一¿Y bien? ¿Su nombre?
El deleite en su voz era palpable. Esteno saboreó aquel instante, disfrutó del rostro pálido de un Perseo malhumorado. Esa helada rabia fue para la Gorgona un momento memorable, delicioso. Una lengua bífida se asomó de su boca para deslizarse sobre los secos labios con hambre y lasciva.
一Dinos…
Asterión ladeó su rostro para observar a Perseo. Si Algol tenía un súper plan este era el súper momento de llevarlo a cabo. Ellas dos reían triunfantes y no dejaban de verle fijamente. A la forma de ver del sabueso, tenían dos opciones: luchaban o escapaban. Asterión prefería la primera opción, aunque... ¿tendrían oportunidad ante ellas? .
¿Podrían derrotar a las inmortales Gorgonas?
Además, meditaba, era un verdadero problema no ser capaz de alzar la vista y enfrentarlas. Un verdadero y jodido problema. Sabía que incluso cerrando los ojos o cubriéndolos con una banda, las Gorgonas podrían traspasar el párpado hasta destrozar la retina. Estaba en un dilema, y el maldito de Algol estaba sin hacer nada.
Los nervios o el enojo lo habían hecho cruzar de brazos. Los dedos de Perseo tamborileaban sobre la superficie de su armadura. Toc-toc-toc. Una y otra vez. Él, por su lado, adoptó su postura de combate. Toc-toc-toc. Observó de nuevo a Algol esperando una reacción de este para atacar juntos.
Y este le devolvió la vista. Una mirada significativa. Toc-toc-toc. El sabueso, entendió.
一Nosotras tenemos el tiempo a nuestro favor, humanos, toda la eternidad. Pero ustedes solo tienen unos segundos para contestar... - Quien hablaba era Euriale. Su sonrisa amable ocultaba el tono impaciente y amenazante de su voz, eso la volvía más peligrosa aún. Ella caminaba hacía Algol, de una forma sensual, contoneando sus caderas rítmicamente con una lentitud que ponía a los dos hombres ansiosos. 一 Con que lo pronuncies en tu mente es más que suficiente, cariño.
Toc-toc-toc.Toc-toc.
Las perezosas serpientes de su cabello están despiertas, balanceándose en lo alto, cambiando de color sus pieles, amenazantes, graciosas. Era como la danza de un ritual de apareamiento. Ella no dejaba de ver a Algol, expectante. Esteno también lo arrincona.
Toc-toc-toc...
一Tienes tres segundos o te mataremos... Tres, dos….
一Flor de Amor.
Euriale detuvo su andar, paralizada, todas las serpientes de su cabeza se volvieron negras. Esteno igual de sorprendida frunció el ceño. Algol alzó el rostro y sonrió. No fue quien les respondió.
Toc. Toc.
一¿Qué? 一 rugió la monstruosa Esteno, volteando hacia donde estaba el caballero de plata de los perros de caza. Asterión compartió una sonrisa con Perseo, quien asintió. Euriale negó con la cabeza.
一No lo hagas... no tienes ningún derecho.
一Naûrat. (1) Su nombre es Naûrat ash-shaq 一 no fue capaz de reprimir una sonrisa de triunfo bastante odiosa 一 al final, el “AMOR” fue la respuesta para sus enigmas. Estaba en el mismo nombre de vuestra hermana.
Un rugido escapó de ella, junto a sus ansias asesinas. Esteno, furiosa atacó directo, frontal. A pesar de su monstruosa enormidad, es muy veloz. Sin tregua se abalanzó contra el can menor. Sus venenosas garras aprisionaron el cuello del joven danés quien no fue capaz de reaccionar a tiempo. Las garras se entierran en su piel, su frágil piel que se desgarra como papel, su tráquea cruje como un montón de rocas desintegrándose.
Asterión devuelve la vista sin miedo.
Demasiado tarde se ha dado cuenta que frente a ella solo hay una escultura de piedra que no es Asterión. ¿Una ilusión?
一Perro astuto…
Alrededor de toda la habitación hay más de un Asterión: sus fantasmas, su poder de duplicarse las veces que él necesite, mientras que el verdadero ha aprovechado la distracción para esconderse.
一¿No era una prueba destinada para mi?. He dicho su nombre y por lo que veo no he errado. Así que, damas, es momento de cumplir…
Las voces venían de todos lados, de todos los fantasmas que hablaban al mismo tiempo. Asterión al principio no comprendió cuál era la diferencia si lo dijera él o Algol, pero al ver el rostro desfigurado de Euriale entendió que quién sea el dueño, la libera. Así que quien debía darle el nombre verdadero, debía ser Perseo. Y Algol sabía aquel nombre no podía mentalizarlo porque las Gorgonas se darían cuenta.
