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Cuando decir "Te quiero" no es posible por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

uuhh, lamento la tardanza, pero me quede sin luz y recien llego. Aun es sabado, asi que solo llego un poco tarde, espero que les guste

Pero que frio. Las lluvias fuera de época casi siempre vienen con un frio como si estuviera en el polo norte. Y por si fuera poco, le he dado mi paraguas a Glenn en un intento de parecer más amable.


— ¿Jacey?


— ¿Por qué llegas tan tarde?— me quejo cuando Allan llega, con un enorme paraguas.


— lo siento, me perdí un poco… vamos


— La comida se enfrió— me quejo, caminando hasta el lugar donde quedo el auto de Allan.  Allan es la única persona que se que podría llevarme a mi casa de favor en momentos como este, Sean está ocupado, así que no tenía más opciones.


— hubiera sido más especifico ¿Qué haces aquí de todos modos? ¿Y tu paraguas? Tenias uno esta mañana— me pregunta, ya cuando llegamos al auto.


— Se lo deje a Glenn— murmuro, abrazándome a  mi mismo en un intento por estar calientito.


— ¿se lo dejaste?... oye, vas muy en serio con eso— me dice, riendo y cerrando la puerta del auto. ¿Qué parte de la conversación de la otra noche no entendió?


— Si— espeto. El auto está caliente, y suspiro de puro placer de sentir el calor. Allan no dice nada mientras enciende el auto— hablaste con Sean, ¿verdad?


— si, anoche y hoy en la mañana. Para ser alguien que dice ser heterosexual habla demasiado de ti—


— ¿Qué?—  oh, no. no me digas que también…


— no pongas esa cara, no es lo que piensas. Sé muy bien cuando alguien está enamorado de otro alguien. Ese no es el caso.


— qué alivio…


— ¿Qué pasa?— Allan me sonríe, no sé qué es lo que quiere escuchar, pero bueno nunca he sabido muy bien cómo actuar delante te Allan. 


—  Hubiera sido muy incómodo después de todo lo que me ha visto pasar— desde que me mude, sean ha sido mi mejor amigo, he salido muchas veces a beber con él, así que ha estado ahí cuando me enamoro de alguien más y también por consecuente cunando me dejan.  


— ah, sí lo pones así, jamás querría volver a verle, estaría muy avergonzado como para hablarle.


— ¿tu, avergonzado?— ahora soy yo quien ríe.


— Jacey… bueno… ¿Qué te preocupa entonces? Te he notado preocupado.


— ¿Está mal?—  antes no me preocupaba por eso, solo asumía las cosas y ya, hacia lo que hiciera falta para poder salir con esa persona— enamorarme así…


— umm… no creo que este mal, pero es algo precipitado…


— Sean no para de repetírmelo. No sé, lo he pensado mucho desde la última vez que me terminaron. Ahora con lo de Glenn… no sé qué hacer— no puedo creer que al final le esté diciendo todo esto a Allan, pero no tengo en quien más confiar, Sean ya se sabe esta cantaleta.


— qué raro, nunca habías pedido opiniones sobre esto antes.


— ahora es diferente.


— ¿ah sí? no lo veo muy diferente— dice, girando en la calle que da a mi casa.


— umm.


— ¿Por qué estás tan triste? Acabas de estar con quien te gusta, e incluso le dejaste tu paraguas. Trabajan en el mismo lugar ¿Qué más puede pedir alguien?


— que esa persona me quiera. No sé si Glenn sea la persona correcta. Ni siquiera creo que le gusten los chicos, es decir, solo tienes que verlo: no parece nada homosexual—  murmuro, sin bajarme del auto.  He pasado por esto tantas veces, que no es raro que hoy este algo receloso.


— ¡Pero si eso nadie lo puede saber! A lo de la persona indicada me refiero. Pero es lo emocionante de conocer personas.


— no tiene nada de emocionante. Siempre termino siendo un completo asco cuando elijo a alguien. Me da miedo ahora— Ja, parece que al fin tantos tropiezos han servido para algo.


— eeh, admito que no has tenido mucha suerte, pero ¿Sabes? Siempre te he admirado por eso— me dice, inclinándose un poco a mí. ¿Admirarme? ¿Por qué? No hago nada más que salir con una persona hasta que me deja, y luego busco alguien más, y otra… no hay nada que admirar en eso.


— no me hace sentir mejor.


—  vamos, jacey. ¿Qué pasa con el chico que siempre seguía a pesar de todo?


