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Cuando decir "Te quiero" no es posible por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Bueno, ahora si estoy llegando al punto que queria en esta historia, en los proximos capitulos habra varias sorpresas :) Por lo pronto, les dejo con esta mi ultima actualizacion de año, quiza mañana actualice otra vez, no mas para iniciar bien el año ;)

¿Qué se supone que debo pensar sobre la reacción de Glenn? He sido rechazado varias veces, he recibido todo tipo de disculpas por no poder salir conmigo, pero nunca me habían dejado  en medio de la calle esperando una respuesta.  ¿Quizá fui muy precipitado en mi confesión?  Glenn es muy serio, ¿a lo mejor no supo que pensar al respecto?, sin contar que es muy posible que nunca se le había confesado otro chico.

— ¿Jacey?— llaman a la puerta, por la voz sé que es Sean quien está allí.  Tengo como una hora dándole vueltas a lo que pasó con Glenn, desde que llegue de la comida.

— Tengo una seria queja contra ustedes— digo aun sin abrir la puerta.

— ¿Oh, en serio?— Sean tiene una sonrisa cuando abro— yo tengo muchas más quejas de las que tú podrías tener ahora mismo.

— ¿de qué hablas? ¿Y Allan?

— tenia cosas que hacer. Y tu… ¿Cómo te atreves a preocuparnos de ese modo?—  ¿preocupado? Ah… ya entiendo. Dios, estuve tan mal estos días que no pude pensar en nadie más que en mí, no me di cuenta de lo preocupado que estaba Sean hasta que estoy viendo su expresión de alivio ahora.

— lo siento.

— Nada de eso, mejor ¿podrías explicar que fue lo que paso?— me dice, no está molesto ni exige una respuesta.

— quisiera olvidar eso, ¿podemos solo dejarlo pasar? Mira, es algo realmente desagradable que no tienes que saber. Además, creo que ya lo deje atrás— un poco al menos. Hoy me siento más animado que días atrás, ni siquiera que me dejaran en la calle con un gracias a la confesión que hice me hace sentir menos animado.  

— ¿seguro?

— completamente seguro. Pagare la comida si vuelvo a preocuparte.

— está bien, pero que quede que tú mismo te ofreciste— sus palabras me traen un mal recuerdo de lo que paso, causándome un escalofrió.

— ¿Por qué metieron a Glenn en esto?

— estuviste diciendo que te gusta, además él dijo que sabía que había pasado pero le impediste hablar, si él lo sabía, pensé que podrías hablar con él.

— pues gracias, funciono.

— es evidente, estas sonriendo— Sean me sonríe desde el sofá donde se fue a sentar. Ah, no me gusta sentirme como si hubiera hecho algo malo.

— lamento…

— no, no te disculpes ¿Cómo fue la comida?

— pues… bien— Sean arquea una ceja. ¿Cómo explico lo que paso en la comida? ya ni me acuerdo bien que fue lo que paso antes de haber ido a la clínica— Fuimos también a la clínica para quitar los puntos.

— ya veo.

— y… me confesé— admito, mirado a la ventana. Es más fácil hablarlo si no estoy mirándole a la cara.  Es algo divertido que tenga que hablar estas cosas con alguien que no es gay, y que ese alguien todavía se tome la molestia de escucharme, por eso Sean es mi mejor amigo.

— ¿Qué hiciste qué?

— pues eso, le dije que me gustaba— o eso creo— en realidad, le dije te amo— Sean se endereza, puedo ver el movimiento de reojo.

— estás loco.

— quizá, pero no recuerdo haberme sentido así con nadie más. De no ser por él…— suspiro, cerrando los ojos— y si esto solo es admiración o algo así, no me importa, no quiero saberlo.

—  no sé si sea una buena idea.  ¿Qué si las cosas no van bien? acabas de estar tan mal que pensé que ocuparía obligarte a hablar ¿te pondrás así si no sale bien?