La táctica de Algol fue desesperada. Prácticamente dependía que Asterión entendiera su mensaje.
Afortunadamente, el sabueso, conocía el código desde que era un pequeño ladrón. Casualidad que los pandilleros mandaban mensajes de ese modo.
Un grito ensordecedor provocó que temblara. Euriale lloraba desconsolada como si le hubieran roto el corazón. Qué miedo. Y qué peligroso, pensó Asterion
一No tenías ningún derecho, no la conociste, no la amaste… cómo te has atrevido a pronunciar su nombre, sucio humano.
Lo siguiente, fue la acumulación cósmica por parte de Esteno. Era una energía negra, un vacío que devoraba todo el oxígeno alrededor, toda luz. De esa negra energía nació un arco y una flecha que la Gorgona apuntó hacía Algol. Todas las serpientes de su cabeza buscaban a Asterión. Nada se le escapaba a Esteno, la terrible. Su cola de serpiente golpeaba el muro y hacía cimbrar el lugar.
一Tu… 一 le habló al caballero de Perseo 一 ¿Tanto quieres obedecer a la perra Athena aún sabiendo lo que ha hecho? . Aún sabiéndolo, tú…. ¡TU!
Algol alzó su diestra, anteponiendo su escudo en posición defensiva. Esteno dudó pues no quería dañar el contenedor de su hermana. Esa acción la hizo sentir traicionada, la hizo enfurecer. Las serpientes descubren que Asterión está escondido detrás de Algol.
Euriale sigue llorando y gimiendo.
一Esteno, necesito el nombre de Iblis... Pronto ”El Emir” vendrá a buscar el oráculo, vendrá por ustedes… ¡Yo puedo detenerlo! ¡Medusa no volverá a su lado!
一No 一 sentencia a muerte con su disparo de cosmos negro.
La flecha de Esteno no iba dirigida a Algol. La flecha hizo gemir el aire por la fuerza que llevó. El disparo se dirigió a Asterión. Perseo se dio cuenta a tiempo como para empujarle, pero no fue suficientemente rápido para evitar salir herido.
La flecha pasó de largo, desgarrando la piel de su brazo, y luego se estrelló contra las esculturas de piedra, pulverizándolas en el acto.
El sabueso cayó al piso por el empujón. Reaccionó justo a tiempo antes de ser golpeado por el látigo que Euriale maneja. Tiene aún lágrimas en los ojos brotando como veneno verde. Asterión invocó de nuevo a sus fantasmas, ocultándose entre ellos mientras se mueve a gran velocidad entre ellos.
一¡Cuidado, Perseo!
Algol, que sujetaba su brazo herido, reacciona a tiempo antes de que la cola de Esteno lo golpee. Es por la advertencia del sabueso, que Esteno vuelve a encontrarlo. Una nueva flecha es lanzada hacia él. Afortunadamente Asterión esperaba una reacción así, por lo que logra evitar el golpe, sin embargo no prevé que Euriale atacaría de nueva cuenta.
Y que lo atraparía.
一¡Mierda!
El látigo atrapa su pierna derecha estrellándolo con fuerza contra el piso. El sabueso siente como sus huesos truenan y como su boca se llena de sangre. El suelo se rompe por el impacto creando un cráter que se mancha de sangre. De nueva cuenta, Euriale lo alza con la intención de encarar al maldito perro entrometido. Le haría ver sus ojos, lo convertiría en piedra... y se arrepentiría para toda la vida.
一Mírame, basura… mírame.
一 Ra´s Alghûl Gorgoneion.
Algol vuelve a interponerse. De un salto convoca su cosmoenergía, envolviéndolo y proyectando una silueta monstruosa detrás de él. Todo su poder se acumula en sus piernas y no duda en lanzar un ataque directo a Euriale. El golpe se estampa violentamente en su rostro lanzándola hacia atrás hasta hacerle caer.
Aprovechando la sorpresa y la fuerza con la cae de espaldas, Perseo se impulsa con sus manos del suelo, como un resorte con brazos flexionados para ayudarse a lanzar una nueva patada doble que choca directo contra una sorprendida Esteno.
