Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando decir "Te quiero" no es posible por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, yo por aquí de nuevo. Espero que esta historia les este gustando tambien, aunque de momento es algo lento, no es facil darle emocion a una historia cuando uno de los protagonistas tecnicamente no siente, pero pronto las cosas iran poniendose mas interesantes.


Gracias por leer ^^

¿Por qué la comida tarda tanto? Estoy tan nervioso estando junto a Glenn que me he quedado callado.  Por dios, como me sudan las manos, y por si fuera poco, siento que el corazón se me saldrá del pecho de tan fuerte que late. Los panecillos de tomate siguen intactos en la mesa, y entre todo lo que me pasa, me sigo preguntando ¿a quién se le ocurre hacer eso?


— ¿Estás bien? Parece que te has puesto rojo ¿Te hizo efecto la alergia?


— ¡No! ¡No!— digo, agitando las manos delante de mí.  No puede ser ¿también me puse rojo? Aaahh ¿Dónde está la comida rápida cuando la necesitas?— Estoy bien… Gracias de nuevo por lo del panecillo. Nunca había pensado que alguien hiciera un pan de tomate.


— no es común.


— ¡Para nada! Menos mal que te diste cuenta o hubiera tenido que irme sin esperar la comida— una de las cosas que menos me gustan es que me vean cuando tengo la reacción alérgica. Cuando era más pequeño a mis hermanos les gustaba molestarme poniendo tomate en algunas cosas y yo termine en más de una fiesta con comezón y la cara llena de ronchas. Evito el tomate desde entonces— tengo esa alergia desde pequeño, es un fastidio. ¿Eres alérgico a algo?


— no.


— que bien por ti. Al menos tengo el consuelo de que no necesito ir al hospital cada que me da— Glenn no dice nada, pero me estoy acostumbrando a que no hable mucho, es algo incómodo cuando lo que quiero es saber más de él, pero bueno, no puedo obligarle a hablar.


— eso es bueno.


— si… ah, por cierto ¿alguien  te ha preguntado por tu cumpleaños?


— no ¿Por qué tendrían que preguntarme?


— bueno, en la escuela se hace una pequeña fiesta el día del cumpleaños de los colegas, ya sabes, una cena, alcohol y música. Me gusta mucho que se tomen la molestia de hacer eso, pienso que es un buen detalle, así que no puedes quedar fuera ahora que estás trabajando ahí, oh ¿no piensas irte pronto o sí?


— no.


— menos mal ¿entonces no te han preguntado nada?


— no. No he hablado mucho con los otros profesores. ¿La entrevista con la directora cuenta?


— no. Ella casi no asiste a esas fiestas… ¡no pienses mal! No es una fiesta alocada ni nada, ella está muy ocupada con sus asuntos para ir. Porque no importa el día que sea, la fiesta la hacen justo el día


— ya veo.  Mi cumpleaños es el cuatro de noviembre—  aww. Que mal, se ha pasado ya con algunos meses, si hubiera sido pronto, su fiesta seria el pretexto perfecto para acercarme más a él de manera indirecta, claro. 


— bien, lo recordare para anotarlo en el calendario de la sala de profesores. El mío es el veinticinco de enero, recién cumplí veintiséis. ¿Cuántos años tienes?


— veintinueve—  uh, se ve de más edad, a lo mejor es porque siempre esta serio y nunca sonríe— no entiendo el fin de esas fiestas.


— ¿Cómo?— ¿en serio? No es muy difícil entender que cuando es cumpleaños de alguien se haga una fiesta en honor de esa persona. 


— ¿Por qué hacen esas fiestas?


— pues… para celebrar el cumpleaños. Solo es una muestra de afecto de todos, si quieres llevas regalo o si no, basta con un abrazo— ¿me está tomando el pelo o en serio? Dudo mucho que Glenn tenga sentido del humor— ¿nunca has ido a una fiesta de cumpleaños?


— no veo por qué.


— ash, bueno ahora tendrás que ir a todas, nadie acepta un no por respuesta en esas cosas, es casi una obligación asistir, a menos que seas la directora— le digo, riendo. El me observa, sin cambiar su expresión. ¡No me veas así! Me incomoda que me vea, no puedo adivinar que está pensando si no tiene expresiones en el rostro.


— no sé cuándo son.


— te avisare antes, no te preocupes. Además, cuando sea tu cumpleaños, veras que todos irán por igual— le digo, recargándome en la silla. El olor aquí solo hace que me de hambre— hubo una justo antes de que llegaras… oh, de hecho el día que me ayudaste, cuando quisieron robarme…


— umm, si.


— justo iba regresando de esa fiesta.


— era tarde, a esas horas es mejor tomar un taxi.


