Un dulce amargo
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Capítulo # 4
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Así podría soportarlo…
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*Traducciones y notas al final del capítulo*
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ACTUALIZACIONES LOS MIÉRCOLES
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Yuri Plisetsky, ruso, 15 años…ganador del Grand Prix Junior con la medalla de oro.
Ciertamente el joven había logrado una gran proeza para tan corta edad, y se felicitaba a sí mismo por ello. Aun así, había algo aun mayor que su propia victoria ese día.
Desde que había comenzado la competencia en 1995* el primer puesto en la división junior había sido ganado 9 veces por un omega y 12 veces por un alfa, siendo él el noveno omega.
Pero, ¿Qué pasaba con el Grand Prix Senior? Los omegas se casan muy jóvenes, deben dejar sus carreras o estudios por cuidar de sus hijos, o a menudo el desgaste físico y mental se hacía intolerable. Por las razones anteriores, la medalla de oro para los Senior fue ganada 19 veces por un alfa y sólo 2 veces por un omega. El primero fue Ilia Alexandrovich Kulik en la temporada 1997-1998, retirándose poco después por problemas de salud ocasionados por el entrenamiento al que se sometía*. Y el segundo… fue Yuuri Katsuki.
No podía mentir, lo admiraba. Para ellos era muy difícil seguir en el patinaje artístico o en cualquier otra disciplina después de competir como junior, y lo que el japonés había logrado era prácticamente un milagro.
«Así que este es tu estilo de patinaje, Katsuki. Una declaración de guerra a la sumisión de nuestra clase, una aplastante derrota a los descerebrados conservadores…yo también quiero ser capaz de lograrlo» Pensó para sí aquella noche mientras veía al japonés en el podio. Anheló poder estar allí, compartiendo la pista con ese que consideraba un verdadero protestante, pero aún le quedaba un año para poder entrar a la división Senior.
– Entonces, Yuri, ¿Qué harás ahora? –Preguntó su entrenador, Yakov. Era la mañana después del Grand Prix y ellos se habían citado en el área del comedor reservada para los patinadores. Él, perdido en sus pensamientos como estaba, tardó unos segundos en reaccionar.
–Quiero conocerlo.
– ¿A quién? –Replicó el mayor, asombrado. No podía creer que su egocéntrico alumno quisiera hablar con alguien.
– Katsuki Yuuri –Siseó el nombre, con una emoción agresiva – Los medios lo acapararon ayer y no pude acercarme. Quiero competir contra él.
–Ah, Yuri…–Suspiró – Sabes que esta puede ser su última temporada…
– ¡Entonces lo quiero como coreógrafo! –Replicó, ofuscado. Sí, lo sabía, la carrera de un patinador estaba destinada a acabar tempranamente, pero aun así quería verlo. Y quizá fuera una petición egoísta un programa hecho por él, siendo que tendría mucha demanda al ser un patinador de ese calibre, pero no le importaba. Se sentía extrañamente motivado por su victoria más que por la propia.
– Bien, sí, de acuerdo, podemos hablar con su mánager…–con tono cansino y actitud sombría tomó lugar en una de las mesas vacías del lugar. Iba a ser hora de almorzar, pero muchos de los alojados en el hotel habían decidido aprovechar para hacer turismo en la ciudad y salir, así que no habían muchas personas.
–Eso espero, viejo… –Tomó asiento frente a él despreocupadamente.
–No me digas vie-¡…Oh, mira, es su entrenador! –Se interrumpió, divisando al hombre cabello largo entrando al salón– Creo que se llamaba…Chelsea…no, no, ¡Celestino, claro! –Y un segundo después ya se encontraba llamándolo para que se acercarse.
– ¿Sí? ¿Qué se le ofrece, señor…em…Yakov? –Saludó con duda. Recordaba haberlo visto en otras competencias, pero no estaba completamente seguro de su nombre.
