Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un dulce amargo... por kaikuroi

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Un dulce amargo

.

Capítulo # 20

.

El caos comienza silencioso

.

ACTUALIZACIONES LOS SÁBADOS

.

Hizo clic y un montón de comentarios acerca del último artículo de su blog se mostraron en la pantalla de su computadora. Estaba siendo más leído de lo que esperaba.

LenyLi: «Concuerdo completamente con lo que dices. (╯°□°)╯ Para un alfa siempre es una vergüenza que su pareja no sepa comportarse, y es inaudito cómo el tal Yuuri sigue haciéndose el difícil y tonto en público porque, vamos, hay que aceptarlo: Lo hace para rebajar a Viktor. (-’_’-) » Traducido por Bing.

RE-n: «No sé, los sigo a ambos porque me gusta el patinaje, pero yo veo que se quieren.  :/ ¡Quién sabe!... Estoy empezando a dudar de Yuuri. o(╥a103;╥)o » Traducido por Bing.

DulceLectora89: «Oye, te pasaste. Creí que era un blog serio, pero ¿Desde cuándo las babosas evolucionaron al punto de hablar? Qué pena me das, Mai.» Traducido por Bing.

Auriga27: « (a417;◕ヮ◕)a417;*:a381;a439;d23;El amor, como una entrega, es lo más maravilloso del mundo. ¿Por qué tanta maldad escondida en la envidia? Hay que estar felices de la felicidad del otro y colmarlos de bendiciones ancestrales por su lazo. Todas las uniones son sagradas y respetadas por nosotros, los verdaderos omegas. Parece que tú no eres una…» Traducido por Bing.

Se rio mentalmente y disfrutó de la polémica creada. Había muchas opiniones al respecto, una mitad la apoyaba y la otra no. Pero no había de qué preocuparse, tarde o temprano se darían cuenta de la verdad. Ella se encargaría de…

–Disculpe, señorita – Llamó de improvisto una azafata–, vamos a aterrizar. Por favor, apague su ordenador.

Y como le fue dicho guardó su laptop, esperando a tocar suelo americano.

Bajó del avión, sonriendo de forma exagerada, y a paso ligero salió del aeropuerto. Sus nuevos contactos, ahora que ese gran periódico la respaldaba, consiguieron agendar una cita para una entrevista con Viktor Nikiforov usando de excusa sus más recientes trabajos con Coach y Gucci. Sí, iba por trabajo, pero esa era una cita después de todo.

–Yuuri, eres mi persona especial –Ronroneó Viktor, dándole un beso esquimal a su avergonzada pareja. Estaban en público, pero aunque al ruso eso no le detuviera de abrazar y besar todo lo que pudiera de su cerdito eso no quería decir que este no se sintiera apenado.

«Tú eres mi persona especial también», pensó mientras le daba unas palmadas en la cabeza, dejándose envolver por el olor a petricor* de su alfa antes de partir y no volverse a ver un –Según ellos– larguísimo tiempo.

–Viktor, ya me tengo que ir… –Dijo, sin en realidad muchas ganas de separarse del calor que le brindaban los brazos del mayor.

–Pero me quiero despedir de ti… –Reclamó en un susurro, haciendo un puchero.

–Esta es la octava vez que te despides desde que llegamos al aeropuerto –Suspiró, escondiendo su felicidad por haber sido abrazado y mimado tantas veces. Su omega se sentía adormilado por todos esos cariños, pero él estaba más que nervioso. Tenía que estar muy pendiente de sus instintos o estos le dominarían y le harían ir tras su pareja.

No le gustaba la cacería.

Aún…

–De acuerdo, de acuerdo. Te dejaré, pero… es solo que… –Yuuri, para su sorpresa, se inclinó hacia delante y le dio un pequeño pico en los labios.

–Nos vemos –Dijo el japonés, usando sin querer su Voz de Calma. Viktor quedó completamente desarmado.

–Nos vemos… –               contestó, como si estuviera en un trance, mientras veía la estilizada figura de su omega desaparecer para tomar su vuelo a China.

Sin más, salió de la terminal y caminó hasta un parque, tomando asiento en una fuente de por allí. Se sentía… perdido, desorientado, triste y algo solo. Yuuri se había convertido en una necesidad tanto para él como para su alfa, y no estaba seguro de si eso era bueno. Era hermoso, claro, pero quién sabe si bueno.

El ruido del celular lo espantó. Seguramente era la agencia para la que trabajaba.         

Y, como es natural, la gracia divina de Viktor se hizo presente, así que agarró el celular delicadamente y…

Lo mandó, de manera accidental, a dormir con los peces. O lo que es lo mismo: Se le cayó al fondo de la fuente.

¿Era malo si el único lugar donde guardaba el número de su Yuuri fuera su teléfono?

