Un dulce amargo
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Capítulo # 16
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Seduce a la cámara, Yuuri
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ACTUALIZACIONES LOS SÁBADOS
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–Repítelo, por favor… –Dijo Yuuri, sentándose aturdido mientras acariciaba su estómago. Habían cenado hace poco y Yurio lo obligó a terminarse su plato de Katsudon, cosa que desacostumbró a hacer los días anteriores gracias a la pelea que tenía él mismo con su ansiedad, pero ya estaba familiarizado con eso; cuando se sentía acorralado dejaba de comer o tenía grandes atracones. Daba gracias por tener tantas personas atentas a cuidarlo, pero ahora se sentía tan lleno que dolía.*
–Quieren que participes conmigo en una sesión de fotos para la marca Coach –Reiteró sin mucho interés mientras se ponía el pantalón de pijama. Normalmente dormía sin ropa encima, pero su pareja seguía siendo penosa en ese aspecto y tomó el hábito de usar al menos una prenda holgada o ropa interior para no incomodarlo.
– ¿Yo? ¿Por qué? Nunca he modelado en mi vida, tampoco soy tan… especial –Añadió con premura, escondiendo la tristeza en su voz. Como es obvio su alfa lo notó y se apresuró a sentarse en el futón donde él estaba, rodeándolo con sus brazos y besando sus mejillas.
–Tú eres el hombre más maravilloso del universo, no digas eso –Yuuri ronroneó ante los mimos, interiorizando el cumplido y sintiéndose como el ser humano más guapo del mundo, capaz de enamorar a todos con tan solo una mirada.
Su burbuja explotó de improvisto al sentir las manos de Viktor acariciando sus muslos, y sin poderlo evitar se relajó bajo su toque.
– ¿Estás cansado, cerdito? ¿Quieres que te haga un masaje? –Sin pensarlo siquiera su cuerpo se acomodó en la cama, dejando al peli-plata entre sus piernas para que siguiera con las caricias.
–No necesito uno…–Negó, con los ojos cerrados. Viktor se rio ante su actitud esquiva, pero no se alejó.
–Trabajas muy duro todos los días en la pista, deberías darte un descanso.
–No trabajo tanto, solo los estoy ayudando a perfeccionar sus coreografías… –Respondió, a punto de caer dormido. Su alfa no iba a dejar que la conversación terminara allí.
– Ah, ¿Es así? –Comentó, y sin previo aviso tomó uno de los pies de Yuuri y lo levanto hasta que ambos pudieran verlo. La flexibilidad del omega era leyenda, apenas hizo una mueca al sentir el rudo movimiento, se limitó a abrir los ojos y ver su pie descalzo lleno de magulladuras, morados, ampollas y cortes– Estás demasiado lastimado, Yuuri, me preocupa que sigas así y te lastimes.
–Estoy acostumbrado a que estén así, ¿Tú no? –Preguntó con inocencia. Viktor se entristeció, soltó a Yuuri y se acomodó a su lado. Sí, recordaba que siendo patinador llegó a tener feas heridas, pero no había pensado que el empeño de Yuuri en los entrenamientos fuera tan destructivo para su cuerpo y que éste lo viera como algo normal, cosa que no era.
–Vamos a dormir… –Sentenció, y el regaño murió allí.
Su vida pareció correr como agua entre sus dedos al despertar la mañana siguiente, porque sin que se dieran cuenta una semana entera había pasado y su vuelo hacia Estados Unidos por el trabajo de modelaje ya estaba agendado.
–No recuerdo haberte dicho que sí –Refunfuño el pelinegro en cuanto Viktor, emocionado, mencionó que ya tenía los boletos para el viaje.
–Ow, vamos, ya dije que tomaríamos la sesión –Se quejó mientras se abrazaba a la cintura de su omega, quien se encontraba más atento a los movimientos de los dos jóvenes a quienes ayudaba en la pista de hielo.
– ¿No puedes hacerlo sin mí? Ellos aún no logran la actuación* correcta… –Dijo, y luego se interrumpió para dirigirse al otro omega allí – ¡Yurio, el aterrizaje de ese salto!
– ¡Ya sé, muy flojo, no necesitas repetírmelo! –Gritó de vuelta, frustrado. Era un genio, sí, pero todo genio tenía sus errores y él no era la excepción.
– Ejem, ¿Qué me decías, Viktor? –Replicó Yuuri, poniendo su atención de vuelta a su alfa.
–Que no puedo hacerlo sin ti –Murmuró – Tendría que hacer la sesión con otro modelo omega y no quiero posar con alguien que no seas tú. Yuuri, la distancia me mataría; ¡Definitivamente no puedo! –Terminó su argumento frotando su mejilla con la del japonés en un intento de convencerlo, sin saber que ya lo había hecho.
