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Cuando decir "Te quiero" no es posible por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Si, aqui yo actualizando en navidad :) Espero que esten pasando, hayan pasado y sigan pasando una bonita navidad, por lo pronto aqui les dejo mi regalito.


Gracias por leer.

De nuevo ahí está, ese dolor en el pecho que no puedo entender. Básicamente sé que es por algo y que tiene un nombre, ¿pero qué nombre debo ponerle?  Solo sé que está ahí desde que encontré a Jacey  en el baño.


— ¿Glenn? ¿Me estas escuchando?— Glenn Harris, ese es mi nombre, tengo veintinueve años, vivo en un departamento donde no admiten mascotas… y tengo algo llamado Alexitimia, eso es la incapacidad para expresar verbalmente las emociones debido a que estas personas no son capaces de identificar lo que sienten, entenderlo o describirlo.


— Estaba pensando en otra cosa— Arashi hace un gesto. ¿Está molesto? ¿O solo le causo gracia? Creo que Arashi nunca se molesta.


— ah sí ¿y se puede saber qué?


— no.


— bueno… ¿quieres que prepare algo más? la sopa estará pronto. Aunque deberías ser tu quien me invite a comer, sigo incrédulo porque te fuiste sin decirme.


— no pensé que fuera importante, solo eran dos días— el día que regrese él dijo que sí se había  molestado porque no le dije que me iba y por eso está aquí, preparando una sopa de miso como compensación.  Si no me dice que está molesto yo no lo sabré. Así ha sido mi vida desde que tengo memoria, es parte de tener Alexitimia.


— bueno, para la próxima dime esas cosas. No me molesta que lo hagas—  ¿molestar? Sentirse molesto… no entiendo cómo es eso— oye, has estado un poco distraído desde que regresaste ¿paso algo?


— la reunión fue bien.  


— ah…— veo que sus cejas se arrugan, pero ¿está enojado o confundido o solo está pensando? Ni siquiera sé que es todo eso. Arashi cocina muy bien la comida japonesa que me gusta,  y rápido. Él me cuenta cómo va su trabajo en la empresa de software donde trabaja por las noches, él también es muy hábil con las computadoras y esas cosas de tecnología.   Conozco a Arashi desde niños. Últimamente se queda hasta que tiene que irse a trabajar, como hoy.


— yo lavo los platos—  si lo hace él  llegara tarde a su trabajo.


— Igual lo ibas hacer tu, es tu castigo por irte sin decirme— él solo se va después de decirme adiós. Yo tengo un empleo en un colegio, enseño matemáticas a los estudiantes de secundarias.  Tengo poco que entre a ese colegio.   Las matemáticas son fáciles de entender, una ecuación puede resolver un problema, o dos y siempre funciona para lo mismo. Los humanos son más difíciles de entender.


Todas las mañanas me levanto a las  seis, me aseo y arreglo mis cosas antes de desayunar. Luego camino dos cuadras para ir la parada del autobús que me lleva al colegio. El autobús hace ocho minutos en llegar a la parada más cercana al colegio y luego camino tres minutos más para entrar exactamente a las siete diez de la mañana.


Todos los días soy clase,  los lunes, martes y miércoles a cuatro grupos. Jueves y viernes solo a tres. No llevo desayuno porque en ocasiones los estudiantes me piden que explique particularmente algún tema y no sé cuándo pase eso. Los días que no lo hago voy a la sala de profesores donde leo las noticias del día en un periódico.   Ah, hoy si vino… Jacey. Él siempre me saluda, excepto hoy. Tampoco había venido aquí en los últimos días ¿es por lo que paso? No entiendo de eso. Supongo que debió ser algo muy desagradable, ¿pero tan desagradable? Eso ya no puedo ni imaginarlo.


—Para definir las razones trigonométricas de un ángulo cualquiera, se dibuja una circunferencia de radio 1. Los puntos sobre esta circunferencia tendrán por componente x el valor del coseno del ángulo y por componente y, el valor del seno del ángulo…— ¿bastara eso para cambiar a una persona?  Sería más fácil de descifrar con una fórmula matemática.


  A la una en punto termina mi última clase, siempre firmo mi salida y me dirijo a comprar la comida. Me detengo en la puerta, Jacey también acaba de salir; fue él quien me mostro ese lugar de comida realmente buena, casi siempre vamos juntos, pero hoy toma otra dirección. Parece que no me vio… es un poco raro. ¿Por qué no viene? Siento algo extraño cuando le veo caminar con la vista en el suelo.  Y todo sigue así los siguientes cuatro días.


— ¿Glenn, estas en casa?


— Entra— Arashi siempre entra sin que se lo diga.


— hoy tengo el día libre… más bien la noche.  Trabaje dos turnos ayer y hoy.


— que bien.


— ¿ahora qué te pasa?


