Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un dulce amargo... por kaikuroi

[Reviews - 76]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Un dulce amargo

.

Capítulo # 6

.

¿Yo Vs. Yo?

.

ACTUALIZACIONES LOS MIÉRCOLES

.

–Me haces cosquillas…–Susurró Yuuri con una sonrisa somnolienta. Viktor estaba acariciando con la yema de los dedos su espalda baja, tratando de despertarlo sutilmente. El ruso rio.

–Yuuri, es hora de desayunar –Le besó las mejillas repetidas veces, causando que su omega, entre risas, se acurrucara más contra su pecho, ocultando su cara. Era tan lindo cuando se avergonzaba.

–Pero el desayuno puede esperar, ahora tengo sueño…

– ¿Y qué tal si consigo Katsudon para ti? –Yuuri levantó la vista, un tanto más entusiasmado. La emoción le duró pocos segundos antes de volver a esconder su cara con pesimismo. Su pareja, de nuevo, se preocupó.

–No puedo comer Katsudon tan seguido o acabaré hecho un cerdito –Se molestó, y Viktor volvió a sonreír ante la idea. Su imaginación hacía de las suyas y debía confesar que un Yuuri gordito se le antojaba tierno – Además…acabo de decir que regresaré a competir, así que debo cumplir con mi dieta…

–Hablando de eso… ¿estás seguro? No me opongo a ayudarte a coreografiar las nuevas rutinas de esos dos, pero no sé cuánto tiempo te tome armarlas, perfeccionarlas y enseñárselas. ¿No prefieres centrarte en tus propios programas? –Opinó. El omega pensó unos segundos antes de responder.

–Siendo sincero…bueno, cuando oí de que te retirarías, varios meses antes de que iniciaran las competencias, me centré solamente en mejorar mis saltos, mis combinaciones de spin y la secuencia de pasos. No me di cuenta del tiempo y una semana antes de las nacionales no tenía programas, así que tuve que arreglármelas con eso. He mejorado desde entonces, así que un día o dos por montar cada rutina no me quitará demasiado –Viktor se tensó, sintiéndose abrumado y orgulloso a la vez. Él, siendo quien era, hubiera entrado en pánico si no tuviera sus coreografías listas desde antes.

–Ya veo…Así que ese es el potencial de mi cerdito~–Apretó más al menor entre sus brazos, volviendo a darle pequeños picos en los labios para felicidad de ambos. Por las mañanas Yuuri era mucho más receptivo a sus cariños, tenía que aprovecharlo.

–Pero va a serles difícil alcanzarme. Voy a hacerles unas rutinas que les aseguren ganar, pero…Si voy a seguir compitiendo me aseguraré de hacer historia con mis presentaciones –Presumió, gustoso de recibir apoyo de su alfa.

–Jum, ¿Historia como qué? –Preguntó, encantado.

–No sé, ¿Dos *flip cuádruples en la segunda mitad del programa?-¡Wah! –Viktor se levantó ofuscado, sorprendido y también asustado. Yuuri había rodado a su lado de forma repentina y lo miraba interrogante.

– ¿N-No crees que eso es un poco…peligroso? –Comentó después de reponerse, y de inmediato la decepción que sentía Yuuri lo golpeó a través de su lazo.

– ¿Peligroso? –Repitió, sentándose en el futón y viéndose más que herido. Las acciones del mayor le dieron a entender que su alfa no confiaba en él lo suficiente como para que fuera capaz de lograrlo– Viktor, he trabajado muy duro todo este año con mis saltos, puedo hacerlo incluso si tengo otros quad* dentro de mi rutina.

