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Cuando decir "Te quiero" no es posible por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Como ya habia dicho, este capitulo no es mas que un pequeño extra que hice porque... porque no me quedaria conforme si lo dejaba en el anterior, y porque tambien merecia su final mas o menos feliz (?)

Les dejo con el extra.

Muchas gracias a  Valkiria123,  Sakaki Yuya, dark kirito, Leyia, silencio, Remku, kurami chan,loshiieKT, Kubrick34, ahidilly,zetmine,minirous,joely1313,y a los anonimos sin nombre. 

Muchas gracias por leer.

Abro la puerta, como siempre. Antes lo hacía solo para visitar a Glenn, comer aquí y pasar un rato en su casa.  Ahora, tengo un motivo muy diferente. Glenn está en la sala, si, con  Jacey. Besándose en la sala.  Los dos se separan cuando entro.


— Lo siento, no sabía que estaba aquí— si lo sabía, solo me gusta molestar. Las cosas han sido así desde hace un tiempo. Entro de todos modos hasta la cocina— Solo venía a dejarte esto, ¿No has ido al supermercado?


— No, iré el fin de semana— me gustaría decirle que le acompaño, pero posiblemente vaya a ir con esa persona. Miro a Jacey.


A pesar de que yo fui quien le dijo todo sobre Glenn, aun si esto iba a pasar, no me sigue agradando. De hecho, le detesto más que nunca. Antes era hasta divertido ver cómo me miraba, hacerle enojar porque no le dejaba a solas con Glenn. Ahora me mira con lastima. Sé que debe estar pensando en lo miserable que soy solo de seguir viniendo y torturarme con ellos dos.  Me cansa más la forma en que me mira que verles.


— Mañana hare curry— comento. Es más una indirecta para Jacey, porque aunque ya no tenga ninguna posibilidad con Glenn, él sigue siendo mi amigo. Ahora tenemos algo así como un mutuo acuerdo en el tiempo que pasamos con Glenn.


— bien. ¿Quieres venir?— no me pregunta a mí.


— No, está bien. Mañana saldré con Sean y Allan, así que no importa— suspiro. Ya no hay nada más que pueda hacer aquí. Aunque no parezca, ya no paso tanto tiempo con Glenn, y no porque él este con Jacey todo el tiempo.  Ya no puedo seguir con esto, no puedo seguir  pretendiendo cuidar de Glenn, no sin hacerlo insoportable.


— Entonces vendré mañana— les dejo ahí.


Me cuesta admitir que Jacey está haciendo un buen esfuerzo con Glenn. Ahora que sabe cuál es el problema con Glenn,  le he visto intentar dejar claro que es lo que quiere, ya no se molesta igual si Glenn no quiere hacer algo, y en cambio, busca una alternativa.  Lo hace tan bien que es fastidioso. Y a mí no me queda de otra más que aguantarlo.  Sé que Glenn está feliz con Jacey, y no quiero volver a verlo  pasar por lo de antes. Es un poco deprimente.


Últimamente, lo único que hago es trabajar. Mañana tengo el día libre, y pensar en lo que ha estado pasando es agotador. Necesito tomar algo.


El bar está lleno para ser tan temprano.


No vengo a conocer a nadie, solo a embriágame un poco. Eso y burlarme de las parejas que vienen aquí. Es bastante gracioso pensar en lo imbéciles que son por estar con alguien, y es mucho más gracioso imaginar mil formas en que vayan a terminar.


— ¿Te diviertes?— volteo bruscamente. A mi lado, hay  un tipo hablándome. Estoy ya algo ebrio, así que solo lo ignoro— estabas mirando a mi ex— miro de nuevo a la pareja que está en la pista mientras le doy un trago a mi bebida.


— tienes un gusto horrible. Ella es fea— señalo. Él se ríe. No me gusta hablar con desconocidos, pero es un bar, estoy un poco ebrio. Se inclina a mí.


— No hablaba de ella— oh. Me centro en el chico que baila con ella. El chico es rubio, y me recuerda demasiado a Jacey, solo que este es más alto y  fornido.


— sigues teniendo mal gusto. ¿Lo estás siguiendo? 