–Sólo quería saludarlo y felicitarlo por el éxito de su patinador. Es impresionante que ganara el primer lugar –Empezó, en tono calmo – También quería presentarle a mi competidor, Yuri Plisetsky. Ganó el oro ayer en la división Junior.
–Encantado – Dijo el rubio, sin mucho ánimo. No quería hablar con ese tal Celestino, sino con Yuuri.
–Igualmente.
–Nos preguntábamos si pudiéramos felicitar al joven Katsuki personalmente…
–Ah…–Se avergonzó el hombre – Haré lo posible para que puedan hacerlo, pero desde ayer que se despidió de mí que no contesta mis llamadas y no he podido localizarlo. Pero le prometo que en cuanto me comunique con él se los presentaré.
En ese momento, el celular de Yuri comenzó a recibir mensajes, uno tras otro, incontables e infinitos. La señal del internet era bastante mala en las plantas superiores, pero por alguna razón en el área del comedor parecía estar mucho más estable, y las notificaciones de sus redes sociales no paraban de llegar. Se apresuró a revisarlas, importándole muy poco que los mayores lo observaran tan atentamente.
El mensaje que abrió, de uno de sus conocidos en el extranjero, rezaba lo siguiente:
IceRinkLover: «Did you see this?! Unbelievable! O-O/ »*
Y adjunto a eso un link que lo llevó a la página de Instagram de Viktor, su antiguo compañero de pista y campeón mundial. ¿Lo primero que vio? Una foto del ruso y Yuuri Katsuki abrazados en una cama, en donde se notaba claramente la Marca de Pareja en el omega.
«My sweetie won gold at #GradPrix, I’m very proud! <3 <3 <3 And he’s sooo handsome while sleeping!!!»*
Sus manos temblaron y la conmoción era claramente visible en su cara, aunque tratara de esconderla.
–Encontré a Yuuri –Anunció, mirando con sorpresa a los mayores, quienes se apresuraron a ver la pantalla de su celular.
Estupefactos. No hay mejor manera de describirlos.
Y mientras ellos seguían en shock, un grupo de personas haciendo alboroto pasó frente al área del comedor. Podían ver lo alteradas que salían del hotel gracias a las puertas de cristal. Eran reporteros, gente de los medios, y se veían muy frustradas mientras eran empujadas hacia afuera por un par de robustos agentes de seguridad. Seguramente se pasaron de la raya acosando a algún pobre patinador al que no le quedó más opción que pedir que los sacaran.
Pero regresando al tema importante…
« ¿Qué harás, Celestino? ¿Quedarte de brazos cruzados mientras tu patinador es robado por un creído cara bonita? ¡Oh, no, yuuri se va a enterar…!» Y sin más palabras, aunque notablemente disgustado, se dirigió con prisa a recepción. Buscaría la habitación de ese infame alfa que se atrevió a quitarle a su campeón, ¡No estaba dispuesto a renunciar a él!
Mientras, el dúo de rusos miraron todo en silencio. No podían opinar nada acerca de la situación, pero tampoco podían evitar pensar en la ironía de la vida.
Yuri, sin embargo, se sentía un poco decepcionado; El omega al que admiraba había sucumbido ante la marca de un alfa. Estaba consciente también de que cabía la posibilidad de que el japonés no lo hubiera querido, que simplemente fuera obligado a ello, como aún sucedía en estos días a pesar de ser el maldito siglo XXI, pero aun así se sentía un poco engañado. De igual forma, eso no quitaba el hecho de que siendo un omega había logrado ser campeón del Gradn Prix en la división senior con más de 20 años, así que…
Estaba decidido; Competiría contra él o lo haría su aliado. Era ahora o nunca. Y siendo como es, un nunca jamás estaba en sus planes.
…
Y Yuuri…
Él estaba feliz. La comida que su pareja había ordenado por fin llegó y pudieron sentarse a comer con tranquilidad luego de que los reporteros se fueran. Viktor había pedido a la seguridad del hotel que sacara a la prensa con la excusa de que, como Alfa recién enlazado, podría ponerse violento si sentía una amenaza y «nadie quiere que ocurra un accidente dentro del hotel, ¿Verdad?»
