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Infatuación por sunshinebunny

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Notas del capitulo:

Gracias por leer <3

Amor, mucho mucho amor al gato~

 

Ace volteo a ver a aquel extraño, detectando al instante el pequeño cilindro de color negro que despedía ese peculiar aroma que le había hecho voltear, un cigarro con olor a clavo y especias, era un olor más parecido al incienso que al tabaco, en algún momento incluso le había parecido agradable, atractivo, ahora no podía oler esos malditos cigarros sin recordarlo a él.

Aun después de tantos años era molesto para Ace tener que recordar al maldito rubio y su loco hermano; Ese par de arrogantes idiotas habían arruinado su ya de por si mala vida, quizá no hubiera tenido muchas oportunidades antes y ahora, bueno ahora no estaba precisamente seguro de a dónde ir o que hacer pero no volvería a aquel lugar, en definitiva no.

No  había forma de que planeara quedarse en ese maldito infierno para siempre.

El ofrecimiento inicial sin embargo había sido lo suficientemente atractivo para que cayera en la trampa por su propio pie, siempre había sido un poco idiota pero hasta él sabía que caer en esa trampa no había sido completamente su culpa, aquel par de hermanos era como azúcar para las hormigas famélicas, una dulce propuesta difícil de resistir.

La trampa había comenzado a cernirse sobre él aún antes de aquella escena con el rubio en una callejuela fumando ese extraño cigarro, desde el primer momento en que entablaran fugaz conversación en el establecimiento donde él fungía de remplazo provisional ya habían ido preparando el terreno con la tenacidad de la practica ¿Cuánto tiempo llevaban haciendo aquello esos hermanos?

—¿Tienes un trabajo Ace? — La sonrisa de Sabo era agradable, le miraba directamente a los ojos al hablar y usaba su nombre, desde detrás suyo el chiquillo inquieto que se había devorado la mayor parte de los platillos que les había estado llevando esa noche le veía con un brillo en los ojos propio de un niño admirando a uno de esos muñecos que salen en los programas de televisión, de esos que nadie más que ellos piensa que sean reales. — Dijiste que cubrías a tu hermano ¿También trabajas aquí? —

No era común que los clientes le dirigieran la palabra más que para pedir por más comida y, por algún motivo, sentía como si aquel chico ya supiera la respuesta aun antes de decírsela, aun así y por cortesía no había podido evitar contestar. —Tengo un trabajo. — había mentido, no sentaba bien con la imagen del local de su hermano Thatch decir que en verdad era algo más parecido a un desempleado que a un trabajador regular. —pero no es aquí por lo regular. —

—¿Oh? — un simple gesto con la cabeza y esa sencilla expresión y parecía que Sabo le estuviera brindando toda la atención del mundo, como si Ace de verdad fuera una persona interesante y no un simple trabajador de clase baja, era agradable esa sensación, debía admitirlo.

—Suelo hacer trabajos de construcción, a menos que uno de mis hermanos me necesite. — había soltado sin saber muy bien por qué, el rostro y el lenguaje corporal de aquel sujeto con ojos de un color que no sabía precisar simplemente lo incitaba a ello.

Al principio le habían parecido negros pero conforme llevaba y traía los platos había podido ver un destello de azul y después algo violáceo, recordaba que en alguna ocasión Luffy le dijo que eran índigo con un orgullo impresionante por saber aquella palabra, y bien, quizá ese orgullo estaba ligeramente justificado, después de todo había tenido que hacer una búsqueda en el internet para saber que maldito color era el índigo, resultaba ser un color azul obscuro que a veces podía tener tonos del morado.

La sonrisa que Sabo le dirigía era reconfortante, no le hacía sentir menos a pesar de su empleo burdo, como si incluso se alegrara que lo tuviera, ahora que pensaba un poco más en ello quizá si hubiera sido así, un empleo fácil de mejorar, claro que se alegraba de ello.—Suena a que tienes una gran familia, en casa sólo somos Lu y yo. — La forma como había acariciado cariñosamente la cabeza del menor casi le hacía sentir celoso, no como si Ace fuera a dejarse hacer lo mismo pero siempre le causaba una pequeña opresión en el pecho ver a gente así de feliz y despreocupada como esos dos, él realmente no la había tenido fácil de joven y aunque ahora tenía a sus hermanos si de pequeño hubiera conocido a alguien, quien fuera, que estuviera a su lado como ahora lo estaba su familia adoptiva podría haber dicho que su infancia no había sido del todo mala.

Pero la vida parecía regocijarse en no darle demasiadas alegrías.

