“Extra I: Pegados”
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Raimundo Rook Tennyson, o como familiares y amigos le decían, Rai. Era un chico sumamente terco y testarudo cuando se lo proponía. Y esa manera de ser, fue lo que le permitió lograr convertirse en Plomero a la corta edad de catorce años. Claro, por su edad no le daban misiones peligrosas y riesgosas, pero al menos ya tenía un puesto como agente junior.
Y por supuesto, todos esos logros, no los hizo solo porque sí. Rai decidió convertirse en Plomero, para proteger a su papi y hermano menor. Porque se había prometido no ser débil ante nadie que amenace nuevamente a su amada familia. Y era más que obvio que Ben no quería que uno de sus retoños fuera un Plomero, especialmente cuando sabía los riesgos que venían con el empleo, pero Raimundo demostró que esa opinión le valía tres hectáreas, si con eso aseguraba la seguridad de su familia.
El primogénito de Ben, era tan parecido a sus dos padres. Ya sea que haya heredado los genes de un verdadero Revonnahgander, también había combinación de los genes de su otro padre, en este caso el cabello castaño que gustaba tener con un cómodo corte militar, y ese par de ojos de un color verde claro, fuera de eso, se parecía en cuerpo a su padre Blonko. En cuanto a manera de ser, se podría decir que era igual de obstinado, testarudo y terco que su papi, pero en cuanto a disciplina, combate y estrategia, sin duda se parecía a su padre. Y por esa razón, era uno de los mejores jóvenes Plomeros que había en esa generación, o eso creía su ego hasta que aquel muchacho llegó.
Casey Wheels, era sin duda alguien a quien Rai podía tomar como un verdadero fastidio y dolor de cabeza. Un chico muy parecido a su padre, de una piel ni tan clara, ni tan morena, y esos ojos casi atigrados de un color azul oscuro, le brindaban todo, menos paz.
Rai conocía a ese chico desde que tenía cinco años, y como lo detestaba, especialmente cuando su adorado y tierno hermano menor adoraba andar con el joven Wheels, incluso ahora eran mejores amigos, cosa que lo llenaba de odio hacia el chico que osaba acercarse a Sam.
Pero dejando de lado aquello, decidió que lo mejor para no oxidarse, era entrenar, por ello, se encontraba en esa sala de entrenamiento, siendo monitoreado por su bisabuelo Max, quien a pesar de estar retirado, de vez en cuando iba a la base para verlo a él. Y algo que no quería, era que arruinaran su momento con su bisabuelo, pero al parecer, a Casey poco o nada le podía interesar, pues justo se asomaba con aquella prepotente sonrisa que tanto lo ponía de malas.
—Está reservado hasta medio día —, mencionó con fastidio.
—Wheels sonrió arrogante, mientras tecleaba en su celular como si Rai no le hubiera hablado —. No vi tu nombre en el lugar, ¿O si, Rookie? —, aquello lo dijo con tanta burla, sabiendo que aquel apodo ponía de muy mal humor al joven Rook.
—Rai frunció el ceño —. Sabes que odio que digas así mi apellido. Yo no voy diciendo nada que pueda ofender a tus padres pues respeto a Pierce y a Rayona, pero… —, calló con los puños fuertemente apretados, mientras enviaba una mirada asesina hacia el chico de piel morena —. Si sigues provocándome, tendré que ponerte en tu lugar —, le advirtió furioso.
—Si, si, ya me lo haz dicho tantas veces, que hasta lo dudo —, hizo un ademán con su mano izquierda, restándole importancia a la reciente advertencia.
—Niños, pueden practicar juntos, así que dejen de pelear o tendré que llamar a sus padres —, Max suspiro después de haber utilizado el comunicador, pues bien sabía que si no se metía, ese par sin duda se mataría —. No entiendo el porqué del comportamiento de Raimundo, así que espero puedas aclararlo Rook —, algo que el veterano Max Tennyson no había perdido, era ese sexto sentido, pues hacía unos minutos que se había dado cuenta de la presencia del esposo de su nieto.
