No me muevo de la puerta, por lo tanto Arashi tampoco puede entrar. ¿Qué quiere hablar conmigo? Bueno eso no es tan importante en sí, más bien ¿debería escucharlo? Aun creo que puso tomate a propósito en la comida. ¿Y qué tiene que ver Glenn con esto?
— Escucha, sé que no quieres hablar conmigo, dame solo diez minutos— su voz es más suave de lo que había esperado. No pierdo nada escuchándolo, tampoco tengo que creerle todo lo que me diga.
— bien, solo unos momentos— me aparto, dejándole pasar. Estoy a punto de ofrecerle algo para tomar, pero me detengo. No tengo porque ser tan amable con esta persona. Su expresión es muy rara, como si todo le pareciera insignificante o no valiera la pena.
— tienes una casa elegante.
— Gracias— me siento en el lugar más lejos que me permiten los sofás. No dice nada. Yo me quedo mirándolo. ¿No se está burlando de mí? No sé, quizá Glenn le dijo algo sobre nosotros. Si no estuviera serio pensaría que solo viene a burlarse.
— ah, que fastidio. Realmente te detesto— me dice. ¿Ah? ¿Disculpa? Me cruzo de brazos.
— no creo haber hecho nada que merezca eso— que irritante, podría decir que el sentimiento es mutuo, él tampoco me agrada mucho. Arashi sonríe.
— no tienes idea ¿verdad? No te creas muy especial— su tono, es extraño, como si hiciera esfuerzo en encontrar las palabras o controlar alguna clase de acento— sería lo mismo con cualquier otra persona…— levanta la cabeza, mirándome fijamente— sería lo mismo con cualquiera que salga con Glenn— arrugo un poco el ceño.
— ¿no crees que es un poco sobreprotector? Entiendo que sean amigos y que se conozcan desde niños, pero detestar a las personas que salen con Glenn es algo obsesivo.
— Estoy enamorado de él— ¿Qué?... parpadeo varias veces. Siento un escalofrió, mi cuerpo se queda helado— ni se te había ocurrido ¿eh?
—… no, la verdad no. es…— sacudo la cabeza. Tiene mucho sentido si lo veo ahora, la forma en que actúa con Glenn, la manera en que me trato y todo lo que hizo cuando me lo encontraba en casa de Glenn. Todo tiene sentido ahora— ¿Te gustan los chicos?
— desde hace varios años, sí. Glenn no sabe. Al inicio solo fue Glenn, pero después… estoy interesado en Glenn desde hace años también. Él siempre salió con mujeres, compañeras de escuela, del trabajo después, chicas que conocía en algún restaurant. Pero luego llegaste tú…— hay cierto rencor en su mirada— tú y tu tonta sonrisa, y de buenas a primeras ya estabas saliendo con él, cuando nunca antes había hecho eso.
— oye, no es…
— da igual, no vine a hablar de eso de todos modos. No vine a hablarte de mis sentimientos. Eso no importa ahora. Glenn siempre termino rápido con todas las personas con que salió, así que realmente no te considere una amenaza, sabía que iban a terminar.
— ¿Lo sabias?— Arashi sonríe.
— siempre es igual. Todos terminan a Glenn por las misas razones— pienso en su rostro inexpresivo, en su falta de cariño y gestos románticos. ¿Paso lo mismo antes?— Glenn… es así.
— ¿Y? ¿Qué es lo que me quieres decir?— es increíble. Imagino que disfruto de lo lindo al saber que íbamos a terminar.
— ¿Por qué lo terminaste?— me pregunta. Le miro, estoy molesto. Me está haciendo recordar cosas que me dolieron todas las vacaciones.
— él… no quería hacer algunas cosas. Pude entender que no quisiera ir conmigo a citas y esas cosas. Pero fue demasiado cuando se fue de aquí después de hacerlo, sin decirme— lo digo con descaro, quiero herirle de algún modo también. Su mandíbula se aprieta— cuando lo hicimos en su casa, me dijo que me fuera. Eso junto lo otro… no creo que yo y él seamos compatibles.
—… no sabía eso— murmura— Glenn no habla de su vida sexual, yo no pregunto.
— ¿y a mi qué? Terminamos.
— ¿sabes? dijiste que no eran compatibles. Glenn no es compatible con nadie en realidad.
— Eso es una tontería— todos deben tener a alguien esperando, alguien con quien al final puedan tener algo especial.
— no, no lo es. ¿Por qué crees que todos dicen lo mismo de Glenn?
— Porque él es así ¿Qué tiene que ver eso?— Arashi niega. Esta murmurando algo, pero no sé si en un idioma que yo entiendo.
— antes dije que terminaban a Glenn por las mismas razones: Vi a chicas reclamarle que no las quería. Otras lloraron que no podían estar con alguien como él, algunas solo ya no volvieron o comenzaron a salir con alguien más. Eso solo por decir las más comunes.
