Por la noche, en casa de Ryou, Atem, pasó por Yugi y lo acompañaba Tristán y Joey. Yugi estaba preocupado por cómo iba a reaccionar el albino después de enterarse del desastre de su apuesta. Pronto, se escuchó el timbre y Ryou fue a atender la puerta en lo que sus amigos terminaban de arreglar.
-¡Hi, Hi! Ryou. - Atem saludó con demasiada cortesía- ¿Podemos pasar?- Ryou detuvo a Yami y a los demás que le sonreían y los sacó del departamento, cerró la puerta tras sí.
-¿podrían decirme ustedes dos (refiriéndose a Joey y Tristán que estaban de tras de Atem) por qué jugaron conmigo?
-¿qué?- Cantaron al unisolo.
-Bakura ya me dijo todo, así que por favor explíquense.- Ambos, se miraron nerviosos y sus caras melancólicas delataron más de lo que Ryou esperaba.
-Fue más bien porque queríamos molestar a Bakura, no era nada contra ti Ryou . - Tristán comentó después.
-De hecho, Atem nos advirtió de esto- Joey miró al tricolor que se cruzó de brazos y negaba con la cabeza, furioso.
-Ryou, ¿te encrentras bien?- Atem se acercó al menor, él, naturalmente derramaría lágrimas y sonreiría afirmándola pregunta.
-Lo lamento mucho Ryou, ¿pero Bakura por qué te lo dijo?- Tristán desconcertado, interrogó.
-Sólo quería hablar con él, y él hablar conmigo. Se alejará de mi porque nunca le agradé. Y bueno, díganle a Marik de mi parte que lo felicito por su victoria, pero no quiero que se vuelva a meter ni con Bakura ni conmigo.
-Espera un momento… ¿Bakura te dijo que Marik ganó?-Joey confindido apartó a Tristán y se acercó a Ryou.
-Sí, me dijo que probablemente haya duplicado su dinero para comprarle algo a Malik el próximo mes.
-Algo no concuerda…-Tristán confirmó.
-Así es, se supone que Bakura ganó la apuesta en ese caso…- Ambos colocaron su mano sobre la barbilla pensando. Atem también estaba confundido.
-¿qué?- Ryou replicó- ¿cómo que Bakura habrá ganado en ese caso?
-Hay dos hipótesis que me acabo de hacer…- Joey se sobresaltó pícaro.
-Agrega una mía.- Pidió Tristán
-Muy bien, si Bakura dijo que Marik ganó, entonces quiere decir que desde un principio él estaba enamorado de ti o dos… él esta enamorado de ti…
-O tres, se salió de la apuesta y le regaló dinero a Marik…- Tristán se aguadó y pensó en una probabilidad más creíble.
-Oigan, ya basa, él tiene a su chica, esa tal Miho, y yo moriré soltero y todos felices, ¿Ya?- Ryou enfureció.
Detrás de la puerta estaban Yugi y Malik escuchando todo lo que decían afuera. En ese momento Ryou tomó el picaporte y abrió rápido la puerta, tirando a Malik sobre Yugi. Todos los presentes quedaron pasmados.
-¡Santo Re! ¿están bien?-Ryou ayudó a ambos chicos en el suelo mientras reían.
-Sí- Contestó Yugi mientras tomaba la mano de Yami y se sonrojaba- Estamos bien, mejor te dejamos de una vez.
-Ahh sí, tengo que llegar a casa para hablar con Marik, estoy furioso. -Malik, como llevaba una playera de manga larga aprovechó ´para remangarse y salir de la casa de Ryou.
-De acuerdo.- Ryou suspiró- Mañana nos vemos temprano.
-¡Oyasimi!- Cantaron una vez más juntos. Ryou al cerrar su puerta, se recargó en ella y bajó lentamente y con un nudo en la garganta, se aguantó el llanto, pensó se buena idea bloquear a Bakura de las llamadas, pero de tanto tiempo que le hablaba por ese medio se acordaba perfecto del número.
El televisor de su casa, permanecía encendido, caminó hasta la sala y abrazó sus piernas juntándolas más y más hasta donde aguantara, cambió de canal dos ocasiones hasta quedar en el noticiero. Transmitía el reporte de clima.
