Otra llamada más, Arashi ha estado llamando los últimos diez minutos. Ya estoy cerca de casa, así que no le he respondido. Cuando entro, Arashi está sentado en la cocina, y deja su teléfono sobre ella.
— llegas tarde.
— No sabía que tenía que llegar temprano— no me dijo nada. No puedo saber si él está esperando o no, él suele irse a su trabajo a cualquier hora.
— no te estaba reclamando, solo es una observación. ¿Quieres comer algo? ¿O has ido a comer con alguien más?— no entiendo el tono de Arashi. ¿No está contento?
— pareces feliz.
— estoy de buen humor hoy.
— Ah— ¿buen humor? Eso no tiene nada de sentido. ¿Cómo se está de buen humor? No lo entiendo— el curry tenia tomate.
— ¿eh? Si… a veces le pongo— nunca pregunto qué ingredientes tiene la comida, normalmente se puede ver de que está hecha.
— Jacey es alérgico al tomate. Tuvo que irse a casa porque tuvo una reacción alérgica por el curry.
— ¿en serio? No lo sabía.
— te lo dije antes.
— ¿si? no lo recordé, sino no le habría puesto tomate. ¿Es muy fuerte la alergia?
— no, parece que no— una alergia grave hubiera necesitado hospitalización o por lo menos una atención medica más delicada. Jacey pudo ir por su cuenta a casa. Aunque se veía bastante alterado cuando se fue— fui a su casa a ver como estaba, y se veía sano— aunque tenía la cara enrojecida e hinchada. Si puede respirar, entonces está bien.
— entonces que bien que no pasó a mayores.
— umm.
— ¿entonces quieres comer algo?
— si, no he comido nada— él se levanta.
— Preparare algo rápido— Arashi cocina rápido si lo ocupa. Pronto todo huele bien. ¿Cómo será tener una reacción alérgica?, incomodo eso es seguro. Algo se sintió mal cuando le vi irse, me costó entender que fue lo que paso. Pensé que realmente le gustaría la comida que prepara Arashi, porque cocina realmente delicioso. Es malo que no pudiera probarlo adecuadamente.
— Arashi.
— ¿si?
— Me siento mal por lo que pasó— él se gira a verme, con la cuchara con la que menea la comida en la mano.
— ¿Por qué? No es culpa tuya, no sabías que la comida tenía tomate. No tienes porque sentirte mal.
— quisiera compensar lo que paso— ¿esto es lo que llaman sentirse culpable? Siento que no estaré tranquilo hasta que haya hecho algo por Jacey. No me gusta sentirme mal por algo así.
— ¿Y?
— le lleve pastel, pero creo que no es suficiente. Me sigo sintiendo como antes— esa opresión en el pecho que no me deja tranquilo. Pasa cada que recuerdo el incidente con la comida, mientras no lo haga, estoy bien. Pero no puedo dejar de pensar en Jacey.
— no tienes que hacer nada.
— Me siento obligado a hacer algo por él— es lo que haría cualquier persona para disculparse. Arashi sigue cocinando.
— haz lo que quieras entonces, después de todo estas saliendo con él— ah, sí. Estamos saliendo. No sabía que esperar, él siempre parece querer estar muchos lugares, hacer cosas diferentes. Eso parece hacerle feliz, y a mí me gusta realmente verle sonreír, me siento cómodo cuando sonríe, tranquilo. Así que solo procuro mantenerle sonriendo, que este feliz por cualquier cosa.
Nunca he sido bueno en las relaciones sentimentales, simplemente no entiendo lo que me dice la otra persona cuando reclaman que “no entiendo sus sentimientos”. Nadie puede entender los sentimientos de otra persona, eso es irracional. Siempre terminan diciéndome que soy demasiado insensible. Quizá lo sea, nunca entendí porque las personas lloraban cuando me decían eso.
— ¿podría llevarle a algún lugar?
— no lo sé.
— dijo que quería salir, pero no se a donde deberíamos ir— si alguien puede decirme cosas sobre lugares es Arashi— ¿Conoces algún lugar interesante?
— ¿interesante? No lo sé… ¿Por qué no van a un centro comercial? O… un bar.
— ¿Un bar?— él se encoje de hombros.