—Blonko se acercó a la ventanilla, observando con lujo y detalle la sesión de entrenamiento de aquel par de adolescentes —. No entiendo muy bien las razones de Rai, aunque según las palabras de Ben e incluso de Sam, Rai solamente actúa así porque está celoso —, negó con una sonrisa —. Tal parece, mi hijo ya está sufriendo por su primer amor, aunque si le soy sincero, creo que es correspondido, solo que los dos son tan competitivos y cabezas huecas, que no lo admiten de manera abierta.
Si se ponían a pensarlo con claridad, podía ser que Ben y Sam tuvieran totalmente la razón de aquello. Para empezar, Casey comenzó a acercarse demasiado a Sam, solamente porque Rai se llevaba de maravilla con la coqueta hija de Ester, y siempre que uno de ellos se acercaba a alguien más, el otro actuaba de manera grosera y tosca, casi como si quisieran decir algo, pero que a la vez, no podían decir.
Rook negó con una imperceptible sonrisa, pues en verdad, su hijo estaba creciendo. Bueno, era obvio que eso solo era el primer amor, y podía ser que eso no garantizará que ese par de adolescentes se quedaran juntos por el resto de sus vidas, pero con solo saber que el primer flechazo de amor le llegó a su primogénito, supo que muy pronto crecería aún más, hasta el punto de algún día no muy lejano, hacer su vida apartado de sus padres.
Y si, Blonko sabía que Max lo miraba con algo de burla, pues estaba seguro de que lloraba por algo que no había ocurrido aún. Recordando aquel día en el que supo que sería padre. Su rostro detonó miedo y preocupación al recordar la breve explicación de la señora Verdona Tennyson.
---FLASHBACK---
Verdona había llegado en un santiamén, apenas y fue llamada por su amado marido. Y justo al llegar, lo primero que hizo fue reclamarle a Max.
—¿Por qué no me dijiste que Ben era Anodita? —, preguntó molesta. Tanto tiempo vagando por el espacio, sabiendo que si linda nieta preferida no quería sus enseñanzas y ahora resulta que tenía otro nieto con sus poderes heredados. Lo peor, ya habían pasado varios años, y ahora se enteraba solo porque Ben estaba embarazado.
—No te dije, porque sabía que vendrías solamente para tratar de llevarlo contigo. Aún cuando tu misma diste a entender que no estabas interesada del todo a andar con Ben, solo por no ser Anodita —, respondió Max con seriedad. Si había algo que le molestaba de la mujer que amaba, era que ella parecía más interesada en tener herederos y no en el lado humano de la familia.
—Eso no es cierto Max —, murmuró dolida —. Adoro a mis hijos y a mis nietos —, le dijo.
—¡Ya basta ustedes dos! —, Gwen salió de la habitación donde su primo y ella escucharon la pelea de sus abuelos —. Todo mundo, incluyéndome a mí y a Ben, los están escuchando. Además, mi abuelo no te aviso por el simple hecho de que yo misma se lo pedí, ya bastante fue que Ben descubriera sus poderes de una manera inesperada, como para llamarte y que comenzaras a acosarlo como lo hiciste una vez conmigo. Recuerda abuela, que a la primera negativa de mi parte, tu no te lo tomaste bien y casi destruyes mi casa, al que era mi novio y al mismo Ben.
—Verdona se sonrojo apenada al oír aquello, entendiendo ahora la razón por la que no la llamaron antes —. Lo lamento cariño —, se disculpó con su esposo.
—Yo también lo lamento amor.
Gwen tuvo que virar a ver hacia otro lado, cuando sus abuelos comenzaron a besarse y abrazarse. Y al ver que iban para largo, tuvo que toser de manera discreta, para que se separaran y fueran donde Ben estaba esperando una larga y tediosa explicación.