¡Mañana lunes estará totalmente nublado y el pronóstico de lluvia es de un 80%!- Ryou suspiró y miró a la ventana- ¡Es más probable que llueva en la noche!- En seguida apagó el televisor y se marchó a acostar. En otra parte de la ciudad, Bakura había llegado de trabajar en los ensayos con Miho.
Estaba agotado y como otro día cualquiera se fue a dormir en seguida.
Se quitó los zapatos y se tiró a la cama. Cayó en un sueño profundo, ni siquiera escuchó cuando Marik le había llamado varias veces.
Entonces, soñó con quien menos se lo esperaba.
Bakura parecía estar en su departamento mirando el parque que estaba en frente donde jugaban varios niños. Parecía haber demasiado ruido y eso le frustraba, se movió de un instante a otro a la planta baja para ir a la biblioteca a buscar algo de Stephen King. Creyó ver algo cerca de los columpios, algo peculiarmente raro. Era su madre hablando con un niño pequeño. Bakura intentó llamar a su madre, pero parecía que ella no lo escuchaba.
-¡Mamá! Oye. ¡Mamá!- Bakura se apresuró a los columpios, pero entre más se acercaba, ella se alejaba, como si partiera de nuevo. Y sólo quedó un niño sentado en el columpio. Tenía su porte de la infancia, casi el mismo estilo de ropa, pero cuando estaba parado frente a él, se dio cuenta que no era más que Ryou que lo mirada dulcemente. Sus ojos marrón brillaron al admirar la inocencia del infante. Ahora actuaba distinto. La frialdad que tenía se había ido. Sentía que ahora después de ser protegido y amado, ahora debía proteger y amar. Como herencia.
De repente una luz cegadora, nubló el paisaje de un atardecer precioso y antes de que pudiera tocar la mano del niño, despertó por la luz que se colaba a través de la ventana. Frotó sus ojos y después se perdió un momento en sus pensamientos.
¿Por qué ahora, no puedo sacármelo de la cabeza?- Sacudió su cabeza con frustración y se levantó. Fue al baño con pesadez y abrió la llave del agua de la regadera, la llave de agua fría. Se retiró la camisa con torpeza y lentamente, los pantalones. Se metió rápidamente y antes de que sintiera frío, se mojó el cabello. Un gran vacío venía dentro de su estómago, su mirar era suave aunque no veía nada en especial. De repente tenía flash Backs de cuando iba las primeras veces a casa de su igual. De lo torpe que se sentía cuando llegaba casi cuarenta minutos tarde por perderse cerca de su casa.
Notaba que Ryou lo miraba seguido y sonreía. De repente, las sesiones eran interrumpidas por el crujir del estómago de Ryou al estudiar. Eso lo apenaba y a Bakura le parecía tierno. Ryou parecía hacerse el rudo, pero ambos sabían que no podría lastimar a nadie.
Ciertas conversaciones que hacían como intermedio eran interesantes, así, se descubrían el uno al otro.
De repente la mirada de Bakura se perdía en la figura de los dedos del menor cuando escribía. Sin embargo, nunca le pareció una incomodidad; hasta ahora.
Al día siguiente, había amanecido demasiado nublado. Las clases se harían u tanto tediosas así. Pero, a quién le importaba, a fin de cuentas nadie hacía nada por lo del festival.
Ryou desde la primera hora estaría en la sala de artes plásticas dando las clases de manualidad para hacer los esqueletos, faltaban aproximadamente veinte personas en que las realizaran, entre ellas Crow y Bakura.
La profesora encargada de supervisar que los escenarios estuvieran impecables le llamó la atención a ambos antes mencionados. Por lo que de castigo, para los dos debían ayudar también a Ryou con las clases o pagar la sanción con cinco esqueletos extra.
De inmediato se le hizo saber a Malik y a Ryou. El albino palideció y su palpitación estaba acelarada. ¿Por qué la vida juega tan pesadas jugarretas?
-Vaya coincidencia, ¡todo está a tu favor amigo! - Ryou lo golpeó con el codo en la cadera.
-No, ¿sabes lo que significa esto?- Ryou perdió el criterio por un segundo pensando muchas cosas horribles.