— Hay un torneo de beisbol también— siento que algo no está bien con los lugares que me dice. No me gustan, ¿Qué fue lo que dijo Jacey? Un lugar al que quiera ir. Realmente no hay ningún lugar al que quiera ir— no te exijas demasiado, cualquier cosa estaría bien ¿no?
— ¿eso crees?
— si— lo mejor sería que dejara que Jacey elija, aunque no me guste el lugar y sienta que estoy siendo obligado— la comida esta lista— Arashi no dice mas del tema. ¿Es un tema incomodo? No sé sobre eso, cuando incomodo a alguien más.
— ¿te incomoda que hable sobre Jacey?
— aun no me hago a la idea— ah, es eso. Aunque no se sorprendió cuando salía con chicas, supongo que es solo porque Jacey es un hombre. Es bueno que no se haya molestado por eso, que no dejara de ser mi amigo solo porque decidí salir con un hombre. Espero que esta vez las cosas sean diferentes.
¿Cómo seguirá Jacey? No me llamo hoy en la mañana. A veces lo hace, o manda mensajes. No entiendo porque, nos vemos durante las horas de clases, en los recreos. No hay necesidad de estar llamando cuando nos hemos visto algunas horas antes. Creo que está bien, no creo que empeorara. A la hora del recreo, le encuentro sentado en el lugar donde se sienta siempre, esta solo esta vez.
— ¿Cómo estás?
— Bien, gracias por preocuparte— ¿Qué es ese tono? No es común que use un tono como ese, Jacey suele ser más relajado.
— no estaba preocupado.
— ¿ah?
— una alergia no es grave si no produce un shock anafiláctico, mientras no haya obstrucción de las vías respiratorias…
— Ya lo sé, no ocupas decírmelo— ¿entonces porque parece que no entiende de lo que estoy hablando? Ah, si… debería sugerirle ir algún lado.
— Jacey, ¿quieres ir a algún lado?
— ¿me estas invitando a salir o quieres que te acompañe a otro lugar?— está demasiado serio, ¿quizá aun se sienta un poco mal por lo de la alergia?
— pensé en salir como compensación por lo de ayer. No sabía que Arashi le ponía tomate— sé que Jacey no puede comerlo, no tendría porque hacer que lo coma.
— claro.
— ¿entonces?
— sabes, está bien. Salgamos a algún lugar. Me parece una excelente idea— ah, los cambios repentinos en los tonos de voz y las expresiones de las personas me confunden mucho.
— ¿Quieres ir a un lugar en especifico?— yo no puedo elegir, no se a donde ir a menos que tenga la necesidad de ir a algún lugar que conozca. Jacey se queda pensando un buen rato— puedes dejarlo para otro día.
— no, no… no quiero salir específicamente.
— ¿Entonces?— y sonríe. Ah, bueno… esto es muy confuso. ¿Cómo es tener una idea que te haga sentir una cosa un momento y en segundos otra?
— Te lo digo después— ahora parece tan feliz como siempre— por cierto, puedes decirle a Arashi que aunque no lo pude disfrutar mucho, el curry estaba realmente delicioso.
— se lo diré— porque la comida de Arashi es realmente buena. Regreso a clases sintiéndome bien, ya no está ese malestar al pensar en Jacey. Él me está esperando a la salida, recargado en la puerta, a la sombra que dan los pilares.
— ah, aquí estas— sigue sonriendo. Parece que todavía tiene un poco hinchados los labios— te esperaba.
— umm.
— estuve pensando que salir no es una buena idea después de todo. ¿Te parece que pida la cena y pasemos un rato en mi casa?
— ah, no es mala idea— mientras no tenga que elegir nada, pasar el rato en la casa de alguien más nunca ha sido difícil para mí— ¿pensaste en algo más?
— pues… pensé en que podrías… seguir enseñándome a usar los palillos. Puedo pedir comida japonesa, aunque lo mejor será esperar a que llegaras tú, porque no tengo idea de que pedir.
— Entiendo— no es tan fácil aprender para todos, y parece que Jacey sigue insistiendo en aprender ¿Por qué? fácilmente puede seguir usando un tenedor, nadie le está pidiendo que aprenda a usarlos.
— ¿entonces te parece bien?
— Si— él me sonríe, está feliz— ¿Qué día?
—… ¿el viernes en la tarde?— ¿por la tarde? entonces será una cena.