—¡Oh, lo siento mi niña! —, Verdona miró a su nieta con pena —. Vamos donde esta tu primo, porque hay tantas cosas que debe de saber en cuanto a su embarazo.
Al entrar, lo primero que la señora Tennyson hizo, fue a abrazar con fuerza a su nieto, para después colocar sus manos en el vientre aún plano, mirando a su nieto con completa fascinación.
—¡Oh, mi buen Ben! —, exclamó enternecida —. Esto sin duda me alegra, y no solo porque heredaste los poderes de un Anodita, también porque tienes la oportunidad de engendrar vida en tu interior.
—Abuela, en verdad no quiero la charla del sexo, ni tampoco lo que puedo hacer con estos poderes —, Ben no se mostraba muy animado, y no era precisamente porque no deseaba al bebé.
—Tranquilo mi niño —, Verdona no se inmutó con aquel comportamiento —. Hijo, tu puedes embarazarte, debido a tu lado Anodita. Verás, los Anoditas somos una especie alienígena, un tanto especial, pues no solo las mujeres pueden tener hijos, también los hombres. Un ejemplo de lo que te digo, son la especie de los Celestiales, los cuales tienen un lugar y a una “abeja reina” donde nacen cada tanto tiempo —, explicó aquello, sin decirle lo más importante en un embarazo de Anodita masculino. Los Anoditas hombres pueden embarazarse, si, pero eso solo si al momento de la copulación, el lugar donde se ejerce dicha acción, aparece. En este caso, su nieto el travieso, no se dio cuenta que allí abajo tenía más de un agujerito, y fue penetrado en el que le dio premio doble. Y definitivamente no le diría eso a Ben, pues si estaba embarazado, su hijo saldría del lugar donde fue creado.
—¡Esto es genial! —, exclamó Ben demasiado angustiado, ahora la pregunta que lo aquejaba era, ¿Cómo le diría a Rook sobre su embarazo?, peor aún, le dolería a horrores tener a su hijo.
Aunque lo que nadie había visto, o siquiera sentido, era que Rook escuchaba todo desde el otro lado de aquella habitación, y al igual que Ben, estaba demasiado angustiado y preocupado, pero también decidido a hacer que Ben dejará de lado su tonta razón del porque no podían estar juntos.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Rook, yo creo que deberías dejar tus recuerdos para otro momento, porque Rai y Casey no han dejado de gritar.
Rook reaccionó y como pudo miró a Max, para después mirar al par de adolescentes. Y era verdad, tanto Rai como Casey gritaban toda clase de insultos dirigidos al otro. Suspiró resignado, pues sabía que Ben y Rayona lo matarían si se enteraban de lo que estaba a punto de hacer.
—Muy bien ustedes dos, ya que son tan poco tolerables el uno con el otro, me tomaré la libertad de darles una misión juntos —, Rook había ido a parar, justo frente a los chicos, los cuales lo miraban con miedo al castigo.
—¿Qué clase de misión Magistrado Rook? —, preguntó Casey en susurro.
—La misión que les daré es simple y sin ningún riesgo. Quiero que vayan a la ciudad contigua a investigar sobre supuestos sucesos extraños. Nada del otro mundo, solo deberán entrevistar a las personas del lugar y a tomar notas de todo lo que dicen y vean —, mencionó con simpleza.
—¡Esto es genial! —, Rai se cruzó de brazos —. No solo tendré que hacer los trabajos de niños, sino que además, deberé soportar a este —, se quejo el menor de los Rook, mientras veía con desdén al chico moreno.
—No, deberás hacer lo que les dije y serán supervisados por Rook Ben —, respondió Blonko con una sonrisa retadora —. Y nada de peros, porque esto le servirá a él para su examen de alto rango y a ustedes para unirse más.