No había tenido tiempo de contestar a eso último cuando Thatch le llamara desde la cocina. —Si tienes tanto tiempo de charlar con los clientes ve y pon esas manos a trabajar, los platos no van a lavarse solos. — Thatch era, por mucho, uno de sus hermanos más afables, siempre tenía una sonrisa en el rostro, aun cuando lo regañaba, pero como jefe podía llegar a ser un poco mandón, y en ese momento Ace no era su hermano si no su empleado que se había ofrecido a cubrir el turno de Marco para que este pudiera asistir a la obra de teatro de Haruta con el resto de la familia, era obvio que el castaño también hubiera querido ir y por eso se hallaba de mal humor pero no podía dejar el negocio completamente a cargo de su hermano narcolepsico; Era peligroso, cualquier trabajo lo era para él.

O al menos así lo hacían ver sus hermanos.

Odiaba que los otros le protegieran tanto, tras la muerte de Oyaji sin embargo no podía quejarse de ello, Ace aún se sentía culpable cada que aquel dolor en el pecho culpa del accidente que había matado a su padre adoptivo se hacía sentir en las noches demasiado frías.

El accidente que causara la muerte de su padre adoptivo no había sido culpa de su enfermedad, ni siquiera había sido su culpa directamente pero estaba seguro que todos sus hermanos lo culpaban, él se culpaba.

Ace había sido salvado pero no habían podido hacer nada por su padre; Los médicos decían que a la edad del viejo ya estaba viviendo en tiempo extra y ninguno de sus hermanos le había culpado abiertamente tampoco pero Ace cargaba a cuesta la muerte de Edward Newgate como si fuera él mismo quien hubiera terminado con su vida.

Claro que nadie podría haber previsto que aquel automóvil de carga perdiera el control y las pesadas varillas de metal acabaran atravesando primero el cuerpo de su padre y después, con menos fuerza el suyo. Si tan solo hubiera podido prever aquel accidente de alguna forma… si hubiera reaccionado más a prisa y la sangre proveniente del estómago del viejo no le hubiera bañado el rostro un segundo antes de que el golpe en su pecho le atontase a tal modo de no poder moverse bajo el peso de aquel hombre colapsado encima suyo…había tantas cosas que podrían haber ido diferente…

Pero el pasado era el pasado, no tenía sentido desear y mortificarse por cosas que no eran culpa suya y que no se podían solucionar, aun si él pensaba que si eran su culpa aunque no se pudieran solucionar, era mucho más sencillo decir que todo estaba bien y sonreír que creérselo.

Si lo veía desde aquel ángulo probablemente se mereciera todo lo que le había pasado.

—Así que, Ace, realmente no tienes un trabajo estable. — bajo la cabeza mientras levantaba el resto de los platos y los iba colocando poco a poco en una bandeja, si Thatch le sorprendía charlando nuevamente lo reprendería, ya había lavado la mayoría de la loza pero estaba bastante seguro que el castaño bien podía encontrar alguna cosa que ponerlo a hacer para que se entretuviera en otra cosa que hablar con sus preciados clientes, y a pesar de la leve burla en esas palabras realmente le apetecía seguir charlando, porque había algo en ellas que sonaba prometedor.

—Podría trabajar con cualquiera de mis hermanos. — Su prudencia le decía que no debía decir demasiado, la discreta sonrisa que el rubio le había dedicado la había ignorado como mejor podía.

—Pero  no lo haces. — Ugh, como odiaba a los chicos demasiado listos, también a los niños consentidos eh inútiles, estaba seguro que el rubio y su hermano entraban a la perfección en esa descripción. — ¿A qué hora termina tu turno? — ¿Alucinaba o aquel rubio trataba de coquetearle?

Fue su turno de sonreír. — El restaurante cierra a la media noche señor. — No había dicho que esa fuera su hora de salida, siempre podía pedirle a Thatch irse más temprano o más tarde, cenar en el restaurant después de que este cerrara quizá, además, apenas si daban las 9pm, esa una larga espera, seguro eso también desanimaba a esos idiotas, el feliz sonido del menor de los chicos sorbiendo ruidosamente por su pajilla mientras tenis los pies sobre las sillas le había robado la dulzura a aquella pequeña victoria, como le hubiera gustado reprender a aquel mocoso por sentarse así, pero seguro Thatch no lo apreciaría.

Solo faltaba el postre y se desharía de esos dos para siempre… o al menos eso quería creer.

.

.

.

Eran aproximadamente las dos y media de la madrugada cuando Ace salió al callejón trasero, ni siquiera había hecho falta esforzarse, su narcolepsia había hecho todo el trabajo sucio y en el sillón de la oficina de su hermano Thatch se había despertado para con los ojos aun un tanto nublados intentar divisar en la penumbra los números que marcaban las manecillas de aquel reloj de pared color ocre con pequeños números romanos en bronce, era tarde, nadie en su sano juicio le estaría esperando a esa hora.