Yuuri no amaba a Viktor, pero era su pareja destinada, su omega y también tenía un gran cariño por el mayor, sus instintos le hacían tener celos y era, en realidad, bastante natural. No tenía opción más que acompañar a su alfa si es que quería evitar que los dos entraran en crisis y perdieran el control sobre sí mismos como había pasado durante el celo de Yurio así que, con un suspiro, accedió a aquella petición.
–Recuérdame por qué hago esto –Murmuró el omega japonés mientras tomaba asiento en el avión.
–Porque me quieres mucho y yo no quiero separarme de ti –Canturreó el ruso en su oído antes de darle un pequeño beso y acomodarse para dormir. Por suerte, y dado que el viaje estaba mayormente financiado por la compañía con la que tenía un contrato, pudo conseguir unos pasajes de primera clase muy accesibles. Omega y Alfa, cómodos como estaban, se limitaron a tomarse de las manos y dormirse el resto del vuelo, alrededor de 16 horas, despertándose sólo para comer y para cuando tuvieron que bajar del avión.
Un taxi ya los esperaba cuando arribaron por la noche al aeropuerto Airmont y fue el encargado de llevarlos al hotel reservado, permitiéndoles observar las luces, los carteles y la gente extravagante que se paseaba por las calles de la ciudad. El japonés no podía evitar sonreír por todas las cosas nuevas que veía con tal de no ponerse nervioso, ya que había estado viviendo en Detroit hasta hace poco pero no había salido a recorrer los Estados Unidos más que para participar en competencias.
–Cerdito, estás distraído… –Reclamó Viktor, apoyándose en el hombro del menor para llamar su atención.
–Hum… Sólo pensaba en el trabajo y eso–Respondió esquivo. En realidad no tenía una idea clara de qué tendría qué hacer y eso lo ponía un poco inseguro. No tenía ni el porte ni la confianza de Viktor, ¿Cómo podría ser capaz de posar para la cámara?
–Van a darnos instrucciones en el estudio, no te preocupes. Si te piden que poses libremente sólo copia los movimientos de algunas rutinas y estará bien. Les gusta la naturalidad –Aconsejó, cerrando los ojos.
–Naturalidad…
Yuuri en serio pensaba que no podría hacerlo.
…
…
…
–Buenos días a todos, soy Yuuri Katsuki, éste es mi alfa Viktor Nikiforov y será un gusto trabajar con ustedes –Su voz aterciopelada llenó la habitación de una calidez instantánea. Su Voz de Calma había salido a flote una vez más sin que se diera cuenta y encantó a todo el equipo de producción, quienes devolvieron el saludo y lo llenaron de halagos. Los cuchicheos, sin embargo, no pudieron evitarse.
–Su inglés es muy bueno…
– ¡Míralos, tienen un cuerpo como para morirse!
–Creí que no serían la gran cosa, me alegra trabajar con algo decente.
–Pensé que en maquillaje tendríamos que hacer más, pero ellos son un par de Narcisos*. Hermosos por donde los veas.
–He oído de ellos, ¿No son candidatos a pareja del año en Vogue* y eso?
–Son una linda pareja, sí, pero no sé si tengan suficiente experiencia.
–Antes de venir he visto rutinas de ellos, ¡Son geniales!
–Ya, veremos si siguen así de geniales luego de posar por más de 6 horas*…
De pronto, un silencio rotundo se hizo en el estudio y el director se adelantó con porte regio. Yuuri sudaba frío.
–Bien, yo soy Octavian y soy el jefe aquí. Muévanse, muchachos, tenemos dos líneas de zapatos y accesorios qué mostrar y la ropa no se combina sola.
Dicho esto todo el mundo voló y se entrecruzó, como si estuvieran en un panal sumamente organizado, hasta llegar a sus puestos de trabajo. Viktor y Yuuri fueron arrastrados por las maquillistas y modistas hasta unos taburetes en el que los subieron para empezar a trabajar y pulir su imagen. Los trabajadores no le dieron ni tiempo a estar nervioso, simplemente tocaban, medían, pinchaban y hablaban a viva voz de lo que planeaban hacerle.
–Tiene la piel muy limpia, hay que conseguir una base Perfection Lumière de Chanel*, es muy maleable y tenemos los 23 tonos disponibles.
– ¿Ves? Su cintura es de 72 cm, los trajes tienen un poco de más. Vayamos por la máquina de coser o tendremos que poner muchos alfileres.
– Sus pestañas necesitan máscara y una sombra dorada no se vería mal.
– ¡Buena idea! ¿Sabes si tenemos brillo Gold Fantasy? La temática de hoy es increíble para usarlo.