De nuevo se encontraba en el regazo del mayor. Parecía que a este le encantaba tenerlo entre sus brazos, tocarlo y hacerle mimos. Como omega, aunque nunca antes hubiera sido aficionado a mostrar un afecto tan obvio, lo disfrutaba bastante. Lo hacía sentirse seguro y querido, así que ¿Quién era él para rechazar esos sentimientos?
–Sabe picante –Comentó el pelinegro, probando uno de los platillos. Había pedido Uthathaappam* y Pollo Tendori*. Nunca los había comido antes, pero no estaban nada mal.
– ¿Y te gusta? –Pregunto Viktor, repartiendo besos en el cuello del otro. No necesitaba comer, necesitaba a Yuuri. Su alfa le pedía su cercanía, sus instintos le impedían soltarlo ahora, sobre todo porque su lazo estaba recién formado y tenía la aprobación de su pareja.
– Sí… ¿No vas a comer? Tú lo pediste…–El ruso se negó a alejarse de él haciendo una mueca. – Um, quizás sea una molestia para ti si sigo en tus piernas, ¿No prefieres que me siente en otra silla?
–No. Tú te quedas aquí –Reclamó infantilmente, besando su mejilla. A través del vínculo Yuuri reconoció que el otro sólo seguía sus instintos como alfa y desistió. No podían ir contra su naturaleza, así que simplemente tomó un tenedor con un trozo de comida y se lo acercó a su pareja.
–No me iré a ningún lado, pero come o me harás sentir mal –Chantajeó. El otro se apresuró a tomar al bocado, un tanto preocupado. Yuuri le sonrió y de esa forma pasaron su almuerzo, con el omega encargándose de su alfa que no quería dejarlo ni un solo minuto.
– ¡ Delicious~! *–Exclamó Viktor después de acabar con la comida. – Aunque hubiera preferido comerte a ti –Le coqueteó, acariciando su pecho.
– ¡Viktor…!–Llamó abochornado el japonés. El vínculo y las necesidades alfa-omega eran algo nuevo para él, y creía que su pareja estaba yendo muy rápido. Después de todo, poco podía él recordar de su celo la noche anterior.
–…Sí, lo siento, no quería asustarte –El ruso tomó un poco de espacio, disculpándose. Podía sentir el nerviosismo y temor a través de su lazo y no quería que su omega lo rechazara, así que no se arriesgaría a tocarlo más de la cuenta mientras que su relación no estuviera en ese punto de confianza.
De pronto, se escucharon unos golpes violentos en la puerta de su habitación.
– ¡Viktor Nikiforov, habre inmediatamente! ¡Y Yuuri…sé que estás allí! – El japonés reconoció de inmediato esa voz y se puso pálido. Viktor se alteró y lo miró, buscando una respuesta.
–Es…es mi entrenador…Oh, Dios mío, Lo arruiné otra vez ¿Verdad? –De pronto, las inseguridades que creía haber dejado atrás volvieron a él de golpe. La realidad no podía ser sólo coser y cantar. Viktor le apartó y se dirigió el a la puerta, enojado por quien había provocado esa reacción en su omega.
– ¿Qué desea? –Encaró al abrir la puerta. Ni siquiera se molestó en disimular su mala cara, expeliendo ese aire a Alfa dominante en demasía.
–Usted…se llevó a mi patinador –Señaló Celestino. Podría ser un beta, pero hasta a él le resultaba asfixiante la presencia del ruso.
– ¿Algún problema con eso? –A pesar de que normalmente era calmado, la naturaleza podía hacer de las suyas, sobre todo si se trataba de proteger a su nueva familia.
–No puede alejarle del patinaje y sus responsabilidades así como así. ¡Él también tiene una vida y-…!