Casey y Rai suspiraron con derrota, para después fulminarse con la mirada. Decidieron que si querían separarse rápido, debían apresurarse en hacer lo que les habían ordenado.
Fueron directo al puerto de las naves, y no se extrañaron de ver a Rook Ben esperándolos.
—Así que Blonko por fin estalló con sus peleas, ¿no es así niños? —, Rook Ben sonreía más que divertido a los chicos frente a, él, especialmente porque él era uno de los tantos Plomeros que trataban de hacer que ese par mantuviera la paz, obviamente fallando en el intento, claro esta.
—Muy gracioso tío Ben —, respondió Rai con molestia.
—Yo solo sé que todo es culpa de Rookie —, mencionó Casey de brazos cruzados.
—Ben suspiró abatido, tratando de encontrar paciencia suficiente para aguantar a los adolescentes —. Creo que mejor entran y se mantienen lo más alejados uno del otro —,dijo seriamente.
Rai y Casey asintieron con el ceño fruncido, para después entrar a la nave y sentarse separados.
El camino fue silencioso e incómodo, cosa que de vez en cuando, Rook Ben trataba de aligerar de manera, pero definitivamente el par de adolescentes parecía odiarse, pues en ningún momento mediaron palabra alguna.
Y apenas llegaron a la ciudad de los sucesos extraños, ambos chicos estaban dispuestos a emprender su trabajo para así terminar lo más pronto posible, de no ser porque Rook Ben los detuvo a ambos, mientras sonreía divertido al ver el objeto en sus manos.
—¿Creyeron que su misión era tan sencilla? —, preguntó burlesco.
Sin que los adolescentes lo esperaran, el mayor coloco una clase de esposas que cubría por completo la mano derecha de Rai y la mano izquierda de Casey, y peor aún, apenas fueron colocadas, una especie de cuerda eléctrica o de energía pura, los unió dejándolos apenas separados por dos metros de distancia.
—¡¿Qué rayos hiciste Rook Ben?! —, Rai estaba tan colérico, tanto que se olvidó de las formalidades y habló por su nombre completo a su tío.
—Tu padre dijo que esto les enseñaría a llevarse bien. Esto no es un simple trabajo de investigación, también es un trabajo en equipo, así que para acabar sin problemas, deberán trabajar como equipo —, explicó divertido —. Por cierto, debemos terminar a las siete en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, así que apresuren el paso novatos.
Rai y Casey se miraron entre sí, y por primera vez concordaban en querer matar a alguien y ese alguien respondía al nombre Rook Ben. Más no les quedó de otra que comenzar para así acabar rápido.
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Habían pasado ya dos horas desde que habían comenzado a entrevistar a los lugareños, y faltaban otras cuatro para que se acabará el tiempo de la misión. Lo peor fue que ninguno se decidía en cómo llevar a cabo el trabajo, pues siempre terminaban peleando por la dirección en la que irían o por el simple hecho de no tener completo control en sus cuerpos.
Para colmo, al indagar más y más en el asunto de los sucesos ocurridos en aquella extraña ciudad, ambos se dieron cuenta que las personas del lugar andaban más asustadizas y temblorosas de lo que imaginaban. Lo que es más, las respuestas que les habían dado, solamente les daban una sospecha de lo que ocurría en el lugar, y sin duda todo apuntaba a un Necrofriggian fugitivo. Aunque aún quedaban huecos en la investigación, pues según varios entrevistados, cada noche se hacía presente un sonido parecido a una pelea o algo así, y por las mañanas se podía apreciar lugares congelados y cosas destruidas o quemadas, algo que los llevaba a sospechar o que el Alíen estaba en problemas y era perseguido o el aplicaba aquello.
—Creo que con esto es más que suficiente. Ahora debemos informarle a Rook Ben para que envíe a agentes más experimentados —, mencionó Casey, mientras volvía a leer las respuestas de los ciudadanos de aquel lugar.