El omega no podía entender nada de lo que decían, pero les dejó hacer y se dedicó a observar a su alrededor. Lo primero que buscó fue a Viktor, quien estaba a unos 5 metros manteniéndose tranquilo mientras le tallaban un traje, y luego los escenarios del set: El principal imitaba una alcoba elegante con varias arañas colgando del techo y un juego de sillones estilo gótico con detalles dorados rodeado de cojines. También había un set secundario que trataba de emular el interior de una cabaña, tenían una chimenea falsa, una alfombra persa y varias mesas ratonas dándole un aspecto extravagante. No entendía muy bien de qué iba el dichoso tema de la sesión de fotos, Viktor había dicho algo como “la vida de lujo de un coach”, pero no consideraba que los escenarios concordaran con eso.
Sobre todo porque la vida de los entrenadores y de sus atletas no era en verdad lujosa.
–Señor Katsuki, este traje es para usted, debe ir a cambiarse de inmediato –Avisó de pronto un muchacho pelirrojo mientras le lanzaba un traje formal azul oscuro con camisa negra, los dichosos zapatos de diseñador y una corbata dorada. No hizo preguntas, solo sonrió y fue hasta donde le indicaron que quedaban los probadores a ponerse el traje.
«Es… ajustado», fueron sus pensamientos finales sobre el conjunto. Se ceñía demasiado bien a su cintura y piernas, resaltando su figura y otorgándole un aire seductor aunque su cara dijera “Soy un pobre ángel que necesita protección”. Se echó el cabello hacia atrás sin pensarlo y salió de la cabina improvisada con rapidez.
El mundo pareció ir en cámara lenta por unos segundos; Todos en el estudio se giraron a verlo y pararon de hacer lo que fuera que estuvieran haciendo. ¿Cómo evitarlo? Era el ser más perfecto que hubiera pisado la tierra.
Bueno, a ojos de Viktor, quien ya se encontraba enfundado en un traje gris oscuro esperando por unos últimos retoques con el maquillaje. El alfa se encontró tan maravillado que se bajó del taburete donde lo habían subido solamente para recibir a su pareja con un abrazo meloso y darle varios piquitos inocentes.
– Yuuri~ –Canturreó alegre, queriendo decir más pero sin que fuera necesario. El director puso el grito al cielo.
– ¡Ustedes dos, los quiero separados! ¡Los trajes se arrugan y el maquillaje se corre! ¡¿No ven que estamos cortos de tiempo?! –Reclamó colérico, y ambos se sintieron de nuevo en sus días de instituto siendo regañados por algún docente que los encontró distraídos– ¡…Es por esto que no trabajo con parejas!
Todo el equipo, incluyendo a Viktor, lanzaron risitas disimuladas y se apresuraron por volver a trabajar; El japonés volvió a ser mangoneado por el equipo de estilistas, quienes peinaron su cabello y le hicieron mil y un retoques con un millar de productos diferentes. No entendía muy bien para qué servía cada cosa, pero aceptaba que el resultado fue… de fantasía, por decir lo menos. Su alfa babeaba a la distancia al verlo, dificultándole al equipo que lo atendía finalizar con sus deberes, por lo que se sentía un poco culpable y, a la vez, afortunado.
Casi dos horas después, en cuanto el staff dio su visto bueno, se reunieron con el director y el camarógrafo para recibir instrucciones.
– ¿Ven el set principal? Es para la línea de zapatos y la temática va centrada en el lujo. Quiero que modelen como si fueran los dueños del mundo, que sean atrevidos. Espero no descubrirlos haciéndose los tortolitos mientras trabajan, las fotos no necesitan romance, ¿Entendieron? –Dijo, y la pareja asintió. Yuuri no tenía ni idea de qué quería exactamente el director, pero fingiría que sí.
Ambos se dirigieron al escenario, con todo el equipo detrás de ellos, pendientes de cualquier eventualidad, y les pidieron que comenzaran. El pelinegro se quedó en blanco, pero por suerte su alfa lo ayudó.
–Siéntate en el sillón –Comentó en voz baja –Haz de cuenta que la cámara soy yo e intenta seducirme, cerdito, seguro que eso funciona.
…
De acuerdo, eso era vergonzoso, pero Yuuri Katsuki se caracterizaba por conquistar lo desconocido. ¿Qué sería de él si no podía visualizar y actuar para una situación como esa? De modo que se sentó cruzando las piernas, sosteniendo su mentón delicadamente con una de sus manos en una pose estilizada e imaginando que el camarógrafo era en realidad Viktor con un tazón de cerdo en las manos para poder tener una mirada cargada de deseo y encanto. El peli-plateado se paró a su lado y se colocó en posición. Se notaba que era un profesional, pero no dejaba de sorprenderle.