— ¿Se hizo mas prudente?— Allan ríe, y yo también suelto una risita— supongo que tienes razón, pero no se… a lo mejor solo quiero darme un tiempo de todo esto.


— eso estaría bien.


— además, no creo que salga conmigo, ya te dije que no creo que sea gay.


— yo tampoco lo soy y aun así podría salir contigo— ah otra vez no. No me gusta cuando Allan  dice estas cosas, creí que con lo de la cena del otro día estas cosas acabarían. El ambiente en el auto se siente muy incomodo ¿será muy grosero que me baje ya? No quiero estar en esta situación con Allan.


— Amm… bueno…


—Ja, tranquilo te dije que no intentaría nada. Solo era un comentario para animarte: Que no sea gay no quiere decir que no me plantee la posibilidad de salir con un chico.


— oh, entiendo— claro, es casi lo mismo que le he estado diciendo a Sean cada que vamos al bar, claro que de forma distinta y en situaciones diferentes. ¿Acaso no van a esos lugares cientos de personas que no parecen  homosexuales?


— ¿lo vez? Las cosas no estaban tan mal.


— ¡Gracias! No sabes lo mucho que ocupaba esto… pero por favor, no te involucres en esto. No me gustaría que me ayudaras— las ideas de Allan son algo extrañas y yo aun tengo que pensar en que hare próximamente.


— pero si yo solo quiero ayudar.


— Mejor no lo hagas— le digo, sonriendo mientras abro la puerta. Afuera aun esta haciendo un tremendo frio e incluso esta lloviendo un poco. El agua helada hace que me enchine la piel— nos vemos mañana.


— Claro— corro en dirección a mi casa.  


Nunca había sido tan cauteloso con una relación, casi siempre solo iba y ya pero ahora no se… no siento que se aplique la misma acción si quiero algo con Glenn. ¿Quiero algo con Glenn? Suspiro, dejando la comida en la mesa. Si… me gusta, y cada que estoy cerca de él me pongo nervioso, y siento que el corazón se me saldrá de lo rápido que late.


Para mi eso es estar enamorado.


No es la primera vez que lo siento, pero si la primera que siento miedo. ¿Es porque es Glenn? Es decir, él es muy inexpresivo ¡nunca sonríe!  Pero eso no es problema para mi,  mas bien el que no conocí a Glenn en un lugar donde solo frecuentan personas homosexuales.  Cuando conozco alguien ahí, es seguro que esa persona sale con chicos, ha salido con chicos o quiere salir con chicos. Este no es el caso ¿eso es lo que me tiene inseguro?


Al parecer eso es. No me gustaría que Glenn pensara mal de mí, la mayoría de los chicos se toma mal que un chico  se enamore de él,  y por eso siempre lo he evitado. No me gusta complicar las cosas.   Dios, me desconozco siendo tan analítico, eso debí hacerlo cada que salía con alguien, no solo con Glenn.  Bueno,  como pensé antes, podría esperar, de todos modos no llevo prisa para salir con él.


Aprovechar ese tiempo para averiguar mas cosas sobre él, y eso solo significa mas platicas a solas con Glenn. Sonrió, acostándome en el sofá. ¡Me encanta esa idea! Me  gusta mucho la perspectiva de pasar un rato hablando con él.  Mañana intentare invitarle a comer.


Pero tengo mala suerte por la mañana, pues se acercan los exámenes para los alumnos de primaria, y justo esta mañana han decidido ponerse de acuerdo sobre el contenido, así que aquí estoy, discutiendo con los otros dos profesores de segundo grado sobre que debemos poner el examen.    


— ¿Por qué no vas con él?— me susurra Allan, en un rato que me acerco a la cafetera.


— porque estoy ocupado— suspiro. Glenn está sentado en la misma silla que suele usar, leyendo el periódico para variar— a lo mejor más tarde— pero no, el timbre suena y ni siquiera acabamos de ponernos de acuerdo. Los exámenes son algo delicado que se tiene que ver en conjunto, así que no podemos descuidarnos en ese detalle. Después de acordar quedarnos a la salida, regreso al salón. Los niños no son muy desordenados, al menos no el grupo que tengo ahora.   


A la salida, solo nos toma como media hora acodar el contenido. Como son alumnos de segundo grado no hay muchas cosas que hacer, no podemos hacer muy difícil el examen. Mientras me dirijo a la salida, puedo ver a Allan con los otros profesores de su grado, de seguro haciendo lo mismo que nosotros.


— hasta mañana Jacey.


