Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ai no tenshi. (Ángel de amor.) por hiruma chan

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

lloren lagrimas de alegria!!!! 

aqui el segundo capitulo!!

kekekekee!!!!

Regla No 2: Un ángel de amor nunca debe mostrarse ante el alma a su cuidado.

 

 

Agon seguía inerte ante el rubio, ni de broma había creído en los ángeles o dioses, aun cuando el mismo se autonombraba como uno.

Sencillamente era demasiado fantasioso para que un ángel y JUSTAMENTE SU ANGEL GUARDIAN se presentase ante él.

Lo más seguro era que estaba soñando y lo que sentía en el rostro como lodo en realidad era una broma de su hermano, sí, eso debía ser; Justo como en aquella ocasión en que él puso el pastel de Unsui aún lado de su almohada, así, cuando se girara aplastaría la tarta en su rostro.

Eso debía ser, el maldito de Unsui se había vengado de el… si… seguro…

 

-“¡¡Y UNA MIERDA!!”…— Ese día Unsui le había agradecido por el pastel e incluso se disculpó por “arruinarlo”

 

Bien, sino soñaba, tal vez se había vuelto loco; O quizá alucinaba… cualquiera alucinaba en estos días.

 

-¿Maldito rastas?... ¿Tu cerebro también se hizo lodo?... Responde… — El rubio le picaba la frente a Agon con una vara de cerezo, igual que si fuese un niño revisando a un bicho que nunca había visto.

-¡¡DEJA DE MOLESTAR BASURA!!... ¿¡…!? —Agon reacciono dando un manotazo a la rama lanzándola al canal de agua, para su sorpresa el “Angelito” se alejó de él, casi con temor.

 

-Me ensucias jodido rastas… — Se quejó el rubio sacudiéndose de sus manos el inexistente polvo,  había reaccionado apenas a tiempo.

-Lárgate basura… —Agon se levantó ahora siguiendo la corriente al “loco” delante de él, tal vez no se había dejado tocar por miedo a ser descubierto como un “friki del disfraz” que solo buscaba a alguien para molestar.

-Entonces muérete… — El rubio se acercó demasiado al rostro de Agon sobresaltando al moreno que dio un paso hacia atrás, sin embargo… detrás de el ya no había puente.

-¡¡Maldito!! ¡¿Qué tratas de hacer?!... —Agon apenas alcanzo a sostenerse de la baranda para no caer y ser arrastrado por la corriente de agua.

-Dices que me largué ¿No? Para eso tienes que morir y así podre volver al infierno ya te lo dije… — El rubio se alejó nuevamente de Agon y de sus bolsillos saco algo que parecían ¿chicles? En efecto, era goma de mascar, incluso el malditoexhibió una bomba ante el de rastas —…Entonces… ¿Ya  te mueres?

-¡Deja de decir esa mierda! ¿Por qué habría de hacerlo? Me voy ¡Y no te vuelvas a cruzar en mi camino!

 

Agon se sacudió lo más que pudo y siguió su camino hacia Saikyodai, se ducharía en las regaderas de los vestidores, por suerte sus ropas deportivas se quedaron en su casillero, limpias y sin usar porque ¡EL NO NECESITABA ENTRENAR!

El trayecto hasta Saikyodai habría sido bueno de no ser por las miradas que todos los estudiantes le daban, el, “El genio de cada cien años “¡¡CUBIERTO DE LODO!! La vena de su frente estaba, por estallar de coraje, solo necesitaba que algún imbécil se le cruzara para desatar su ira pero, la creciente oscuridad que emanaba de su cuerpo le habría un pasillo de al menos seis metros a una distancia de los demás.

 

-Pareces famoso jodido rastas… — Escucho de tras de él.

-¡¡…!! ¡¿Qué HACES SIGUIENDOME BASURA?!

 

El alumnado entero había quedado en silencio expectantes de la situación, un colérico Agon se había girado de la nada gritándole en la cara al “Emperador” de Saikyodai.

Yamato Takeru estaba atónito de haber sido descubierto con la mano derecha elevada a punto de golpear la espalda del de rastas, Yamato no solo se sorprendió de ser “descubierto” la verdad el aspecto de Agon no era para nada el habitual, más que nada por el lodo seco en su cara, no pro que estuviese furioso, eso era algo normal en el de rastas.

 

-¿Qué te sucedió?... — Un pelirrojo detrás de Yamato y al lado de un chico de cabello largo y rubio platino observaban al moreno, nunca pensaron con verlo con ese aspecto.

-No les incumbe.

-Vamos jodido rastas, tu novia está preocupada… — Se burló el rubio Ángel señalando a Taka Honjo.

-¡¡ESE AFEMINADO NO ES MI NOVIA!!

 

Agon había gritado eso mientras señalaba directamente a Taka.

Todos quedaron en silencio, sobre todo porque en el sitio a donde gritaba Agon no había nadie.

 

-Oye jodido rastas…

-¿¡QUE!?... — Grito Agon quedando delante de el rubio.

-Eres el único que puede verme.

 

Por segunda vez en lo que iba del día, Agon se dio cuenta de que todos lo miraban e incluso sus compañeros de equipo esperaban alguna explicación.

Gruñendo de coraje se dio la vuelta y siguió su camino ignorando todos los murmullos a su alrededor.

 

-¿Por qué no me lo dijiste antes?... —Susurró apenas audible para el rubio que lo seguía.

-Se supone que es algo que no debo hacer.

-¿Qué?... — Se detuvo el moreno frente a los vestidores.

-Sí, aquí esta… — El rubio le mostro un libro de al menos quinientas páginas y señalándole un apartado a media página le tradujo los ilegibles garabatos grabados en las gastadas páginas —

… “Regla número dos, sección de razones y aclaraciones; Un ángel nunca debe mostrarse al humano que resguarda, la visión de su ángel puede interpretarse por los humanos como “locura” o alguna otra enfermedad psiquiátrica de los cerebros humanos y puede llegar a considerarse enfermo mental al resguardado; así en su defecto el alma puede terminar en un asilo psiquiátrico  y en el mejor de los casos morir por sobre dosis de medicamentos “innecesarios para su cuerpo”

-¡¡DAME ESO!!... — Antes de que el rubio reaccionará Agon ya estaba hojeando el libro —… Esto es una porquería, no entiendo nada pero seguro Unsui podrá leerlo… — Resolucio echando el libro a su casillero y sacando lo necesario para bañarse olvidando al rubio por completo.

 

Agon nunca se dio cuenta de un pequeño detalle:

No se suponía que el pudiese tocar ese libro.

 

Por su parte el ángel rubio trato de atravesar la puerta que había sido cerrada en sus narices, sin embargo su mano que sostenía el libro fue solida por un segundo y no le dejo cruzar por un instante, se quedó fuera de los vestidores observando sus dedos ahora tan intangibles como el resto de su cuerpo.

 

-Si no tengo cuidado… ese jodido rastas puede meterme en un problema más grande que ir a dar al cielo.

 

 

 

Continuara…

Notas finales:

se q tarde y seguire tadando hasta que resucite mi lap o compre otra.

cuidense mucho!!!

mata-nee!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).