¡¿Mi hijo?! por RozenDark

"Extra II: El Alíen Y El Fantasma"

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Era terrible e inaceptable, pero Sam no podía evitar sentir aquellos oscuros pensamientos. A la corta edad de diez años, todo mundo había comenzado a hacer comparación de su físico tan parecido al de su papi, y aunque de cierta forma le halagaba, también le perturbaba, pues su papi no era un desconocido ante el mundo. Y claro, al creer que era humano por completo, se sintió en cierta forma aliviado, incluso le pidió a su querida tía Gwen que le enseñara las artes marciales que ella sabía. Todo iba de maravilla, hasta que en una visita a sus abuelos en el planeta Revonnah, lo cambió todo.

Ese día no solo había herido sin querer a su tío Ben, sino que además había descubierto lo que más temía, Samuel Rook Tennyson era un Anodita.

Ahora ya con trece años, se sentía aún más abrumado al parecerse a su papi. Y no es que no contará con su hermano mayor, pues Rai, muy a pesar de que tenía ciertos problemas con los padres de Casey, hacía lo posible por tratar de animarlo aunque sea un poco, incluso el mismo Casey hacia lo que podía.

—¿Por qué no puedo parecerme más a ti y a papá? —, le pregunto a su hermano, mientras releía un libro de encantamientos que su tía le había entregado.

—No digas esas cosas Sam, tu eres lindo, tal y como estas, además, hasta Ice lo dice cada que viene de visita —, respondió Rai, mientras amarraba su no tan largo cabello.

—Ice lo dice porque le encanta que me parezca a su mami —, Sam se cruzó de brazos al recordar a su otro hermano protector, quien de vez en vez pisaba la tierra, pues le había tocado en un cuartel que estaba fuera del planeta —. A todo esto, ¿por qué tan arreglado hermano? —, le envio una mirada divertida al ver un sonrojo y nerviosismo en el siempre correcto y serio Raimundo.

—Nada importante Sam —, respondió como pudo —. Bueno, debo irme pues es tarde.

—Sam lo vio salir con una sonrisa  burlona —. ¡Suerte en tu cita con Casey! —, pudo oír a la perfección una palabrota dicha por su hermano.

En cierta forma, eso era algo que envidiaba de su hermano, pues Rai andaba en una relación formal con su mejor amigo Casey, lo que significaba, que él era el mal tercio en cuanto a salidas se refiere.

Decidió que mejor veía la tele, pero al ver que en las noticias, hacían mención del gran parecido que tenía con su papi, decidió apagar el televisor y salir a despejarse un rato,tal vez una visita rápida a sus queridos abuelos “maternos” le ayudaría.

Esa fue una pésima idea. Tan solo habían pasado treinta minutos exactos desde que salió de su casa en bicicleta, y ya lo habían hecho parar para preguntarle por “Ben 10K” y pedirle toda clase de absurdas respuestas acerca de cómo era su papi en casa. Lo peor fue, cuando un anciano se le acercó a decirle lo feliz que le hacía haber conocido a Ben 10.

Aunque pensándolo mejor, Sam en verdad prefería regresar con el viejito, que a tener que soportar a los odiosos gemelos Murray.

Si había algo que Sam odiaba de ir a visitar a sus abuelos, era verles las caras a esos groseros gemelos, Jordan y Jasper Murray. Ese par, siempre lograba sacar ese lado oscuro que Sam poseía, y de verdad, estaba sumamente agradecido de que el amigo de estos, se hubiera mudado, o de lo contrario, estaría viviendo el bullyng a manos de los hijos de los que una vez fueron agresores de su papi y allí ni cómo defenderse por lo parecido que era su destino.

—¡Vaya, vaya hermanito!, mira quien nos ha venido a visitar —, el chico de negros cabellos, miró a su hermano con una maligna sonrisa.

—Ya lo vi Jordan. Al fin pasa por aquí el niño bueno, hijo de papi —, mencionó el otro chico de cabellos naranjas.

—Un gusto verlos Jordan y Jasper —, respondió Sam con cinismo —. Si me disculpan, en verdad llevo prisa y no quiero perder más tiempo.

En verdad quiso alejarse, antes de no poder controlarse y usar sus poderes para cerrarles la bocota a esos odiosos, pero estos simplemente se interpusieron en su camino.

—Tranquilo Samuel, solo queríamos saludar —, dijo Jordan con burla.

—Es cierto, después de todo, nos gusta pasar tiempo con el hijo de una celebridad —, respondió Jasper de la misma manera.