— no lo sé. Me duele el estómago, y a veces el pecho y la cabeza. 


— Oh, ¿desde cuándo?— Arashi me observa, sentado en la barra de la cocina.  ¿Desde cuándo? Eso sí lo sé.


— desde el sábado en la noche.


— ¿paso algo entonces? Quizá estés preocupado— preocupado… la palabra esta tan vacía de significado. Lo único que paso el sábado fue “eso” con Jacey. Sí, creo que eso podría ser lo que me hace sentir así.


— si, paso algo.


— ah, ¿Qué fue?


— decirte no me corresponde a mí. Me dijeron que no  lo dijera.


— ah, entiendo— ¿debería hablar con Jacey? No sé qué podría decirle.  Es verdad que debido a mi Alexitimia no puedo saber que estoy sintiendo cosas desagradables, no recuerdo haberme sentido mal por nada. Pero tampoco puedo recordar sentirme bien por algo. ¿Cómo puedo ayudar entonces? Arashi se pone a ver la televisión.


— ¿si te pasa algo malo como te sientes?


— ¿algo malo como qué? ¿Te paso algo malo?


— no a mi.


— umm pues…  supongo que molesto, o triste. Depende de que fuera lo que paso.  


— Ya veo— aunque en realidad no me dice nada. Voy a buscar en el pequeño librero, ahí tengo un diccionario…


Enojo: Enfado, especialmente el que está causado por una falta de obediencia, de obligación o de respeto.


Tristeza: Sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista, la insatisfacción y la tendencia al llanto.      


Tristeza. Entonces Jacey esta triste.


— ¿Glenn?


—  ¿Qué?


— ¿de verdad estas bien? estas comenzando a preocuparme.


— Estoy bien—  es fácil para mí convivir con Arashi. Él nunca exige nada, siempre me explica las cosas y nunca he tenido problemas con él. Por eso es fácil estar con él. Quisiera preguntarle como animar a alguien que esta triste pero aunque lo sepa, tengo muy claro que yo no podré ayudar jamás a nadie con un problema emocional. Y si me molesta eso, no lo sé.


 


Al otro día,  las cosas no parecen cambiar y eso me agrada y a la vez no. siempre me han gustado las rutinas, me hacen sentir tranquilidad, no me causan ningún malestar.   Pero Jacey sigue estando igual.  Sí va a la sala de profesores,  pero no saluda a nadie ¿sigue estando triste? No entiendo a las personas del todo. No me gustó encontrar eso en el baño, es para personas sin moral obligar de esa manera a otras. Ahora que lo pienso, la primera vez que vi a Jacey también estaba en problemas.


— oye…


— ¿Umm?— ¿Quién? Ah, es una de las personas que esta con Jacey, Sean creo que se llama, fue él quien me recibió el día que inicie a trabajar— ¿necesitas algo?


— pues… no. más bien quiero hablarte de algo… de alguien. ¿Tienes tiempo?


— tengo una hora libre ahora mismo.


— excelente. Mi grupo está en educación física ahora así que iré al grano ¿Qué paso con Jacey?


— ¿disculpa?


— tú estabas con él en ese viaje. Sé que algo paso y no ha querido decirnos que fue lo que le paso para tenerlo así, estoy preocupado— ¿Cómo sabes que estas preocupado?— sé que no ha estado comiendo, ni duerme mucho ¿paso algo, cierto?


—si.


— ah, lo sabía.


— Pero no voy a decirte, me pidió que no hiciera y eso ya es su asunto— aún recuerdo que me lo pidió, fue muy incómoda esa noche en el hotel con Jacey llorando en la otra cama. Nunca me han gustado las lágrimas, no sé cómo lidiar con el llanto de nadie. Ni cuando era niño y molestaban a Arashi sabía que hacer o que decirle, por eso simplemente me alejaba y esperaba a que el llanto pasara.


— arg, ¿en serio? que idiota es. Puede ser muy terco si lo quiere— dice, poniendo los ojos en blanco ¿eso significa que esta exasperado o solo un poco fastidiado?— entonces intentemos otra cosa ¿fue grave?—  no tengo que decir que paso, pero esto no es lo que no puedo decirle, Jacey no me dijo nada al respecto, así que supongo que está bien responder.


— quizá un poco, si—  veo que se cruza de brazos.  Alguien más viene,  y el otro profesor que pasa el tiempo con Jacey llega por el pasillo.


— ah, Sean, aquí estas… ¿ya iniciaste? ¿Por qué no me esperaste?


— Allan, se serio por una vez en tu vida. Disculpa, entonces ¿Cómo te enteraste?