El moreno estaba dispuesto a ir a dar la información a su superior, sin embargo, su compañero de esposas ni siquiera había comenzado a caminar. Frunció el ceño y miró a Rai con molestia.
—¿Se puede saber por qué no te mueves Rookie? —, le pregunto más que molesto.
—Es muy obvio —, respondió —. Yo no vine solamente a hacer preguntas idiotas para permitir que otro se lleve el crédito de mi investigación. Así que mueve tu trasero que vamos a encontrar a ese Necrofriggian.
—Casey negó presuroso —¡¿Acaso estas mal de la cabeza?! —, exclamó exaltado —. Ya hemos cumplido con nuestra misión, y hasta donde yo sé, ni tu, ni yo podemos hacerle frente a especies que atraviesan muros y congelan cosas —, con sarcasmo hizo mención de aquel importante detalle.
—Sabes que en fuerza y estatura, yo gano enano —, Rai sonrió victorioso, mientras comenzaba a caminar hacia uno de los lugares donde supuestamente el Necrofriggian andaba, no importando, que llegará a jalar a su compañero en el proceso.
—Genial —, Casey se rindió y comenzó a caminar a la par de aquel idiota.
Vagaron por otras dos horas, y aun cuando faltaba tan poco tiempo para irse, Rai no desistió en su intento por hacer más que papeleo. Casey por otro lado, andaba más fastidiado, pues no habían encontrado absolutamente nada.
—¿Ya podemos irnos? —, cuestionó con molestia.
—Yo aún no me rin… —, calló sus palabras al oír algo caer.
Tanto Rai como Casey se sorprendieron de ver caer a un joven Necrofriggian demasiado herido, todo justo frente a ellos. El pobre Alíen los miró asustado, pero al ver a Rai algo le hizo aferrarse a él.
—¿Conoces a Ben 10? —,le preguntó con demasiada ansiedad, todo mientras miraba hacia todos lados, casi como si estuviera buscando algo que no quería encontrar.
—¿Qué si lo conoce?, él es su “madre” —, respondió Casey, haciendo énfasis en la palabra madre.
—¿Qué quieres de mi papi? —, preguntó con seriedad el joven Rook.
—El Necrofriggian respiro profundo antes de contestar —. El es mi madre también… —, silencio sus palabras al ver la cara de estupefacción de ambos adolescentes —. Específicamente, hijo del Necrofriggian del Omnitrix.
—¿El Omnitrix puede tener hijos? —, preguntó sorprendido Casey.
—¡Y yo qué sé! —, respondió Rai exaltado —. Dejando de lado eso, ¿Por qué atacas este lugar? —, encaró al Alíen con seriedad.
—¡Yo no he atacado nada! —, apeló con premura —. Un raro tipo me persigue desde que llegué a la tierra. Quise volver a ver a madre, así que me separe de mis hermanos y vine a la tierra, pero apenas llegue, un extraño tipo con traje de cazador y las mismas habilidades fantasmales que yo, comenzó a atacarme. Llevo más de una semana huyendo, pero ya no puedo más —, explicó nervioso, su instinto de supervivencia le decía que el cazador andaba cerca.
—Así que era eso —, murmuró Wheels en una pose de pensador, sabiendo por sus notas que el tiempo que el Alíen mencionaba, concordaba con el tiempo en el que comenzaron los sucesos en el lugar —. Supongo que ahora debemos ir con tu tío e informar acerca de este asunto. Ya haciendo esto, es posible que llamen al señor Ben para que venga personalmente —, miró con insistencia a su compañero, pero al ver la mirada que este tenia, supo que su día se complicaría aún más —. Rai te recuerdo que esto no era parte de nuestra misión.
—Rai suspiro con derrota. Sabía perfectamente que ahora el Necrofriggian era prioridad —. Tranquilo, concuerdo con lo que dijiste, así que… —, se quedó callado al no tener idea del nombre de su supuesto hermano, no hermano —. Te diremos Ice mientras tanto. Así que Ice, tú nos seguirás para mantenerte a salvo.
