Estoy despierto desde hace un rato, sé que es tarde pero quiero seguir durmiendo. Anoche hice un turno muy largo; así que solo me doy vuelta y me tapo mejor con la cobija. Es una lástima que no pueda volver al sueño tan agradable que tenía. Con pereza abro un ojo solo para ver que son las cuatro treinta de la tarde.
Ah, Glenn ya debió haber regresado. Tengo hambre, podría ir a preparar algo a su casa, aunque estoy seguro de que él ya comió cualquier pretexto es bueno para estar con él. Si, esa es una excelente idea, iré y cocinare algo, quizá y coma conmigo algo, o solo hablemos un rato. Ya no tengo sueño, solo me pongo los zapatos y voy.
— ¿Glenn?— llamo cuando llego a su casa. ¿Aún no llega? Por inercia miro la hora en el horno de microondas. No, la hora está bien ¿Dónde está entonces?— ¿Glenn?— vuelvo a llamar, mas alto por si está dormido. Glenn no duerme por las tardes, así que eso sería muy raro. Voy a la habitación, pero está vacía también.
Pero bueno, que este hombre últimamente está haciendo lo que quiere. Nah, eso no es el problema, él ha hecho siempre lo que quiere, lo que pasa es que antes me decía todo. Ahora no. No me dijo que se iba de viaje por un fin de semana por ejemplo. Y eso me molesta, aunque no puedo hacer nada al respecto.
Bueno, mejor no pensar cosas desagradables. Me pondré a cocinar y esperare a que regrese a lo mejor no tarda. ¿Debería hacer sushi? Creo que no hay lo necesario para hacerlo, ¿Qué es lo que tiene Glenn aquí? Me pongo a revisar las alacenas y el refrigerador.
Ah, excelente, puedo preparar curry.
¿Saben que fue lo que menos me gusto de que Glenn se fuera sin decirme? Que lo hizo justo con esa persona, con Jacey. Arg, no sé qué pasa con él. No me ha hecho nada, y aun así le detesto como a nadie. ¿Estoy celoso? Demonios, sí. Y lo estaría igual si fuera otra maldita persona la que intentara acercarse a Glenn. ¿estoy mal? eso creo, Glenn tiene todo el derecho de estar con alguien más, de tener más amigo además de mí, pero es difícil hacerse a la idea cuando lo único que conozco toda mi vida es estar a su lado.
Yo no estoy mal. Escucho las llaves en la puerta, espero a que se abra y Glenn entre por ella. Glenn entra rápido, parece algo alterado ¿Dónde estaba? Le sonrió, agitando la mano con la cuchara como saludo.
— ¿Qué haces?— pregunta cuando me ve— ¿curry?
— Si, ¿Dónde estabas?— pregunto girándome para revolver la comida.
— Estaba haciendo cosas— ¿eh? ¿Desde cuándo es tan esquivo? Bueno, no lo es tanto a simple vista, pero yo que le conozco, sé que algo no va bien.
— bien, ¿quieres comer también? No sabía si habías comido o no, así que prepare más— no puedo presionarle, cuando algo está perturbando a Glenn suele enfermar o tener algún dolor. Mejor es dejarle que él solo me cuente que paso.
— comí hace rato, puedo comer algo también— dice, y le veo irse a la habitación. Muero en deseos de interrogarle, de preguntarle donde estuvo, que hizo. Esto se está saliendo un poco de control. Y por cosas como estas siempre he agradecido que Glenn no sea capaz de saber que pasa conmigo.
— ¿Tenias trabajo?— pregunto, y hasta yo me sorprendo de que tono suene normal, porque aunque Glenn no sepa que estoy sintiendo, si logra notar el cambio de mi voz si suena demasiado molesta o quebrada.
— No, no es tiempo para hacer reportes— Glenn tiene casi todas sus clases preparadas con semanas de anticipación. Pero eso también significa que estuvo haciendo algo que en realidad no tiene que ver con el trabajo.
— Ya veo— siento que estoy siendo dejado de lado— ten cuidado, está caliente— le digo, pasando un plato por encima de la barra para que lo tome. Es completamente natural para mí estar aquí como si fuera mi propia casa.