— no, no creo. Mira, también me da lo mismo si me dice que no, yo solo quería que lo supiera— es complicado de explicar porque ni siquiera yo entiendo muy bien qué es lo que  está pasando. Supongo que esto es lo que llaman madurar ¿no? querer a alguien aunque esa persona no corresponda tus sentimientos y desearle lo mejor aunque no sea con uno mismo.

—  has perdido la razón. ¿Y? ¿Al menos te dijo algo?

— Gracias—  digo, desanimado.

— ¿Qué?

— Me dijo gracias, y se fue—  Sean se me queda viendo, luego suelta una carcajada. No puedo creerlo ¿se está burlando de mi? Le dirijo una mala mirada hasta que deja de reír.

— ¿En serio?—  otro ataque de risa, esto está haciendo que me enoje— ah, perdón… pero es que…

— no es tan gracioso.

— pero es que... ¿solo gracias?— ¡Incluso está llorando de la risa!

— fue algo raro, ni siquiera me dijo que no o algo ¿Cómo se supone debo tomar eso eh?

— no tengo idea. Cuéntame otra vez como paso— para ser tan heterosexual como dice, le interesan demasiado las cosas que le pasan a un chico gay. Qué más da, al final término contándole lo que recuerdo de la comida y lo de la clínica hasta cuando le dije que le amaba y me quede en medio de la calle.

— y bueno… ¿crees que eso fue bueno o malo?

— pues creo que le tomaste por sorpresa. ¿Quizá no supo cómo tomarlo? Yo me siento demasiado incomodo cuando pasaba en el bar, y las primeras veces  que me decían esas cosas nunca supe cómo responder.

— espero que sea eso. Sé que dije que no me importaba si me decía que no, pero… ¿podría decirme que si?

— ¿Y si dice que sí que harás?— uh, buena pregunta. Hasta ahora no me he puesto a pensar en otra cosa que no sea confesarme o como reaccionaria Glenn si le decía lo que sentía. ¿Podría tener citas normales con él?

— supongo que salir, conocernos más y esas cosas. No volveré a forzar tanto las cosas como antes.

— ah, espero que recuerdes todo lo que me estás diciendo. Ni te hagas muchas esperanzas, bien puede estar buscando otro trabajo en este mismo momento.

— ¿¡Qué?! ¿¡Como sabes eso!? ¿Puede ser posible?

— Tú no tienes remedio— ojala y las cosas salgan bien. No espero que Glenn me diga que sí, porque si sintiera algo por mi creo que no me hubiera dejado de esa forma en la calle cuando el mismo fue quien me invito a comer. Siento que conozco lo suficiente de él para saber que si me rechaza no será de mala manera.  Lo único que me hace sentir un poco mal es pensar en si se va alejar de mi por esto.

— ¿Tienes ganas de cenar algo?— no tiene caso preocuparme por eso. O Glenn me dice que si o que no, no hay de otra.

— ¿no comiste hace rato?

— Solo comí una ensalada, y sabes que ni siquiera tiene tomate— refunfuño. Es lo malo de las ensaladas en mi caso, nunca puede ser ni siquiera completa. 

— bien, vayamos por ahí.

— antes de que Allan se dé cuenta y también tenga que invitarle a él—  comento, riendo.  Creo que tengo tanta hambre que se acumuló todos los días que no comí como debía.   La conversación con Glenn y su final me hicieron despertar de mi aislamiento, de un modo raro. Quizá solo fue el hecho de que necesitaba hablar con alguien al respeto, o solo ya era tiempo de que volviera a la normalidad.  En cualquier caso, las cosas ya están hechas.

Por la noche duermo sin pesadillas, o si las tengo no me acuerdo de ellas por la mañana. Ah, me siento tan descansado.  Aun me causa escalofríos recordar lo que paso, pero luego vienen también a mi mente las palabras de Glenn y me logro calmar por completo ¿seguirá manteniendo sus palabras aun después de decirle te amo?

