso— Allan se va casi corriendo. Pero bueno… odio no saber que pasa conmigo, al menos hoy ya tengo una idea más clara. No sé qué pasara con Glenn, no le he visto hoy. Ayer solo podía pensar en mi propia molestia y no me puse a pensar en más. ¿Por qué rechazo la invitación si no tenía nada que hacer? A lo mejor no le agradan Sean o Allan, porque ha salido conmigo y no me dice que no cuando le invito a comer o vamos al restaurant. Debería preguntarle alguna vez, o mejor no.
Lo mejor ahora será alejarme un poco de él, no quiero seguir haciéndome falsas esperanzas y decepcionarme aunque sepa no tenemos nada. Es muy feo, y lo peor es que todo está en mi cabeza. ¿Podré hacerlo? Espero tener más voluntad de la que he mostrado.
— Jacey, ¿estás ocupado?
— eh, no ya me iba ¿ocupa algo directora?— Es raro que Leanne esté aquí, ¿se le ocurrió algo para recaudar más fondos?
— ¿harás algo este fin de semana?
— No— ahora que me lo dice, tengo que preguntarle si puedo faltar el viernes. Ella sonríe, y parece aliviada.
— bien, entonces iras a las reuniones para buscar benefactor.
— ¡¿eh?!— ¿es en serio? no entiendo que es lo que quiere exactamente, pero no me molesta en si porque justo quiero pedirle permiso, estoy sorprendido por la coincidencia— ¿Cómo?
— mira, tengo una reunión ese día con otras personas. Las dos son muy importantes y no dejare pasar ninguna, así que mientras yo estoy en una tú iras a Washington y harás todo lo necesario para hacer que ellos sean nuestros benefactores— ¿ellos?
— ¡Pero nunca he ido a una reunión tan importante! ¿Por qué no va el subdirector?
—tendrá una operación el viernes. Ya he preguntado a todos los que creo capaces de hacerlo, y ninguno puede ¿puedes creerlo? Y no quiero enviar a Allan.
— Bueno…— sí que es algo raro que nadie más pueda ir— no te preocupes, iré. Iba a pedirte permiso para salir, aunque no sé qué hacer con la reunión.
— solo habla bonito de la escuela y eso, tu sabes. Confió en ti. Saldrás el viernes en la tarde, a las siete, recuerda que tienes que estar antes en el aeropuerto— ¿Por qué ese confió en ti sonó como a “no lo arruines”? Leanne no me deja decir más, sonriendo como nunca sale del salón. Pero hay que ver lo que hace la necesidad…
El viernes me despierto con un horrible malestar en el estómago, estoy tan nervioso que en clase solo puedo hacer que lean algunos textos de lo que sea. ¿Tan importante es la reunión? Espero que no, me pone nervioso solo imaginarme sentado en una mesa rodeado de personas serias que solo me observan. ¿Y si hago mal y lo arruino?
— parece que vas a vomitar.
— Allan… creo que lo hare— murmuro, ni siquiera he guardado mis cosas y eso que el timbre sonó hace un rato.
— no digas eso ¿Por qué no mejor vamos a comer algo antes de que te vayas? Sean también ira a despedirte ¿no?
— Solo será un fin de semana— ni siquiera puedo dar el tono correcto a mi voz. De alguna manera termino con Allan y Sean en algún restaurant, ni puedo comer mucho pero la intención es lo que cuenta— ¿y si me equivoco?
— Jacey, has hecho esa pregunta como diez veces hoy— me dice sean, ya estamos en el aeropuerto, casi a punto de abordar el avión.
— si, solo relájate y se tan lindo como siempre.
— ¿ah? ¿Lindo?— ¿Qué quiere decir con eso?— a nadie le gusta que le digan lindo Allan.
— Ya, ya… ese es tu vuelo— dice, cuando lo anuncian. Ya es hora, el viaje no será largo y tendré tiempo de dar una vuelta antes de la reunión que será hasta mañana. Y el domingo… bueno, creo que por ahora el domingo será el único día para relajarme.
— al menos será todo pagado.
— pero que suertudo— no estamos lejos de la puerta por la que subiré, entre más pronto acabe con esto mejor.
— ¿subiremos ya?
— ¿¡Glenn?!— creo que no fui el único que grito. Glenn está ahí, con su traje de corbata y una maleta pequeña en la mano— ¿Qué haces aquí?— balbuceo.
— La directora me pidió que fuera también a la reunión— parpadeo, no sé si ponerme a reír, llorar o gritar.
Creo que es buen momento para decir: Trágame tierra.