— No, fue una coincidencia.  Él ni siquiera me ha visto, y tampoco duramos tanto como para que importe. Paso hace mucho— tenemos que gritar para escucharnos. La verdad no me importa si le está siguiendo o no, o que está haciendo aquí— ¿Vienes seguido por aquí?


— a veces, si mi trabajo me deja.


— ah, ¿Trabajo difícil?


— Para nada— no tengo muchas ganas de hablar, me levanto, pago y me voy.  Maldición, no estoy tan ebrio como me gustaría estar. 


Me quedo en cama todo el día siguiente. No quiero ver a nadie. Glenn viene por la tarde,  no estoy tan contento por eso, porque de seguro Jacey tiene algo que ver con que venga. Incluso me olvide de que tenía que cocinar.  Cocinar al menos me hace sentir mejor.


No dura mucho de cualquier modo, si cada que regreso a casa les encuentro besándose. Ni siquiera me acerco cuando les veo en la entrada del departamento de Glenn. Es una mierda, en serio. ¿Por qué esto no puede ser más rápido?  


Creo que no puedo aguantarlo al final de todo.  Me dirijo al bar sin pensarlo, solo que ahora es mas tarde, y apenas puedo pasar entre la gente. Evito la pista de baile y miro la barra, se acaba de levantar una pareja.  A empujones llego hasta los asientos. Un vaso se aparece delante de mí, y me lo bebo sin dudar.


— ah, eres tú.


— Tu— repito— ¿otra vez estas acosando a tu ex?— él hace un gesto de que no me escucha,  pero no repito lo que dije.  Le hago una seña al camarero para que me sirva más de lo que sea que me dio.


— Eres del tipo amargado ¿no?— le miro. Se ha sentado en la silla que quedaba vacía entre nosotros— vienes solo y no hablas mucho.


— ¿Cómo sabes que vengo solo?


— no veo a nadie más contigo. ¿Siempre eres así o solo estas pasando una mal momento?— no le respondo. Es un desconocido, que posiblemente quiera algo más conmigo.  Tiene los ojos claros, y el cabello oscuro, pero no puedo saber su color  por las luces del lugar.


— ¿Por qué te dejo tu ex?


— ¿importa? ¿A ti también te dejaron?— no lo diría así, porque ni siquiera tenía nada con Glenn. Ah, de nuevo pensando en Glenn— en realidad, solo quejas por mi trabajo.


— umm…— sé que no me escucho. Solo bebo dos vasos más antes de levantarme e irme. Después de eso, no diario voy al bar, pero si con más frecuencia. Ese sujeto a veces está ahí, y siempre es él quien se acerca a hablarme. Eso es lo que debería hacer ¿no? salir con alguien más, olvidarme de Glenn y todo eso. Es muy extraño, después de tanto tiempo, ahora siento que soy yo el que se olvidó de cómo era sentir algo.


— oye…


—  ¿Qué?


— Estaba por irme también…— me sigue a la salida.


— ¿ahora estas acosándome a mí?


—  no, solo…  es por mi trabajo. De cierta manera…— murmura, le miro. Ni siquiera me está mirando— como sea, solo me siento cómodo contigo. Soy Shawn.


— Arashi.


—  no me mires así, de verdad no estaba acosándote. Es el bar que queda más cerca de mi casa, y me gusta la cerveza.


— vale— pero me sigue pareciendo extraño. Él me mira— ¿no tienes amigos o alguien más con quien venir?


— acabo de mudarme— claro. Que típico— suena mal,  pero así es.  Bueno, tengo que irme— señala la calle. Así que… acaba de mudarse. De algún modo, es extraño hablar con alguien que no sea para trabajo.  Quizá por eso mismo, después de eso me cuesta menos hablar con él cuando me habla en el bar. Nunca de nada profundo, y más bien son solo quejas de las personas que están ahí.


 


Ah, Glenn no está. Miro su departamento vacío. Siento como acido recorrerme la garganta y el estómago. No es la primera vez que pasa, desde que sale con Jacey… bueno, no es raro que Glenn no pase la noche en su departamento y no ocupo ser un genio para saber dónde y con quien esta.   ¿Cómo lo sé? La casa sigue igual que como estaba ayer, y  Glenn no es de los que dejan las cosas así.