– No quiero decir que no puedas, Yuuri, es…es sólo que…– otra vez, el pensamiento «no quiero que te lastimes» pasó con desesperación por su mente. El omega debió sentirlo, porque se relajó y bajó la mirada. Había hecho preocupar a su pareja y lo había regañado por eso, así que lo hacía sentirse mal. Viktor no quería discutir con él o herirlo, así que le tomó de las manos y las besó –Lo siento, es sólo que creo que es riesgoso. Mi parte alfa no quiere verte lastimado, y mis instintos se salen de control cuando lo pienso…

–Está bien, comprendo que te cause dudas. Yo mismo todavía no sé si soy capaz de hacerlo en una competencia, ¡Pero he clavado casi el 80% de mis cuádruples en las prácticas!–Argumentó, nervioso –El año pasado incluso los triples me causaban problemas, y sólo el 30% salía bien.  Yo, por eso…sólo creí que…

El corazón de Viktor se derritió. Yuuri era, sin duda, la persona más adorable y hermosa que hubiera conocido en toda su vida.

–Si dices que lo harás, entonces será así, cerdito~–Besó su nariz, sintiendo cómo un calorcito agradable se instalaba en sus pechos.

– ¿Por qué cerdito? No estoy tan pasado de peso –Reclamó Yuuri, divertido.

–Mmm…Me gusta la idea de un tú redondito, pero eres perfecto estés como estés. Ahora, vamos a desayunar. Tengo hambre–Ambos patinadores se dirigieron al comedor.

A medio pasillo, Mari, la hermana de Yuuri, los interceptó.

–Oye, Yuuri, ¿Quiénes son los niños que están en el comedor? Mamá les ha dado comida y ellos casi no probaron bocado –Encendió un cigarrillo– Eso fue descortés. Aunque el rubio es lindo, se parece a un idol de mi banda favorita.

–Ah, sí…–Comenzó el omega– Son Yuri Plisetsky y Kenjiro Minami, unos de los más jóvenes y prometedores patinadores. Creo que han estado bastante en las noticias últimamente…–Dijo más para sí que para su hermana. Él, como competidor, tenía que estar al tanto de sus posibles rivales.

– ¿Yuri? Ah, qué confuso, lo llamaré Yurio. En fin, su comida ya está servida –Dijo, y se retiró a su cuarto. Como no estaban recibiendo clientes por fin tenía unas vacaciones.

Al entrar al comedor se encontraron una escena desesperanzadora. Los dos chicos patinadores estaban aún sentados en la mesa en la que los dejaron, picando su comida. Minami pegaba su mejilla contra la madera, suspirando, y Yurio miraba resentido su plato, como si quisiera apuñalarlo con los palillos. Yuuri nunca pensó que se deprimirían de esa forma por elegir un tema contrario a lo usual.

Viktor y él tomaron asiento en silencio frente a ellos, puesto que su desayuno también estaba servido en la misma mesa. Tamagoyaki*, tempura y té. Comieron en un ambiente tenso y pesado.

–Entonces…–Les llamó el omega japonés, y todos en la mesa voltearon a verlo– ¿Cómo les va escogiendo su tema?

–…

–…

–…

– ¿Qué se supone que quieres que elija? –Fue el murmullo enfurruñado de rubio. Le dolía la cabeza de estar pensando en tantas posibilidades. No quería decantarse por algo a la ligera cuando sabía que le saldría mal.

– ¿Qué quiero que elijas? –Se rio Yuuri – Yo no te dije que me complacieras, sólo pedí un tema al que no estuvieras acostumbrado. A ver, si no recuerdo mal…tus temas en temporadas pasadas se centraban en la fuerza, la ventura, héroes e incluso elegancia. Minami, tú usabas las festividades, la alegría, convivencia. Sólo tienen que descubrir algo contrario a eso con lo que se sientan cómodos.

–Ah, qué difícil…–Se quejó el beta, sonriendo de forma cansada. Se escuchaba sencillo, pero no tenía madera para adaptarse a un tema que no fuera «feliz». No cuando toda su vida como competidor se había centrado en ello.

–Ah... ¿Y si vamos todos a patinar? El Ice Castle no está tan lejos, y podría darles algunas ideas. –Propuso, disimulando que era él mismo quien tenía deseos de regresar al hielo luego de una semana sin entrar a la pista. La mirada ilusionada de todos lo incomodó, pero de igual manera se alistaron, salieron por la puerta trasera…y corrieron al ver a algunos hombres sospechosos armados con cámaras en la entrada de la posada. Así, varios minutos después, habían recorrido medio pueblo hasta la pista de patinaje.

