Dobe, es hora de que te levantes- entró un irritado Uchiha a la habitación de huéspedes.
Eran las dos… ¡Las jodidas dos de la tarde y ese infeliz aún no despertaba!
Eso sí que no, en su casa no iba a permitir holgazanerías.
-No, estoy cansado, déjame en paz' tebbayo- decía ignorándolo, mientras empezaba a babear -aún más- la almohada.
A este paso, el Uchiha le haría tragársela, o morderla, cualquiera de los dos escenarios era aceptable.
- ¡¿Cansado de qué?! -decía intentando arrebatarle inútilmente las cobijas - ¡¿De llenar de tu tonto ADN mi cama?!
- ¡No es tu cama, es MI cama' tebbayo! -alegaba sin siquiera osarse a abrir los ojos - ¡TU cama está en TU cuarto, maldito controlador! –
- ¡Pero ésta es MI casa! - en este punto, la gran vena en su frente explotaría del coraje, maldita Senju, en este momento seguramente estaría regocijándose de su suerte - ¡Y todo aquí es mío! –
- ¡Oye, Idiota! -al parecer sólo esa inmensa muestra de egoísmo por parte del Uchiha logró hacer que Naruto se levantara abruptamente de la cama y señalara al otro de manera acusadora - ¡Te recuerdo que MI persona también está en TU mugrosa casa! - decía mientras subía de un salto a la cama y tomaba vuelo para saltar encima del Uchiha, dispuesto a maquillarle el rostro de un bonito color morado con tonos verdes - ¡Y yo no soy tuyo! - cayendo de bruces encima de un igual de furibundo Sasuke -¡Teme idiota! ¡Narcisista con severos trastornos de grandeza! ¡Egoísta acaparador! -decía estos y más piropos mientras lanzaba puñetazos a diestra y siniestra, claro, el otro no se quedaba atrás, pues ya le había roto a Naruto el labio de un golpe y le había rasgado la camisa tras una serie de forcejeos.
Diantres, eso se podía prestar para demasiadas interpretaciones.
- ¡Quítate de encima, cerebro de insecto! - decía ligeramente alterado por sentir el cálido cuerpo del otro encima suyo.
- ¡Pues si me soltaras podría! – decía dándole un manotazo a la mano que estaba en el cuello de su camisa, vaya forma de empezar el día.
¿Y se supone que tenemos que vivir juntos?
Fue el lúgubre pensamiento de ambos.
No, debían dejar esos pensamientos de lado.
Él tiene novia, Naruto, contrólate. Además, tú no eres homosexual.
Pensaba el rubio desesperado, ahora que toda la conmoción de momento se había esfumado, reparó en el ligero detalle del chico debajo suyo. Debía mantener su mente centrada en otra cosa, no en las extrañas sensaciones que su traidor cuerpo empezaba a reflejar.
Y por su lado, Sasuke se encontraba en una batalla igual o más intensa. ¿Por qué no ocurría de pronto un ataque o llegaba otro loco queriendo conquistar el mundo? Incluso un nuevo apocalipsis Zombie sonaba tentador en ese momento. En realidad, en ese momento, cualquier cosa era mejor que intentar luchar contra tus instintos sexuales naturales y tratar por todos los medios de no sufrir una vergonzosa erección.
¡Joder, que no lo podían culpar de caer ante la visión de un sonrojado y jadeante Naruto con la ropa rasgada encima suyo!
Sasuke, cálmate, si pudiste con la abstinencia de tomates durante tu encierro, podrás con esto.
Intentaba animarse mentalmente, era verdad, si pudo estar meses comiendo inmunda comida de prisión sin tomate, esto será pan comido.
… ¿Verdad?
-Vaya, la quinta me envío para procurar que estuviera todo bien, pero al parecer, está mucho mejor – dijo burlonamente una tercera voz.
Ambos chicos, igual de conmocionados, se separaron ligeramente aterrados, en medio segundo.
Ohh no, eso no podía estar pasándole a ellos, de todas las personas existentes en Konoha y alrededores, tenía que ser precisamente él quién los encontrara en esa extraña situación.
- ¡Sai, solo estábamos rodando por el suelo´ tebbayo! - realmente Naruto era un verdadero idiota al tratar de arreglar las cosas.
-Sí, Naruto, me pude dar cuenta de eso -poniendo una sonrisa no-tan- falsa en su níveo rostro – Ino se pondrá muy contenta cuando le cuente esto –
- ¿Por qué Ino se pondría contenta con esto, subnormal? – preguntó un poco irritado el Uchiha, cualquier cosa que proviniera de esa pareja de locos, no podía ser nada bueno.
- ¡No preguntes, Sasuke-teme! – quiso prevenir el Uzumaki, pero ya era demasiado tarde.
Sasuke le había abierto la puerta a Sai para ventilar todas las cosas que salían de la cabeza de su amada rubia.