— sí, bueno… no había uno, pensaba llegar a la avenida a salvo, pero bueno… gracias a ti solo fue un pequeño susto— ¿pequeño?, Ja, para nada, pero no diré lo asustado que estaba esa noche, nunca.


— Disculpen la demora— la misma chica que trajo los asquerosos panecillos de tomate llega con dos bolsas— estas son las brochetas de carne…


— Para mi—  las tomo, y Glenn solo extiende la mano para tomar la otra bolsa.


— gracias por esperar, vuelvan pronto.


—Gracias— le digo, antes de que ella se regrese rápido a la cocina. De nuevo hay una fila grande para ordenar, y las mesas están todas ocupadas. Me cuesta trabajo moverme entre las personas sin que mi comida termine aplastada. Cuando logro salir de la tienda a base de empujones, me giro para ver a Glenn. Pff, el sale como si nada de la tienda, las personas se apartan un poco para dejarle pasar. Como envidio su altura.


— Nos vemos mañana— dice, deteniéndose frente a mí.


— Si, que tengas un buen regreso— le digo, agitando la mano para despedirme. Glenn solo se da la vuelta, marchándose al lado contrario. Ah, qué mal me hubiera gustado quedarme más tiempo hablando con él aunque no sea muy platicador. Uf, pero solo hay que ver cuanta información sobre él  he obtenido en estos días.  Casi me puedo ver caminando feliz por la calle con mi bolsa de comida. Estar enamorado me hace ridículamente feliz ¿y si le invito un día a comer a ese local? la comida es buena y puedo decirle que es mejor comerla ahí mismo. Sí, es una buena idea solo tengo que buscar el momento adecuado para decírselo.


Mi casa está sola, como siempre. Vivir solo no me molesta, después de pasar años siendo víctima de las bromas de mis hermanos, un poco de tranquilidad para mí es la gloria. Aun cuando mis hermanos crecieron y se mudaron, tenía el deseo de vivir por mi cuenta.  Cuando estoy ordenando la mesa, el teléfono fijo de la casa suena. 


— ¿Si?


— Jacey, ¿Dónde estabas? no me respondías el teléfono.


— Pero si no habías llamado antes Allan, he estado en casa todo el día desde que compre mi comida— respondo, negando.


— uh, quería ver si lograba atraparte. ¿Qué es lo que no me quieren decir tú y sean?— tan típico de Allan. No es una buena idea decirle lo que pasa, pero al final se va enterar y armara un escándalo.


— nada, no pasa nada. Sean solo está exagerando como siempre.


— ¡pero si es grave quiero enterarme! No puedes dejarme fuera de lo que te pase solo así.


— por favor deja de ser tan dramático. Me estas asustando y harás que consiga una orden de restricción.


— vale pues, seré serio. Conozco cuando pasa algo, y aquí está pasando algo grande— Pff, ni que el hecho de que me enamorara de un colega fuera algo grande. Solo es otra persona enamorada en este mundo, nada raro.


— no es nada serio.


—aja, entonces si pasa algo… ¿vez como  no me equivocaba?


— ¿Qué? ¡No, no!—  que estúpido soy.  Estúpido Allan y sus insistentes preguntas. Ahora no me dejara en paz hasta que no le digamos lo que pasa.


— Ya no me puedes mentir— aun en el teléfono puedo escuchar su tono presumido. Arg, todo por no colgarle cuando pude. Ruedo los ojos, suspirando.


— Si, pasa algo, pero no tengo por qué decirte nada— ¿me meteré en problemas si le digo? A veces pienso que entre todas esas insinuaciones que hace se asoma la verdad. No me atrevo a preguntarle de ninguna forma si está enamorado de mí. Y si lo está, no me gustaría contarle que estoy enamorado de otra persona.


— que cruel. Ya me enterare… bueno, entonces paso por ti a las ocho, oh, espera, será un poco después porque pasare por Sean primero.


— no hay problema, nos vemos en la tarde.


— Ah, y Jacey… no olvides que me enterare de todos modos— no me deja responderle, el muy tonto me colgó, ¡Colgó!


— al menos podrías no sonar como un acosador— murmuro al teléfono. Genial, metí la pata con Allan, y por si fuera poco tengo que pasar toda una cena con él… la comida gratis no vale el martirio. Espero que al menos se comporte un poco a donde sea que nos vaya a llevar, es demasiado vergonzoso estar en el centro de atención de las personas por los exagerados gritos de Allan. 


A las ocho quince en punto,  los golpes llamando en la puerta hacen que me levante del sofá y deje el libro que estaba leyendo para matar el tiempo. Hace casi media hora que estoy listo,  más porque no tenía nada que hacer que porque en realidad quería estar listo.


— Mejor apúrate antes de que se le ocurra hacer un escándalo con la bocina— Sean está en la puerta cuando abro.


— ¿ah?


