Shun respiro el aire nocturno sentarse solo en la completa oscuridad mirando las estrellas, había pasado demasiado tiempo desde que hacia algo así, la última vez que se había escapado para hacerlo de improviso habían llegado sus compañeros y por lo que le habían contado realmente nunca había podido desaparecer ya que todos comenzaron a perseguirlo de inmediato por preocupación, hablaron de las estrella, proyectos de canciones en los que trabajaba Rui y otros temas sin importancia de pronto su solitaria noche se había convertido en una llena de vida pero aun así no podía molestarle ya que estaba con personas que él consideraba su familia. Pensando en ello los extraño, cada quien tenía su casa y su familia de verdad, realmente él era el único que tuvo que proyectar esa imagen en ellos, el resto solo siguió con la idea, Una madre, un padre, 2 hijos mayores y 2 menores, en retrospectiva eran una familia grande, Shun rio ante la idea, pero igualmente lo volvió a recordar, algo que no podría dejar nunca y ello era su soledad, como ahora no importaba lo mucho que quisiera a todos, no era la vida real, la realidad era que él estaba solo. Hace unos días había logrado contactarse con su padre quien lo felicito por el éxito de su grupo, por supuesto si era un Shimotsuki no importaba lo que quisiera, pero debía ser de los mejores en ello, ¿Una conversación amena entre padre e hijo?, no, realmente solo habían hablado cerca de 1 minuto, a esas personas solo les interesaba la imagen que proyectaban y por ello debían llevarse bien con todos y hacer ese tipo de cosas que se suponen hacen las personas normales como el llamar a sus familiares. Shun suspiro largamente, se supone que cuando al fin tienes a alguien la soledad empieza a dolerte, o al menos era lo que siempre le decía Nora-chan la madre de Kai.
Kai lanzo un poco de agua a su rostro, el agua de la bañera hacia que pudiese relajarse de una manera casi sobrenatural, durante la tarde solo había tenido ese tiempo para él ya que en los otros momentos se había encargado de ser hermano mayor, y eso incluía jugar con todos. Su madre le grito para que bajara a cenar, una merienda digna de reyes pensó, la mesa estaba llena de exquisitos manjares, pero entre ella destacaban algunos Onigiris que se hacían paso entre todo, miro a su madre y esta le sonrió, por supuesto abrían Onigiris después de todo esa era la comida favorita de su mejor amigo… Bueno ya no valía la pena ocultarlo, era la comida favorita de la persona que le gustaba.
Yoru camino un poco había un árbol donde siempre se encontraba con You desde lejos pudo divisar aquella cabellera anaranjada que resaltaba aún más al estar apegado al árbol, pero él no lo noto hasta que llego a tocar su hombro, Yoru le dio un beso de saludo contando rápidamente como estaba todo en su casa, la noche era hermosa, la luna iluminaba sus rostros y las estrellas resplandecían como luces de navidad, pero algo andaba mal You estaba demasiado callado, Yoru al notar aquello quiso tomar su mano pero este la aparto rápidamente ¿Qué sucedía, él no era así?, tal vez simplemente este cansado por el viaje pensó y no le presto mayor importancia, mañana seria el día en que ambas familias se reunirían a compartir juntos y al fin les contarían que ambos eran pareja, ambos llevaban cerca de 2 años saliendo pero nunca se habían atrevido a confesarlo, después de mucha planificación ambos tenían listo los posibles escenarios en que se encontrarían luego de ello, la peor opción era ser rechazados pero aun así sabían lo mucho que los querían sus familias por lo que al final los terminarían aceptando y en todo caso el mejor apoyo serian el uno para el otro, You miro el reloj, solo en hablar de cosas como sus familias y recordar el pasado, en eso ya les habían llegado las 01:15 de la mañana, el peli naranjo se quitó su poleron y lo puso en la espalda de su novio, lo beso delicadamente y se despidió de él, ambos habían planeado confesar que eran pareja, pero… You camino lentamente no quería volver a su casa, al mirar a Yoru simplemente no podía creer lo afortunado que era, además de ser increíblemente adorable, su novio sabia cocinar, era agradable, guapo y lo conocía de toda la vida, era increíble que a pesar de que se lo había propuesto no tuvo el valor para decirle que su familia le tenía un omiai preparado y querían que se casara.
Yoru se levantó temprano aquel día, se ducho y luego fue directo a la cocina, su madre ya se encontraba hay con el chef de la familia, el pelinegro se unió y comenzó a preparar la comida favorita de You, hoy tendrían un almuerzo con la familia Haduki, ambas familias se conocían desde hacía varias generaciones e incluso había varios matrimonios entre ellos, hoy sería el día en el que al fin les contarían que ambos salían hace 2 años, Yoru estaba nervioso y ansioso a la vez.