Sam los miró rencoroso, pues ese par sabía perfectamente cuánto le afectaba que mencionarán su oscuro secreto. De nueva cuenta, se dispuso a irse, pero esos dos eran tan irritantes y persistentes, que otra vez se pusieron en su camino.

—No estarás enojado Sam, ¿o si? —, burlesco, Jordan se le acercó.

—Si, no deberías enojarte Sami, después de todo, tienes fama, eres conocido, y puedes tener lo que quieras si así lo deseas. Tan solo debes usar esa apariencia tuya y decir que tu apellido es Tennyson y no ese otro que ni de este planeta viene.

Sam los miró con odio, y sus ojos tomaron un brilloso color verde. Era oficial, el más joven de los hermanos Rook, estaba furioso, pues sabía que ese par era tan homofóbico, y cada que podían, hacían insinuaciones, no solo por su apariencia, sino que además estaban denigrando el apellido de su padre y  su familia paterna.

Así que sin más, respiro hondo para calmar ese lado Anodita suyo, y decidió, que si se iba a llevar un buen regaño, al menos lo recibiría por haber puesto en su lugar a esos insolentes, sin haber usado sus poderes.

~.o0o.~

—¿Qué tienes que decir al respecto Sam? —, Ben se encontraba de brazos cruzados y con el ceño fruncido frente al menor de sus hijos.

—Que debí aplicar más fuerza a la hora de darles su merecido —, respondió de la misma manera que su papi.

—Rai miraba de lejos aquella discusión —. ¿Papá, no crees que debemos intervenir? —, nervioso le preguntó aquello al Revonniano mayor.

—Eso quisiera Rai, pero ya sabes que esos dos son peores cuando están enojados —, respondió Blonko más que nervioso.

Horas antes de aquella acalorada discusión, Ben y Blonko terminaban una importante misión, cuando al castaño le llegó una llamada de su madre. Y al responder dicha llamada, se sorprendió cuando esta, le dijo que Sam se había peleado con los hijos de Cash Murray, y que muy a su pesar, había salido victorioso. Obviamente Cash no se puso a dar pelea como usualmente lo haría, pues al oír a los pocos testigos que habían por el lugar, Ben tenía cara de pocos amigos. Sin embargo, Ben tampoco estaba dispuesto a premiar a su hijo, especialmente cuando había caído en las tonterías de esos impertinentes mocosos.

—¡No pienso disculparme, ni retractarme!, ¡esos torpes se merecían la paliza que les di! —, dijo firme el joven castaño.

—Y yo te digo que hiciste mal Samuel. Esa no es forma de resolver las cosas, ¿acaso no pensaste que tu padre y yo podríamos estar trabajando? —, le pregunto con enojo.

Sam lo miró dolido. ¿Acaso solamente eso le importaba a su progenitor?, ¿el bienestar ajeno antes que el de su hijo?. Sam lo sabía muy bien, su papi siempre era héroe de todo el mundo, siempre ayudando aunque sean días libres pasándolo en familia. Porque Benjamín Kirby Tennyson siempre sería Ben 10 para todo aquel que lo necesite, aun si eso significa darle más problemas a su familia.

Y aunque Sam estuviera molesto y abrumado por todo lo que le estaba pasando, lo que minutos después dijo, jamás se lo iba a perdonar.

—¡Desearía que no fueras mi papi! —

Ben lo miró dolido, y de no ser él como lo era, se habría puesto a llorar frente a su hijo.

Blonko y Rai no pudieron ni siquiera prevenir aquello, pues esas palabras y hasta esa discusión era algo que podría esperarse de Raimundo, nunca de Samuel, el cual había comenzado a llorar, mientras miraba culpable a su papi.

—Haz lo que quieras Samuel —, murmuró Ben con seriedad.

Sam no dijo nada, y no es que no quisiera hacerlo, pues en verdad deseaba disculparse con su progenitor, sin embargo, sus palabras no salían a flote.

Blonko por su parte, quiso seguir a su esposo, pero al ver la mirada que Ben le envió y que sin siquiera proponérselo, usó sus poderes para lanzar un jarrón hacia la pared, supo que no tenía permitido acercarse.

—Sam, ¿por qué le dijiste eso? —, Rai no se iba a controlar. Si bien sabía que su hermano era el más afectado por parecerse más a su papi, tampoco justificaba ese terrible comportamiento.

—Yo no quise decirlo —, se explicó entre hipidos producto del incesante llanto —. Quiero disculparme, pero no se como —, desesperado, se pasó ambas manos hechas puño por todo su rostro.

