Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Destronado por MyDarkestDesires

[Reviews - 88]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola Hola!! Os he hecho sufrir haceindoos esperar saber que es lo que sintio nuestro querido/odiado sasu...En este cap sasu se pone en plan filosofico y nos abre un poco su corasonsito (vaya no sabia que el tenia de eso)

SASUKE POV

Naruto llevaba un tiempo actuando bastante extraño pero no le di importancia. Tenía cosas importantes que hacer, cosas que concernían a Gaara y tenía que devanarme los sesos para encontrar un lugar donde pudiéramos reunirnos sin que los ojos vigilantes de Rasa se posaran sobre nosotros.

Seguía con la rutina que había establecido últimamente con Naruto: cuando él no estaba en la oficina, aprovechaba a depositar un café dulce con nata y chocolate, como a él le gustaba, junto a una rosa. Sin embargo, al final de la jornada, cuando solo quedaba yo limpiando, veía el vaso de café frío y la rosa abandonados en la mesa día tras día. Había pensado en hablar con él después del trabajo pero últimamente me encontraba demasiado cansado.

Con los días, fui quitándole hierro al asunto. Tenía asuntos más importantes que atender que aguantar las pataletas de un doncel.

Pero el día que vi a la zorra de Gaara acercándose peligrosamente a MI Naru, el odio bullía en mí y amenazaba con salir como un volcán en erupción arrasando con todo a su paso.

Sabía que Naruto tenía carácter pero no era consciente de que alguna vez se atrevería a gritarme y humillarme delante de todo el mundo. Nadie, JAMÁS me había hablado de esa forma salvo mi padre. Un sabor amargo inundó mi boca al recordar a mi progenitor.

El sabor amargo se hizo insoportable cuando él me confesó que me había visto con Gaara y, probablemente, se imaginaba qué hicimos tras abandonar la fiesta. Había dejado a Naruto completamente solo y le había traicionado en sus narices y ni por un solo momento llegué a pensar en él, en sus sentimientos.

Cuando vi la oportunidad ante mí de obtener ni venganza, no me lo pensé dos veces t me lancé de cabeza hacia ella. Había traicionado a la persona que más amaba en el mundo y había roto mi promesa de olvidarme de todo y abandonar mi venganza por Naruto, quien se había convertido en la luz que guiaba mi camino. Mis sentimientos no habían sido lo suficientemente fuertes para volver a encontrar la luz cuando la oscuridad se cernió sobre mí, y como siempre, mi alma acabó siendo pintada del más oscuro negro.

¿Realmente me había convertido en la persona que era ahora? ¿Qué valía más para mí, el amor o el poder?

¿Por qué había pensado que podía tener ambas cosas y sin sufrir las consecuencias? ¿Podría algún día redimirme t salvar mi alma? No, mi alma llevaba ya años consumida, pudriéndose lentamente, alimentada por el odio y la ira, por la humillación que mi familia había sufrido y por mi propio egoísmo. A pesar de eso, seguía queriendo a Naruto a mi lado y, aunque él ya no me quisiera, yo le debía una disculpa.

Estaba condenado a quedarme solo pero me negaba a ser odiado por esos ojos azules que me sonreían cada vez que posaba mi mirada sobre ellos.

No sabía qué hacer. Una disculpa no bastaría para justificar por qué me comporté como un auténtico bastardo y mucho menos para que Naruto me perdonara. Naruto era una de esas personas que veían más valor en los actos que en promesas y palabras vacías.

Sin embargo, ¿qué podía hacer? Naruto se había ido por lo que sería más difícil comunicarme con él y no tenía ni idea de dónde vivía ni de dónde se encontraría trabajando ahora. Además, tenía otro problema; ¿qué podía hacer para que el rubio me perdonase?

-¿En qué estás pensando?- la voz de Gaara me sacó de mi ensoñación.

-No te importa-repliqué secamente.

-Vamos, Uchiha, estamos juntos en esto.