—  ¡Jacey!— algo se me cuelga a la espalda. Algo que en realidad es Allan— ¿de verdad ya estas mejor? No le creeré a Sean hasta no verlo yo mismo.

— sí, estoy bien. ¿Puedes soltarme? Se ve raro—  también tuve un mal recuerdo con esto. Creo que por un tiempo limitare el contacto físico innecesario— tengo malos recuerdos si haces  cosas como esta.

— ¿En serio?— me suelta, alejándose un poco también— lo siento, no lo hare otra vez—  yo vuelvo al escritorio, ordenando los exámenes que voy a regresar.

— descuida, no podías saberlo.

— ¿entonces estas mejor?

— Eso creo— ya no me siento ausente, pero sí muy nervioso. ¿Qué le diré cuando vea a Glenn?  ¿Él fingirá que no pasó nada? creo que Allan no sabe esa parte o ya hubiera hecho algún comentario.

— eso es bueno, estaba preocupado… sé que no quieres hablar al respecto, pero si un día quieres contar lo que paso, puedes llamarme.

— Gracias— ¿Qué pensarían si les cuento lo que paso? De seguro se horrorizarían, dirían mil maldiciones contra Raymond, a lo mejor me llamarían idiota  por no defenderme como se debe.

Allan se queda conmigo hasta que dan el timbre, luego las clases comienzan como si nada hubiera pasado.  Lo primero que hago cuando llego a la sala de profesores, es buscar a Glenn con la mirada. No está, pero no me desanimo, algunas veces llega más tarde.

— Hace tiempo no tomabas café— me dice Sean, cuando me siento a su lado.

— hoy tenía ganas de uno— aunque no sea tan bueno. Poco a poco voy viendo como otros profesores van entrando.

— Hey, Jacey— ¿en qué momento llego Allan aquí? Y ni siquiera es quien me está llamando— no vino.

— ¿Qué?— pregunto, sin escuchar en realidad, pues un grupo de profesores de secundaria está entrando.

— Que no vino hoy—  ¿no vino?— se reportó enfermo, lo escuche cuando iba a hablar con Leanne sobre los resultados de los exámenes.

— Ah— ¿será por lo que dije? ¿De verdad ya no quiere verme entonces? creo que no debí decir esas palabras, que tonto. Un te quiero es menos intenso que un te amo, pero no puedo mentirme a mí mismo con eso, no podría vivir con esas palabras atravesadas en mi boca sin poder decirlas.

— Deja de pensar tonterías— ¿es muy obvio lo que estoy pensando?— ya te dije que se reportó enfermo, creo que está en el hospital o algo así entendí no confíes mucho en eso.

— ah…— entonces de verdad está enfermo.

— ¿De qué están hablando?— no todo gira alrededor de mí, es fácil olvidar eso cuando toda la vida creí que eso era así. Glenn bien pudo enfermar por algo o sufrir algún accidente, y yo pensando que solo me está evitando porque me le confesé.  Me siento tonto cuando lo razono mejor, debería razonar mejor las cosas y no dejarme llevar. Bueno, no puedo madurar y hacer eso al mismo tiempo.

— De nada— reprimo una sonrisa cuando le veo fruncir las cejas. Sean le dice algo también que no alcanzo a entender pero parece que le molesta. Me cuesta concentrarme en clases después de eso. ¿Y si Glenn sufrió un accidente de verdad? Sigo sin tener su número de teléfono así que no puedo llamarle. 

¿Será inoportuno que vaya a su casa? sé dónde queda, y tengo el tiempo para poder hacerle una visita.