Los hicieron cambiar de escenario, vestuario y pose centenares de veces durante las siguientes horas, hasta que, sin que se dieran cuenta, cerca de 10 horas habían pasado. Seguían viéndose fabulosos gracias a los constantes retoques del staff, pero por dentro eran un amasijo de cansancio mental y hambre, por no mencionar el dolor físico de estar tanto tiempo trabajando.
Por suerte, eso fue todo por ese día y pudieron partir de regreso al hotel a dormir como Dios manda en cuento se despidieron del equipo del estudio.
…
A miles de kilómetros de allí, sin embargo, un joven japonés caía por quinceava vez al aterrizar el Axel triple durante su rutina.
Tenía tres semanas para perfeccionar los dos programas que Yuuri le había asignado, pero aún no sabía si estaría listo para las eliminatorias de Japón. Rezaba a todos los dioses existentes por ayuda, pero eso no parecía funcionar y ya se estaba cansando de intentar. Lo único que lo motivaba ahora era haber visto a Yurio practicar hasta no poder ponerse de pie, porque eso le demostraba que el talento era una cosa mínima comparada con el trabajo duro y el esfuerzo.
–Otra vez… –Pidió, y su entrenadora le vio con pena. Ya que Yuuri se había ido hasta Estados Unidos habían regresado a Tokyo para recibir instrucciones de su maestra y entrenar en su pista habitual.
–Podemos parar por hoy… –Trató de convencerlo la mujer, pero negó con vehemencia y se alejó patinando hasta su posición inicial. No iba a irse a casa sin haber logrado ese salto, aunque ya llevara horas practicando.
Si quería cumplir con Yuuri y Yurio entonces tenía que estar al nivel.
…
Notas de la A:
*Tan lleno que dolía: Creo que muchas no habían entendido el motivo por el cuál Yuuri estaba tan delgado, pero quienes hayan estado alguna vez hospitalizados lo entenderán mejor. Nuestro cerdito pasó casi un día dormido y en días posteriores siguió la dieta del hospital, así que empezó a bajar de peso, y cuando se enteró de lo de Yurio, siendo influenciado también por la mordida –Él no lo lamenta, su instinto sí- comenzó a decaer su ánimo. Como el mismo Yuuri menciona la ansiedad te provoca apetito extremo o falta del mismo, siendo que él sufrió de lo segundo y ese es el porqué de que ahora está tan delgado. Y ya habiendo explicado esto pasemos al dolor que siente al comer mucho.
Cuando pasas bastante tiempo comiendo poco de cierta forma acostumbras a tu cuerpo a funcionar con poco alimento, y cuando vuelves a ingerir porciones grandes te cuesta mucho más digerirlas y te sientes a punto de reventar.
*Actuación correcta: He oído que en el patinaje sobre hielo y otras disciplinas (tomando en cuenta también mi experiencia como danzarina) primero se perfecciona el lado “técnico” de la presentación y luego la actuación. Con esto me refiero a que, por poner un ejemplo, si es una canción triste debes saber actuar la tristeza para lograr transmitirla. Cuando yo bailaba nuestra instrucción era simple: Sonríe aunque te duela, no importa si se te funden las piernas o te lastimas, tú sigues adelante con la interpretación y una gran sonrisa. Sino, arruinas la mágia. Duro, pero cierto.
*Duración del viaje de Viktor y Yuuri: De la ciudad al aeropuerto se hacen 1 hora y 40 minutos tomando el tren, y unos 10 o 20 minutos menos en auto. Del aeropuerto de Fukuoka al aeropuerto Airmont en New York (E.E.U.U.) el vuelo tarda alrededor de 16 horas haciendo una o más escalas.
*Narcisos: Haciendo referencia al mito griego de Narciso, un joven sumamente bello y perfecto que se enamoró de su propio reflejo: “(…) Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso. “
*Vogue: No creo que dicha revista de renombre tenga un concurso de pareja de año, pero era para poner peso al asunto. Desconozco cuáles medios informativos lleven a cabo un concurso parecido.
*6 horas: No estoy plenamente informada de cuánto duran las sesiones de fotos, pero he visto que van desde unas cuantas horas hasta días enteros. Algunos modelos profesionales, en pos de hacer su trabajo mucho más rápido, son capaces de realizar “poses por segundo” y agilizan el proceso, pero depende de cada quién.
* Perfection Lumière de Chanel: Una base de maquillaje que da una textura “suave y fluida” perfecta para maquillajes ligeros o para el día. Viene en 23 tonos diferentes.
*Brillo Gold Fantasy: Este me lo invente. Digamos que es un brillo transparente con pequeños brillos dorados.
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