Rai iba a seguir regañando a su hermano menor, pero al ver como su padre se encargaba de abrazar al menor, decidió dejarles su espacio e ir a tratar de hablar con su papi.

—Creo entender porque te comportaste de esa manera Sam, pero ambos sabemos que la manera en la que le respondiste a tu papi, es la errónea —, Blonko se encargó

 de abrazar al menor de sus hijos.

—Ya lo se papá —, le dijo lloroso —. Y no sabes cuanto quiero disculparme, pero no se como decirle cuánto lamento haber dicho eso —, mencionó aquello de una abrupta manera. —¿Por qué no estás seguro hijo? —, quiso indagar, tal vez así podría lograr solucionar lo que sea que ocurría con su hijo pequeño, sin obtener respuesta alguna, así que opto por otra cosa —. ¿Qué te parece si me acompañas a una misión? —, le pregunto ansioso, más que nada para ver si así lograba hacer que Sam se calmara y pensara las cosas como se debe.

—¿Misión?, ¿a donde? —, preguntó con extrañeza, pues usualmente no le tenían permitido ir a misiones o estar cerca de los asuntos de los Plomeros.

—Solo es una insignificante misión que los Plomeros hacen cada seis meses. Prácticamente es ir a checar, hacer una advertencia y luego volver como si nada, así de simple —, explicó el Magistrado restándole importancia al asunto —. Iremos a Amity Park.

Sam asintió no muy seguro, pues sabía o al menos se imaginaba a lo que su padre quería llegar. Además, no es que no quisiera pasar tiempo de padre e hijo, pero ir a Amity Park era sumamente aburrido según las palabras de su hermano y cuñado.

Amity Park era una pequeña ciudad donde residía un matrimonio de problemáticos científicos, también sabía que los Plomeros iban cada cierto tiempo a verificar que no hicieran experimentos que llegarán a arriesgar, tanto a la ciudad como a otros lugares.

—¿Tengo otras opciones? —, inquirió nervioso.

—Lo lamento hijo, pero aunque se trate de ti, no hay pero que valga —, respondió Blonko con una sonrisa.

Sam conocía esa sonrisa a la perfección. ¿Cómo no conocerla?, si esa sonrisa solamente salía a la luz, cuando su padre estaba enojado o demasiado ansioso por algo. En este caso, el menor sabía a la perfección que el solo hecho de haber dicho lo que dijo, había enojado o al menos puesto a su padre demasiado serio y autoritario con él.

Así que no le quedó de otra, que aceptar el castigo e ir a ese aburrido lugar.

~.o0o.~

La nave ya había arribado en Amity Park, para ser precisos, en la base de Plomeros de aquel lugar.

Y apenas hicieron aparición en el interior del lugar, todos los Plomeros comenzaron a darle sus reportes a Blonko, quien leía las hojas con el ceño totalmente fruncido.

—Tal parece que los Fenton siguen en las andadas —, mencionó seriamente Rook.

—Ya hemos ido a la casa de los científicos Fenton por lo menos unas dieciocho veces este mes, y siempre nos dicen que dejaran de lado los experimentos. Hemos arrestado al señor Jack Fenton unas diez veces, pero siempre termina siendo liberado gracias a la pareja de su hijo —, explicó uno de los Plomeros con cansancio.

—Muy bien, esta vez iré yo personalmente a resolver el asunto con esa familia. Esta vez no habrá ningún pero, así que si no hacen caso a las advertencias de un Magistrado, deberemos tomar medidas más drásticas —, explicó con severidad.

Rook no espero nada más, simplemente hizo un ademán a su hijo, y ambos se fueron directamente a la ahora camioneta, para ir directamente a la casa de los mentados científicos Fenton.

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Llevaban por lo menos una hora en la entrada de aquella extraña casa, y por cómo se veía la situación, esa “charla” duraría más de lo previsto, así que en silencio, se alejó de a poco de allí y comenzó a caminar por el rumbo.

Llegó a una tienda de cómics y entró solamente a perder el tiempo, después de un rato salió y siguió caminando, hasta llegar a la escuela de la ciudad. Iba a seguir caminando, hasta que vio algo que lo sorprendió de sobre manera.

Por alguna razón, el cielo había tomado un color verde oscuro y el ambiente en la zona se había tornado un tanto frío. Pero lo que Sam jamás olvidaría era a ese chico de negros cabellos y ojos azules, cambiar de apariencia y comenzar a volar y atravesar muros, mientras peleaba con un extraño ente de forma femenina.