-Pues la cosa está así, Ino espera totalmente emocionada por que llegue el momento en que Naruto y tú follen como locos, ya sabes, como en las películas porno – decía totalmente desvergonzado, como si estuviera hablando del clima – además, tiene la pequeña esperanza de que la dejen a ella y a mi unirse, en realidad a mí no me atrae tanto la idea de ver tu desabrido cuerpo, pero si a Ino le gusta, por mí no habrá problema, por otra parte, estará Naruto, eso le da un buen incentivo a las cosas – terminó su dialogo haciendo el símbolo de la paz con los dedos.
Sasuke no sabía cómo reaccionar, si quemar con sus intensas llamaradas negras al idiota enfrente suyo, o lanzarle una gran cubeta de agua fría al rubio a su lado, el cual, se terminaría de freír el cerebro con el insano color rojo que se había instalado en su cara.
Aunque esperen un momento, si el idiota del dobe le había intentado advertir de eso, es porque ya estaba al tanto de los desvaríos del artista y su novia ¿verdad?
- ¡Naruto, ya sabías de eso verdad! – gritó escandalizado al rubio, no creía, enserio no quería creer que el rubio tenía esa clase de deseos con él, bueno, no es que le molestara que Naruto quisiera que él se lo follara duramente, ¡Pero joder, sin espectadores! - ¡Maldito enfermo pervertido! – decía falsamente indignado.
Podría usar eso a su favor en un futuro, así el otro no podría reclamarle absolutamente nada de lo que el Uchiha intentara hacerle en la cama, pues siempre podría usar la carta a su favor sobre la indeseada orgia con la abierta pareja.
-Claro Uchiha, Ino y Naruto tuvieron una divertida plática sobre eso en el hospital -decía calmado Sai, en realidad, en su cabeza, la rubia realmente creía eso.
- ¡Yo no me divertí con eso, tarado, Ino no dejaba de balbucear cosas extremadamente vergonzosas sobre consoladores, látigos y camas de agua! – decía con dos lagrimones en los ojos.
A este paso, alguien tendría que ponerle una mordaza en la boca, sino, moriría de un infarto a causa de su gran habilidad para decir cosas totalmente innecesarias al hablar.
- ¿Consoladores, látigos y camas de agua? Vaya dobe, quién diría que eras así de extremista -se burlaba el Uchiha, a este paso, definitivamente le enviaría un hermoso y costoso ramo de flores a la Yamanaka, pues sin querer, le estaba alegrando la mañana de bastantes formas.
Y la idea de una cama de agua no estaba nada mal.
-Lo sé, Sasuke, al parecer Naruto-kun es bastante travieso, por lo que le dijo a Ino – decía contestándole calmadamente al Uchiha, mientras este solo se dedicaba a asentir. Hasta parecían buenos amigos platicando de algo realmente interesante.
- ¡Yo no le dije nada, par de enfermos! – gritaba jalándose los cabellos, eso no podía estar pasándole a él, seguramente ahora Sasuke pensaría que era alguna clase de zafado.
-Aquí el enfermo eres tú, dobe -decía petulante – al parecer la amnesia tiene sobre ti el mismo efecto que el alcohol, te desinhibe bastante – haciendo un gesto presumido con las manos.
No sería uno, serían dos ramos los que le enviaría a Ino.
- ¡Desinhibo tus malditas pelotas, bastardo narcisista! -gruñía dispuesto a lanzarle un poderoso rasengan al idiota aquel - ¡Ya deja de reírte Sai, deberías apoyarme a mí, no a él! –
-¡Pero es que son tan divertidos! Enserio, no puedo esperar a que terminen juntos – contestó tranquilo, al parecer, nadie sabía que Naruto tenía una idea equivocada sobre Sasuke y Sakura -bueno, tengo ganas de ir al baño, si me permiten – dijo para salir totalmente campante al santuario sagrado, Sasuke solo lo miraba con una gran vena en la frente, ese idiota se tomaba demasiadas confianzas en SU casa.
-N-No le hagas caso, Sasuke, si te incómoda solo dilo, y me encargaré de romperle la cara´ tebbayo- decía cabizbajo, las palabras de Sai le habían calado hondo ¿Acaso era cierto que él estaba enamorado del Uchiha?, Ya Sai e Ino lo habían dicho, quizás debería ir con Shikamaru, seguramente él sabría responderle a todas sus interrogantes -además, no queremos que Sakura se enoje – decía saliendo silenciosamente de la habitación.
Él jamás se atrevería a meterse en una relación.
- ¿Sakura? ¿Qué tiene que ver ella en esto? – decía consternado, ¿a qué sacaba el tema de la pelirosa?
-A que a nadie le gustaría que dijeran cosas como esas sobre su novio, teme – decía ácidamente ¿Acaso ese tipo estaba mal de la cabeza?
-Bueno, supongo que no, pero ella no tendría por qué molestarse sobre algo -decía un poco asustado, o Dios, que no fuera lo que él estaba pensando -Ya que nunca hemos sido nada, dobe. –
- ¡Por favor teme! No mientas, es una broma de pésimo gusto el negar de esa forma a tu novia, se un maldito caballero, joder – reclamó enojado, quizás esa chica no le agradara del todo, pero no merecía ese tipo de trato.