Gaara me abrazó por detrás, enroscando sus brazos alrededor de mi pecho, pegando el suyo contra mi espalda. Notaba cómo su miembro se erguía, rogando por ser atendido. Me estaba invitando a jugar.

Decidí rendirme a los encantos de Gaara. Él lograba distraerme por un rato del obsesivo y casi insano pensamiento de cierto doncel rubio en mi cabeza, con su expresión destrozada deformando su rostro en una mueca que deseaba con todas nis fuerzas poder borrar.

Yo no tenía salvación. Naruto lo intentó y fracasó. Ya había llegado demasiado lejos así que, no me importó hundirme un poco más en la oscuridad esa noche.

Ahora tenía cosas más importantes entre manos, me repetía una y otra vez, intentando convencerme a mí mismo de ello. Cosas que SÍ podía recuperar. Con Gaara recabando información sobre los negocios sucios de su padre, tenía una oportunidad de alcanzar mi tan anhelada venganza. Pero ahora no sentía ese regocijo y satisfacción internas que antes sentía. Me sentía como una marioneta sin vida. Completamente vacío.

-S..Sasuke-Gaara comenzó a gritar. Un hilo de saliva escapaba de su boca. Estaba a punto de llegar al éxtasis.

No me había dado cuenta de que mis estocadas eran cada vez más rápidas y rudas, cosa que pareció excitar al pelirrojo.

El teléfono sonó. Cogí el aparato mientras seguía complaciendo al pelirrojo. Tapé su boca con una mano para atenuar sus gritos.

-No lo cojas-ordenó Gaara zafándose de mi mano.

Miré el número. En la pantalla ponía que era del psiquiátrico. Obito no paraba de darnos problemas.

-¿Diga?-contesté.

-¿Hablo con el señor Uchiha?

-Así es. ¿Qué quiere? Estoy ocupado-rezongué.

-Verá…- dijo la mujer dubitativa, de pronto intimidada por mi tono de voz-le llamo porque esta mañana ha venido a visitar a su tío alguien que me pareció un tanto sospechoso.

Su anuncio me sorprendió ¿Quién iba a ir a visitar a Obito? ¿Querría Rasa obtener información de él? ¿No le había hecho ya suficiente daño?

-¿Sabe quién es?

-B…Bueno, algo así. Dijo ser su esposo y firmó en el libro de visitas como Naruto Uchiha.

Me detuve en seco ¿Qué hacía el rubio visitando a mi tío?

Gaara, frustrado comenzó a golpearme. Quería que siguiera con las embestidas pero yo ya no estaba de humor. Salí de Gaara y me vestí rápidamente.

-¿Qué te crees que estás haciendo?- preguntó Gaara notablemente enfadado-. ¿Adónde crees que vas? Todavía no hemos terminado.

-Me temo que tendrás que acabar tú solito esta vez- dije cerrando la puerta tras de mí.

***

Los días siguientes estuve rondando el psiquiátrico. Le pedi a la mujer que llamó que me informara de cuándo mi “esposo” iba de visita.

Y finalmente Naruto apareció.

Cuando entré en el locutorio, este se encontraba vacío. Pregunté a una enfermera que me indicó que algunos de los pacientes salían por las mañanas a pasear por los jardines. Tal vez podía encontrar al rubio ahí.

Me crucé con varios enfermos, todos ellos inmaculadamente vestidos de blanco. Algunos de ellos murmuraban cosas para sí mismos o eran demasiado hiperactivos, otros, en cambio no parecían estar locos.

A pesar de llevar la misma indumentaria, fui capaz de distinguir a mi tío bajo la sombra de un árbol, hablando apasionadamente con Naruto, quien le escuchaba con atención.

En ese momento, sentí una punzada de culpa. Él estaba haciendo con mi tío lo que yo jamás hice: él estaba escuchando, estaba con él, le sonreía y le reconfortaba. Mi tío era feliz.

-Dime Naruto, ¿qué haces aquí?

Notas finales:

nos leemos!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).