Claro, no fue lo único, y de no ser, porque se había quedado embobado viendo a aquel chico, se hubiera dado cuenta de que un rayo iba directo hacia él.

—¡Cuidado! —

Sam lo vio demasiado tarde como para reaccionar, y creyendo que aquel ataque le iba a dar de lleno, cerró los ojos esperando lo peor, sin embargo, lo que Sam sintió, fue que lo alzaban en brazos, mientras sentía la brisa del aire.

—Menos mal que te atrape a tiempo —, mencionó sonriente.

Sam estaba completamente sonrojado. Una cosa era ver de lejos a aquel chico, y otra era que este lo tuviera entre sus brazos. Y de no ser porque el chico se la pasaba esquivando los ataques de aquella extraña mujer sombra, Sam estaba seguro que sería un momento mágico.

—Lo lamento chico, pero tendrás que quedarte con mis amigos —, dijo el chico de blancos cabellos, mientras dejaba a Sam en un lugar seguro —. Tate, Cam, lleven a este chico a un lugar seguro —, les pidió a sus amigos.

Sam miró a los chicos que estaban frente a él, y a juzgar por las miradas de estos dos, supo que estaban más que involucrados con el extraño chico fantasma.

—Solo ten cuidado Dark, o nuestros padres nos van a matar por no llamarlos por asuntos paranormales —, le advirtió la chica de negros cabellos al chico fantasma.

—Vamos chico —, murmuró el chico moreno al nervioso castaño.

Sam asintió no muy tranquilo de dejar a ese chico peleando contra aquella extraña mujer con apariencia sombría, pero decidió seguir a esos dos y tal vez, evitar que les pase algo malo.

—Muy bien Spectra, aquí me tienes. Solamente somos tú y yo —, mencionó con seriedad el chico.

—¡Oh, pequeño Phantom!, tuno eres el único miserable rondando por aquí —, dijo la mujer con una sonrisa malévola —. Ese chico tenía tantas cosas negativas en mente, y por cómo me sentí hace poco, tiene un enorme potencial para hacerme más joven y poderosa. Tanto como para eliminar al molesto Danny Phantom.

—¡¿Qué?! —, Dark se sorprendió con esa explicación, y claro que iba a detener a esa loca.

—¡Bertrand detén a este mocoso! —, ordenó a su asistente.

—¡Genial! —, Dark no tenía tiempo para perder, especialmente con la clara amenaza de Spectra, pero ese asistente suyo le daría más problemas de los que creía.

El chico de nombre Dark, comenzó a batallar con un segundo enemigo, un fantasma de forma amorfa que tomaba desde formas de animales fieros, hasta formas gigantescas, todas igual de problemáticas para aquel chico. Spectra por su parte, tomó nuevamente una forma humana, y comenzó a dirigirse hacia donde sentía esa gran miseria.

~.o0o.~

—¿Qué se supone que fue eso? —, preguntó Sam, mientras trataba de recuperar el aliento, todo con su inhalador en sus manos.

—Lo siento chico, no sabía que tenías problemas de asma —, apenado, se disculpó el chico de piel morena —. Antes que nada, me presento, yo soy Tate Foley, y esta chica de pintorescas y alegres vestimentas, se llama Camie Manson.

—Sam asintió —. Yo soy Samuel Rook, aunque siempre me dicen Sam para abreviar —, se presentó, sin llegar a decir su segundo apellido, más que nada porque habían ido a esa ciudad a poner en su lugar a lugareños con tendencias a experimentar, y vaya que estaba seguro que aquella batalla tenía que ver con los Fenton.

—Igual que tu mamá Cam —, mencionó sonriente Tate.

—Lo escuche Tate, pero no creo que tengamos tiempo para esto —, la chica señaló con angustia a la mujer pelirroja que se asomaba justo frente a ellos.

—¿Quién es esa? —, Sam no entendía la situación, o al menos no lo hizo, hasta que la mujer deshecho aquel cuerpo para tomar la forma que antes tenía. Esa mujer era la misma de hacía unos minutos.

—¡Es Spectra! —, el moreno veía nervioso a esa fantasma —. ¿Qué le hiciste a Dark? —, le preguntó.

—No te preocupes por tu amigo, él está más que entretenido con mi asistente —, respondió la fantasma —. Más bien te diría, preocupate por ti mismo.

—¡Salgamos de aquí! —, exclamó Cam con angustia, mientras tomaba la mano de Sam y Tate.