— Umm— Glenn lo toma y lo deja sobre la barra, en el lugar donde se va a sentar. Yo me sirvo otro plato y también me siento, espero… y espero, pero Glenn no dice nada más, ninguna explicación de que hizo. Verán, es común que él me diga que hizo por su propia cuenta cuando yo hago una pregunta como esa.
Ahora, solo está mirando el plato, sin hacer nada más. Paso algo. No ocupo preguntar y no sé si quiero saber.
— ¿Estás bien?— forzó las palabras a salir, temblorosas. Si paso algo con Glenn tengo que saberlo aunque no sea agradable. Pase lo que paso tengo que estar con él, eso fue lo que dije. Él voltea a verme, y siento un hueco en el estomago. Esa mirada…Glenn quiere decirme algo, puedo verlo. Sabe que yo se que algo no anda bien.
— Si— y no me lo dirá. Sea que sea lo que paso no me va decir ¿fue importante? ¿Qué es lo que quiere mantener en secreto de mí? Él no tiene muchos secretos conmigo, pero cuando los tiene es realmente molesto. Por ejemplo, Glenn no le dice a nadie que padece Alexitimia.
— puedes contarme lo que sea, ¿sabes?
— Lo sé— es mi último y desesperado intento por hacer que me diga algo mas, aunque sea un esfuerzo inútil. Glenn come poco, y más que comer solo esta revolviendo el plato, dejando una masa espesa como resultado. Esto es malo, si le da muchas vueltas al asunto quiere decir que es algo de importancia.
Terminamos de comer, y Glenn sigue sin decir nada. No tiene mucho caso que me quede mucho tiempo hoy si Glenn sigue tan ausente.
—dejare el curry aquí, vendré mañana a comer— me despido, levantándome del sofá. Glenn solo me hace un asentimiento. No solo él estará pensando eso, yo mismo me atormentare con todas las cosas que le pudieron haber pasado. ¿Está en problemas? ¿Por qué no quiere decirme?
Más de una vez he querido preguntarle que soy yo para él. ¿Qué es lo que siente por mí? No estoy esperando que un día me diga de pronto que se ha enamorado de mí, eso es algo ridículo. Solo sé que Glenn me dirá “No lo sé” y eso es verdad, él no sabe que es lo que siente por mí, ni por nadie. ¿Por qué la Alexitimia tiene que ser tan cruel? Es muy cruel para él tener que vivir sin conocer que es sentirse feliz, sin saber cómo consolar a una persona. También es muy cruel con las personas que quieren acercarse a él, es cruel conmigo. ¿Por qué justamente tengo que enamorarme de una persona así? Más de una vez me lo he preguntado.
Uno nunca elige de quien se enamora.
No supe en qué momento me dormí, creo que dormí mucho. Me levanto bostezando, parece que es temprano. Aun descalzo salgo para ir al departamento de Glenn antes de que se vaya. Toco un par de veces antes de escuchar los pasos de Glenn acercándose.
— Buenos días— saludo, entrando.
— umm.
— ¿Qué…? ¿Glenn?— no tiene buen aspecto. Parece que realmente no durmió— ¿Qué pasa?
— me duele el estomago— ah, lo sabía. Parece que está muy mal, no ha terminado de vestirse, se mueve despacio y su mano no se quita de su estomago.
— ¿has tomado algo para el dolor?
— Si— me señala a la barra de la cocina, donde hay varias cajas de medicamentos.
— ¿desde cuándo te duele? Quizá comiste mucho ayer
— desde anoche. Tome algunas pastillas pero no mejoro.
— eso está mal. ¿Te duele demasiado?— cuando se sienta en el sofá y se inclina sobre si mismo entonces si me preocupo— ¿Glenn?
— Duele— puedo oír el dolor en su voz. ¿Y si no es eso? si no es un dolor de estomago normal… si ya ha tomado medicamentos, entonces podría ser algo mas grave.
— vamos al hospital.