No, no es momento para pensar eso. Tengo cosas que enseñar aun, y estar distraído no ayudara a nadie.  En lugar de pensar en esas cosas, me pongo a explicar la clase de gramática.  Cuando por fin el timbre da la salida, me quedo un rato, acomodando las cosas con lentitud. ¿Y si Glenn no quiere verme?  Ya ni decir que fue mi culpa, pero…

Doy una mirada a la calle por donde queda la parada de autobús que me lleva a su casa.  No, no creo que deba ir. Sé que dije que ya no sería como antes, pero me da miedo averiguar lo que pasara.  Necesito mentalizarme para no derrumbarme por algo que siempre fue unilateral.  Así que en cambio me dirijo al restaurant para comprar mi comida. Es viernes, no hay nada más que hacer por el día, se supone que no tengo que preparar clase hasta el domingo, pero como no quiero pensar en nada, adelanto eso.  También comienzo a hacer los reportes mientras veo un partido de basquetbol en  la tele.

¿Me odia? Sé que puedo ser muy apresurado a veces y hago las cosas al revés, antes de haberle dicho que le amaba, quizá debí mencionar que me gustaban los chicos.  ¡Pero eso no es mi culpa! Él es tan poco conversador que no puedo hablar de muchas cosas como quisiera. Si Glenn fuera un poco más abierto podría habérselo mencionado antes.

¡No puede ir salvándome de cosas así y pedirme que no me enamore!  A cualquiera le pasaría.  Amor, admiración… ¿no es la misma cosa al final de todo? puedes amar a alguien que admiras, y admirar a alguien que amas.  No creo que sea admiración, porque yo ya le quería antes, quizá fue muy rápido, porque así soy yo, pero… ¿y el amor a primera vista? Me tome el tiempo de intentar conocerle y cada vez solo quede más cegado por él.

Arg, demonios, me estoy molestando yo mismo. No puedo estar así. Tengo que ir, ¿Dónde están mis llaves?   Ah, sí…

Si no hago algo hoy, me atormentare hasta el lunes, aunque no quiera y me diga que cambiare estas cosas de mí, estos pensamientos no desparecerán. Afuera está fresco, pero no me regreso por un abrigo. No dejare que nada se interponga en mi camino.  Solo me detengo para comprar una tarta de calabaza para llevarle,  se supone que esto es solo una visita, porque las personas hacen visitan a las que están enfermas ¿verdad?

Ah, estoy aquí. Solo tengo que tocar la puerta, solo tocar, no me puedo quedar mirando la puerta toda la tarde, me veré muy raro aquí sin hacer nada y con una tarta en la mano.  Solo una vez, solo toca una vez Jacey. Veo mi mano golpear la puerta…

Ya está, no hay nadie.  

— Ya voy—  me quedo congelado a penas a un paso de donde estaba. No escucho sus pasos, pero me giro rápido para no dar una mala impresión— ¿si?

— Ammm.

— Ah, Jacey— Glenn  no tiene mal aspecto, de hecho parece alguien completamente sano, quizá solo se ve un poco cansado.  

— escuche que estabas enfermo… yo… pensé en venir a ver como estabas…— ¿Por qué tengo que balbucear?

— ya veo. ¿Quieres pasar?— no debería, tendría que dejarle la tarta y regresar.

— Si…— logro decir. Mis piernas tiemblan como gelatina mientras entro. La casa tampoco parece tener indicios de que haya algún enfermo— ¿Cómo estás?

— ¿eh?

— ¿Estas mejor?— ni siquiera sé que le paso, pero al menos es algo para iniciar.

— si, solo fue una gastritis severa. Creí que era otra cosa y fui al médico— ah, menos mal que no fue nada severo.

— Que bien—   Glenn no dice nada, como de costumbre— ah, te traje esto—  digo, extendiendo la tarta e intentando que no se note tanto el temblor de mis manos.  

— Gracias—  ¿Qué hago ahora? Me siento muy incómodo para decir algo, mi ataque de valentía se ha esfumado con la rapidez de un suspiro.

— ¿entonces estas mejor?