Iban a comenzar a correr en dirección contraria a la fantasmal Spectra, pero esta lanzó un contenedor de basura en su camino.

—¡¿Qué hacemos ahora?! —, cuestionó alarmado el moreno.

—Como si yo lo supiera todo Foley —, respondió Cam con histeria.

Ambos chicos tomaron cada mano del joven Rook, y de manera instintiva comenzaron a retroceder a la par en la que Spectra avanzaba.

—Chicos, prepárense para correr por donde se encuentra ese contenedor —, murmuró Sam con seriedad.

—Creo que el pobre está en shock —, mencionó Foley nervioso.

—No lo estoy, así que hagan lo que les dije, que les aseguro que esa cosa no nos estorbara —, rebatió el castaño.

El par de amigos se miró entre sí, para después hacer lo que el castaño les había dicho.

Los tres se situaron frente al paso que estaba bloqueado, y Sam supo que era hora de hacer algo productivo y ayudar a esos buenos chicos que lo habían ayudado antes.

—Oucitos Ulcarorquias —, recitó Sam, mientras levantaba su mano en dirección al contenedor.

Spectra no esperaba aquello, menos que aquel contenedor le fuera devuelto.

Y Cam y Tate estaban que no se la creían, es decir, aquel chico que parecía enfermizo, débil y frágil, había levantado un pesado y hediondo contenedor de basura con tan solo unas palabras.

—¡Corran! —, habló en voz alta el castaño.

Los dos amigos no vacilaron, y comenzaron a correr junto con aquel chico de castaños cabellos.

Y ya cuando creyeron estar a salvo, Sam, nuevamente los volvió a sorprender.

—¿Cómo era este hechizo? —, Sam cerró los ojos para tratar de recordar uno de los tantos hechizos que necesitaba en esos momentos, todo, mientras hacía un ademán a los chicos para silenciarlos —. ¡Lo tengo! —, exclamó —. Valieris Mihi Occoltus Valieris Meus Amicita Occultus —, recitó casi sin aire, para después, comenzar a ser rodeados por una cúpula magenta.

—¡¿Qué rayos fue eso?! —, exclamó la chica más que sorprendida.

—Como podrán notar, no soy alguien muy normal —, dijo agitado el castaño —. Lo que hice, es lo que los humanos conocen como magia —, explicó con lo que creía más lógico.

—¿O sea que eso fue magia? —, inquirió Tate más que fascinado —¡Oh, viejo!, definitivamente te debes de volver nuestro amigo —, comentó ansioso.

—¿Y esta esfera nos va a proteger? —, cuestionó Cam ya más calmada, después de todo, ya tenía a un amigo medio fantasma, y un amigo hijo de una cazadora de fantasmas y de un loco por la tecnología, así que un amigo con magia no hacía daño.

—Supuestamente nos hace invisibles y nos protege de los enemigos, y digo supuestamente, porque jamás lo había usado —, explicó apenado, solo esperaba que en verdad funcionará ese hechizo.

—Pero no tenemos la opción de escondernos, al menos no cuando Dark está en problemas —, recordó la chica con preocupación —. Creo que deberíamos llamar al señor Phantom.

—¡Es cierto!, Sam, ¿tu de casualidad no puedes combatir a los fantasmas? —, le pregunto Foley, tal vez el chico tenga algún hechizo que permita combatir a los fantasmas.

—No lo creo, aunque podríamos llegar donde su amigo —, murmuró preocupado.

—¿Qué esperamos entonces? —, preguntó con entusiasmo el moreno.

—Tal vez a que Spectra se aleje —, señaló Cam hacia el cielo.

Los otros dos miraron hacia donde la chica señalaba, y efectivamente la fantasma estaba buscando a esos chicos con tanta desesperación.

—¿Qué hacemos ahora?, ella no parece querer alejarse, y Dark puede estar en problemas con ese tal Bertrant —, preguntó Tate de manera ansiosa.

—Sam suspiró resignado —. Voy a quitar este hechizo, así que cuando lo haga, ustedes corren a buscar a su amigo. Tal vez no pueda servir de mucho, pero si su amigo tiene las habilidades de un fantasma, solamente él puede derrotar a esta mujer —, habló seriamente el castaño —. ¿No tienen una manera de atrapar a esos fantasmas? —, les pregunto.

—Tenemos un aparato que los atrapa —, respondió Cam.

—Bien, entonces usen ese aparato, aprovechando que lo que sea que esté reteniendo a su amigo, va a estar lo suficientemente distraído —, mencionó lo obvio —. Uno… Dos… Tres… —

Aquella cúpula que los mantenía invisibles y protegidos, comenzó a desaparecer, permitiendo a Spectra hallar a esos tres chicos.