— ¿A dónde quieres llegar con eso?— ¿Por qué contarme sobre las ex de Glenn y las formas en que lo terminaron? No creo que quiera hacerme sentir mal, yo ni siquiera le hice un drama o algo así.
— no son muchas razones, solo es una razón— hace una pausa— Alexitimia.
— ¿Ah?— ¿es nombre de una mujer? ¿Qué se supone que debo entender con eso? Arashi se reclina en el sofá.
— Nunca la habías escuchado— no es una pregunta— no me extraña, la mayoría de las personas jamás oye hablar de eso en su vida y sin embargo es más común de lo que parece.
— Sigo sin entender— Arashi suspira de nuevo. ¿Es grave? ¿Qué hace? Si Glenn está enfermo, debió haberme dicho algo.
— es un trastorno, Glenn no es capaz de entender… ¿sabes qué? tienes tu móvil aquí ¿no? busca en la red, esperare— esto debe ser una broma ¿no? mi teléfono ¿Dónde lo deje? Ah, ya. En la cocina. Mientras regreso, tecleo el nombre. ¿Alexia-que?
— ¿Podrías deletrearlo?— Arashi lo hace. Me salto la primera página, porque Wikipedia no me parece muy confiable. La página tarda unos segundos en cargar, y luego tengo que abrir otro apartado. Comienzo a leer, despacio.
“Las personas que sufren de Alexitimia están limitadas en su capacidad de experimentar fantasías o sueños o pensar de forma imaginativa. Por el contrario, tienen una forma de pensar enfocada externamente, basándose en los hechos y detalles. Las personas con Alexitimia son a menudo descritas por los demás, incluyendo a sus seres queridos, frías y distantes. Carecen de habilidades empáticas y tienen grandes dificultades para comprender y responder con eficacia a los sentimientos de otras personas”
¿Qué es esto?... las palabras no tienen sentido después de leer ese primer párrafo. Mi mente en blanco solo hace eco de lo que leo.
— ¿Acabaste?— comienzo a negar. Siento las manos heladas.
— Esto… ¿esto es cierto?— mi garganta se siente seca.
— Todas y cada una de las palabras— ¿es mi imaginación o de pronto se ve cansado?
— no entiendo… parece una broma— ¿no es algún chiste o una broma de mal gusto? No lo entiendo, Glenn no me dijo nada de esto, ¿Por qué tengo que creerle a Arashi entonces? nada me asegura que esto no es solo algo para que venga a burlarse de mí.
— pero es la verdad.
—…
— ¿Entiendes ahora?— no es que no entienda, es más bien que me niego a creer— no es que Glenn no te quiera, solo no lo sabe.
— ¿Cómo puedes no saberlo?
— sabia que eras un poco tonto, pero no que eras idiota.
— hey.
— ¿No te acabo de decir que leyeras? Glenn tiene Alexitimia, NO sabe que siente— pronuncia despacio.
— Pero no puedes no sentir— Arashi suspira.
— dije que no lo sabe, claro que Glenn siente, siente alegría, tristeza, se pone nervioso y todo eso, pero no puede identificar que es. Para él bien puede ser solo un dolor de estomago— mis ojos van a mi teléfono de nuevo. Releo el artículo, es complicado de entender, parece irreal, pero mientras sigo leyendo, muchas cosas parecen tener sentido. Estoy dudando de lo que me dice.
— debe ser… no puedo imaginarlo.
— no, la mayoría de las personas no lo imagina. Incluyo para mi es difícil imaginar eso. Pero es la verdad— eso quiere decir entonces que Glenn… que él… jadeo, levantándome. Todo lo que paso entonces…
— ¿Por eso siempre me respondía que no sabía?
— si. Realmente no lo sabe— tampoco me acompaño, no hubo palabras de aliento para mí por simplemente él no sabía…
— ¡¿Por qué no me lo dijo?!— las cosas hubieran sido diferentes entonces. Todo… todo.
— Eso… a Glenn no le gusta decirlo, dice que no cambia mucho las cosas— yo creo que si cambia las cosas— pero quizá sea en parte mi culpa. Nunca le he dicho que lo diga, Glenn me pide consejos a veces, bien le pude decir que lo dijera— le veo torcer la boca— pero soy muy egoísta. No quería que nadie más estuviera con él. Le pude convencer para que lo dijera, y no lo hice.
— todo… todo…— ¿todo es a causa de eso? ¿Alexitimia? ¿Por eso no deja que le tome la mano? ¿Qué tiene que ver eso con que no me diga cuándo se va o que me diga que es mejor que me vaya?— ¿Cómo lo supiste?