— ah, Arashi.


— ¿Eres doctor?— Nunca había visto a Shawn fuera del bar. Trae puesta una bata blanca de médico. Nunca le había preguntado tampoco en que trabajaba.


— Ah… algo así— Es… raro. Me desconcierta ver a alguien hablándome con una expresión— ¿Vives cerca?


— sí. ¿Estás trabajando?


— no, ahora iba a…


— ¿Quieres ir a cenar?— le interrumpo. La verdad no quiero estar en casa ahora. Él me ve, callándose de golpe.


— ¿En serio? Eso estaría bien, estupendo. Te sigo— cruzo la calle y entro a un local al que nunca había entrado. Shawn esta tan… feliz, que me parece un gran perro faldero— ¿Te encuentras bien? ¿Paso algo?


— ¿Por qué preguntas?


— nunca me habías invitado a ningún lado. Si no te hablo, no me hablas tú. Ya sé que eres un amargado, no me culpes por sorprenderme.  ¿Tuviste un mal día?


— no, todo fue perfecto.


— ¿En que trabajas?


—  una empresa de informática.


— ah, lo suponía. Pareces del tipo que pasa todo el día frente a una computadora. También te has ido a veces cuando te llaman.    


— A veces tengo que ir a solucionar problemas— no sé porque me molesto en aclarar eso, quiero y necesito sacarme de la cabeza la imagen que viene cada que pienso en esos dos a solas.  Apenas salimos del restaurant, me dirijo al bar. Ya es tarde, y ahora si quiero olvidarme de todo.  


 


— eh… ¿Arashi?


—  ¿Qué?


— no deberías…


— Suéltame— me cuesta hablar, todo da vueltas, pero me siento extremadamente feliz— puedo caminar…


— no puedes… ¿Dónde está tu casa?


— ¿Quién eres?— no puedo ver bien. Me siento bien, muy bien. ¿Qué importa todo lo demás? Yo estoy bien. Comienzo a soltar risitas, cada que tropiezo.


— Shawn…— ah, sí, él.  ¿Qué le pasa?  No lo entiendo, es algo tonto. Quiero seguir bebiendo, comienzo a sentir frio. ¿Dónde está el alcohol? creo que pregunto, pero no entiendo lo que me dice.  Camino, y camino. Casi me voy de cara contra unas escaleras y me pongo a reír. 


Eso es lo último que recuerdo antes de despertar en la casa de alguien más, con un tremendo dolor de cabeza y la boca seca. Gimo, tapándome la cabeza. Esto es lo peor de beber. Ni siquiera sé dónde estoy. Soy realmente patético.  Una puerta se abre, a lo lejos, pero igual me causa una punzada de dolor de cabeza.


— ¿puedes hacer menos ruido?


— ah, estas despierto— Shawn. Estaba con él anoche, esta debe ser su casa— ¿quieres algo?


— Agua— me destapo. La cama es muy cómoda. Él regresa con un vaso de agua, que me tomo casi de dos tragos— ¿Por qué apestas a… eso?


— oh, formaldehido. Acabo de llegar del hospital. Lo siento, debe ser insoportable con la resaca— hay algo que quiero recordar con lo que me dice, pero la cabeza me está matando. Él me deja de nuevo, me acuesto, cerrando los ojos.  Quiero dejar todo atrás, necesito dejarlo atrás ya, pero maldición, es difícil. ¿Cómo olvidarme de todos estos años?— ¿sigues despierto?


— sí. Quiero más agua, y aspirinas— escucho el sonido de la caja de aspirinas. Él ya las trae consigo.


— No pensé que fueras de los que beben de esa forma— me encojo de hombros— ¿Quién es Glenn?


— ¿Cómo?


— Anoche no dejabas de llamarlo, y quejarte de Jacey— ah, vaya…— ¿es tu…?


— amigo. Solo es mi amigo. Tengo que irme.


— espera… ah, eres realmente frustrante ¿sabes?— me vuelvo a sentar en la cama. No sé dónde están mis zapatos, y siento que apesto a alcohol.


— no me grites.


— No estoy gritando— dice, pero baja la voz.