A penas salir al exterior el frio aire nocturno le había saludado con un peculiar aroma que le hiciera voltear en dirección a donde pensaba que este provenía. — ¡Hey! — El saludo le había tomado desprevenido a pesar de estar viendo en la dirección de la que había provenido la voz. — ¡Te tomaste tu tiempo Ace, Luffy se sentirá decepcionado, él estaba seguro que saldrías por el frente! Aunque yo debo agradecerte, me has hecho ganar la apuesta— Vio a Sabo tomar una calada a su cigarrillo y soltar el humo lentamente, conocía el olor de los cigarros por varios de sus hermanos pero aquellos en especial no recordaba haberlos olido a nadie antes, era un aroma peculiarmente sofisticado, con el fedora negro y la bufanda puestas la mueca del rubio lucia aún más enigmática y fue entonces que noto el intenso frio de la noche.

Ace que usaba únicamente una sudadera sobre el pantalón de mezclilla y la camiseta de mangas corta se sentía casi vulgar frente a aquel sujeto con su pesada gabardina negrea y guates de piel encima de la ropa formal, estaban a mundos de diferencia, ¿Qué podría un sujeto como Sabo querer con él? No dijo palabra, tampoco se movió de su lugar, dejo que el rubio fuera quien se acercase con ese andar ligero y tranquilo. —Tu hermano no va a regañarte por hablar conmigo fuera del trabajo ¿O sí? —

Aquello había hecho al pecoso abrir los ojos un poco extrañado ¿Cómo Sabia que Thatch era uno de sus hermanos? No recordaba haberlo mencionado en ningún momento. —No es eso. — pero hablar con alguien que te esperaba más de cinco horas a la salida del trabajo no parecía exactamente seguro, aunque también le daba cierta culpa no hacerlo tras de que el rubio esperase tanto tiempo. —Mira, no se lo que quieras…— El nombre del chico le escapaba de la mente, aun asi no se detuvo mas de unos instantes, viendo de forma distraída como aquel chico ojiazul de llevaba el cigarrillo a los labios para darle una nueva calada, no recordaba haber sentido deseos de probar un tabaco antes. —pero no estoy interesado. —

—Sabo. —

—¿Eh? —

—Mi nombre, mi nombre es Sabo, lo olvidaste obviamente, aunque no es que importe aun. —

—Bien Sabo, no me interesa. — Era irritante, aquel Sabo, tan irritante como hermoso.

—Ni siquiera sabes que es lo que quiero de ti, Ace. —

—Lo que sea realmente no me interesa. —

Sabo sonrío de manera bastante amplia, como si toda aquella negación le pareciera un entretenido juego, probablemente lo era. —Dijiste que no tenías trabajo fijo, parece que a Luffy le agradaste así que quería ofrecerte un puesto temporal, es algo bastante sencillo en realidad —

—Un…¿Trabajo? — la cara de idiota de Ace había sido bastante graciosa

—¿Creíste que querría salir contigo o algo parecido? — No sabía si ofenderse con esa media sonrisa en el rostro del rubio idiota. — No me malentiendas, eres bastante atractivo, Ace, pero solo eres mi tipo a medias. —

—Bien, porque tú no eres mi tipo del todo. — Dijo el pelinegro molesto.

—¿Entonces? ¿Te interesa ahora? —

—Nghh…— No quería admitir que quizá levemente se hallase interesado, después de todo no tenía muchas fuentes de ingresos últimamente.

Ace le vio tirar el cigarro al piso y apagarlo con la suela de su zapato, con la mirada clavada en él como si en el mar obscuro y profundo de aquellos ojos estuviera extinguiendo sus posibilidades de escape de alguna manera.

Sacando su cartera Sabo tomo una tarjeta de presentación del interior de esta y se la extendió al pecoso. — Cenaremos mañana en casa si cambias de opinión Ace, puedes llamarme a la hora que gustes, sin importar que o donde iré por ti. — mientras eso sea lo que quiere Luffy.

.

.

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.

.

Continuara.

 

Notas finales:

Me desagrada en sobremanera hacer el siguiente anuncio pero puede que deje de contestar reviews por un tiempo, los leo y aprecio cada uno de ellos, de verdad muchas grasa a las personas que comentan pero ya que apenas tengo tiempo para las historias últimamente es una forma de darles un poquito más de tiempo también, esto no es para nada algo para que no comenten, por el contrario, saben que adoro sus comentarios y un día eventualmente los contestaré! Lo prometo! Muchas gracias por leer y los comentarios con bienvenidos <3

 

Muchas gracias por leer y comentar.

 

Besitos diluidos en café fara el gato gordo.

 

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