— Bien— su sonrisa sigue ahí, es más expresivo que Arashi. Creo que entiendo más a Jacey que a ninguna otra persona que he conocido, pero no es mucho en cualquier caso.
— ¿vamos al restaurant?
— Claro— se pone a caminar a un lado mío. Su cabello es muy llamativo, supongo que es apropiado con él, siempre alegre— tu cabello…
— ¿Qué tiene?
— es llamativo. Como tú.
— ¿p-piensas que soy llamativo?— ¿Por qué tartamudea? Su cara está un poco roja, y… esos son síntomas de que esta avergonzado.
— deben decírtelo mucho ¿no? porque siempre eres enérgico, y sonríes mucho. Tu cabello queda con eso de ti.
— ah, ya veo…— nunca había visto bien su cabello, luce bonito, suave. Me gusta también— oye, siento haber sido algo grosero ayer. Me pone de mal humor que me dé la alergia.
— ¿Por qué? no es como si pudieras controlarla.
— mis hermanos, ¿no te lo he contado? Cuando querían molestarme, ponían algo de tomate en mi comida. Y bueno, no tengo buenos recuerdos con eso.
— ya veo— no se en que momento fue grosero, todo fue normal ayer. Las personas a veces se enferman y ya, los demás no pueden solo detenerse por eso. Me despido de Jacey después de que nos den la comida, y regreso a casa justo a las dos cincuenta y cinco de la tarde.
Arashi no está, así que debe estar trabajando. Tengo que calificar exámenes, pero lo hare ya que termine de comer, siempre lo mismo. Ah, sí, me siento mejor ahora que sé que puedo compensar lo que paso. Esa opresión en el pecho, es algo que siento muy seguido, desde que soy consciente de ello, siempre es indicador de que algo está mal conmigo. Casi siempre significa que estoy sintiendo algo que no puedo reconocer, estoy teniendo sensaciones que no conozco, ni reconoceré. Antes era un verdadero lio tener que hacer muchas cosas, la mayoría me hacía sentir peor, para tener que arreglar lo que fuera que hiciera mal. Siempre obligado a hacer algo por los demás, algo de lo que no era culpable.
Según los terapeutas a los que fui, alejarme de las personas solo empeoraría mi condición. Yo no estoy enfermo, ¿Qué va empeorar? Tratar con las personas me hace sentir cosas que me son desagradables. Las evito, sencillamente evito relacionarme mucho con los demás a excepción de Arashi, y ahora Jacey. Jacey me hace sentir bien, por eso es que he aceptado salir con él.
El viernes, después de las clases voy solo por la comida. ¿Y Jacey? No le he visto desde la hora de la comida. Hoy salgo temprano, normalmente Jacey me esperaría. ¿No se habrá enfermado otra vez? Como sea, si lo está supongo que me llamara para cancelar la salida.
— Glenn, ¿Qué es eso? huele bien— Arashi me quita la bolsa de comida.
— ¿acabas de llegar?
— Si, ¿puedo comer?— la comida es suficiente para dos personas, aunque comeré poco.— creía que no tendría más trabajo pesado, pero parece que hay muchos intentos de violación a los servidores…
— Umm— Jacey no me dijo una hora específica, solo dijo “por la tarde” ¿a qué hora se supone que es eso? debería enviarle un mensaje para preguntar. Le mando el mensaje, pero no responde hasta mucho tiempo después.
— ¿pasa algo? Tienes mucho viendo tu teléfono.
— esperaba un mensaje de Jacey.
— ¿Por qué?
— iré a su casa, me invito a cenar.
— ¿solo tu y él? ¿Qué no iban a ir a algún otro lado? Me estuviste preguntando…
— él no quiso. Por mi está bien— Arashi se ve extraño. ¿Es por lo de Jacey? Me dijo que no quería saber más al respectó.
A la hora que me dijo Jacey, ya estoy por tocar la puerta de su casa. Me gusta el lugar donde vive, parece un lugar tranquilo aunque está lejos de la escuela. Aun así nunca he visto que llegue tarde a ningún lado.
— Glenn— Jacey abre apenas toco. Su casa esta ordenada, puede ver eso el día que vine— ¿no tuviste problemas para llegar?
— No— no es la primera vez que vengo— es sencillo encontrar tu casa— él sonríe.