– Todos adentro~–Canturreó Viktor abriendo la puerta del Ice Castle y dejando que los menores pasaran corriendo a su lado. Cerró la entrada con seguro y se retiró al interior con los otros al avistar tras la puerta de cristal al grupo de reporteros que hacían su camino hacia ellos desde calle arriba.

– ¡Están locos! –Gritó Yurio enojado mientras se recargaba en sus rodillas. Más allá, Minami se recostó en una pared y asintió, no teniendo fuerzas para ponerse de pie. Viktor jadeaba un poco con la mano en el pecho y Yuuri…él los miraba a todos, divertido.

– ¡O-Oh, Dios mío…!–Fue el grito ahogado que escucharon. El omega japonés reconoció esa voz enseguida: Era Yuko, su amiga de la infancia y dueña de la pista de hielo, quien se asomaba detrás de los lockers con los patines en la sección del mostrador. Lloraba, eso sí, totalmente sorprendida.

–Yuko, hola. Perdón por venir sin avisar, nosotros- ¡...! –La mujer no le dio más tiempo para acabar su saludo, saltó el mostrador y corrió a tumbarlo con un abrazo. No se había visto en años.

– ¡Yuuri, regresaste…!–Exclamó, feliz. Tuvo que separarse apenas un segundo más tarde por el gruñido de un alfa. Asustada, la beta volvió a arrinconarse contra el escritorio de la recepción. Viktor, un poco apenado y sobresaltado, se preguntó a sí mismo sobre su falta de control.

–Oh, lo siento, no pude contenerme. Soy Viktor Nikiforov, el alfa de Yuuri –Sonrió y extendió su mano en forma de saludo. La mujer, sin embargo, comenzó a desangrarse felizmente.

– ¡Sé quién eres! –Dijo– ¡Sé quiénes son, Dios! ¡No puedo creer que los tenga aquí, en mi pista, todos juntos! –Emocionada, volvió tras el mostrador ignorando la mano extendida del ruso, buscó un par de patines para los cuatro y los empujó a la pista– Bien, sí, perfecto, vayan a…hacer lo que tenían qué hacer, yo voy…voy a buscar un pañuelo…–Y llorando de alegría de nuevo, se retiró.

Los cuatro quedaron extrañados por el recibimiento de la amiga de Yuuri, pero no perdieron mucho tiempo en calentar, ponerse los patines y entrar a la pista.

–Al fin…–Suspiró Yuuri cariñosamente. Ahora más que nunca sentía la necesidad de patinar. Empezó dando vueltas por la pista distraídamente junto a los demás hasta que decidió hacer un recuento de sus saltos. Hizo un par de triples* y los demás se giraron a verlo. En realidad, verlo patinar era una de las mejores cosas para observar en el mundo.

El omega, sin embargo, aún no olvidaba el episodio de la mañana con Viktor. Quería demostrarle que podía clavar sus Quad. Se preparó, y antes de que Viktor pudiera detenerlo, porque sabía que lo haría, se elevó e hizo un cuádruple toe loop en combinación con un cuádruple salchow.

–Increíble…–Soltaron los dos menores, casi sin palabras. El japonés parecía que no hubiera puesto esfuerzo en ello, no se le notaba cansado y su aterrizaje para ambos saltos fue espectacular.

–Yuuri…–Era un tono de advertencia de parte de Viktor. Su pareja no le prestó atención. Él sólo estaba preocupado, ansioso, pero no tenía corazón ahora como para ordenarle con su presencia de alfa que dejara de intentar saltos peligrosos.

Yuuri volvió a prepararse para otro salto. Esta vez, si no se apresuraba, estaba seguro de que Viktor  lo detendría, así que lo hizo sin pensar. Un flip cuádruple. El aterrizaje fue un poco flojo, pero lo logró. A través de su lazo sintió a su pareja desesperada y muy nerviosa, así que simplemente se quedó quieto, viendo cómo el otro patinaba hacia él a gran velocidad.