Un golpe normal no significaba nada para las Gorgonas, protegidas con sus escamas, pero este golpe tenía una fuerza tan abrumadora concentrada, que les causa un daño importante. El golpe no fue al azar, fue un golpe analizado y bien pensado. Algol conocía sus puntos débiles.
Asterión vuelve a escabullirse pues tiene que protegerse de las miradas petrificantes.
¡Que fuerte es realmente Perseo!
ーNos has atacado… ー la Gorgona se toca el rostro y nota sangre en el. Sangre negra. Esta asombrada.
ー¿Y les extraña?
Y como enfatizando, asume su postura de batalla. Tenía una absoluta determinación en la mirada que brillaba intensamente en sus ojos grises
ーUstedes se tragaron la parte de mi alma capaz de sentir piedad. ¿No ha sido el trato que habían hecho con Waddu?
Detrás de unas columnas, con la guardia en alto, Asterión enarcó las cejas.
Euriale tensó su látigo entre sus dos manos, con fuerza. Intercambió miradas con su hermana quien trataba de recuperarse del golpe de Algol.
ー¿Por que apoyas al Santuario? Sabes que te van a traicionar. Naûrat debió haberte contado.
Algol, se encogió de hombros.
ーQuien me habla es Medusa, no Naûrat. La “Flor de Amor” fue su nombre humano, el original. Medusa(2) es el nombre que Iblis le otorgó, ¿lo han olvidado? Preguntas porqué lo hago, porque debo detenerlo. ¿No ha sido él quien asesinó a las pitonisas de este oráculo al buscar a su reina? ¿Por qué lo hago? Por ella.
“Y porqué si no lo haces, el Patriarca te hará pedacitos”, piensa Asterión, pues sabía que Algol obedecía órdenes como él.
Esteno escupe al suelo un gargajo de su sangre negra, y busca entre las sombras a Asterión que escucha todo.
ーAl menos, ¿sabes tú quién fue Naûrat? ¿Sabes lo que tu amada y asquerosa diosa le hizo?
Asterión no contesta. Observa a Algol, quien mueve la cabeza afirmativamente, indicando que puede salir, que el peligro ha pasado. Dudoso, el sabueso sale de su escondite haciendo que sus proyecciones vuelvan a él. Debía confiar en Algol. Dejarse expuesto así, además de peligroso, era estúpido, pero confiaba.
ーSolo sé lo que cuentan los mitos, que ella era una sacerdotisa del templo de Athena, y que un día Poseidón la violó. Las sacerdotisas debían mantenerse puras como la diosa virgen... Así que Athena la castigó al convertirla en Gorgona y exiliarla, donde años después, su protegido, Perseo, le cortó la cabeza.
La mueca de eterno desagrado de Esteno se intensificó. Euriale suspiró.
ーPoseidón la ultrajó, la humilló... pero no recibió ningún castigo. Pero ella sí. Para Athena no importa que sus protegidos sean agraviados. Fue la culpable para ella. ¡Una niña! La diosa cambió su esencia humana por un demonio y la condenó a la soledad. Cierto, pero hay algo que no sabes. ー narró Euriale caminando a su alrededor sin verlo, pues tenía los ojos cerrados ー No sabes que ella también era una guerrera como ustedes. Que portaba una armadura. Que era de las guerreras que cuidaban el cuerpo y atributos de Athena. Ella era una Saintia. Ella era...
Algol intervino.
ーEquellus.(2)
Esteno se cruzó de brazos mirando de soslayo a Algol
ー¿Así que también sabías eso?
El Pegaso.
Se cuenta que nació del cuerpo de Medusa junto a Crisaor. Recordó Asterión. Algol asintió a la pregunta de Esteno, sintiendo una punzada de dolor en su brazo herido que empezaba a sentirse paralizado, probablemente por el veneno de la flecha.
ー¿Qué más sabes?
El parecía estar muy cómodo que le hicieran hablar. Pero lo hacía por cortesía a Asterion quien no sabía nada del asunto.
.
ーEn su exilio, ella fue al sur, a la tierras de los hijos del fuego, ahora Sudán, en los tiempos que no existía la celosía que dividía los planos. Buscó a otros dioses. Y encontró otras criaturas mágicas.
ーA los djinn ー dijo Asterión, empezando a hilar las cosas. Había escuchado algo: que Algol había perdido ante Iblis debido a Medusa. El árabe miró a Asterión y al hacerlo su rostro se suavizó, naciendo en él una sonrisa débil.
“El que pueda derrotarle, no quiere decir que lo hará” eran las palabras del djinn taxista de la capital.