— Compro un nuevo sistema de sonido, no ha parado de hablar de lo bien que suena y eso. Le dije que yo bajaría por ti.


— ¿entonces no sería mejor encerrarme en casa y fingir que no los vi?


— muy listo, pero no. No me vas a dejar a solas con Allan y aún tenemos que hablar sobre lo de Glenn.


— No hay nada que hablar sobre Glenn— suspiro, saliendo y cerrando la puerta. Será mala idea contarle lo que pretendo ¿no sería mejor negarlo todo?  Con Allan no tendría problemas si lo niego, pero Sean es otra cosa.


— ¿Por qué tardaron tanto?—  ignoro a Allan, pues Sean ha abierto la puerta delantera, ¿yo iré atrás? Me quedo de pie, mirando como Sean sube dirigiéndome una sonrisa maliciosa. 


— oye.


— vamos, Jacey, solo sube— me dice, cerrando la puerta. No es justo, no me gusta mucho ir en la parte de atrás de los autos, si no es un buen conductor a veces me mareo.  No sé qué está planeando Sean,  él sabe que no voy atrás si puedo evitarlo.


— ¿Qué pasa? No me ignoren—  genial, genial. Mejor me hubiera quedado en casa— Jacey, vamos di algo…


— …


— Déjalo, solo está haciendo berrinche.


— Yo no estoy haciendo berrinche— logro decir, con los dientes apretados apenas puedo pronunciar claramente lo que dije. Ruedo los ojos cuando ambos me ven por el espejo retrovisor.


— ¿Por qué estas molesto, Jace?— Allan se gira, mirándome con curiosidad y pena. ¿Jace? Pero si ese es otro nombre.


— Mi nombre es Jacey.


— ¿¡Que rayos te pasa?! ¡Voltea a la calle!— El grito casi histérico de Sean no hace que Allan regrese su atención al volante. Sean intenta mantener en el carril correcto el auto.


— ¡Allan, ponte a conducir!— exclamo, sujetándome del asiento con una mano mientras empujo la cara de Allan para que voltee al frente.    


— ya, no sean dramáticos.


— Estás loco—  murmuro. Sean parece que quiere golpear a Allan, y ahora mismo no me molestaría, incluso yo le quiero golpear.


— ¿Ven? Jacey ya no está enojado.


— Solo llévanos a donde sea que nos vayas a llevar y cállate— sean suspira, asomándose un poco por la ventana. ¿Cómo puedo ser amigo de Allan? De seguro Sean también lo está pensado.


— oigan, lo siento, no pretendía que pasara nada, tenía todo bajo control. Lo juro—  idiota. Siento que me saldrá el corazón del maldito susto que Allan me dio. No  lo creía capaz de hacer algo así.  Prefiero no decir nada ahora,  no quisiera decir nada inapropiado ahora que estoy molesto.  Allan parece entender, porque no insiste más.


— ¿A dónde vamos?— pregunto un rato después al ver que Allan no se detiene. Veo a Allan suspirar aliviado.


— un restaurant de comida tailandesa— ¿comida tailandesa? No tengo idea de que es, aparte de que es de Tailandia.


— ¿al menos esta buena? Jamás he comido comida tailandesa— Sean interviene, y entonces el ambiente del auto termina por relajarse.


— yo tampoco.


— la probé cuando estuve en Florida, con eso de la venta de la casa. Me gusto, pero nunca he venido a este restaurant, investigue un poco y tiene muy buenas críticas— dice, girando a la derecha.  Entramos a lo que parece ser el barrio chino.  Wow,  nunca había entrado, se dónde está y había pasado antes por aquí pero de eso a entrar.  Debo admitir que es muy pintoresco, parece que hemos viajado a oriente.


— oye ¿Qué  no china y Tailandia son dos países distintos?


— Lo son— respondo, recordando las clases de geografía— aunque están cerca.


— dejen de pensar esas cosas, solo vamos a comer y ya—  dice Allan, deteniéndose en un espacio libre de la calle— el lugar está en la esquina, bajen y no se pierdan—  como si fuera a perderme aquí, en cualquier caso no me perdería, me iría a casa por mi cuenta. Allan es el primero en caminar. El restaurant es grande, y tranquilo.


— No está mal— digo, siguiendo a la mesera que nos guía a una de las mesas. Sean solo silba bajito, mirando alrededor. 


— les dije.


— bueno, ¿y sabes que vamos a pedir? Yo no sé qué es esto— le digo, mirando el menú. Espero que haya algo sin tomate aquí o me quedare sin comer y eso si va a molestarme.


— tranquilo. Pediremos un paquete y  ya—  Allan es quien se encarga de pedir quien sabe que cosas. Espero que de verdad recuerde mi alergia… ¿Por qué sean me está mirando? Oh, rayos, me olvide de su “platica pendiente”


— ¿Pasa algo?— pregunto, fingiendo que todo está bien.  Él solo arquea la ceja y Allan se inclina un poco en la mesa.