— lo conozco desde hace mucho tiempo. He visto todos los problemas que le ha causado, lo supe y lo entendí. Me esforcé al máximo para entenderlo, y lo hago. Entiendo que es lo que siente aunque él no lo sepa, por eso confía en mí. Por eso soy más egoísta también— no hay remordimientos en su voz.
— esto está mal. Estas realmente mal. ¿Qué no querías que nadie más estuviera con él?
— Glenn sufre por entender a las personas.
— ¡Eso no es escusa! Tú… ¿Te das cuenta de lo que me dices?
— Si— ahogo un sollozo. No estoy llorando, no voy a llorar, solo estoy muy molesto con lo que me está diciendo.
— ¡¿Y QUE SI NO SIENTE NADA POR MI?!— no es mi intención gritarle, mi voz se eleva sin que yo la controle. Tengo que calmarme, no puedo hablar de esta forma. Me vuelvo a sentar. Calma, necesito respirar— ¿Qué pasa si nunca sintió nada por mí? Si confundió lo que sea con otra cosa…— nunca hubo nada entre nosotros para empezar. Eso es aterrador, ¿en qué mundo podría existir una cosa como esa?
— no creo.
— No puedes saberlo— le miro unos momentos. Esto es raro… ¿Qué está haciendo aquí? si todo lo que me dijo es cierto, ¿para qué venir a decírmelo?— no tiene sentido— murmuro.
— ¿Qué?
— ¿Por qué estás aquí? casi haces que te crea, pero no tiene sentido que me lo digas. ¿Por qué vendrías a decírmelo? Tu mismo has dicho que no quieres que nadie este con Glenn, entonces esto está de más.
—… tienes razón, no tengo que estar diciéndote esto a ti. Precisamente a ti. Mira, es asunto tuyo si me crees o no… Glenn no ha estado bien desde que terminaron— dice rápido, me cuesta entenderle por la velocidad en que salen las palabras de su boca— al inicio pensé que se le iba a pasar, como siempre. Vino muchas veces a traerte tu teléfono, luego me pidió que me alejara, que quería estar solo y eso nunca lo había hecho— me pierdo un par de palabras en japonés, que sin contar el contexto ya es muy difícil de entenderle— creí que todo iba a estar bien, pero me equivoque. Cuando nos encontramos en el parque, nunca había visto a Glenn así.
— ¿A dónde quieres llegar con eso?
— Glenn estaba celoso ese día. Tuvo… una crisis emocional por la noche. ¿Tienes idea de lo duro que es verle así? ¿Sufriendo porque no sabe que siente? ¿Sintiéndose mal porque las personas se alejan de él? ¿O porque hiere a las personas sin saberlo? No sabe relacionarse, no tiene empatía, así que es normal que haga eso.
— No… no tenía idea de eso— sufrir sin saber porque está sufriendo…
— Probablemente te amé, pero no tiene idea de que todos esos síntomas "que no son tan desagradables"… se llaman amor.
— No juegues— maldición. Me froto la cara para evitar llorar, pero sigo viendo borroso. Mis manos tiemblan.
— ¿crees que jugaría con eso? esto es difícil para mí, decirte esto cuando podría solo no hacer nada y quedarme con Glenn, pero no soporto verlo así… no puedo ver como sufre por algo como esto.
— Arashi…
—no te estoy pidiendo que vuelvas con él, pero por lo menos habla con Glenn. Si no quieres ya nada con el está bien, pero al menos dile que estas bien— pero no me siento bien.
— ¿Y si no quiero hacerlo?
— Entonces quizá si debieron terminar— pego un brinco cuando tocan la puerta. Suspiro, levantándome, me siento entumecido.
— ¿Si?— abro la puerta, y parpadeo al notar que afuera todavía es de día, hay sol y el repartidor parado frente a mí.
— Su pedido— siento que llegue a otro planeta. Me le quedo mirando unos momentos, sin hacer nada, con la mente en blanco— ¿ordeno una hamburguesa?
— ah, si…— le quito la caja, y entro a buscar mi dinero. ¿Quién puede pensar en comer ahora?— gracias— murmuro, entrando otra vez. Adentro, el ambiente se siente algo decaído.
— me iré ya.
— ¿ya?
— eso es todo lo que quería decir. Por favor, piensa en hablar con Glenn— se levanta. No es mucho más alto que yo.
— ¿Y si decido volver con él?— nos miramos un largo rato.
— entonces supongo que tendré que aguantarte por ahí. No te creas tan especial, sigues sin agradarme— me dice, sin mirarme. Camina derecho a la salida. No me muevo, solo le sigo con la mirada.
— Arashi, gracias.
— No lo hice por ti— la puerta se cierra. Me desplomo en el sofá, frotándome los ojos. ¿Quién piensa que tu pareja tiene un trastorno que le impide saber lo que siente? ¡Nadie! O sea, que no te quiera o que no le importes es algo más normal para pensar aunque suene cruel.
