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Destronado por MyDarkestDesires

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s ya he vuelto!!! Os echaba de menos

Siento el retraso taaaaan grande con las actualizaciones pero es que he estado hasta arriba de examenes y trabajos (los trabajos de programacion son de lo peor del mundoTT.TT)

Sin embargo, aqui estoy con un nuevo cap y muchas ganas de seguir escribiendo:) Este viernes o sabado además subire otro cap para compensaros por mi ausencia estas semanas.

Espero que me perdoneis XD

A la mañana siguiente desperté con un horrible dolor de cadera en una cama que no era la mía. Lentamente fui recordando lo que pasó la noche anterior y poco a poco, mi cuerpo entero ardía de vergüenza. No podía creérmelo, ¡me había acostado con el teme!

Mi vergüenza aumentó exponencialmente cuando Sasuke entró en la habitación.  Me examinó meticulosamente y en un tono neutro dijo:

-¿Todavía sigues ahí?-arqueó una de sus perfectas cejas. Se acercó lentamente a la cama hasta que se puso sobre mí, a escasos centímetros de mi cara-. ¿No será que quieres repetir y por eso me estabas esperando en la cama?

Rápidamente, coloqué la almohada entre nuestras caras, la vergüenza era demasiado grande como para permitirme siquiera pensar en una respuesta adecuada. Sasuke se apartó de mí y cuando se encontró en el marco de la puerta anunció:

-Baja, el desayuno te está esperando.

Después de asearme y vestirme, hice caso al teme y bajé al salón donde Sasuke y su madre desayunaban en completo silencio. La atmósfera era tensa pero ninguno de ellos parecía estar incómodo con aquella situación, como si estuvieran acostumbrados a vivir a diario en ese ambiente que destilaba tanta hostilidad.

Con precaución me acerqué a la mesa y tomé asiento al lado de Mikoto y justo en frente de Sasuke.

-Uchiha Sasuke-dijo Mikoto en un tono duro-.¿Crees que voy a permitir que metas a un doncelucho cualquiera en mi casa?- me dirigió una mirada llena de desprecio.

-Es un amigo, madre.

-¿Crees que no os he oído? Que yo sepa, con los amigos no se hacen ese tipo de cosas, Sasuke.

Definitivamente estaba equivocado, ahora sí que no podía estar más avergonzado.

-Lo que yo haga no es de tu incumbencia- rezongó.

-¿Por qué no entiendes que no quiero que acabes como Itachi? Esta familia ya ha perdido suficiente y no quiero perderte a ti también- sollozó.

-Sé cuidarme solo e Itachi también, seguro que está bien, te lo prometo mamá-susurró Sasuke abrazándola. El moreno le susurró algo más en el oído a su madre pero no alcancé a oír de qué se trataba.

Cuando Mikoto se hubo tranquilizado, Sasuke me sugirió salir a buscar a Sai. Le contesté que no me parecía una buena idea que dejara a su madre sola pero la urgencia que reflejaban sus ojos me decía que dijese lo que dijese, él no me haría caso.

A regañadientes acompañé al Uchiha a diversas galerías y exposiciones de arte. Durante el trayecto, quería preguntarle muchas cosas sobre nuestra relación pero no me atreví a exteriorizar mis dudas ya que él volvía a mostrar ese comportamiento hermético y presuntuoso tan característico de él.

Como era de esperarse, no dimos con Sai pero no nos íbamos a rendir, después de todo, solo era el primer día de nuestra búsqueda.

Ahora nos encontrábamos descansando en un banco en el parque, viendo cómo los niños jugaban y a las parejas paseando. La visión de las parejas sonrientes cogidas de la mano disfrutando de una linda cita hizo que sintiera una punzada de celos en mi interior y me hacía preguntarme si cuando acabara todo esto podría tener algo así con Sasuke.

Instintivamente, llevé mi mano hacia la del moreno y entrelacé nuestros dedos. Sasuke no reaccionó; estaba metido en sus pensamientos, probablemente pensando cuál debería ser el siguiente sitio que deberíamos visitar.

Me sorprendí cuando su fría mano apretó la mía con suavidad. Una leve sonrisa de felicidad asomó en mí rostro. Pero esa alegría se esfumó cuando vi una cabellera rubia aproximándose desde la distancia.

Tiré de Sasuke con todas mis fuerzas y le arrastré a través del pequeño bosquecillo que había a escasos metros del banco donde estábamos sentados. Me detuve cuando todo el aire que había alojado en mis pulmones se agotó. Me apoyé contra un árbol para evitar caer rendido al suelo.

-¿Se puede saber a qué ha venido eso, dobe?-espetó Sasuke resoplando.

-Mi padre…mi padre estaba en el parque…- farfullé.

-¿Y qué con eso?- jadeó el moreno.

-Tú…tú no lo entiendes…Si mi padre nos ve juntos…te castrará.

-¿Por qué?