— si soy tan molesto, nadie te obliga a soportarme. Da lo mismo, a nadie le importo.


— ¿¡Lo vez!? Eso es a lo que me refiero. Dices eso, y ni siquiera puede ser cierto—  le miro, sin poner ninguna expresión—  y sigues sin poner atención.


— creo que necesitas dormir.


— he intentado acercarme a ti todo este tiempo, y justo cuando creo que pasa algo, luego parece que volvemos al inicio. Me preocupo por lo que haces. ¿Por qué crees que te traje acá? No sé qué pasa contigo— me gustaría saberlo también— ¿Qué es lo que pretendes?


— nada. Glenn es solo mi amigo de la infancia, y Jacey es su pareja.


— ¿ah?


— lo preguntaste. Y no te creas tan listo. Se lo que intentas conmigo— el piso se siente más estable— gracias por traerme aquí y no dejarme en la calle.


— ¿Eso es todo?— sonrió.


— ¿esperabas más?


— no, bueno, al menos esperaba una invitación a comer, o una cena— balbucea.  Shawn no es serio como Glenn, ni tampoco asquerosamente alegre como Jacey.  No sé cómo describirlo. Me quedo mirándole a los ojos.


— está bien. El jueves  tengo libre, te veo en la entrada del bar a las nueve. ¿Dónde están mis zapatos?


— Debajo de la cama ¿siempre eres tan controlador?— sonrió. Hay cosas que no puedo cambiar. Los zapatos están donde dice. Cuando me los pongo, paso por su lado. Él no me detiene, pero me sigue por el pasillo y  la sala.


— A las nueve, no llegues tarde— no sé dónde estoy, y cuando salgo, la luz a penas y me deja ver por dónde voy. Cuando logro ver, me ubico. De hecho, no estoy tan lejos de mi departamento.  Vaya… tengo una cita.  No es como había esperado volver a hacer estas cosas, hace un tiempo que no salía con nadie en plan de más que amigos.  Apenas llego a mi cama, a la oscuridad de mi cuarto, recibo una llamada para volver al trabajo.  Ah, esto será un maldito dolor de cabeza.


 


Glenn está saliendo de su departamento cuando yo voy llegando.


— ¿has estado ocupado?


— un poco— me siento bien al pensar que Glenn me echa en falta. Ya no en un plan romántico, solo feliz porque no me ha olvidado. No soy ingenuo, acepte mi derrota desde que Jacey volvió— ¿ocupabas algo?   


— solo deberías descansar. Si tienes que ir al  hospital por el trabajo puedes tener problemas más serios.


— lo hare. ¿Vas a salir?


— Organizaremos una excursión— oh. En otro tiempo, le daría consejos para estas situaciones, porque a Glenn no le gustan, y lo conozco tanto como para saber que aún no le gustan. Glenn sigue siendo Glenn con la diferencia de que sale con alguien, y aunque no se dé cuenta, se está esforzando más por entender.  


— no te estreses. Deja que los demás piensen y tú decide si te gusta o no. supongo que no iras con Jacey ¿no?— él da clases en primaria.


— no. Se me hace tarde— me despido con la mano. Me alegra en serio que Glenn quiera seguir adelante y todo eso,  no me alegra que sea con Jacey, pero es un mal menor. Ahora yo debo salir adelante.


 


El jueves, el bar está casi vacío. Llego primero que Shawn, aunque no espero por mucho tiempo. Él me mira, luego al bar a mi espalda.


— ¿de verdad quieres tener una cita allí?


— Nunca dijiste a donde querías ir— sonrió al ver su mueca de disgusto.


— olvídalo, no pienso hacer esto. Mi auto esta por allá, iremos a otro lado— me encojo de hombros y le sigo.  Su auto  parece muy moderno— ¿hay algún lado a donde quieras ir?


— ¿Por qué no me invitaste antes? Esperaste a que yo te invitara.


— No parecía que fueras a decirme que sí— no deja de mirar la calle—  eres complicado, extraño, parece que la mitad del tiempo estas molesto y la otra mitad planeado alguna maldad. Y nunca hablas mucho.