—¡Corran ya! —, les ordenó Sam.

Y aunque Cam y Tate estaban demasiado renuentes a dejar al chico, decidieron que lo mejor para ayudar en esos momentos era ir a ayudar a Dark, para que este logrará atrapar a Spectra de una vez por todas.

—No tan rápido mocosos —, la mujer no estaba dispuesta a dejar pasar los problemas de tres adolescentes juntos, pero el chico castaño le impidió el paso.

—Apendaja grigoria —, recitó en voz alta.

Spectra quedó congelada de manera momentánea, lo que le permitió a ese par huir en dirección a la escuela.

—Por el momento, yo seré tu rival —, dijo con una pequeña sonrisa.

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Dark hacia lo que podía para evitar que aquel loco asistente le hiciera daño, pero al recordar que sus amigos y aquel chico corrían peligro a manos de Spectra, le dificultaba su concentración.

Trató de confundir a  Bertrand, con clones de sí mismo, pero solo bastó para que esté se convirtiera en lobo y comenzará a olfatear. Intentó con su poder de congelamiento, pero siempre terminaba siendo evadido, y ni qué decir de sus rayos de ectoplasma, pero al igual que su poder de congelamiento, terminaba sin dar en el blanco.

Obviamente no podía usar el lamento fantasmal, porque jamás se le daba, y aquel experimentado fantasma siempre lograba su cometido de evadir y lastimar.

Dark estaba cansado, y por un momento pensó que iba a ser derrotado, pero de la nada, Bertrand fue absorbido por aquel aparatejo que yacía en las manos de su amigo.

—Parecía que tenías problemas Dante —, dijo confianzudo el moreno.

—Ni que lo digas Tate, por un momento creí que iba a ser derrotado por un simple asistente —, respondió el chico, mientras se disponía a convertirse en humano.

—¡Todavía no regreses a la normalidad! —, le pidió Cam alarmada.

—¿Por qué?, ¿no están aquí porque derrotaron a Spectra? —, preguntó no muy seguro de lo que decía, pues sabía perfectamente que si Bertrand le daba problemas a alguien como él, Spectra era peor —. ¿Y el chico? —, y apenas se daba cuenta de que el chico al que había salvado no estaba.

—Te contamos en el camino, porque en serio amigo, no creerás, especialmente cuando te contemos quien nos salvó —, el joven Foley estaba ansioso por contar lo recién vivido.

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—Tuista Combititus —, al decir aquel hechizo, una extraña serpiente gigante de maná verdoso, hizo acto de aparición frente a Sam.

—Parece que tienes talento niño —, Spectra admitía estar teniendo problemas con aquel chico, especialmente cuando este se dignaba a hablar.

La fantasma hizo uso de sus poderes fantasmas para evadir a aquel gigantesco y monstruoso guardián y situarse frente a ese niño.

—Pero ya es hora de ver de cerca lo que te agobia —, murmuró maquiavélica.

—Sam al verla demasiado cerca, decidió usar algo para darle algo de tiempo y acordarse de más hechizos útiles —. Kimosha Osc… —, pero al oír las palabras de la mujer, detuvo su hechizo y se sintió sumamente depresivo y malhumorado.

—Spectra no tenía tiempo que perder, así que hizo gala de sus nuevos y mejorados poderes de percepción —. ¿De casualidad tus problemas tienen que ver con el parecido que tienes con tu padre, el famoso Ben 10? —, y se fascinó con el tremendo poder que sintió de pronto, ese chico sin duda tenía tantos problemas acumulados en su ser.

—¿Qué me pasa? —, Sam estaba más que confundido, de pronto se había sentido demasiado débil como para estar de pie, vio sus manos y al verlas pálidas y arrugadas, supo que esa fantasma se estaba saliendo con la suya.

—Yo no hago nada, más bien, tu y tus patéticos problemas me dan poder. Yo me alimento de la miseria de los demás y vaya que tu tienes problemas con tu familia —, Spectra se sentía fascinada, pues de alguna u otra manera, sentía que no solamente robaba la miseria del chico, también sus peculiares poderes.

Sam, trataba con todas sus fuerzas de levantarse, pero cada vez se sentía peor y apunto de desfallecer, y de no ser porque los tres chicos que recién conoció llegaron, estaba seguro de que hubiera muerto.

—¿Sam estás bien? —, Cam se le había acercado totalmente preocupada.