— no…
— claro que sí. No te puedo dejar ir a ningún lado hasta no estar seguros de que no tienes nada grave. Puede ser apendicitis o yo que se— le digo, jalándole del brazo para que se vuelva a poner de pie.
— la escuela…
— ¡olvida eso! llámales y di que estás enfermo, voy a vestirme y vengo por ti— salgo corriendo del departamento al mío. ¿Dónde están mis zapatos? Maldición. Creo que nunca me había vestido tan rápido. Ni siquiera abrocho las cintas de los tenis y ya voy corriendo de regreso al departamento de Glenn— vamos.
— no es para tanto…— pero su cara se está poniendo un poco verde.
— solo cállate y vamos. Si no es nada al menos te darán algo para el dolor— no me dice nada cuando le jalo hasta la salida. Como no tenemos autos, tengo que hacerle caminar todavía hasta la calle, donde espero a que pase un taxi. Casi me le arrojo encima para que se detenga. Glenn no se queja mientras vamos a la sala de urgencias más cercana. Por suerte no es hora de tráfico, y podemos llegar pronto. Y aunque no se queja puedo ver cada que volteo a verle noto que su rostro se pone blanco.
— Arashi…
—vamos, siéntate mientras voy por una enfermera o algo— no vengo a hospitales seguido, ni siquiera me hago revisiones médicas. ¿Siempre hay tantas personas aquí? Uff, encontrar alguien que me atienda es difícil.
— Arashi…
— ¿Qué haces aquí? Deberías sentarte, yo voy a…
— Tienes que ir allá— me señala la recepción— cuando tengan tiempo vendrán a valorar— ah, estoy siendo irracional.
— pues que mal servicio. He intentado hablar con tres enfermeras y dos doctores y ninguno me voltea ni a ver— me quejo, siguiéndolo. Él viene más seguido al hospital. Al final soy yo quien termina sentado mientras Glenn habla con la enfermera de rostro cansado que está en la recepción— ¿y ahora qué?
— esperamos.
— ¿Ni siquiera te dan algo para el dolor?— Glenn niega. Que molesto. Pasa como media hora antes de que venga un doctor y después de unas preguntas que Glenn responde, porque el médico me ignora, le pasan a una camilla, solo.
¿Siempre son así los médicos? Estoy realmente de malhumor. Pasa otra media hora antes de que levante y vaya al lugar donde llevaron a Glenn.
— ¿Es familiar del paciente?— le dirijo una mala mirada al médico.
— Si ¿Cómo estás?— le hablo a Glenn, si ellos me van a ignorar entonces yo también los voy a ignorar.
— Mejor— eso parece, su rostro ya no está blanco, y parece más relajado— tengo que esperar un rato antes de ir a casa.
— bueno, esperare contigo. ¿Qué es lo que tienes?— si Glenn está aquí, hablándome como si nada es porque no tiene nada grave.
— Solo una severa gastritis— me responde. Ah, qué alivio. Y yo que pensaba que quizá tendría que haber una operación de urgencia. Me hubiera gustado cuidar de Glenn todo el día por quien sabe cuántos. Y si no lo pensé antes fue solo por lo preocupado que estaba.
— Entonces si te hizo daño la comida— y estoy seguro de que no fue mi curry— ¿Qué fue lo que comiste?
— No es por la comida— interviene el médico. ¿Y a él quien le pregunto? Le miro de nuevo como si no fuera la gran cosa— es una gastritis por estrés, tiene que descansar— y bla, bla, bla. Claro que sé que tiene que hacer, no en vano le he cuidado por tanto tiempo.
— ¿Qué es lo que te enfermo?— le digo, usando el tono más severo que tengo, quiero que note que esta vez no tiene otra opción más que decirme— sé que tiene que ver con el viaje de la semana pasada y la salida de ayer
— Jacey— ah, lo sabía. Esa persona no le hace ningún bien a Glenn. Nadie sabe qué hacer para que él tenga una vida normal, tan normal como le deje la Alexitimia.
— umm.
