« Inside out, upside-down twisting beside myself »
Otra vez, ese cálido olor a chocolate, inunda sus primeros pensamientos al despertar.
Siente una terrible nostalgia, y con los pies desnudos va hacia la cocina, se apega en el marco de la puerta y saca su mejor sonrisa.
— Buenos Días... — dice apenas lo ve.
Los rayos del sol, se infiltran por la fina cortina, resaltando los rasgos del rubio, jamás lo había visto con tanto detenimiento.
Steve brinda una mirada y una sonrisa efusiva, dejando su labor para ir donde Tony.
— Buenos Días, dormilón...
— ¿Dormilón? ¿Qué hora es? — ríe Tony.
Busca con su mirada un reloj, marca las 11 de la mañana, regresa su mirada a Steve quien lo mira divertido y regresa a la cocina.
« Stop that now, cos you and I were never meant to be »
— Te he hecho el desayuno, yo ya comí hace algunas horas.
— ¿Qué estuviste haciendo mientras dormía? — insinuó el castaño acercándose a Steve.
— Salí a correr, comí algo, te veía mientras dormías...
— Eso es raro ¿lo sabes? — agregó extrañado.
Remojó un dedo en el humeante chocolate para luego probarlo y sacar otra sonrisa, era el mismo que hace unos días, sólo que ahora no cabía enojo en su mente, o eso piensa.
— Te veías tan lindo durmiendo... — admitió juguetón el rubio.
— Pues deberías ir al doctor, seguro eres miope...
Steve golpeó suavemente en el hombro a Tony mientras reía, desde ese momento, el juego había comenzado.
— ¿Quieres jugar un juego? — dijo Steve.
— Depende... ¿De qué va?
« I think you better leave, it's not safe in here »
El rubio apagó el fuego debajo de la olla de chocolate y la puso fuera del calor, buscó con su vista algo por todo el lugar extrañando a Tony, encontró una bufanda tirada a un lado del pasillo, la recogió y se la extendió a Tony.
— Cubre tus ojos con esto
— ¿Qué? — exclamó Tony.
— En eso consiste el juego, si no te cubres no tendría sentido.
— Pero... Explícame de que va antes — quejó.
Temía que le jugara una mala broma, no quería ser su humillación. Su ego le impedía.
— No lo haré si no te cubres los ojos — insistió.
Vaciló por un momento, y con un largo suspiro procedió a hacer lo que le pedía, después de todo, había picado su curiosidad con lo del juego. Realizó un nudo detrás de su cabeza, y puso sus manos frente suyo en guardia.
— ¿Ves algo? — dijo Steve.
— No, no veo nada...
— ¿Cuántos dedos tengo? — habló el rubio levantando en sus manos tres dedos.
— Si eres un humano normal, diría que diez... — burló Tony.
Steve dio una carcajada y dio por entendido que no veía nada.
Tomó al castaño por los hombros, y lo guió a un lugar más libre. Después, sacó una cuchara de algún cajón y un huevo de el refrigerador.
Tony seguía desconcertado, con su único sentido puesto, el de escuchar, no lograba adivinar que haría Steve.
— Te pondré una cuchara en tu boca, y un huevo en ella, tendrás que mantener el equilibrio y no hacer que caiga...
— ¡Ja! Suena fácil — dijo arrogante Tony mientras entreabría su boca en espera de la cuchara.
— Las reglas son que no puedes apoyarte en nada, yo no puedo hacer movimientos bruscos, pierdes si se cae el huevo, pero si no, el que pierde soy yo...— explicó Steve.
— Está bien — agregó Tony antes de recibir la cuchara con su peso.
« I feel a weakness coming on »
Todavía no entendía el objetivo de taparse los ojos, pero no quería perder.
Espero unos segundos, lo hacía bastante bien, podría aguantar así mucho tiempo. Hasta que sintió algo cálido rozar con su cuello, era chocolate.
Con la cuchara en la boca no podía hablar, pero tenía un mal presentimiento de eso, aquello no ha sido nada brusco, pero lo ha hecho estremecer.
— Te gusta el chocolate... ¿No es así? — susurró Steve muy cerca de su oído.
Tony casi pierde el equilibrio con aquello, pero no le dejaría tan sencillo el asunto.
Dio un pequeño salto cuando sintió los labios del rubio en su cuello, justo en la marca de chocolate que antes había dejado. Su respiración empezó a acelerarse al igual que su corazón que latía de una forma veloz.
Steve dio una suave mordida en su cuello, a lo que Tony no supo cómo reaccionar, aunque la cuchara seguía en equilibrio. La completa oscuridad en su visión le permitían sentir con más profundidad los toques del rubio.
« It's not meant to be like this, not what I planned at all »
Sintió otra vez la calidez del chocolate pero ahora en su mejilla, y como antes, los labios de Steve se volvieron a ese lugar impuesto, degustaba del chocolate en su mejilla como si fuera algún dulce
Las piernas de Tony amenazaban con temblar, sentir los labios de Steve tan cerca lo estaba volviendo loco.
— ¿No te rindes? — murmuró divertido Steve.
Tony se mantuvo firme, aún con la cuchara en boca, todavía no había caído, aún no se declararía perdido.
Otra vez sintió los labios de Steve, muy cerca de su boca, su respiración volvió a correr como si de una carrera se tratase.
Ese juego ya no le parecía divertido en absoluto, sentía que en cualquier momento perdería la cabeza, a cada lamida que sentía una nueva sensación se colaba por todo su cuerpo.
« I don't want to feel like this »
Fue entonces cuando soltó la cuchara, dando a entender su derrota, y en vez de una exclamación de victoria de el rubio, que es lo que esperaba, recibió un beso en sus labios.
Aún con la venda en sus ojos, no supo cómo reaccionar, así que sólo siguió el ritmo de su acompañante.
Era un beso bastante provocativo, sentía la esencia del chocolate en aquello, pero ahora piensa que el dulce sabor de los labios de Steve puede competir por su sabor favorito.
Rodeó sus brazos en el cuello de Steve por instinto, profundizando el beso, al igual que Steve posaba sus manos sin modestia en la cadera de Tony.
Introdujo su lengua en la boca del castaño, saboreando sin permiso alguno todo de él, el aire no parecía faltarles en ese entonces y el ambiente parecía tornarse más caliente.
Acariciaba el cuerpo de el castaño a quien besaba como nunca antes, con una mano, desató fácilmente el nudo que cubría un par de ojos color marrón.
Quitó la bufanda de sus ojos, y dando por finalizado el beso, junto a una respiración agitada, dio un vistazo a esos ojos que lo miraban con desconcierto.
— ¿Q-Qué... Qué ha sido eso? — balbuceó Tony sin poder quitar los ojos de Steve.
— Fue un beso — dijo sonriente.
Steve aún tenía sus brazos rodeando a Tony, aquello le ha empezado a resultar incómodo... ¿Cómo fue que llegó a eso?
Llevó al suelo su mirada, sentía su cara arder, ese ha sido el beso más excitante que ha tenido en toda su vida.
La mirada de Steve seguía en su ser, al igual que sus fuertes brazos lo rodeaban.
— ¿Y ahora qué?.... — dijo Tony al presenciar un nada agradable silencio.
— No lo sé, ¿qué te gustaría hacer? La verdad no tengo nada planeado ahora pero puedo llevarte a-....
Un inesperado beso de parte del castaño lo calló.
Tony detestaba oírlo, pero ahora tenía más de una razón para probar de nuevo sus labios y algo le decía que no sería lo última vez que lo haría.
« So that makes it all your fault »