— Adiós Melody— ella es la otra maestra de segundo, alta, de cabello oscuro, rostro redondo y gafas de marco plateado. No tiene más de treinta años, aunque nunca me he atrevido a preguntárselo, es algo sensible a la edad. A su lado, Isaac se despide agitando la mano. Él es castaño, algo robusto pero muy amable. 


Ah, debería comprar un auto pronto. Solo de ver como cada uno se dirige a su propio auto, siento que empiezo a desencajar aquí.


— Jacey.


— ¿si...? Ah, Glenn ¡Hola!— ¡¿él está aquí?! ¡Él está aquí! De no ser porque sería muy raro me pondría a brincar ahora mismo— ¿vas a casa?


— Te estaba buscando— oh, dios ¿me buscaba? Calma, calma. No es momento para ponerse a pensar cosas que no son, debo calmarme.


— ¿necesitas algo?


— Quería devolvértelo— ¿ah? Oh, mi paraguas. Que decepción, esperaba otra cosa… no, no, es bueno ¿Acaso no había querido que notara algo? Es algo.


— ah, no tenías que traerlo tan pronto— le digo. Por inercia miro al cielo. Aun esta nublado y hace un poco de frio.


— es tuyo,  y ya no lo necesito. Gracias por prestármelo— lo tomo, mirándolo. Vamos, tengo que decírselo… solo es decirle.


— ¿vas al restaurant? Yo voy para allá ¿vamos juntos?— ¡No! eso no es. Que mal, pero me acobarde en el último momento.


— porque no— me dice, encogiéndose de hombros. Ah, menos mal que dijo que si, aún tengo oportunidad de pedirle que salgamos a comer algún día. ¿Qué tipo de comida le gustara? Hasta ahora yo solo le he dicho que pedir, pero no sé cuál sea su comida preferida.


— Vamos— le digo, sonriendo. No decimos nada en el camino. Es un poco incómodo quedarme en silencio con él, pero ¡Es tan poco conversador! Por eso he estado hablando sin parar, no me gustan los silencios— ¿Cómo te fue hoy?


— como siempre.


— ah…— ¿de verdad? ¿Cómo se supone que es eso?


— yo estuve planeando los exámenes con los otros maestros de segundo ¿tú no lo haces?


— a veces hago examen sorpresa. Los de evaluación reglamentaria ya vienen del departamento.


— ah, interesante. Nunca he dado clases en secundaria— ay, no te quedes callado otra vez.  Suspiro, caminado en silencio hasta que llegamos.  Pediré lo que sea y ya, no tengo mucha hambre ahora, pensar en preguntarle también me pone nervioso— ¿pediste esas cosas de tomate? ¿Te gustan?— iugh, panecillos de tomate.


—no son para mí, a  Arashi le gustan.


— ¿Arashi?— oh, no…— ¿es tu novia?— las cejas de Glenn se alzan solo un poco mientras me mira.


— es un amigo—  ¿amigo? Oh… siento mi cara enrojecer de vergüenza. Pero qué pena, no me pude contener a preguntar, ¡¿habré sonado raro?! ¿Y si me delate?


— Sí—  suelto una risa, pero solo sale un sonido estrangulado y muy agudo.  Ay, que falso me escuche. Necesito contrólame, recuperar el control.  Necesito respirar. Inhalo, exhalando un suspiro tembloroso. Estuve a punto de cometer un error, la tristeza que comenzaba a sentir ante la idea de que Glenn saliera con alguien más… bueno, creo que si estoy enamorado.  


— ¿están buenos? Yo no puedo probarlos…


— A él le gustaron— Uff, un amigo nada más, solo un amigo y a lo mejor no fui tan obvio, él no parece darse cuenta de lo que hice recién— ¿Somos amigos?


— ¿eh?


— Tu y yo— ¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso es una prueba o algo así? Glenn solo me mira, sin inmutarse, sin cambiar su tono.   


— Claro ¿o no?—  ¿él no quiere? No lo entiendo. Arrugo la frente, sintiéndome malhumorado ¿Cómo que si somos amigos? que me guste no quiere decir que no lo seamos o que solo por eso le diré que no quiero ser su amigo.


— no sé.


— Bueno, entonces seamos amigos— pienso en Allan y Sean, lo que hacemos como amigos— ¿acaso no has tenido amigos antes?— refunfuño.


— Solo Arashi. No se…— ah… vaya, otra vez metí la pata. Suspiro, negando. Esta persona es mucho más extraña de lo que parece.