— Yo le encontré y le salve—  ambos me miran. ¿Dije algo malo? Solo estoy respondiendo.  Pero veo que no estaba imaginado el cambio de Jacey.  Quizá yo no sepa identificar emociones, pero he oído toda mi vida sobre ellas, conozco como los rostros cambian de expresión.  Por lo tanto no es extraño que incluso alguien como yo vea que de pronto una persona como Jacey, que siempre sonríe, de un día a otro deja de hacerlo.


— ya veo… ¿te puedo pedir un favor? No es muy difícil— ¿un favor?  No me gustan hacer esas cosas, si me ponen un dilema luego tengo muchos dolores de cabeza— no es muy dócil ¿podrías hablar con Jacey?


— ¿Por qué?


— ah, no puede ser… oye, Jacey no quiere hablar con nosotros, si es así no podemos hacer nada y no me gusta verlo así ¿entiendes eso?— esta persona es tan enérgica como Jacey ¿Allan?


— lo entiendo.


— ¿entonces?


— No sé qué hacer— ¿Qué es lo que quieren que haga?  Ayudar a las personas es una de las cosas que no se hacer. Quizá lo empeore— no soy muy bueno en las relaciones personales.


—  eso es algo evidente…


— Allan, muchas gracias. Creo que bastara con que  le invites a comer y hables un poco con él. Confía en ti como para pedirte que no digas nada.


— y también nos conoce bien.


— ¿Eso le ayudara?—  si es algo tan sencillo como eso creo que hasta yo puedo hacerlo.  Tampoco puedo sentirme inútil, no por mucho tiempo.


— esperamos que sí, si no… ya nos encargaremos después— ayudar… eso es algo bueno. Nunca tengo muchas posibilidades de ayudar, y esta vez sí quiero ayudar.


— ¿y que si no quiere ir?


— Oblígale.


— eso no está bien.


— no es tan grave, solo haz que te acompañe y también haz que coma algo, créeme es por su bien— no creo que las cosas funcionen así.


— lo hare, pero si las cosas salen mal no será culpa mía— Aunque no me guste, hoy termino antes la clase, creo que es más importante lo de Jacey.  A la salida me quedo en la entrada a esperar. Nueve minutos después le veo dirigirse hacia aquí. De nuevo camina con la mirada en el piso, y creo que esta tan distraído que no me ve y choca conmigo.


— Lo siento, creí que me habías visto— le digo, cuando le ayudo a no caerse.


— Glenn… ¿Qué…?


— Vamos a comer— uh, ahora que lo pienso un poco no recuerdo haber invitado antes a alguien a comer. Siempre soy el que termina invitado. Es raro… pero vale la pena, o eso creo. Me pongo a caminar hasta el lugar que sé que le gusta a Jacey, aquel donde me mostro que comida era la mejor.


— ¿Qué?... oye, espera… esto no…


 — Ya casi llegamos— ya solo es entrar a la plaza donde está. Aún es temprano y no hay tantas personas en las mesas, es fácil solo ir hacia una ¿con que así se siente invitar a alguien a comer? No esta tan mal— pide lo que quieras, yo pago.


— eso no es necesario, no tengo hambre…


— si, dijeron que dirías eso.


— ¿dijeron? ¿Qué rayos está pasando?—  ¿debería decirle lo de  Sean y Allan? No me dijeron que era secreto o algo así— Glenn, responde.


— parecía que estabas actuando diferente desde el sábado. Realmente no puedo entender cómo te sientes, todos estos días no fuiste el mismo, pero no estaba seguro y no sabía qué hacer— admito al final. De nada servirá si no explico eso al menos, porque no sé qué más pueda explicar, no entiendo como pueda sentirse Jacey,  no entiendo que me pasa a mí desde entonces cada que lo veo.


— no tenías que…— eso es verdad, no tengo qué, pero creo que esto tiene relación con los dolores de cabeza que tengo.


— tus… amigos vinieron a preguntar si sabía que había pasado, no les dije que paso. Sin embargo, me pidieron que hablara contigo. No sé cómo hacer eso, así que si quieres hablar al respecto, puedes hacerlo.


— en realidad, quisiera olvidarme de eso.


— ya veo… creo que fue muy malo.


— ¿crees? Fue muy malo… yo pensé que… intente…— ¿entonces  si es por eso que actúa diferente? Que hable de ello es bueno, eso lo sé— debí haberme defendido, no pude hacer nada y me siento tan mal por eso.


—  Estabas inconsciente, no podías hacer nada aunque quisieras. El golpe en tu cabeza fue serio— eso fue lo primero que vi cuando entre a ese baño, la sangre en el piso. Puedo decir que me preocupe, aunque no así precisamente, me importaba llevar a Jacey al médico porque estaba sangrando mucho— y por cierto, tienes que ir a que quiten las puntadas, pondrán cintas de espadrapo. ¿Qué vas a pedir?