— si, debo descansar un poco. Aunque he reconocido que esto paso por tu culpa—  ¿ah? Intento seguir sonriendo, pero mi cara se ha congelado.

— ¿Qué?

—  Creo que esto pasó por lo que me dijiste ayer— no hay molestia ni reproche en su voz, su tono sigue tan monótono como siempre pero de todos  modos me siento demasiado mal con sus palabras. ¿Entonces si está culpándome? Sabía que esto no sería agradable, pero creo que se me acaba de romper el corazón… otra vez para variar.

— lo siento… yo no quería que pasara esto. Siento mucho si fui muy brusco contigo al decirte esas palabras sin previo aviso ni nada que te pudiera hacer sospechar. Estoy muy avergonzado por eso, pero no me arrepiento de haberlas dicho, eso es lo que siento.  Quizá pienses que es muy raro, loco o imposible,  y aun así, te quiero.

— …  

— entiendo si tú no tienes interés en mí, y si no quieres volver a hablarme— duele, sí que duele decir estas palabras. Pero es lo mejor, esto termina hoy, mañana quien sabe.  Solo quiero irme y respirar tranquilo lejos de aquí, quizá lamentarme un poco.

— ¿Por qué?

— ¿Qué?

— ¿Por qué estas avergonzado? ¿Por qué te disculpas?—   me pregunta, sin moverse aunque yo ya me he parado.

— ¿acaso no lo ves?  He estado enamorado de ti casi desde que nos conocimos, intente que esto no fuera más allá, de verdad que intente mantener esto lo más profesional que pude. Después del sábado pasado…  me gustaría estar contigo de otra manera.

— entiendo. ¿Eso es lo que sientes?

— sí. Y está bien si no sientes lo mismo que yo.

— no sé qué siento— ah, eso también está bien. Le hago un movimiento afirmativo con la cabeza. Realmente le tome por sorpresa.

— está bien.

— nunca se me había confesado un chico.  No me relaciono muy bien con las personas, no sé qué decirles en estas situaciones.  Creo que me agradas.

— ¿Y?— ¿eso se supone es algo bueno o no? mis piernas no me sostienen, y me vuelvo a sentar.

— siempre he salido con el mismo tipo de personas, y no ha funcionado nunca. No me importa en realidad, hace tiempo que no salgo con alguien, y creo que podría salir contigo.

— ¿¡Ah!? ¡No juegues conmigo de esa manera!   Estoy siendo sincero en esto, no bromees con mis sentimientos.

— no estoy bromeado.  No eres como las personas que conozco, algo pasa cada que estoy contigo. No sé qué es, por eso creo que podría salir contigo.

— ¿Puedes explicar eso por favor?—  murmuro. Me siento mareado, la habitación ha comenzado a dar vuelvas, o quizá soy yo.

— ¿Qué es lo que se hace en estas situaciones?

— no lo sé… ¿salir? Tener citas…— balbuceo. ¿Esta insinuando que podría salir conmigo? Debo estar soñando— ¿entonces? ¿Quieres que salgamos?

— Podría intentar.

— ah… ¿entonces ahora somos…? ¿Pareja?— decirlo en voz alta hace que me ponga rojo, mi cara arde, siento un aturdimiento que no es del todo desagradable.

— si quieres llamarlo así está bien.

— está bien… ¿puedo quedarme un rato más?— pregunto, aun siento la cara roja, poco a poco voy asumiendo lo que acaba de pasar.

— Si— creo que esto no está pasando ¿no es más que una imaginación?  De alguna forma, creo que ahora estamos saliendo.

O algo parecido.  

 

Notas finales:

Como veran, antes de este, era muy necesario poner como veia las cosas Glenn,  habra mas capitulos desde su punto de vista, pero por lo pronto, el siguiente capitulo sera de Arashi de nuevo.

Y bien, muchas gracias por seguir mis historias otro año mas, espero que pasen una linda noche y que tengan un Feliz año.


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