–Ha sido…ha sido un flip cuádruple…–Soltó Yuri con recelo.

–Casi 8 Triples y quads en menos de dos minutos… ¡Katsuki-San es impresionante!–Comentó Minami al llegar al lado del rubio, viendo cómo ambos adultos se abrazaban en mitad de la pista, dejando que el alfa revisara a su omega para buscar algún posible daño.

–Con ese nivel no me extrañaría que lograra un Axel cuádruple* –Entre dientes, Yurio volvió a alagar de manera extraña al japonés. Lo admiraba, pero de cierta forma le hacía sentirse inferior, pues nunca había tenido un contrincante de su nivel.

El grupo estuvo allí un par de horas más hasta que un taxi pudo pasar a recogerlos y conseguir que los reporteros que se habían quedado a esperarlos no lograran hacer ninguna pregunta.

Así, el tiempo comenzó a correr para los más jóvenes. Se les permitió quedarse en el negocio de los Katsuki por los próximos tres días, por lo que ambos se encontraban ya en sus respectivas habitaciones, preparándose para dormir. Intentándolo, más bien.

Minami, por un lado, estaba bastante confuso.

¿Un tema contrario a lo acostumbrado? Había nacido para ser una pequeña estrellita en la pista, no un sol negro, para él no tenía sentido intentarlo, pero si no decidía su oportunidad para tener dos programas hechos por los mismísimos Yuuri Katsuki y Viktor Nikiforov se iría volando.

Lo contrario a la alegría era la tristeza.

Lo contrario al festejo era el lamento.

Lo contrario a la dicha era el sufrimiento.

No estaba funcionando. No quería patinar sobre ninguna de esas cosas, pero si pedía esta ocasión para trabajar con dos de sus más grandes ídolos definitivamente se deprimiría.

Se sentó de improvisto. ¿Depresión? Como todos, había sufrido días oscuros y difíciles; había sentido el rechazo de sus compañeros de pista por ser «un simple beta», por atreverse a soñar ganar el Grand Prix, por seguir esforzándose. Todos aquellos devastadores sentimientos que encerró bajo llave años atrás estaban de nuevo presentes, recordándole todo lo que había luchado para llegar hasta donde estaba.

Las lágrimas caían sin remedio por sus mejillas, pero no podía evitar sonreír. Él ya tenía un tema perfecto.

En cambio…

En la habitación de enfrente, un omega se giraba entre las sábanas por millonésima vez.

Dedicó su vida a interpretar al héroe que le dijeron que no podía ser, ¿Qué caso tenía ahora tirar todo ese trabajo a la basura? ¿Cómo adaptar saltos a temas lentos, refinados y sumisos? No deseaba mostrarse de esa manera ante el público. Se negaba a imaginarse a sí mismo de forma tan humillante, pero sabía que no tenía oportunidades de ganar si dejaba escapar a esos dos monstruos del patinaje.

« ¡Concéntrate!», se decía a sí mismo, « ¡entre todos los temas del mundo algo debe haber que te convenza lo suficiente!»

Una hora, dos horas…

Su cabeza iba a explotar si seguía así, pensando cosas sin sentido. Ni siquiera tenía el apoyo de alguien para desahogarse en este territorio desconocido para él. Allí no contaba con su entrenador, sus compañeros de pista, o su abuelo…

Un saber amargo se instaló en su boca, y reconoció con pesar que aún necesitaba bastante del apoyo de otras personas para poder seguir en calma. Lo único que eso le dejaba claro era que seguía siendo dependiente…y que se sentía solo.

Cerró los ojos, molesto, mandó todo a la mierda y se obligó a dormir. Aún tenía dos días largos por delante.