–Ya lo sé. Soy su alfa, no su amo, no voy a decidir por él, así que si eso era lo que le preocupaba voy a pedirle que se marche antes de que esto pase a mayores. No quiero tener que ponerme violento…–Advirtió, recargándose en el marco de la puerta. Celestino sabía que no podía hacer más ahora, lo mataría si tan siquiera intentaba entrar y comprobar que su pupilo estaba bien, así que con impotencia observó al otro cerrar la puerta bruscamente.
– ¡Voy a regresar por él, Nikiforov! –Le gritó antes de marcharse, completamente indignado.
Y adentro, Viktor había regresado a su papel de alfa protector con Yuuri, apurándose a abrazarlo mientras el omega temblaba. Sabía que justo ahora tenía mucha presión sobre él pues su familia y la gente involucrada en el patinaje artístico le estaría poniendo muy altas expectativas y en extremos opuestos. La gente hablaría mal si no le daba hijos rápido, o si dejaba su carrera, o si decidía seguirla, o si hiciera cualquier otra cosa…y no podía ayudarlo en más cosas que permanecer junto a él, apoyándolo. Lo que había pasado ahora con su entrenador, reclamándole que lo devolviera, era sólo el comienzo.
–Yuuri, no te alteres. Va a comprenderlo…–Trató de animarlo. Sabía muy bien que la petición del otro hombre no estaba dirigida a él, sino al menor. Era un intento desesperado de rogarle que no abandonara la posibilidad de competir otra temporada, y Yuuri no estaba seguro aún si iba a hacerlo o no. Era tan confuso para él.
–No necesito que me digas nada –Correspondió el abrazo, respirando hondo para tratar de calmarse nuevamente. No había perdido el control de esa forma en un largo tiempo y no quería que Viktor lo viera en tan lamentable estado – Sólo…permanece a mi lado…
Al menos, de esa forma, podría soportarlo…
Notas y traducciones:
*IceRinkLover: « ¡¿Has visto esto?! ¡Increíble! O-O/ »
*«Mi cariño ganó el oro en el #GradPrix, ¡Estoy muy orgulloso! <3 <3 <3 ¡Y es/se ve tan guapo mientras duerme!»
*Iniciado la competencia en 1995: No hay mucha información completa acerca de esto más que lo que dice Wikipedia, y aunque he investigado bastante sigo sin saber muy bien cómo funciona. Ya que hay algunas competencias que cambian de nombre con el tiempo, he asumido que tomar su versión realizada en 1995 estaba bien, aunque en esos tiempos se llamaba ISU Champions Series, y no ISU Grand Prix of Figure Skating.
*El entrenamiento al que se sometía: Ilia Alexandrovich Kulik fue un patinador artístico de verdad. En realidad, se retiró por problemas de salud, más concretamente, por su espalda, que ya le estaba causando graves molestias. Se dedicó a aparecer en Shows sobre hielo en los años posteriores a su retiro en 1998 (Sí, justo después de ganar el Grand Prix). Junto a su esposa abrieron una pista de hielo en 2012. También hizo de entrenador para el patinador Michael Christian Martinez.
*Pollo tandori: o tandoori chicken, es simplemente pollo asado, pero marinado en yogur y sazonado con especias tandoori masala, también con ajo, jenjibre, comino, pimentón y más especias según las regiones y variantes. Es un plato picante (se utiliza también pimienta de Cayena).
*Uthathaappam, o simplificada como “pizza india”, es una base de masa de harina de lentejas y harina de arroz que se cocina en forma delgada y suele estar rellena. Se sirve con tomates, o en una salsa de cebolla con una mezcla de verduras.
*Delicious: El famoso “Vkusno” de Viktor. Se traduce como delicioso. Aunque algo curioso es que cuando lo traduces de español a ruso te indica l6;m5;kl5;n k4;l2;m1;l9;l5;ml1; (ochen' vkusnyy) como “Está delicioso”. Lo traduce como “Vkusno” solamente cuando usas el inglés (Tasty). E AMOY YAOI se cambió al inglés porque la página no admite letras rusas.