You se levantó y vistió lentamente, hoy sería el almuerzo en casa de los Nagatsuki, hoy también se supone seria el día en el que al fin le contarían a sus familias de su relación, pero cuando había llegado a su casa además de los recibimientos lo esperaban con una carta de un omiai en la mano, todos estaban tan emocionados por el buen partido que sería su hijo que no tuvo momento o valentía para decir que ya salía con alguien, durante la noche no había podido dormir, ahora sería más difícil decirle a su familia que no podría ir al omiai por que salía con Yoru pensó toda la noche en el pelinegro su hermosa sonrisa y aquellos lindos ojos que se iluminaban cuando alguien disfrutaba lo que cocinaba, si bien al principio parecía incomodo con Procella con el tiempo se había acostumbrado a la personalidad de todos e incluso era de los pocos afortunados que había logrado infiltrarse en la habitación del Rey, no sabía cómo decirlo o como lo tomaría su familia pero debía hacerlo, se había prometido a sí mismo no hacer llorar a Yoru después de aquel complicado periodo en la escuela donde ambos se habían separado y solo había sido por que el buscaba encajar olvidando su personalidad, el pelinegro lo había salvado en ese momento y seria su apoyo de por vida, con ello en mente salió de su cuarto, si hoy sería el día.
La hora del almuerzo había llegado al fin, todos se reunieron en torno a la mesa y You y Yoru se sentaron frente al otro, Yoru miraba expectante a su novio pero este solo volteaba la mirada cuando ambos se topaban, esto era extraño pensaba el pelinegro pero suponia que You estaba tan nervioso como el, todos degustaron la comida mientras hablaban, en un momento una voz se alzo sobre las otras en busca de atención. *Bueno si estamos con suerte tendremos una boda pronto por aquí, dijo la madre de Yoru haciendo que todos pusiesen atención en ella, mi hijo al fin acepto comenzar a ir a los Omiais que preparamos para él, por su puesto un Idol como el no tendrá problemas en encontrar a la chica ideal, el Padre de Yoru apoyo la idea fervientemente, tal vez Yoru igual debería ir pensando en su futura familia dijo el pelinegro mayor, Yoru solo quería desaparecer ¿Acaso era eso cierto?, debían confesar hoy que eran pareja, ambos tenían planes y lo más importante ambos se amaban, ¿o no?, pero si nada de eso era cierto ¿Por qué You no negaba todo y más importante porque este no lo miraba a los ojos desde ayer? Yoru sentía una opresión en su pecho y por más que intentaba pensar positivamente y confiar en su pareja You no lo miro en ningún instante, los pensamientos de que aquello estaba mal solo seguían, pero ya era suficiente, ambos eran pareja lo habían hablado y planificado durante meses, este era su momento ya basta de engaños, ocultarse y no poder decirse todo lo que quisieran en frente de sus familias, Yoru se levantó haciendo que toda la atención recayera en él, ahora era el momento se dijo a sí mismo para darse ánimos.
(Yoru) Familia, amigos y más que eso mi otra familia, estoy feliz que estén todos aquí, pero los reunimos con la intención de contarles algo muy importante, bueno… La verdad es que You y yo somos…
La peli naranja salto de su asiento interrumpiendo al pelinegro que hablaba. *Yoru y yo actuaremos en el Domo de Japón junto con Procella y otro grupo llamado Graviti.
Los padres de todos aplaudieron un brindis fue echo en torno a la noticia y Yoru con la boca abierta solo podía mirar a él peli naranja que amaba, agachar aún más su cabeza… ¿Acaso él estaba al tanto de lo que iba a decir?, Yoru se sentía dolido, había tenido que recurrir a toda su valentía y él peli naranja solo lo había interrumpido. pidió permiso y salió camino al sanitario no sin antes hacerle una señal a su novio para que lo siguiera, You lo miro, pero a pesar de ello no lo siguió, el pelinegro al notar como su novio nuevamente lo había ignorado miro sus ojos humedecidos en el espejo… Esto no estaba pasando ¿Qué podía haber cambiado tanto de un día a otro?, su celular vibro al llegar una serie de mensajes.
De: Shun
Yoru lo que cocinaste estaba delicioso, confía en ti y en You ambos se aman estoy seguro que podrán contarle todo a sus familias.
De: Kai
Yoru animo ¡hoy! Estaremos todos apoyándote pase lo que pase.
De: Iku
Yoru-chan esfuérzate hoy, todos estaremos esperándolos con los brazos abiertos el lunes.
De: Rui
Yoru-san espero que todo salga bien hoy, solo confía en ti y tu corazón y todo irá bien.
You sintió vibrar su celular, cuatro mensajes llegaron casi de manera simultánea, en todos ellos les daban ánimos para cuando confesaran que salían, You se sentía aun peor que antes, había notado como las manos del pelinegro habían temblado mientras hablaba y aquellos hermosos ojos azules que siempre lo habían atrapado sin darle posibilidades de salir se habían humedecido levemente en el momento que lo interrumpió, después de conversarlo y planificarlo tanto finalmente no había podido, alguna vez se había prometido a sí mismo no hacer llorar al pelinegro nunca más… You sabía que tenía que hablar correctamente con Yoru, no quería, realmente no quería pero era necesario. Hay veces en las que la cabeza manda sobre el corazón… A pesar de amar al pelinegro nada de esto podía seguir, You se odiaba a sí mismo, cómo podía tener el valor de dañar a alguien a quien amaba tanto seguía siendo un misterio incluso para el… No, realmente no tanto, porque en el fondo sabía que era un cobarde. él peli naranja escribió un mensaje hoy será el día, pero no en el que confesemos que somos una pareja.
De: You
Para: Yoru
*Nos vemos en el árbol de siempre a las 10 hrs, lleva nuestro conejo.