—No lo creo —, murmuró agitado —. Ella no solamente se robo mi energía, también gran parte de mis poderes —, explicó con trabajo.

—Creo que tendrás más problemas Dark —, murmuró Tate de manera nerviosa.

—¿No hay manera de recuperar mi fuerza? —, preguntó Sam.

—Tengo entendido, que si dejas de lado todo lo que te agobia, Spectra no tendrá poder sobre ti —, explicó Dark con seriedad —. ¿Qué problema tienes como para hacer tan poderosa a Spectra? —, le pregunto.

—Sam pensó si decirles o no, pero al ver lo preocupados que estaban, decidió sincerarse por primera vez —. No se si lleguen a odiarme, pues mis padres son parte de los Plomeros, más específicamente, mi papi es Ben 10K, y lo que me agobia es que siempre me comparan con él por ser tan parecido, incluso me llegan a tomar en serio, cuando se dan cuenta de quién soy yo y quién es mi padre —, reveló nervioso, solamente esperaba que no lo dejaran de lado por tan absurdo actuar.

—Justo como tu amigo —, el moreno miró a su amigo con una sonrisa nerviosa.

—Dark no hizo caso al comentario de su amigo, pues a pesar de la razón que esté tenía, bien sabía que había dejado de lado ese patético rencor con aquella pregunta —. ¿Te molesta ser hijo de tus padres? —, inquirió en susurro, mientras miraba a los ojos al chico.

Lo que parecía un duelo de miradas, más bien era una vista a la ventana del alma. Dark tenía cierto rencor a su apariencia, pero con las breves platicas con su padre y sus tías, supo que estaba equivocado con ese pensar tan absurdo, admitiendo al fin que aún si se parecía a su progenitor, eso no lo hacía del todo igual. Por eso sus ahora rojizos ojos, miraban el par de ojos ámbares del debilitado castaño, todo con el fin de que recapacitara con ese absurdo rencor.

Sam abrió los ojos a más no poder. ¿Qué si le molestaba ser hijo de sus padres?, si se ponía a pensar en una respuesta, era obvio que siempre daría un no.

Amaba a sus dos padres, especialmente a su querido papi. Ben siempre se encargaba de darle las buenas noches, a pesar de su edad, incluso se encargaba de cumplirle todos sus caprichos relacionados colecciones de libros. Incluso podría asegurar, que Ben lo conocía mejor que su papá Blonko. Y fue allí cuando se dio cuenta del tremendo error que había cometido.

Como pudo se puso de pie, todo de manera temblorosa, y a pesar de que los tres chicos trataron de detenerlo, Sam tenía en la mira a esa impertinente fantasma, que había tomado ventaja de su absurdo rencor.

Sus manos tomaron un brillo verdoso, que poco a poco fue reemplazado por uno dorado, sorprendiendo aún más a los tres espectadores tras de él.

—¿Qué harás ahora niño? —, preguntó Spectra de manera burlesca.

—Revertu Meus Ops Mihi —, al decir aquellas palabras, un manto amarillento rodeo a la fantasma y comenzó a quitarle la energía que le había robado a él, regresando a su lugar de origen y restableciendo todas sus fuerzas y energías.

—¡¿Qué me estás haciendo?! —, Spectra estaba perdiendo sus poderes de poco en poco y ese chico era el causante.

—Solo recuperó lo que me robaste —, respondió Sam ya restablecido —¡Hazlo ahora Dark! —, miró con una sonrisa al chico fantasma.

—Muy bien, entonces es hora de regresar a la zona fantasma Spectra —, Dark se acercó dispuesto a encerrar a la fantasma.

—¡No será tan fácil junior! —, la fantasma se lanzó hacia el chico fantasma, dispuesta a tan siquiera derrotarlo a él.

—¡Dante! —, Cam y Tate estaban preocupados por lo que llegara a ocurrirle a su amigo.

—¡Aléjate de él! —

Sam sin querer había tomado su forma Anodita, terminando de sorprender a los chicos y a Spectra.

Dark por su parte, había quedado más que fascinado con aquel chico, el cual tenía cierto brillo amarillo parpadeando entre esa forma verdosa.

Y sin que la fantasma se lo esperara, había quedado congelada sin que el chico recitara algún hechizo.

—Aprovecha ahora —, dijo Sam con calma.

Dark asintió presuroso, para después apuntar a Spectra con aquel aparato, que en un dos por tres ya la había absorbido.

Sam regreso de poco en poco a su forma normal, cayendo de rodillas y con la respiración agitada.