-Simplemente por el hecho de que eres un hombre que estaba a una distancia poco prudencial de mí-reí incómodo.

-¿Así que Naru-chan tiene un padre sobreprotector?- se mofó.

-Yo que tú no me reiría. Te acabo de salvar la vida teme.

Un carraspeo interrumpió nuestra discusión.

-Perdón, pero ¿podríais apartaros de en medio?-dijo un chico pálido con una sonrisa que parecía ser ensayada. En sus manos sostenía un cuaderno y a su alrededor había desperdigados lapiceros, pinceles y tubos de pintura de distintos colores. Entonces entendí que éramos unos intrusos en el paisaje que estaba tratando de plasmar.

-Lo siento- contesté apartándome con rapidez-. No te habíamos visto.

-Bueno, la verdad es que no me importaría que aparecieras en mis obras de arte- me dedicó otra de esas sonrisas artificiales.

-Ten cuidado con lo que dices- intervino Sasuke.

-Soy Sai- se presentó el desconocido ignorando a Sasuke-. Apuesto a que un doncel tan hermoso como tú tiene un nombre igual de lindo.

Al oír ese nombre, el Uchiha cogió del cuello de la camisa a Sai y lo zarandeó con violencia.

-Dime lo que sabes de Fugaku Uchiha, ¡YA!

-No sé de qué me hablas- balbuceó Sai.

-Teme para. ¡Le vas a hacer daño!-forcejeé con él hasta que liberó a Sai.

-Tienes un novio muy agresivo.

Sasuke se colocó entre Sai y yo. Le lanzó una mirada gélida y amenazante que hizo retroceder unos pasos a Sai. Era increíble cómo Sasuke podía imponer tanto respeto e incluso infundir miedo. ¿Habría adquirido aquella habilidad al enfrentarse a distintos peces gordos rivales cuando la empresa todavía le pertenecía o era algo que estaba en su naturaleza?

Sai tragó saliva. Sasuke no necesitó hacer nada más para que hablara, simplemente le clavó su profunda mirada hasta que Sai fue consciente de que no tenía escapatoria. Ahora que Sasuke sabía quién era, Sai se había convertido en supresa y no le dejaría marchar.

-No…no sé gran cosa sobre él. Sé que era un exitoso empresario y que hace un par de años murió. Jamás en mi vida le he visto ni he hablado con él, lo juro.

-¿Y tu madre?-inquirió el Uchiha.

-¿Mi madre?

-¿Quién es?

-Ella murió cuando era pequeño. Apenas la conocí.

-Lo siento-murmuré.

-Mi…Mi abuelo dice que él la mató ¿Es eso cierto?

-Quién sabe- respondió Sasuke en un tono seco-. ¿Por qué querría mi padre matarla?

Sai se sorprendió al escuchar aquello.

-¿Eres uno de ellos? ¿Un Uchiha?

-¿Tú qué crees?-respondió cínico.

-¿Qué más te ha contado tu abuelo?- intervine.

-Él tampoco sabe gran cosa. Sabe que mi madre tuvo una aventura con él y que hasta que murió nos estuvo proporcionando grandes sumas de dinero para mantenernos.

La situación se estaba volviendo endemoniadamente complicada. Cada vez que obteníamos respuestas se aparecían nuevos interrogantes. A pesar de estar avanzando, tenía la sensación de que estábamos retrocediendo cada vez más y estaba empezado a dudar seriamente si algún día conseguiríamos desvelar el misterio que escondían los Uchiha.

-Sai-kun- dije en un tono amable- seguro que tú también quieres descubrir la historia que tu madre te ocultó así que, ¿qué te parece que nos mantengamos en contacto para intercambiar información? Si te acuerdas de algo, no dudes en contárnoslo por insignificante que creas que sea y, si nosotros descubrimos algo, te mantendremos informado.

-La verdad, siempre me he mantenido apartado de todo esto. Jamás me he interesado en mi padre o en su fortuna y, sinceramente, dudo que lo que diga mi abuelo sea verdad. Simplemente necesitaba echarle la culpa a alguien por haber perdido a su hija-dijo con tristeza.

-Está bien- repuse-. Sin embargo, me gustaría que nos mantuviéramos en contacto de todas formas. Me encantaría que algún día me mostraras tus cuadros. He oído que eres un gran artista.

-Está bien- su cara se iluminó con una sonrisa de verdad.

Cuando nos alejamos y dejamos de nuevo solo a Sai pintando, Sasuke sonrió y murmuró:

-No sé cómo haces para ganarte el corazón de todo el mundo. Tienes una habilidad extraordinaria.

-¿También me he ganado tu corazón?

-¿En serio necesitas preguntarlo?

-Eres tan frío e inexpresivo que  no sé leer lo que…

Él tiró de mí y me atrajo hacia sus labios los cuales interrumpieron mi discurso con un dulce y apasionado beso.

-¿Aún necesitas que te responda?


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