El Necrofriggian asintió sonriente, no solo porque su medio hermano lo ayudaría, también por el hecho de que ahora tenía un nombre y pronto volvería a ver a su madre. Pero su felicidad duró poco, pues apenas iban a caminar, cuando un explosivo los hizo saltar y no solo de sorpresa.
Los tres miraron al ente recién llegado, Ice con miedo y Rai y Casey completamente asombrados, pues aquel espécimen con cabellos llameantes de un color verde claro y brillante y ojos del mismo color, los veía con una sonrisa prepotente en su frío rostro.
—Veo que haz conseguido amigos fantasmita —, mencionó divertido.
—¿Quién eres bravucón? —, Rai miró con odio a ese individuo.
—Mi nombre es Skulker el acechador y soy un cazador dedicado a atrapar especies fantasmales que sean sumamente extrañas y exóticas. Y ese ser es sumamente valioso y único —, mencionó demasiado ansioso y prepotente, mientras veía con insistencia al asustado Necrofriggian.
—Genial Rai, esto es más que grandioso —, Casey estaba harto de todo eso, especialmente cuando no podía pelear de manera libre.
—Ice no te alejes de nosotros, y tu Casey, ya deja de ser una niñita llorona y afronta la realidad si en verdad quieres ser un Plomero —, mencionó el Revonniano con molestia.
El moreno se molestó con aquellas palabras, pero ni siquiera tuvo tiempo suficiente de defenderse, pues Rai lo había obligado a esquivar el reciente ataque de ese tal Skulker. Ambos miraron el sitio donde hacía unos segundos estaban parados, suspiraron al saber que a tiempo se habían salvado, pues el suelo estaba completa quemado y agrietado.
—Ice, mi tío Rook Ben está justo en la entrada de la ciudad. Ve a decirle que nosotros te mandamos y que necesitamos que envíen a nuestro papi —, el joven Rook sacó su proto-arma, dispuesto a darle pelea a ese mequetrefe presuntuoso —. ¡No pierdas tiempo y ve! —
El joven Necrofriggian asintió sin sentir completa seguridad de dejar a su medio hermano, más tuvo que emprender vuelo como pudo, e ir hacia la dirección donde ese tal Rook Ben se encontraba, esperando llegar a tiempo para que llamaran a su madre.
Rai y Casey por su parte, estaban más que dispuestos a dar pelea, olvidándose del detalle de que estaban demasiado unidos.
—¡No escaparás tan fácilmente! —, Skulker iba a lanzar una de sus redes especiales, de no ser porque unas extrañas espinas moradas, le dieron de lleno en el brazo.
—¡Ya he tenido suficiente de esto! —
Tanto el cazador, como el mismo Rai, miraron al causante de dicho ataque,sorprendiendose de no ver al mismo chico moreno.
—¿Casey?, ¿eres tú? —, Rai no podía creer lo que veía. Justo a su lado, ya no había un chico humano, pues extrañamente, Casey ahora era un extraño híbrido de la especie Revonnahgander, de piel y cabellos morados con espinas en los brazos, muy parecido a su madre Rayona, pero a la vez diferente.
—¡Oh, Rookie!, ¡hay tantas cosas que no sabes de mi! —, mencionó el joven Wheels con una sonrisa ladina —. Creo que debes recordar que mi madre proviene también del planeta Revonnah y que mi padre fue genéticamente modificado con ADN de tu tío, Kevin Levin.
—El joven Rook tenía la boca abierta, pues en verdad no se esperaba aquello —. No lo sabía… Ni siquiera lo esperaba —, mencionó como pudo.
—Vaya, vaya —, el cazador sonrió fascinado al haber encontrado otro espécimen híbrido, aún si este no era fantasma —. Si no puedo tener a ese fantasma, entonces me conformaré con un extraño híbrido de espinas. No me importa empezar con una colección no fantasmal.