Quien sea, podía matarlo en ese mismo momento…

Casi un día después de que Yuuri partiera a China y el alfa le hiciera un funeral a su celular.

En cuanto Viktor llegó al estudio en donde le harían la entrevista supo que el representante que había enviado la agencia estaba, por no decir más, furioso.

¡15 minutos tarde, Viktor… otra vez! –Reclamó el hombre en ruso. Se llamaba Dimitri y era el que, generalmente, se encargaba de su trabajo, algo así como un manager no oficial. No era su culpa que hubiera tráfico, de todos modos, aunque había llegado a pie.

–Pero ya estoy aquí, ¿Por qué te enfadas? No he llegado tan tarde –Respondió con una sonrisa, y pasó de largo al mini-set que había allí. Solo se veían dos sillas y entre estas una ratonera que tenía encima una especie de micrófonos. Grabarían solo su voz para el artículo, pero igual sentía que el estudio estaba de más.

– ¡Buenos días, señor Nikiforov y…eh… compañía! –Escuchó que lo saludaban. Dimitri suspiró, como si estuviera acostumbrado, y se acercó a la fémina que acababa de regresar del servicio por retocarse el maquillaje.

–Viktor, ella es Mai, trabaja con The Perfect Times y quiere redactar una exclusiva de la transición de tu carrera a otra y tus trabajos recientes. Nada más, ¿Verdad? –Cuestionó el manager de forma inquisidora. Él no había aprobado la petición de la entrevista, no era adecuado considerando que su cliente estaba aún en el ojo del huracán, pero órdenes son órdenes y sus jefes solo se fijaron en la jugosa cifra del cheque antes de mandar el ganado al matadero.

Iba a hacer todo lo posible por proteger la privacidad de Viktor, pero no era mucho lo que podía conseguir como estaba ahora.

–Oh, sí, claro, como guste –Dijo, desestimando la pregunta con un ademán y volteándose a ver al modelo. Se relamió los labios y le tendió la mano – Señor Nikiforov, es un placer conocerlo. Admiro mucho su trabajo.

–Gracias, es un gusto conocerla también, señorita –Correspondió por educación. La entrevistadora era japonesa, de eso no tenía duda, y toda la gente que conoció de Japón era agradable, sin embargo ella no escondía su naturaleza omega. El olor a seducción que expelía por él lo hacía sentir incómodo, tan ácido que lo mareaba y le picaba la nariz, pero no podía decirle eso, sería una falta de respeto.

Prefería el olor a algodón de azúcar de su omega, el olor de su nuevo hogar.

–Bueno, tomemos asiento, vamos tarde para empezar –Apresuró Mai y, como salido de la nada, un chico, que hasta el momento no había notado, se acercó con una cámara y su trípode, posicionándolo para grabar de inmediato.

Viktor se quedó en shock. Dimitri quedó en shock. Eso no estaba en el contrato que había firmado…

No podía estar… ¿O sí?

El manager sacó su celular, con nada de disimulo, y salió del estudio mientras llamaba a su empresa. El alfa se quedó sin asesoramiento y, sin poderlo evitar, terminó en la silla del set, iniciando la entrevista que no podía retrasarse más, dijera él lo que dijera.

– ¡Buenos días a todo el mundo! Mi nombre es Mai Aihara y estoy transmitiendo en vivo por la red. Mi invitado de hoy es Viktor Nikiforov, modelo y excampeón mundial de patinaje artístico.

–Buenos días, soy Viktor –Se recompuso lo suficiente como pare sonreír sugerente ante la cámara.

–Encantada de tenerlo aquí. Ahora, queríamos aprovechar la oportunidad, antes de centrarnos por completo en su carrera, para preguntarle aquello que nos tiene tan intrigados desde hace un par de meses: ¿Cómo conoció a su actual pareja?

Su sonrisa flaqueó. «Solo trabajo», eso había dicho.

–Ah… no me siento cómodo respondiendo eso, es de carácter personal.

– Vamos, Señor Nikiforov, ¿O es que se avergüenza de ello? Todos sabemos lo cariñoso que se leve con su omega, el actual campeón mundial de patinaje, Yuuri Katsuki.

Esa periodista estaba acorralándolo.

–No me avergüenza, pero creo que todos lo saben ya: Nos conocimos y nos enamoramos en el hielo –Mintió. No quería meter en más problemas a Yuuri y rebelar que no había sucedido de la manera correcta.

–Qué interesante –Soltó con indiferencia–. ¿Y… no se arrepiente? Se sabe que se enlazaron apresuradamente.

–Nunca podría arrepentirme, él es la persona más perfecta del Universo. No podría imaginarme la vida sin él –Para su desconcierto, la entrevistadora se rio.

–Vaya, dice que es perfecto pero ¿No considera que es egoísta no darle cachorros ya solo para seguir compitiendo? Todos sabemos que los omegas tenemos una naturaleza muy maternal, eso sería lo normal.