— pero no fue por él. Le paso algo en el viaje, no fue culpa suya, quizá estuve preocupado por eso, no lo sé. Ayer fui a comer con él porque sus amigos me pidieron que lo animara— ¿Glenn animando a alguien?
— ¿Y?
— No lo sé. Les dije que no podía hacer mucho pero insistieron, además yo quería hacer algo— ah, no puedo molestarme por eso, por mucho que comience a detestar a Jacey.
— Bueno, no te presiones tanto por cosas que no te conciernen. Si querías hacer algo debiste decime, pude haberte ayudado con una idea o algo— Supongo que pude hacerlo, solo para Glenn no se diera cuenta de que no me agrada esa persona. O a lo mejor le hubiera dicho que no había nada que hacer.
— Llame a la escuela, no asistiré hoy.
— Pues es una suerte que sea fin de semana— Ahora que Glenn esta así puedo pasar todo el día con él, asegurándome de que no tenga nada de qué preocuparse. ¿Qué será eso que le paso a Jacey que tiene preocupado a Glenn? Solo me interesa porque Glenn acabo en el hospital por eso— ¿A qué hora saldrás?
— No lo sé. El medico dijo que vendrá a decirme— ash, otra vez esos médicos. Lo único bueno es que tienen a Glenn controlado.
— ¿Crees que te permitan comer de todo? Podría preparar algo para ti ¿Qué quieres?— si es por estrés, entonces no hay problema que coma lo que sea ¿o sí?
— No sé si me dejan comer lo que sea, pero quiero sopa de miso.
— Ja, tan tradicional como siempre— me rio, pensando en los platillos tradicionales que Glenn tanto pide. Glenn no me sonríe, nunca sonríe, pero se ve mucho más relajado, su ceño se relaja cuando está contento— Tendremos que ir al supermercado antes, porque en tu casa no hay lo necesario para hacer sopa de miso.
— Está bien— ¿Queda algún supermercado por aquí? El único que recuerdo queda algo lejos de aquí, el pagar un taxi no es problema pero no me gustan. Prefiero andar por mi cuenta o en autobuses. Dejo de mirar la hora cuando comienzo a hablar con Glenn, parece que regresa a la normalidad. Estoy quejándome de lo poco que me gustan los hospitales, cuando mi teléfono comienza a vibrar.
— ah, espera— le digo a Glenn, viendo que es el número del trabajo. Le hago mala cara al teléfono antes de contestar— ¿si?
— Arashi, sé que tienes un descanso por lo de ayer, pero…
— no, de ninguna manera. Estoy ocupado ahora mismo— ya sé que es lo que quieren, solo para eso podrían llamar del trabajo. No pienso ir, me quedare con Glenn lo que queda del día.
—es importante. Trataron de ingresar al sistema, se activó el bloqueo y es importante desactivarlo para poder arreglarlo, y solo tú sabes los códigos— ah, rayos. ¿Por qué justo ahora?
— ¿estás ahí? Te pasare los códigos…— incluso yo sé que es una tontería. Los códigos son realmente largos como para estarlos dictando por teléfono. Y mucho menos se puede perder tanto tiempo para que vengan por ellos.
— Arashi— Glenn me hace una seña, quiere hablar conmigo.
— Espera un segundo— digo al teléfono— ¿Qué?
— tienes que ir, es tu trabajo.
— y tú eres mi amigo, y estas en el hospital.
— estoy bien. Iré a casa después, tu trabajo es más importante— ¿Cómo puedes decir eso, tonto? Yo haría lo que fuera por ti, lástima que nunca podrás darte cuenta de eso— ve.
— umm— ah, no me queda de otra al final. Sé que Glenn valora demasiado la responsabilidad, si no voy quedare peor ante él que si decido dejar todo para quedarme a cuidarle el día de hoy— está bien, pero regresare en la noche y preparare algo para cenar.
— Si quieres— claro que quiero.
— Llámame cuando llegues a casa, descansa— No tiene caso decirle más, no entenderá cosas como “estoy preocupado”.
No quiero irme en verdad. Ojala que las cosas se resuelvan rápido. Pero claro que no se resolverá rápido. Es un problema tan complejo que me toma un buen rato dar con la claves correctas y solucionar el problema.