— Dímelo tu ¿Qué te traes con Glenn?— suelta, ignorando a Allan. Solo cuando veo que no dice nada, entiendo que Sean debió decirle antes de que fueran por mi todo o una parte de lo que pasa con Glenn.


— no se dé qué me estás hablando. Solo estoy siendo amable con él— eso,  finge demencia, solo niégalo todo y todo irá bien.


— no Jacey, eso no funciona conmigo.


—  Suéltalo todo—  miro a Allan, sonriéndome. Incluso sus ojos azules parecen divertidos. ¿Entonces no está enamorado de mí? Menos mal, era muy incómodo no saberlo, no puede estarlo si me pregunta sobre otro chico— ¿Por qué pones esa cara?— pregunta, riendo.


— pensé que te gustaba.


— uh, bueno admito que eres atractivo pero no. no me molestaría salir con un chico, pero ya ves… solo tonteo contigo.


— ah, no sé si eso me hace sentir mejor.


— como sea, ¿Qué pasa con el nuevo? ¿Te gusta?—  ¿Por qué tienen que ser tan entrometidos? Podrían solo ser amigos normales que se preocupan por cosas sin importancia. No puedo verlos a la cara cuando trato de mentir.


— no.


— Me pondré celoso si coqueteas mucho con él.


— Yo no coqueteo con él— ay,  no… ¿Por qué me tengo que poner rojo justo ahora? Siento que estoy siendo muy obvio, las miradas de Allan y Sean me lo dicen. Yo ruedo los ojos, suspirando— a lo mejor ¿bien? me gusta, pero no sé si como para salir con él.


— ah, no volveré a meterte ideas raras en la cabeza.


— no lo hice porque lo que me dijiste, quizá me gustaba un poco antes, me salvo ¿no? pienso que fue genial esa noche, aunque estaba tan asustado que no lo vi entonces. 


— ¿te salvo? ¿Qué te paso?— Allan pregunta, llevándose un bocado a la boca.


— quisieron asaltarme el día de la última fiesta de cumpleaños, el intervino y peleo con esos tipos… aunque no fui amable con él después. Pero me disculpe y ahora todo está bien—  explico, mirando la comida.


— oh… yo quiero conocerlo. Tengo que conocer a mi rival.


— Allan, cállate— exclamo, y siento la cara arder cuando casi grita. Sean le da un codazo.


— ¿Qué? En verdad tengo que darle el visto bueno a ese tal Glenn. No puedo dejar que mi Jacey salga con cualquiera— no puedo evitar sonreír, porque a pesar de todo lo que dice, sé que Allan en verdad se preocupa por mí.


— no se preocupen. Se lo que hago, no ocupo que me estén vigilando. Además como dijo Sean antes, no parece que le vayan los chicos.


— ¿Y? no lo sabrás si no intentas algo.


— emm... No, mejor no. solo dejemos las cosas como están y ya— es estresante no ver alguna reacción en Glenn cuando hablamos, siempre serio y sin cambiar el tono de voz.


— es lo más sensato que te oigo decir…


— ¡No puedes dejarlo así!— Allan y Sean han hablado al mismo tiempo, y me hacen reír cuando se voltean a ver.


— así está bien. De seguro se me pasara en uno días— no creo que pase tan rápido con el incidente de los panecillos, pero puedo intentarlo.  Sean me observa, algo dudoso.


— ¿de verdad vas en serio con él?


— hoy recordó que soy alérgico a los tomates y me quito un panecillo de tomate antes de que lo comiera. No me había sentido así, nadie con los que he salido recuerda mis parloteos.


— eso es un lindo detalle.


— Allan, no le des más ilusiones. Jacey, tienes que ser realista— Arg ¿Por qué Sean suena como mi padre cuando le dije que quería ser maestro de primaria? Solo hace que quiera ignorarlo o hacer exactamente lo contrario.


— ya, Sean. Si a Jacey le gusta, no hay remedio. Pero primero tenemos que comprobar si a él le gustaría salir contigo.


— Si, eso estaba…— ¿uh? Espera ¿Qué fue lo dijo?— ¿Qué…?


— Allan, no…


— Vamos, te ayudaremos a salir con ese tal Glenn— dice, con una sonrisa digna de comercial de pasta dental. Sean solo niega, con la mano en su frente.  Para alguien que hasta ayer juraba amarme, esto es un cambio extremo.     

Notas finales:

Por esos amigos que no sabriamos que hacer sin ellos ;) Y la proxima semana tendremos un personaje nuevo para darle mas emocion a esto!!

Hasta la proxima semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).