Viktor no se molestó en ocultar su  rostro de estupefacción esta vez.

–La paternidad es una responsabilidad y una decisión de dos, y agradecería no más preguntas sobre eso. ¿Podemos volver a mí trabajo? –Pidió. Mai iba a protestar, pero Dimitri regresó corriendo en ese momento y la mirada que le dio no auguraba cosas buenas. Pasó otros 20 minutos haciendo preguntas enfocadas a la profesión del alfa antes de terminar la entrevista.

Claro, el chico de la cámara tenía instrucciones de, accidentalmente, seguir grabando hasta que creyera oportuno.

–Ha sido un gusto trabajar con usted, Señor Nikiforov –. Finalizó Mai, usando un tono, según ella, seductor. Viktor no le prestó mucha atención, se limitó a alizar su camisa y agregar:

–Um, igualmente… –Sin previo aviso, la periodista se acercó en demasía a él y le tomó de las manos.

– ¿Sabe? Espero poder tener la oportunidad de entrevistarlo otra vez en el futuro. Una cita de trabajo… –Ofreció, y el ruso fue demasiado desinteresado como para captar la propuesta entre líneas.

–Espero lo mismo –Ofreció una sonrisa de cortesía. Claro, era lo que tenía que contestar siempre por obligación y no suponía un compromiso real. Mai se acercó y rodeó su cuello con sus manos, de improvisto, y la cámara dejó de transmitir en vivo antes de que se viera cómo él la alejaba, sorprendido.

–Vaya, lo siento, solo quería retirar una pelusa de su traje –Se excusó. El ruso no le creyó, simplemente dio media vuelta y se fue al lado de su enojado representante-no-oficial para salir de allí.

–Lamento eso –Dijo Dimitri en cuanto salieron de allí–. La empresa no me avisó, solo dijeron que fue un cambio de planes de último minuto y que como ya habían depositado el dinero no podías negarte a dar la exclusiva.

–No es tu culpa –Dijo Viktor, palmeándole la espalda–. Solo asegúrate de no aceptar más propuestas de su parte. Me ha puesto muy incómodo allí adentro, y Yuuri podría enfadarse.

El hombre asintió, mucho más animado, y ambos partieron en un taxi rumbo a un Casting de modelaje. Al final del día, terminaron olvidando ese sinsabor.

Por fin, llegó a China.

Tardó bastante en salir del aeropuerto después de haber aterrizado por cuestiones de la misma seguridad de la aerolínea, que había insistido en escoltarlo a su hotel, pero después de tres angustiantes horas consiguió llegar al humilde recinto donde se hospedaría.

Resopló, cansado y con los nervios deshechos por haberse separado de su alfa, y se dispuso a tirarse en la cama en cuanto llegara a su habitación. No contó con que no sería el único huésped.

– ¡Yuuri Katsuki, campeón mundial…! –Le gritaron en mitad del pasillo, y la persona que había llamado su atención le dirigió una sonrisa– Amigo mío, te extrañaba.

Era Phichit, patinador tailandés que hacía las veces de su mejor amigo. No pudo reprimir la sonrisa y ambos, omega y beta, se lanzaron a abrazarse. Llevaban meses sin verse y un par de semanas sin hablar, pero se sentía como si no se hubiesen visto en años.

–Tenemos que hablar –Hablaron al unísono cuando se separaron, y prácticamente corrieron a la habitación de Yuuri.

 

...

 

Notas de la A:

*Petricor: Petricor es el nombre que recibe el olor que produce la lluvia al caer en los suelos secos. El nombre se deriva de la unión de dos palabras griegas: petros, que significa piedra, e ikhôr, palabra con la que se denomina al líquido que fluía por las venas de los dioses en la mitología griega. Se define como el distintivo aroma que acompaña a la primera lluvia tras un largo período de sequía.

 

Notas finales:

Help me, estoy muriendo. T-T (¿?)

Ejem, como ya había avisado mi beta, estaba un poco estropeada los días anteriores por el trabajo manual y la falta de sueño, pero espero empezar a reponerme desde ya. Las tijeras, sin embargo, parecen empeñadas en seguir adelante con su romance entre ellas y mis dedos.

Las cosas que pasan, Dios… XD

Sin más, creo que es todo, y nos veremos el sábado. <3

PD: ¿Hay algo que quieran saber de la historia? Cree un blog para una clase y puedo escribir más entradas aparte de las tareas que suba, y las visitas me ganan puntos extra, por lo que puedo agregar cosas de mis fanfics por ahí y pedir que les echen una miradita para ayudarme. ;)

PD: ¿Alguien más huele ese olor rancio a malentendido? Porque yo sí. :V 

Los review no matan. <3 (¿?)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).