— solo nos conocemos del bar, eres un desconocido, es normal que no hable con alguien que se me acerco en un bar.


— Me pareciste interesante, y estaba solo— ¿esto es una discusión? Es divertido— luego te vi de nuevo, y otra vez. Eres la única persona que conozco en ese lugar. Creí que no… que tu no… me sorprendes.


— ¿en serio? eres muy fácil de leer. Creo que desde que hablamos la primera vez supe que estabas interesado— o a lo mejor es que después de vivir con Glenn, me volví muy bueno leyendo las expresiones de los demás.


— ¿Y no dijiste nada?— se detiene en la calle y apaga el auto— eres cruel, Arashi.


— ya no sé cómo es tener una relación. Supongo que quería  probarte— bajo del auto— estuve enamorado de otra persona mucho tiempo, algo que solo fue unilateral, quiero terminar con eso y no volver a caer en algo igual— nunca fue problema para mi estar con alguien más,  aun con Glenn, tuve varias relaciones cortas y un montón de salidas de una sola noche.


Caminamos hasta el único restaurant que veo.


— ¿Y? ¿Aprobé?


— no estaríamos aquí si no— es un buen modo de empezar.  Me burlo más de él mientras esperamos, también le respondo algunas preguntas más antes de que por fin llegue la comida.


— me alegra que aceptaras venir, yo…  me pareces interesante, y…


— sé lo que vas a decir.


— Déjame decirlo— masculla— al menos quiero hacer esto bien, ¿puedes dejarme hablar?— le hago una seña— quiero que salgas conmigo. Como pareja, oficialmente. Citas, llamadas, todo eso.


— ¿aun si dices que soy insoportable?


—  no eres tan insoportable. Apuesto a que solo tienes miedo— ¿miedo?... quizá. Miedo a olvidarme de Glenn, a dejar lo que sentí por tanto tiempo, a que no funcione con nadie más. Le miro, estamos inclinados sobre la mesa.


— ¿Por qué dices que nunca duras mucho con tus parejas? Creo que debo preocuparme por eso— el me mira, como si hubiera olvidado que me conto eso hace tiempo.


— bueno…— justo en ese momento su teléfono suena. Me reclino en la silla mientras responde. Shawn siempre responde el teléfono— ¿sí?... no, ¿ahora?  ¿Y qué me dices de Charlie?  Ah, está bien. Voy para allá—  genial, esto iba demasiado bien.


— no te molestes, volveré a casa por mi cuenta.


— ¡No! es decir… acompáñame. Solo es… un asunto menor de trabajo— vaya, es la primera vez que me hacen una invitación como esta— después puedo llevarte a casa.


— ah, está bien—  no pregunto nada mientras andamos en el auto, él toma una carretera que sale de la ciudad, hasta que nos topamos con un bloqueo— ¿es un accidente? ¿A dónde vamos?


— Aquí— él apenas y me ve cuando baja y se dirige hasta los primero oficiales. ¿Qué está  pasando? ¿Es alguien de su familia? Esto es incómodo, no debería estar aquí.  Me bajo, intentando ver mejor que es lo que paso. La ambulancia solo tiene las luces encendidas, no hay nadie intentando salvar a nadie. Llego hasta donde la cinta policiaca me deja, y veo a Shawn inclinado sobre…


Me doy la vuelta, y regreso al auto. Me quedo reclinado en la puerta hasta que regresa.


— ¿eres el forense?


— ¿ah? oh, si…  se supone que hoy no tengo turno,  pero hay otro accidente en otro lado, y necesitaban que alguien firmara, como soy el único que está disponible.


— déjame adivinar, ¿traes a tus citas a accidentes con frecuencia?


— eh, no. pero a nadie le agrada mucho enterarse… ni que tenga que irme cuando me llaman.


— entiendo. Esto es… interesante en cierto modo ¿podemos irnos? No me gustan los cadáveres.


— Claro, claro— no sé si reírme o tomarme esto en serio. Un trabajo ocupado, creo que entiendo el problema que tiene.  Es gracioso, en cierto modo. Comienzo a reír— ¿Qué te divierte?