¿Qué voy hacer?
Lo que me pide Arashi es… un poco difícil. ¿Cambia en algo saber eso? Aun no lo sé, quizá Glenn me quiera, quizá no. Y jamás lo sabré. Ahora que no estamos juntos, ¿Qué pasaría si decido volver con él? ¿Cambiaría algo? Que yo sepa no hará que Glenn sea diferente a juzgar por lo que leí en la página de internet. Glenn no va a ser de pronto tierno, o me sonreirá feliz. ¿Volvería otra vez con una persona como él?
Me siento mal por pensar eso, pero es la verdad, ¿Cómo sería mi vida? ¿Seguiría pensando de más o no? Arashi dijo que terminaban rápido con él, ¿me cansaría otra vez? No tengo que pensar solo en Glenn ¿y yo donde quedo? A Glenn no le gustan muchas cosas, y ya me es difícil iniciar una conversación con él ¿Qué haría entonces? ah, desearía poder preguntarle más cosas a Arashi. Vuelvo a buscar en internet, leyendo más entradas. La mayoría son repeticiones de las primeras. Es muy cruel… leo algunos comentarios de personas que conocen a alguien con Alexitimia, y no todos son alentadores.
¿Quiero volver con Glenn realmente? Yo podría solo ignorar esto, el mundo no cambiaría, y según lo que dijo Arashi también, a Glenn no le costara mucho recuperarse de que termínanos. ¿Está mal en serio? yo le veo bastante normal en la escuela. ¿Qué le dice a Arashi que esta así por mí? Podría ser otra cosa.
La comida que pedí se enfría, pero ya no tengo hambre, ni nada. ¿Qué voy hacer? Me siento triste… ¿Cómo es no saber que sientes? ¿Cómo es sentir algo y no saber qué es? Yo estaría asustado de mi propio cuerpo. Me encojo en la cama, esperando a que me llegue el sueño.
No busco a Glenn el lunes. Más bien, lo evito, porque todavía no sé qué hacer, porque tengo miedo de ponerme a llorar como niñita. Tengo miedo de hablarle, es la razón. El martes, decido quedarme en mi salón fingiendo que estoy ordenando las cosas para la siguiente clase.
— ¿No vas a venir a la sala de profesores?— es miércoles, y de nuevo, me encuentro en mi salón.
— Me siento un poco cansando hoy— le sonrió a Allan.
— ok, ¿Qué está pasando?
— Nada, solo no tengo humor para ir allá ahora mismo— respondo, suspirando— no tengo humor para nada.
— que pesimista.
— existen los días malos, Allan— le digo. Quizá no sea un día malo, solo estoy huyendo y exagero todo porque no sé qué hacer. ¡Maldición! Aun quiero a Glenn, claro que le quiero, me gusta y sigue siendo la persona que me salvo. Desearía estar con él ¿Qué me impide hacerlo?
Miedo, tengo miedo de la Alexitimia. Miedo de que no me quiera.
— Te traje algo— Allan pone una taza de café frente a mi— si quieres podemos comer aquí las veces que quieras. Puedo traer a Sean también.
— claro que no. también he estado haciendo cosas, por eso no he ido a la sala de profesores.
— por supuesto.
No tengo que hacer nada aun, ¿cierto?
Bah, ¿a quién quiero engañar? No puedo seguir huyendo, Arashi me pidió ayuda, aunque yo sigo viendo a Glenn bastante bien. No pierdo nada haciendo eso, hablando con él. Será mejor que espere al viernes, solo por si las cosas no salen tan bien, ¿Por qué no saldrían bien? solo le diré que no tiene que preocuparse o sentirse mal por mí.
— oye, Jacey ¿vienes a comer? Iremos a…
— No puedo, lo siento— interrumpo a Allan.
— ¿ah? Jacey, espera…— Le dejo ahí, sin dar más explicaciones. Estoy nervioso. A parte del día que me regreso mi teléfono y el encuentro en el parque, no he hablado con él. Es viernes, así que debería salir en un rato más. Espero de pie, recargado en la puerta.
Es fácil verle venir. Ah, rayos, debí haber ido por comida o algo. Glenn me ve, y cuando se queda de pie delante de mí, me quedo en blanco.
— Ah… yo… quería… emm…— balbuceo. Su rostro sigue inexpresivo. Alexitimia, me repito— Glenn, ¿podemos hablar?
— Claro— su expresión se ve más relajada, incluso parece feliz ¿o es solo mi imaginación?
— En mi casa— le digo, al ver que gira para ir al restaurant— quiero que hablemos allá— puedo ver que no está del todo convencido— por favor— añado y comienzo a caminar a la parada. Glenn me sigue en silencio. Ahora no siento la necesidad de llenar el silencio, no sé qué le voy a decir.
Supongo decir la verdad es un buen inicio.