— ¿Conoces algún restaurant con servicio a domicilio?— tengo los numero en mi teléfono, porque a Arashi también le gusta pedir mucha comida a domicilio.
— ¿quieres que pida por ti otra vez?
— Si— pido la comida mientras Jacey enciende la televisión— ¿quieres ver algo?— le digo que no. Él escoge un canal de películas de estreno. Nos quedamos viendo una película policiaca, aunque creo que Jacey se aburre pronto porque en lugar de ver la televisión comienza a hablar. Habla un poco sobre todo, como siempre. Jacey habla mucho, las primeras veces que estuvimos así me costaba trabajo entender de que era todo eso que hablaba. La comida llega cuarenta minutos después— ¿Qué fue lo que pediste? Es mucha comida— pero no parece que este preocupado por eso, está riendo.
— cuidado, esta…
— Auch…— caliente. Muy tarde.
— Ten más cuidado— Jacey me sonríe ¿Qué tiene de divertido quemarse con la comida? entre los dos sacamos todo en la mesa, y Jacey es el primero en servirse algo.
— ¿se toman así?
— no, no los estas tomando correctamente— le vuelvo a mostrar cómo, pero no puede sujetar los rollos de sushi. Apenas lleva medio camino, se le suelta— sujétalo más fuerte.
— Eso hago, pero…— lo intenta un rato mas, pero al final toma un tenedor— tengo hambre, comeré un poco primero.
— Está bien— comemos un rato en silencio. Jacey vuelve a intentarlo un rato después— tienes los palillos al revés, el que sujeta es este— Jacey asiente con la cabeza.
— oh, mira ¡Tome uno!— es como un niño pequeño.
— Muy bien— Jacey me mira, sonriente y agitando los palillos para mostrar que pudo sujetar la comida. De pronto, deja de sonreír, se le cae el rollo que tiene en los palillos, e incluso los deja caer. Me observa, no entiendo la forma en que me está viendo. Como estamos sentados muy cerca, su mano se levanta y acaricia mi mejilla.
—… estas sonriendo— oh. Si, a veces me pasa. Mi cuerpo reacciona, pero no entiendo porque sonrió. Varias veces también he llorado y no tengo idea de por qué. Su rostro está muy cerca del mío, sus ojos verdes son muy bonitos. Me besa, siento sus labios temblar un poco contra los míos— ah…
— ¿quieres hacerlo?
— ¿hacer…lo…?— su cara se puso roja otra vez, sus ojos me miran fijamente. Esto es lo normal cuando se está con alguien ¿no? tener sexo con esa persona, pero aunque eso sea lo que se haga, si Jacey no quiere entonces no hay nada que hacer.
— ¿Quieres?— me besa otra vez. ¿Eso quiere decir que si? el beso es largo, me roba el aliento, Jacey también se separara agitado. Suspira, y luego se abraza a mí. Esta temblando.
— Sí, quiero hacerlo— umm… la cocina no es un buen lugar para tener sexo. Jacey parece pensar lo mismo, porque se levanta— la habitación…— me lleva hasta la habitación. El lugar es bonito, pintado de color blanco, una ventana amplia tras unas cortinas, y muebles de madera oscura. Una cama grande en el centro de la habitación.
— Me gusta tu habitación— él me dice que si con la cabeza, luego se pone delante de mí, pasa sus brazos por mi cuello y me vuelve a besar. Siento un extraño cosquilleo en el estómago, cada que me besa siento cosquillas en el estómago. Yo también le beso, siento su lengua contra la mía.
Tener sexo es fácil, si acaso es una de las cosas que mejor entiendo de los demás. Atraer a esa persona contra ti, besarla, y quitarle la ropa. Hasta aquí las cosas son como lo haría con cualquier otra persona. Jacey suspira cuando le comienzo a besar el cuello, sin camisa, parece más pequeño, viéndolo así, tampoco es tan distinto del cuerpo de una mujer. Sus manos no tiemblan cuando desabrocha mi camisa. Ah, así es esto entonces… hasta que no lo toco, me doy cuenta de que realmente no es como el cuerpo de una mujer. Hay más zonas duras, más anchas.