— tu… te estabas quejando de que no querías tener una cita en un bar. Creo que mi idea era mejor que esto. ¿Ir a registrar el cuerpo de alguien? ¿En medio de una cita?  Eres peor que yo. Ya entiendo porque te dejan.


— Oye— se queja. El auto se detiene. Este no es mi departamento, pero no me extraña, nunca le dije donde vivía. Yo bajo primero. Eso era todo ¿No?— ¿ya te vas? Ah, esta no es forma de terminar una cita, pero no podía dejarte solo así.


—  que considerado. La verdad, fue divertido ver tu cara mientras me burlaba de ti.


— ¿Entonces tengo una oportunidad?— me pregunta, le tengo delante de mí, acercándose mucho. Le detengo poniendo una mano en su pecho.


—  solo si te lavas las manos… ¿sabes? mejor date un baño completo y luego hablamos— su ceño se frunce, y me aguanto la risa.


— ¿Me esperas?— ¿en serio lo va a hacer? No me toca mientras le sigo a su departamento. Me quedo en la sala, tratando de no reír. Ya no puedo seguir creyendo que tendré alguna oportunidad con Glenn. No puedo seguir haciendo lo que hacía, no es bueno para él, ni para mí, no pienso alejarme de Glenn, porque somos amigos y porque todavía pienso que le entiendo mejor que nadie, pero es hora de dejarle esforzarse por el mismo.


Cuando Shawn entra, con el cabello mojado y ropa nueva, me pongo a reír.


— En serio, eres tan…— me levanto. Le beso, sé que le toma desprevenido porque da un brinco. Es raro, no estoy pensando en Glenn.


— ¿Ya no tienes ninguna objeción?— niego con la cabeza. Y sin duda, esta es la cita más extraña que he tenido. No sé cómo termínanos en la cama, pero sigo sin tener objeciones.


 


Shawn insiste en llevarme, por la tarde del día siguiente a mi departamento. No me extraña que no quiera soltarse de mí.


— No eres el único que tiene llamadas de improvisto— le comento, mientras busco las llaves.  Anoche, de hecho, le volvieron a llamar antes de que pudiera si quiera pensar en quitarnos la ropa. Me quede solo porque me reí tanto, que le dije que lo esperaría ahí. 


— lo siento mucho, en serio.


— no es para tanto. Tampoco me gusta ir tan rápido en la primera cita.


— ¿cita? ¿Tienes una cita, Arashi?—  nos giramos. Glenn está ahí, detrás de nosotros, con Jacey a un lado, intentando ver que está pasando.


— que alto…


—  Shawn, él es Glenn,  mi amigo.


— Hola— Shawn parece algo intimidado. Glenn solo inclina la cabeza a modo de saludo.


— Traje esto para ti— Glenn me extiende una bolsa de papel que conozco bien, porque son los panecillos de tomate que me trae a veces. Los tomo abriendo la bolsa.


— Gracias— el solo sigue caminando a su departamento. Jacey a su lado me sonríe.  Pongo los ojos en blanco, me dan ganas de decirle que deje de sonreírme así. Se lo que me quiere decir con eso.


— ¿ese es tu amigo? ¿En serio?— me pregunta cuando estamos dentro por fin.


— sí. Pero no te preocupes, solo parece un poco malo, pero es una buena persona. Y está saliendo con ese chico.


— vaya…


— ah, supongo que tendré que hablar con Glenn después— me siento bien ahora que después de ver a Glenn no sentí esa oleada de celos que me invadía cada que lo veía con Jacey. Ya no tanto.


— Creo que tengo mucho que averiguar de ti ¿no?— Shawn mira la bolsa con los panecillos— ¿quieres contarme algo?— le miro. Supongo que puedo confiar en él, después de todo, yo también necesito hablarlo.


— es una historia larga, quizá quieras sentarte.


 No pienso cometer los mismos errores que tuve con Glenn.  Quizá, cuando terminemos de hablar, pueda besarlo otra vez, si es que nuestros teléfonos se quedan apagados.


 

Notas finales:

Espero que les gustara ^.^

Muchas gracias por el apoyo a esta historia, y si quieren leer mas de mi, les invito a leer Bloodless, que ya lleva unos cuantos capitulos y aun le queda mucho.

Hasta pronto!!


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