—¿Estás bien Sam? —, la única chica del grupo se le acercó preocupada.

—Tranquila, solo fue por haber usado más poder del que debo, nada que no se pase con mi medicina y un buen descanso —, respondió calmado, mientras sacaba su inhalador y comenzaba a usarlo.

—Camie asintió más tranquila, para después mirar a su amigo con reproche —. Eso fue muy peligroso Dan, sabes muy bien que Spectra es uno de los tantos fantasmas que se han vuelto poderosos según nuestros padres. Debimos llamar a tus padres e informarles de ella —, le reprendió con severidad.

—Tranquila Cam, Spectra ya ha sido controlada —, Dark estaba demasiado renuente a dar su brazo a torcer, aún cuando sabía que su amiga tenía la razón.

—Eres un irresponsable, este chico se vio involucrado, y casi fue herido de gravedad —, señaló al chico en el suelo.

—Descuida, la verdad me merecía esto, al menos con lo sucedido he recapacitado con mi manera de pensar —, Sam decidió hablar, para tratar de evitar una posible discusión —. Así que me presento como se debe, mi nombre es Samuel Rook Tennyson y soy hijo de Benjamín Tennyson, alias Ben 10K —, se presentó aun en el suelo.

—Dark asintió algo nervioso —. Supongo que también debo presentarme, con esta forma soy Dark Plasmius, pero con esta —, de manera rápida, tomó su forma humana de nueva cuenta —. Soy Dante Masters Fenton.

Sam se sorprendió al oír el segundo apellido de aquel muchacho, y luego se sonrojo apenado al saber cuántos problemas le daba su familia y todos los Plomeros a la familia Fenton.

—Descuida Sam, no soy quien para juzgarte por quienes son tus familiares o para quienes trabajan, especialmente cuando yo tuve el mismo problema que tu, hace algún tiempo —, con calma, Dante le hizo ver que no guardaba ningún rencor —. Además, se cuan problemáticos sin mis abuelos —, Dante se rasco la mejilla de manera nerviosa.

—Digamos que estamos a mano —, murmuró apenado el castaño.

Tate y Cam miraban a ese par con una sonrisa, pues bien conocían esas miraditas que de alguna manera un tanto discreta se enviaban.

Tal vez en un futuro Dante y Sam pudieran concretar una relación más allá de la amistad, aún si llegaban a tener una relación tan parecida a la de Romeo y Julieta, pero de algo estaban seguros, ellos estarían allí para ayudar en lo que fuera.

~.o0o.~

Ben se encontraba caminando de un lado a otro, mientras murmuraba las cosas que le diría a su rebelde hijo menor. En verdad estaba dispuesto a darle una reprimenda a Sam, por haber hecho que se sintiera muy mal, pero todas sus intenciones fueron eliminadas, cuando Sam usó un hechizo para abrir la puerta y entrar corriendo a abrazarlo con fuerza.

—Amo que tu seas mi papi —, dijo con seguridad el menor.

—Ben se sintió maravillado, pero aún así no pensaba dar su brazo a torcer —. Eso no fue lo que dijiste hace unas horas —, dijo seriamente.

—Y no sabes cuanto me arrepiento papi. Yo en serio amo que tu seas mi progenitor, y no desearía que nada lo cambiara, te amo papi —, dijo firme en sus palabras.

—Los labios de Ben temblaron de la emoción, y sin poder evitarlo, abrazo con fuerza a su hijo —. Yo también amo que seas mi hijo —, le dijo con emoción.

Ambos castaños se abrazaron con fuerza, mientras dejaban de lado su orgullo y se sinceraban entre lágrimas y risas, todo siendo visto por el par de Revonnahganders.

—¿Qué tanto pasó en su viaje? —, preguntó Rai más que intrigado.

—No tengo idea, tu hermano se fue a pasear en lo que yo daba las respectivas advertencias a los Fenton, y por alguna razón regresó más alegre y ansioso, es más, no se de donde saco ese prendedor amarillo —, respondió intrigado.

Ninguno dijo más, después de todo, era mejor disfrutar que ahora ese par se había reconciliado.

Claro, ellos no sabían que muy probablemente, Sam trataría de usar sus poderes para visitar a Dante, y que esté a su vez se volviera un tremendo dolor de cabeza para ellos.

Porque la unión entre un Alíen y un Fantasma ya había comenzado, solamente necesitaban volverse más y más cercanos hasta haber algo más que una simple amistad, pero eso ya es historia para otro día.

FIN°~