-Me lo imagino, pero, creeme, funcionará para que Bakura caiga a tus pies de una buena vez.- Malik pensó que sería un plan muy astuto. Sin embargo, Ryou esperaba lo peor de todo esto.
Más tarde, terminando de organizar el material para el taller de esqueletos, la profesora se paseó por los pasillos en busca de los chicos que castigaría con tener que hacer más de cinco esqueletos para completar el escenario. Sin embargo, rápidamente encontró a Crow yendo al salón de artes plásticas.
-Sr. Crow, ¿Dónde está su compañero? Les solicité que estuvieran de inmediato con los chicos del taller de esqueleto
-Ah disculpe, acabo de salir de clases y a Bakura, no le hablo realmente, es muy...- De repente detrás de Crow apareció una larga sombra larga y muy escalofriante.
-Profesora- Se escuchó la voz profunda del albino, de repente Crow sintió un escalofrío sobre su espalda y al dar la media vuelta, chocaron las miradas en un duelo muy intenso. La profesora estaba helada e incomodada con las situación que pasaba en esos momentos.
-Vaya, imaginé que llegabas después, o que ni siquiera ibas a llegar- Repuso la muer torpemente al acomodar sus anteojos cerca de su camisa de trabajo.
Terminaron de recorrer el pasillo, estando cerca del salón de artes plásticas, Bakura empezó a sentir cierto nervio en el estómago. Crow tenía una gotita en la sien al mirar de reojo a Bakura.
-Muy bien, ustedes dos, espero ya no ocasionen problemas ni distracciones, esto tiene que salir excelente si quieren tener una calificación aprobatoria para el resto de este parcial. Y si tienen alguna queja de ustedes, tendrán detención por el resto de las vacaciones de invierno.
En ese momento, el albino menor iba con varios botes de pegamento y periódico en camino al salón de artes, cuando a lo lejos se percató de quienes estaban cerca del salón. Se detuvo en seco y casi dejó caer el bote de pegamento.
-Ah aquí viene Ryou- Agregó la profesora con más seriedad.- Muchacho- se dirigió al menor de los albinos.- Ellos son los chicos que estarán ayudándoles a terminar los esqueletos pendientes.
-Ahh claro, no se preocupe, estaremos trabajando muy duro para acabar a tiempo.-a se desvió, cruzado de brazos dio la media vuelta y entró al salón. La pesadez en el pecho de Ryou aumentó.
-Bien, pues mucha suerte y espero noticias- La profesora concluyó.
-Bien- Exclamó Crow-¿Vamos? Estoy algo ansioso.- El chico sonrió, se veía tan natural y tan reluciente que animó un poquito más a Ryou. Malik vio entrar este revoltijo de situaciones incómodas.
La mirada de Bakura era profunda pero imperceptible para el albino menor.
-Malik, para que sea más sencillo esto, ¿Puedes ayudarle a Bakura y al chico de segundo año? ¡Yo le ayudaré a Crow y a los dos muchachos del grupo del c!
Bakura miró mal a Ryou y viceversa, sus ojos se abrieron esperando que no se fuese lejos
*Musica de fondo Trying not to love you https://www.youtube.com/watch?v=pO27TPQN81M*
Se dividieron el salón de clases y las tres horas que estuvieron haciendo las manualidades, Bakura no perdía de vista a Ryou, y Malik lo notó en seguida. Era bastante obvio.
Ryou de repente miraba a Bakura, en el momento en que intentaba concentrarse y hacer algo de los esqueletos, parecía torpe y le pareció bastante tierno.
Crow platicaba con Ryou y reían durante varios lapsos de tiempo, lo que desesperaba a Bakura, a veces le hacía apretar más los nudos o los rollos casi estaban desbaratados por tanta fuerza que aplicaba al hacerlas.
Al salir del taller Crow se puso de acuerdo con Ryou para empezar con las asesorías ese mismo día, en seguida Bakura salió con tanta prisa del lugar que hasta a Malik le dio miedo. El trabajo de Bakura se veía destacable, era bastante bueno, pero por la ira que tenía hacia Crow y el resentimiento hacia Ryou no le ayudaron en el momento