Casey miró con seriedad al cazador, aunque muy en el fondo estaba más que nervioso, pues sabía que si su padre se enteraba de que se puso en riesgo de esa manera, además de haber revelado su otra forma, estaría más que castigado. En cuanto a Rai, este había captado demasiado bien la amenaza, y claro que estaba más que furioso y dispuesto a impedir el cometido de ese ruin cazador, por nada del mundo permitiría que le hagan daño a Casey, aún si tenía que arriesgar su vida en ello.
Una batalla comenzó, el cazador no solo atravesaba muros, sino que además volaba, algo que en verdad les hacía difíciles sus intentos para defenderse que los adolescentes usaban.
Los jóvenes Plomeros fueron lanzados lejos, debido a una explosión, ambos miraron con temor al fantasmal cazador, más aún estaban dispuestos a dar pelea. Casey siguió lanzando espinas, claro, sin mucho éxito pues una que otra daba en el cuerpo de aquel tipejo, mientras que Rai persistía en lanzar rayos de energía, que no hacían ni cosquillas al fantasma.
—Es mi idea, o su cuerpo no se daña —, murmuró Casey con fastidio.
—El joven Rook concordaba con eso, pero al ver una pequeña abolladura en uno de los brazos de aquel fastidioso cazador, se dio cuenta de algo muy importante —. Es porque ese no es su cuerpo, mira su brazo —, dijo mientras con la mirada, señalaba el lugar.
Wheels se fijó en el lugar que Rai mencionó, y efectivamente, el brazo derecho del acechador tenía una abolladura y sacaba pequeños rayos de el, eso solo significaba una cosa.
—¡Es una armadura! —, exclamó emocionado mientras veía a su compañero.
—Exacto —, respondió Rai con una sonrisa —. Y si destruimos esa armadura, muy probablemente podremos ganarle a lo que hay dentro.
Casey asintió no muy seguro, pues si bien habían descubierto un dato muy importante sobre su enemigo, apenas y habían logrado medio dañar un brazo, y el fantasmal ser, aún tenía energía para rato.
Ambos siguieron dando pelea, no dispuestos a rendirse ni dar marcha atrás. Y si Rook Blonko viera al par de adolescentes, sin duda se sentiría orgulloso del progreso, pues Rai y Casey peleaban codo a codo, pese a las esposas que los mantenían unidos.
Skulker estaba teniendo dificultades técnicas, claro, dificultades más que insignificantes, pues solo basto con lanzar un misil con humo tranquilizante y sus contrincantes cayeron imposibilitados de movimiento alguno.
—Eso ha sido todo mocosos, ya es hora de reclamar mi premio —, dijo divertido, mientras de poco en poco se acercaba a su reciente objetivo. —Descuida Casey…por nada dejaré que ese loco te haga daño —, habló con un inmenso esfuerzo Rai, mientras miraba con preocupación a su compañero.
—Casey esbozó una sonrisa —. Y yo que creí que me odiabas Rookie.
—Muy lindos los tortolitos, pero es hora de reclamar mi nuevo trofeo.
Los adolescentes cerraron los ojos, esperando un nuevo ataque de aquel ser, pero en su lugar, solamente pudieron oír maldiciones dichas por el mismo Skulker, maldiciones dirigidas a un tal Danny Phantom. Extrañados, abrieron los ojos y pudieron ver con lujo y detalle como el acechador era absorbido por una clase de vaso termico para café y que un extraño hombre de cabello blanco y ojos verdes sonreía divertido de aquello.
—Perdonen el inconveniente muchachos, soy Danny Phantom —, se presentó sonriente el ahora hombre fantasma —. Lamento no haber llegado antes, pero Skulker dejo un desastre en mi ciudad, solamente para huir y hacer de las suyas. En todo caso, enviaré los gastos monetarios a la ciudad para que reparen los daños y en caso de algún herido, me haré completamente responsable, pero eso será después, porque veo que no andan solos.