Notas de la T:

*Flip cuádruples: flip o toe salchow (salchow picado) se atribuye también al inventor del toe loop, Bruce Mapes, aunque no hay acuerdo total sobre su origen. El flip se inicia sobre el filo interno del pie opuesto al de aterrizaje, con impulso de la serreta del otro pie. Para realizar un salto óptimo es necesario efectuar la transición y despegue en una trayectoria casi recta. Esto lo distingue de otros saltos, en los que el deslizamiento antes del despegue tiene lugar sobre una trayectoria más curvada.

**Shoma Uno en 2016 fue el primer patinador que clavó un flip cuádruple en una competencia internacional. Es decir, con un demonio que son difíciles.

*Quad: O cuádruples, son saltos dentro del patinaje artístico que cuentan con cuatro o poco más vueltas/revoluciones. Los más comunes son el toe loop y el salchow. Se está haciendo bastante popular y común para el nivel de los patinadores olímpicos (o campeones mundiales) en la división masculina.

*Tamagoyaki: es una especie de tortilla de huevo que se puede encontrar en la cocina japonesa. Se suele servir como parte del desayuno en Japón o en platos de sushi. Por su composición puede ser dulce o salado, dependiendo del gusto del consumidor y de la zona.

*Tempura: se refiere a la fritura rápida japonesa, en especial a los mariscos y verduras. Cada trozo de comida debe tener el tamaño de un bocado y se fríe en aceite a 180 t51; tan solo durante dos o tres minutos.  En restaurantes elegantes se utiliza aceite de sésamo o una mezcla de este aceite con otros. Antes de llevarse el trozo a la boca suele mojarse en una salsa (Tentsuyu) hecha a base de caldo, salsa de soja y sake dulce al que se le agrega ralladura de jengibre, ralladura de rábano y especias.

*Axel (cuádruple): El despegue del axel se realiza desde el filo externo del pie contrario al de aterrizaje. Puesto que el salto se inicia patinando hacia delante, incluye media vuelta más que los otros saltos — es decir, un axel triple cuenta en realidad con tres revoluciones y media o 1260°, por lo que es considerado el salto más difícil. El Axel Cuádruple cuenta con 4 ½ revoluciones, y nadie ha sido capaz de clavarlo en una competencia.

 

Notas finales:

Curiosidades: Hacer varias combinaciones de saltos en un corto periodo de tiempo es muy agotador. Por eso, los patinadores artísticos sufren de mucho desgaste físico a lo largo de su carrera y, con el tiempo, puede llegar a ocasionarles lesiones si no se cuidan lo suficiente.

-¡Vaya, creí que no iba a terminarlo a tiempo! Estoy muy feliz de que pudiera abarcar todo lo que quería en el episodio de hoy, aunque lo he acabado a las 2 de la mañana…

 

Estas semanas van a estar un poco movidas para mí, pero no se preocupen, procuraré seguir constante con mis actualizaciones. Quizá no les interese, pero comento que acabo de regresar de un ensayo de 5 horas (Casi a las 11 de la noche del martes 6) de mi presentación final de baile, estoy hecha polvo y siento las puntas de los pies destrozadas, así que si la parte final está un poco rara, perdón, el dolor no me deja pensar con claridad. El belly dance no es tan fácil como parece (uwu) ¡Me engañaron! (¿?)

Gracias a todas las lectoras que siguen apoyando esta historia <3 Tanto a las de Amor Yaoi como Wattpad (principalmente). Hago mención especial a mis lectoras Mexicanas, chilenas, argentinas, peruanas y españolas <3 Hay varias que me siguen desde allí, así que… ¡Muchas gracias!

También para avisar que, como regalo de navidad, aparte del especial de este fanfic, habrá dos One-shot nuevitos de YoI. Uno ya está decidido, será un JJXYurio súper cruel –Tipo, lemon no consensuado-, y el otro…No sé, hay varios que tengo apuntados por ahí: Un Harem peculiar, El País de los Hombres Bestia, El Kimono equivocado (Estas pueden ser Viktuuri o un trío) Ustedes me dirán~ <3

Pd: Con respecto al capítulo de hoy…No puedo. No puedo con él. Es demasiado para mí. *Llora y se ríe sola en una esquina*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).