Ah, que tarde ¿que debería hacer para cenar? Debe ser algo ligero si Glenn acaba de salir del hospital por una gastritis. No tengo idea de lo que pueda hacer y que no le haga más daño. Ah, supongo que buscare algo en internet.
— ¿Glenn?— las luces están encendidas pero no le veo por ningún lado. Tampoco me contesto el teléfono antes, cuando quise llamarle para saber si quería algo en especial.
— Aquí— viene saliendo del baño, con la ropa que se usa para dormir— ¿terminaste todo?
— si, no contestabas el teléfono, quería saber si habías comido algo o si querías algo. ¿Para qué tienes un teléfono si no lo vas a contestar?
— estaba ocupado.
— ¿ah, sí? ¿Y qué te tenía tan ocupado en casa?— pregunto distraído, caminando a la cocina por una vaso de agua. Las prisas por llegar tienen sus efectos. Solo por eso no noto que Glenn esta mas callado, algo no está bien y no es otro dolor. Pero eso lo note ya un poco tarde— ¿y esto?
— tarta de calabaza… Jacey la trajo por la tarde.
— ¿Estuvo aquí?— suelto, con mas desprecio del que quisiera en mi voz. Glenn no me mira, ¿acaso esta evadiendo mi mirada?— Glenn ¿paso algo?
— estoy saliendo con Jacey.
— ¿Qué?— el ruido del vaso quebrándose ahoga mi voz. ¿Qué está haciendo qué? ¿Qué Glenn está haciendo qué? No, no, no, no. ¿Cuándo paso esto?
— ¿estás bien? ¿Te cortaste?— ¿Cómo que Glenn está saliendo con Jacey? Retrocedo cuando Glenn se me acerca.
¿Desde cuándo le gustan los chicos? ¿Por qué yo no sabía nada?
— ¿Por qué?— ¿Por qué él? ¿Por qué de entre todas las personas de este maldito mundo tiene que ser él?
— ¿Arashi?— le doy un empujón, no puedo estar aquí. ¿Por qué ahora? Después de tanto, solo… ¿solo viene con esto?
Salgo corriendo, dejando la puerta abierta. De todos modos sé que no vendrá detrás de mí. No quiero pensar, no quiero saber nada. Solo corro, corro y sigo corriendo. Corro hasta que me quedo sin aire, corro hasta que mis piernas no aguantan el dolor. ¿Qué más puedo hacer?
No quiero saber nada de mí, ni de Glenn ni de nadie. Cuando comienzo a detenerme no sé donde estoy, estoy agitado, adolorido en más de un sentido. Quiero ponerme a llorar, a gritar, quiero golpear a alguien. Sabía que la Alexitimia era algo cruel, pero nunca había sido tan cruel.
¿Eso es un bar? Si, es un maldito bar. Que ironía. No me importa nada, traigo mi dinero y es todo lo que necesito. Entro, aun agitado, sudando, y voy directo a la barra.
— Whisky— ya me siento borracho y ni siquiera he bebido. Las personas a mi lado me miran, pero las ignoro— deje la botella— y la deja, me la llevo directo a la boca.
Ah, el calor, el alcohol…solo estamos el alcohol y yo. Una hora, dos, tres… ya no se cuanto tiempo llevo aquí ¿importa? No.
Nada importa en realidad. Comienzo a reírme. Soy tan tonto, me rio de mi mismo, de donde estoy. Me rio de Glenn, me burlo de Jacey.
¿Qué es diferente en realidad? Nada es diferente, un chico o chica en realidad da lo mismo. Glenn sigue siendo Glenn ¿Cuánto tiempo va a durar esta vez? ¿Qué hace diferente a Jacey de todas esas chicas que salieron antes con Glenn? Si, nada diferente. ¿Cuánto tengo que esperar esta vez para Glenn venga de nuevo a mí? Todas ellas dejaron a Glenn porque no pudo llenar sus sentimientos. ¿Y Jacey?
Sonrió.
Nada diferente en realidad.