ーIblis anuló la maldición de Athena a cambió de su nombre. Para los djinn y los demonios los nombres son muy importantes. Ella dejó de ser “Flor de Amor” y la nombró su guardiana (3).
ーEso quiere decir que…
ーElla fue su esposa. Pero si alguien conociera su nombre humano, podría controlarle a voluntad.
En esos momentos Asterión empezaba a presentar una crisis de migraña, cosa que sucedía cuando la información se amontonaba en su cerebro. Había muchas cosas que no tenían sentido. ¡Demasiadas!
ーEl era el rey de los ifrit y ella de los ghulyin(4) hasta que… ー prosiguió Algol, con voz cansina, sin embargo Euriale le interrumpió:
ー Hasta que conoció al ogro Al-ghûl. Un tórrida historia de amor y traición que no nos apetece contar. Solo diremos que no terminó muy bien... para ninguno de los dos(5). Iblis es cruel y tiene muy buena memoria. Estuvo a punto de aniquilar a su querida esposa de no ser por esto…
Entonces la Gorgona mayor, hizo una pausa dramática en tanto se dirigió al oráculo, una fuente de luz, y metió la mano en ella. La luz hizo que su piel se despellejara un poco, pero sacó de ahí un anillo dorado.
ーSulaymán(6) selló a casi todos los ifrit y ella volvió a su estado ctónico(7). Sabía que sin la protección de los djinn, los olímpicos la encontrarían. Muchas cosas pasaron después, el asunto es que terminó con nosotros, como nuestra hermana. Tratamos de ocultar su secreto por siglos: que Equellus residía en ella aún, dentro de su cuerpo. Si Athena se enteraba…
Esteno rompió unas esculturas con su cola, con furia.
ーNecesitaba a su Pegaso, él seguía en ella, Equellus nunca se separó de su alma aun con su aspecto demoníaco, vivía en su vientre junto a la abominación de Poseidón ー no habló en esta ocasión con una pregunta ー Lo necesitaba para una de sus Guerras Santas, lo necesitaba junto a un escudo. La égida creada con su cabeza como protección. Esa perra.
Fue entonces cuando Euriale entregó a Perseo el anillo que resguardaba entre sus manos. Algol tembló por su contacto y su peso(8). Las serpiente se enredaron en el cuerpo del árabe ante la cercanía y ella beso su mejilla y beso su herida del brazo. Luego, para tensión de Algol, se acercó a su oído para susurrarle unas palabras que Asterión no pudo oír.
La herida sanó milagrosamente. Se sabe que la sangre de las gorgonas poseen el veneno más fuerte, pero también, pueden contener la cura a todo tipo de enfermedades. Las inmortales duales. Benignas y Malignas al mismo tiempo.
ー Ahora entiendo...ha sido su decisión protegerte los ojos antes de presentarse ante nosotras ー ella sostiene su mentón y se pierde en los ojos de Algol, que en realidad son los de Medusa protegiéndolo , muda, pero presente. ー Por eso no activaste tu gorgoneion.
Su hermana les ha dado un regalo inmenso. Les ha dado un hombre que, por primera vez las ve de frente, sin miedo, sin muecas. Algol no posee una mirada dulce, pero si determinada y fija, completamente intensa y poderosa.
ー ¿Se van a quedar ahí? ー hoscamente preguntó Esteno, rabiosa, a lo que Euriale añade con su voz dulce y divertida ー Es mala perdedora, disculpenla. Ahora pueden marcharse. Han cumplido y el pacto se ha hecho.
Asterion vio una puerta al fondo que ellas señalaron, y duda en creer que aquello no es una trampa, pero Algol avanzaba seguro, con la mano cerrada en puño, temblandole.
ー Ya saben las palabras mágicas verdad?. Crucen las puertas, y saldrán a Terra.
Los jóvenes caballeros se miraron entre sí al momento de llegar a la enorme puerta. Luego Asterion, se encogió en hombros y murmuró mitad serio mitad en broma:
“Abrete sesamo”
Las puertas se abrieron. JA!! debe ser una broma.
Las Gorgonas, sobre todo Euriale, más comprensiva y justa sonrió abiertamente. “Por eso le gustas a él”. pensó con toda la intensión dejó que le leyera el pensamiento.
Asterion miró un segundo a Algol a su lado, analizando su perfil y tratando de leer sus pensamientos. A lo que Perseo, con un gesto llevó su dedo índice a los labios, antes de caminar a la superficie.
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