- ¡No te estoy mintiendo en nada, carajo! – eso era demasiado ¿Él y Sakura, juntos? Eso ni en sueños, solo un maldito desquiciado se atrevería a ponerlos juntos.
- ¡¿Entonces por qué se besaban anoche?! ¡Ehh! – atacó arto de esa absurda situación.
Sasuke casi se cae de la impresión ante esto ¡¿Acaso Naruto los había visto?! Eso no era nada bueno, ahora él pensaba que era alguna especie de sinvergüenza por negar su supuesta relación con la chica.
Mierda, recién había acabado con su maldita crisis de clóset y aceptado sus sentimientos por el rubio, para que ahora le salieran con esto ¡Ni hablar! ¡Él era Sasuke Uchiha, ningún tonto malentendido podría arruinar cualquier oportunidad que pudiera obtener con el rubio!
- ¡Ella me besó! – bueno, en realidad él no la detuvo, pero podría alterar algunos detalles, ya luego se encargaría con su sharingan de que Sakura recuerde que así pasó - ¡Pero solo fue eso! Yo… yo andaba muy mal, ambos, realmente…así que cometimos acciones totalmente erróneas en un absurdo intento de remplazar a alguien muy importante para mí- decía de modo sumamente bajo, eso era algo muy delicado.
Seguramente Naruto le alejaría totalmente de su lado si se enterara de su amor hacia él.
Él no es como tú, Sasuke, apenas si confía en ti.
-E-Eso, ¿eso es cierto? -decía anonadado, él estaba seguro de lo que vio, pero, quizás lo que Sasuke decía era verdad. Su corazón deseaba que fuera verdad.
- ¡Claro que si, Naruto! -decía dolido, realmente le calaba hondo que el otro desconfiara así de él – pregúntale a quien tú quieras maldita sea ¡Es más, a Sakura! -realmente estaba desesperado.
-Él dice la verdad, Naruto, créele -decía Sai, llegando por el pasillo.
Realmente no entendía ese asunto del tan afamado beso entre el Uchiha y Sakura, ya se encargaría de ese asunto después, conocía de sobra la obsesión de la pelirosa hacia Sasuke, y este no se encontraba en su mejor momento de estabilidad emocional anoche, eso olía mal por donde lo viesen.
- ¡Sai, no te aparezcas así´ tebbayo! – gritó asustado el rubio- además, eso en realidad no es mi asunto – decía esquivo.
Realmente estaba metiendo sus narices en los asuntos que no le concernían.
- ¿Estás seguro de eso, dobe? – preguntó ácidamente el Uchiha, no podía ser que el Uzumaki sintiera ese grado de indiferencia hacia él.
-Sí, ¿por qué habría de interesarme? – a decir verdad, la pregunta era más hacia el mismo.
Sai sabía que esto se estaba saliendo de control, la tensión en el ambiente era bastante fuerte, y su misión era verificar y ayudar a que la convivencia de esos dos saliera bien.
Y esto no pintaba para nada bien.
-Chicos, ya sé -intervino de pronto entre los dos, al parecer tenía muy poco sentido de supervivencia -vallamos a entrenar, eso seguramente ayudará a deshacernos de todo el estrés, por otra parte, todavía falta que Naruto-kun valla por su ropa, la quinta estaba más que furiosa cuando notó la ausencia de su paciente favorito -decía con una falsa sonrisa conciliadora.
Recordaba con algo de miedo cuando llegó a la sala de hospital donde Shizune le llamó de emergencia, él pensó que sería alguna clase de misión ultra secreta, no que le obligarían a servir de niñera de ese par.
Pero él no contradeciría a Tsunade, la pobre camilla de hospital ya había sufrido su ira, y él no quería ser el siguiente.
- ¡Mierda, me olvidé de la abuela! – gritó con dos enormes lagrimones en los ojos, era su fin.
-Ya te dije anoche como le haremos, dobe – decía el Uchiha sobándose el puente de la nariz, ya veía como se aproximaba una molesta jaqueca -así que mueve tu jodido trasero y vallamos por tus cosas, que llevas con esa misma ropa desde ayer -señalando la vestimenta de Naruto.
Bueno, anoche en cuanto llegaron, decidieron no pensar en nada más y Naruto cayó rendido tal como llegó, así que ahora apestaba a ropa sucia.
-Entonces andando, que no tenemos todo el día, ya perdimos la mitad de la tarde – decía Sai, señalando el reloj en la impoluta sala de Uchiha.
Naruto solo volteó el rostro avergonzado por la mirada de reproche que le dirigió Sasuke, seguramente mañana lo obligarían a despertarte temprano.
Bueno, daba igual la mala leche del Uchiha, las perversiones de Sai, o los regaños de Tsunade, nada le quitaría el buen humor que se cargaba, la noticia de la soltería de Sasuke logró alegrarle el día.
Quizás si soy homosexual.
Pensó mordiéndose el labio, ese asunto era algo nuevo para él, definitivamente necesitaba ir corriendo con Shikamaru.