Danny Phantom emprendió vuelo, apenas divisó a lo lejos una nave de los famosos Plomeros, que tantos problemas le daban a sus pobres padres.
En cuanto a los adolescentes, ellos fueron atendidos de manera inmediata por el recién llegado Rook Ben, quien apenas supo que las cosas se habían salido de control, había contactado con la base y su hermano y cuñado.
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—Supe que Ice haría el examen para ser un Plomero —
Habían pasado dos semanas exactamente después de esa misión, y aunque parezca poco creíble o no, Rai y Casey habían aceptado que no sentían precisamente odio, el uno por el otro.
Recordaban que después del bajón de adrenalina y ya pasado el efecto de la droga, ambos tenían heridas que necesitaban ser tratadas. Rai salió con algunos cortes y una que otra quemadura, pero Casey se había fracturado el brazo izquierdo, cosa que hacía que el joven Rook sintiera culpa, pues recordaba haber jalado en más de una ocasión ese brazo.
Dejando eso de lado, después de hablar con calma, ambos habían resuelto sus dudas e inseguridades, aceptando de una vez por todas que podían tratar de empezar a salir de vez en cuando, cosa que justo hacían, pues en esos momentos estaban en el Señor Smothy, hablando de cosas banales, como el tema del Necrofriggian, Ice, el cual después de volver a ver a su madre, decidió quedarse lo más cerca posible de él, y eso implicaba ser un Plomero.
—Ice decidió convertirse en Plomero para estar cerca de mi papi, y la verdad, no lo culpo —, respondió Rai con una sonrisa —. ¿Hoy no te duele el brazo? —, le pregunto preocupado, pues en los últimos días, Casey se había quejado de dolor, debido a la humedad en el ambiente.
—Casey sonrió alegre —. La verdad, ni lo he notado —, respondió sincero.
Sin duda les agradaba estar de esa manera tan amistosa. Pareciendo tonto su actuar de antes, cuando peleaban por todo. Aunque esa tregua y amistad, no puede dejar de lado el impulso de pelear que tenían esos dos, pues así es como se llevaban.
—Sabes Rookie, me gustaría verte con el cabello largo —, murmuró Wheels aquello, pues desde hacía meses que quería decirle a Rai, que el corte militar no le queda para nada, ya aprovechando que se llevaban bien.
—Rai enarco una ceja —. No lo creo Casey. Es como si yo te dijera que con el cabello corto te verías menos niña —, respondió el castaño de mala gana.
Casey frunció el ceño con molestia. Y al final, ambos comenzaron a pelear por el corte de cabello del otro, cosa demasiado absurda, puesto que hacía solamente unos segundos, ambos andaban acaramelados, casi al punto de comenzar a besuquearse.
—¡Suficiente!, ¡te reto a dejar tu cabello largo Rookie! —, Casey con furia estampó su mano sana en la mesa.
—¡Acepto tu reto!, pero también quiero retarte a dejar tu cabello de un largo hasta los hombros de perdido —, Rai también entraría en esa absurda apuesta.
Ambos quedaron en que uno dejaría crecer su cabello y el otro cortarlo, pero aún así, su pelea siguió, todo mientras en secreto los observaban Ben y Rook con reproche.
—Esos dos jamás van a aprender Blonko —, mencionó Ben con reproche.
—Tal vez algún día Ben, tal vez algún día —, respondió Blonko con diversión.
Blonko había aceptado que su hijo y Casey tenían una relación demasiado Problemática, pero aquella relación estaba lejos de ser peligrosa.
Por ahora, Rai y Casey solamente se dedicaban a pelear, recordando muy en el fondo de su corazón, que de no ser por esa misión, ellos no estarían pegados.
FIN°~