— ¿Pero que pasa contigo?—  ¿a qué se refiere?  No me pasa nada. Él no me dice a qué se refiere y en cambio pide una ensalada. Yo también pido mí comida ya que está aquí la mesera. Me gusta el silencio, estar a solas con lo que pienso, quizá debido a la Alexitimia porque no soporto estar demasiado con las personas, son demasiado complicadas. Nunca sé que decir, o que hacer en las situaciones comunes. 


— Vamos, te acompañare al hospital— ya hemos acabado la comida, y el médico que atendió a Jacey la primera vez dijo que solo debían durar unos cinco días, no le pude decir a Jacey antes porque el domingo no estaba bien, no quería que malentendiera mis intenciones. Hay un centro de salud cercano, lo frecuento cuando algo me duele demasiado. — ¿Duele?— ha estado haciendo gestos desde que le quitaron las suturas.


— un poco— ah, está sonriendo. Parece que está funcionando esta salida. Una sonrisa significa que esa persona está feliz.


— se ve mejor— le digo, viendo la herida. Cuando no está llena de sangre, se ve pequeña, no tan grave como ese día.  La enfermera es muy eficiente, aunque tuvimos que esperar mucho desde que llegamos hasta que nos atendieron. Jacey se ve mucho mejor ahora, aunque siempre habla mucho y no lo ha hecho hoy. ¿Quizá todavía no está del todo bien? —Jacey… ¿estabas asustado? ¿Ese día, y después de eso?


—… mucho.


— Entiendo— un poco, creo que logro entender por qué. Eso que paso no debería pasarlo nadie, no ocupo estar sin problemas para entender eso.


— ¿Por qué? ¿Por qué fuiste al baño?— ¿Por qué fui? Creo que Jacey tiene mucha suerte en realidad. Para ser dos veces salvado de situaciones complicadas… también parece ser una persona propensa a estas cosas, y se asusta con facilidad. Desde que lo conocí fue muy enérgico, verle ahora sin sonreír… debería hacer algo para evitar que siga así.


— tardaste mucho así que fui a buscarte— si no hubiera ido ¿Qué tan lejos hubieran llegado las cosas?— ¿sabes? no dejare que nada te pase, así que no tienes que preocuparte— ¿eso ayuda a tranquilizar a las personas? Me parece que podrían ser palabras de eso que llaman simpatía.


—… gracias… por haber ido y…— ¿está llorando? No puedo verle bien, ah, sí está llorando— en serio, estoy muy agradecido. De no ser por ti… gracias. 


— solo deja de llorar ¿Si?— cada que veo lágrimas en una persona, comienzo a sentirme mal, me duele el pecho y no sé qué hacer. Ahora que Jacey está llorando, quiero irme y alejarme pronto de esto.    


— Está bien—  sonríe mientras llora ¿se puede sonreír y llorar al mismo tiempo? Nunca entenderé eso al parecer, pero Jacey sí que me entiende porque hace un intento de dejar de llorar, se limpia con las manos el rostro.


— Gracias— si yo no entiendo a las personas, creo que las personas tampoco me entienden a mí. No entienden que no me gusta ver llorar y que prefiero estar a solas que en un grupo. Que es difícil elegir algo y que  entre menos elecciones haga es mejor. Creo que la única persona que entiende esto en realidad es Arashi, él sabe muchas cosas sobre mí.  Nunca hablo de mí, porque en realidad nunca sé que decir. Esa es la verdad, nunca sé que decirle a las personas.


— Te amo—  ¿eh? ¿Por qué de entre todas las cosas que podría decirme tienen que ser esas? Las dos palabras más vacías que he conocido en toda mi vida. No tienen significado alguno para mí, nunca lo han tenido. Y siempre es molesto, me molesta que me la digan, me causan dolor de estómago, y si no lo olvido pronto también hace que me duela la cabeza.  


— eh… gracias.  Nos vemos mañana—  es peor aún que todas las demás, porque estas palabras exigen una respuesta que no puedo dar.  Solo puedo irme, irme y pensar seriamente en esas dos palabras.  

Notas finales:

Bueno, habia pensado que este capitulo seria dificil de escribir, como gleen no puede sentir, crei que se iba a poner complicado, pero resulto ser la cosa mas facil que hize XD, por eso mismo, sin emociones ni doble sentido, me resulto muy facil, si sienten que es un capitulo muy plano, pues... es porque asi debe ser, no hay mucho que decir o que explicar con Glenn.


Espero que haya quedado un poco mas claro el asunto ahora, Y bueno, recalcar que Glenn si siente, pero no sabe que siente y confunde seguido las emociones con malestares fisicos, y para evitarlos termina alejandose de la situacion, y ditingue muy poco lo que sienten los demas. ¿Dudas, comentarios, sugerencias????


Bueno, espero que tengan una linda navidad, sea como sea que la celebren.


Hasta la proxima.


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