— Glenn…— gime cuando terminamos en la cama. Conozco bien como es sentirse excitado, mi corazón late más fuerte, falta aire, todo se pone sensible, y sobre todo tengo erecciones. Es una buena respuesta fisiológica. Jacey se sienta, y sus manos van a mi pantalón— ¿estas… seguro?— pregunta.
— Si— ya he leído sobre como tener sexo con un chico. Además, si Jacey ha hecho antes estas cosas entonces no será tan complicado. Tiene problemas para quitarme el pantalón, así que yo me levanto y me lo quito. También la ropa interior— oh, dios…— quitarle los pantalones a Jacey es más sencillo si estoy de pie todavía. Jacey también tiene una erección.
— Ah, alguien debe ser el activo y…
— oh, cállate, es vergonzoso— pero antes se seguir tengo que saber qué papel tendrá cada quien—…tu, se tu— está cubriéndose la cara con las manos. Eso es más fácil.
— ¿tienes condones?
— ¿ah?
— por cuestiones higiénicas y…
— En ese cajón— hay algunos en el cajón, también hay lubricante. Jacey sigue en la cama, murmura algo que no entiendo— ¿pasa algo?
— Esto es muy raro— ¿Qué no había tenido sexo con más personas antes que yo? No tiene que ser raro, me parece normal. Solo es sexo— pero aun así…— se levanta, y me besa, se restriega contra mí. Nos tumbamos en la cama, uso el lubricante para poder introducir un dedo en su ano. Jacey se muerde el labio, pero aun así escucho un gemido. Cuando uso dos dedos, su cuerpo se arquea, jadea más alto. ¿Con cuánto tiempo debería ser suficiente para seguir? No parece que sea doloroso como decía en lo que leí. Aún estoy sobre Jacey, cuando él se levanta, aferrándose a mí, me besa— hagámoslo ya.
—…— hago que se acueste otra vez, sin dejar de besarnos. Apoyo ambas manos a su lado para buscar una mejor posición. Con una mano, sujeto una de sus piernas, él entiende porque las flexiona y las levanta un poco, ya en esa posición, puedo comenzar a penetrarlo. Es un poco difícil al inicio, no esperaba que fuera tan apretado. Jacey gime, ¿es de dolor? No parecía un gemido de dolor. Uso más fuerza y logro entrar, la mano de Jacey me sujeta con fuerza de uno de mis brazos, tiene los ojos cerrados, los labios entreabiertos. Es erótico. Una vez dentro, es más fácil seguir, es caliente, caliente apretado— ¿duele?
— Si… pero también— se estremece— también se siente bien— su voz tiembla, su mejillas están rojas. Me muevo despacio, empujando y retrocediendo. La voz de Jacey es ronca, sus gemidos cada vez más altos. Se siente bien, mucho mejor de lo que entendí que pasaría. Me muevo más rápido. Jacey comienza a masturbarse el mismo. Yo también suelto algunos gemidos. Jacey se arquea de pronto, con los ojos cerrados, la boca abierta. Su interior se oprime, y finalmente le veo eyacular. Todo se pone apretado dentro, pero me muevo un poco más, las sensaciones en mi vientre se incrementan, el calor se acumula ahí, y el cosquilleo termina cuando eyaculo.
Jacey está jadeando, cansado. Yo también estoy cansado, pero me muevo lo suficiente para quitarme el condón y tirarlo en un bote de basura cercana antes de acostarme en la cama. Me falta aire, mi corazón late rápido, y aun así, me siento bien, relajado. Jacey se gira, pegándose a mí, me sonríe, una sonrisa débil.
— ¿estás bien?
— Si… creí… que no… sabias hacerlo— intercala sus palabras con respiraciones profundas.
— No fue tan difícil— solo hice todo lo que leí que tenía que hacer, solo tener sexo. Cualquiera podría hacerlo, de hecho.
— te quiero— oh…
Tener sexo está bien, aunque sea un chico. Desnudarlo y besarnos está bien. Tener una erección y eyacular también lo entiendo, entiendo todo eso. Pero no entiendo esas palabras ¿porque tienes que decirlas? Me hacen sentir algo extraño, ¿acaso eso es querer? Me pone incomodo que me las diga, aunque creo que “quiero” a Jacey. Me ve un largo rato, pero yo no sé qué responder. ¿Te quiero? Me suena vacío. Él se queda dormido sin que yo logre decir nada.