— Te invito a comer este sábado—   le suelto. Wow, que orgulloso estoy de mí mismo. Nunca había sondado tan decidido en algo. Me agrado. Y no solo eso, lo que Sean y Allan me dijeron por fin lo pude hacer: conocer a alguien antes de salir con él. ¿Acaso antes de salir hay que ser amigos? pues ahora ya di el primer paso para ver si le declaro mis sentimientos. 


— ¿Por qué?


— Porque somos amigos— le sonrió, apoyando mi mano en su hombro. Es muy alto.


— ¿este sábado?


— si.


— No puedo— me dice, cortante. Un quejido mental inunda mi mente, desinflando la felicidad que sentía hace unos segundos— Arashi me invito a comer— resoplo por la nariz, cruzándome de brazos. Inconscientemente arrugo la nariz.  Bien, pues vete a comer con Arashi.


— No pasa nada, descuida— ¡Ni siquiera parece apenado de decirme que no de ese modo! 


— ¿te sientes mal?


— No, estoy bien— refunfuño.


— Bien— ¿y no va a decirme que día puede? ¿O yo? La gente sigue entrando y saliendo, las meseras viniendo con las charolas de comida. Y nada ¿de verdad no me lo preguntara? Que insensible.


No, no…. rayos. ¿Qué cosa estoy haciendo? parezco novia celosa y ni siquiera estamos saliendo. No es el modo de hacer esto. ¡Tengo que arreglarlo!


— es una lástima que no puedas el sábado ¿otro día?


— si.


— ¿Qué día puedes?— pregunto después de un momento de estar esperando a que me dijera que días podía él— yo no tengo compromisos esta semana, así que cualquier día me viene bien—


— El viernes— dice, después de unos momentos de silencio— así no hay que preparar clase para el día siguiente—  Aaahh ¿hasta el viernes? No es justo ¡Aún queda mucho!    


— El viernes será entonces— me muerdo la lengua cuando quiero añadir “es una cita”.  No es una cita, es solo una salida a comer más, como lo haría con Sean o Allan. Solo eso— ah, cierto ¿A dónde quieres ir?


— ¿uh?


— si, si vamos a comer será mejor ir viendo a donde iremos ¿no crees? ¿Qué te gusta?— pregunto. Que buena idea he tenido, si le pregunto causalmente estas cosas aprovechando que saldremos no me veré tan interesado.   


— Ya veo… ¿Por qué no elijes tú?— ¿en serio? arrugo la frente, mirándolo.


—  no quiero elegir un lugar que solo preparen cosas que no te gusten. Me harás sentir muy egoísta—


—… no tengo preferencia por alguna comida.


— no seas así  ¡Debe haber algo que te guste mucho!—exclamo, dando un golpe en la mesa con mis manos. Glenn no se sorprende, pero parece que no me entiende— lo siento.


— Me gusta la comida japonesa—  ¿comida japonesa? ¿Sushi? Nunca he comido sushi, me parece un poco… extraño. Soy muy fan de la comida italiana, aunque esta atiborrada de tomate, e incluso la comida china me gusta. ¡Debo hacer algo!


— ¿tiene tomate?


— no.


— entonces está bien… emm, será un poco raro pero… no conozco ningún restaurant de comida japonesa ¿conoces tu alguno bueno?


— Si, conozco varios—   Uff, menos mal.  Solo de imaginar yendo a un lugar donde la comida sea mala y que haya sido yo el que eligiera… no, no, no.


— Entonces el viernes iremos—  le digo, sonriendo. La campanilla de las entregas suena, me giro, mirando lo que parecen ser nuestros pedidos. Me levanto primero,  llegando hasta el mostrador. El olor de proveniente de las bolsas me hace agua la boca— ¡Muchas gracias!— le digo a la chica que está en esos momentos tras el mostrador.


—  Gracias— la voz profunda de Glenn suena tras de mí. No debería ponerme nervioso por eso, pero… ¡Dios! Camino a la salida sintiendo que se me sale el corazón.


— Bueno, ¡Hasta mañana!— le digo, cuando salimos. Glenn asiente— que tengas buen viaje a casa— ah, soné un poco cursi. ¡Tengo una cita con Glenn! Brincaría de felicidad si no me estuviera viendo ahora mismo.  Es un excelente día, solo tengo una queja…


¡Viernes llega ya!

Notas finales:

La primera cita de amigos entre estos dos, aunque bueno... ¿como saldran las cosas? 

espero que les guste, gracias a los que leen. 


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