Un dulce amargo
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Especial de Navidad
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ACTUALIZACIONES LOS MIÉRCOLES
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Yuuri y Viktor empezaron a prepararse para dormir luego de un largo y cansado día de entrenamiento en la pista de hielo. Acomodaron los dos futones juntos y, antes de disponerse a recostarse, al japonés lo venció la curiosidad.
– ¿En qué piensas? Has estado muy pensativo desde la mañana…–Comentó un poco preocupado, y es que era la primera vez que veía a su pareja tan concentrado en otra cosa que no fuera él, aunque le avergonzara admitirlo.
–En nada importante. Sólo…Navidad está cerca, aunque no la celebramos en Rusia, y mi cumpleaños también. Me pregunto qué debería regalar y que me gustaría recibir –Viktor se sentó sobre las mantas y el omega lo imitó, intrigado. En realidad nunca había prestado mucha atención a las fiestas, pero pasarla con su alfa no era una mala idea.
– ¿Ya tienes una idea de lo que quieres? ¿Un traje, otro par de patines…?
Viktor sonrió, sonrojándose esta vez por sus propios pensamientos.
–Quiero que tu y yo tengamos una cita.
– ¿Una cita? –No creyó que fuera a pedir algo tan simple. Es decir, salían y andaban juntos todo el día.
–Ajá –Afirmó, contento –Nos levantaríamos muy temprano para ver el amanecer juntos en la playa. Llevaríamos una manta y haríamos un picnic. Luego, te llevaría al parque de diversiones, y te dejaría almorzar mucha comida rápida. Por la tarde podemos continuar en el cine o ir a jugar billar, aunque la verdad no sé cuáles son las reglas…Ah, y a la hora de la cena iríamos a ese restaurante italiano cerca de la estación, regresaríamos a casa a darnos un baño en las aguas termales y por último…me dejarías hacerte el amor. ¿No es un plan perfecto? –Rio Viktor, encantado. Lamentablemente, la burbuja rosa en la también fantaseaba Yuuri se había roto.
–B-Bueno…exceptuando lo último creo que podemos hacerlo…
–Oww, ¿Por qué no? – El ruso hizo un puchero.
–Mi celo puede estar cerca para las fechas de Navidad, y no me siento preparado aún. Lo siento, sé que quieres, pero…pero…
–No, está bien, sabes que puedes tomarte tu tiempo –Le reconfortó, apurándose esta vez en acurrucarse en el regazo del pelinegro mientras este lo acariciaba– ¿Pero estás seguro de que no podemos incluso si estoy abajo*?
– ¡Viktor! –Se abochornó ante la sugerente imagen mental a la que dio lugar el comentario del alfa. Seguía siendo bastante penoso en cuanto a hablar de sexo se refería.
–Vamos a dormir, Yuuri~ –Abrazó la cintura del omega y este se recostó a su lado, más calmado. A ambos en verdad les agradaba compartir el calor del otro al dormir.
Compartieron el mismo sueño esa noche: Una hermosa vida juntos que aún no habían tenido y, para culminar, dos lápidas con sus nombres muy juntas.
El separarse nunca sería una opción ahora.
Mañana sería un nuevo día, y avanzarían un paso a la vez, sin prisas.
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Notas de la A:
*Si estoy abajo: Por si alguien lo duda… sí, Viktor se refiere a ser el pasivo. Es un alfa entre los alfas, pero no significa que no pueda explorar la sexualidad con su pareja. Siglo XXI, gente, los alfas no pierden su esencia de alfas incluso si se dejan follar por alguien más.