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Un dulce amargo... por kaikuroi

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Un dulce amargo

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Capítulo # 2

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Yacer con un desconocido

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Antes de despertar realmente la mente de Yuri era un caos total. Estaba mezclando sus sueños con recuerdos de la noche pasada, dando como resultado una de las peores pesadillas que jamás hubiera tenido.

–Yuuri…Yuuri…voy a terminar–Jadeó alguien en su oído.

–Ah…no…no puedes…–Esta vez se escuchó a él mismo, invadiéndolo de golpe un pánico inmensurable.

–Claro que puedo…Mmm…–Le contestaron con prisa y cinismo. Podía sentir al contrario entrar y salir de él a voluntad, por más que le dijera que no estaba bien lo que hacían o aruñara su espalda y empujara inútilmente. No sabía quién era, no podía verle bien la cara al no tener puestos sus lentes, y a pesar de que se sentía extremadamente bien por su celo no creía correcto hacerlo de esa forma para calmar su calor.

La sensación de presión en su entrada le hizo arquear su espalda y apretar los dientes mientras él también se venía. Gruñó y lloró con dolor ante el nudo, a pesar de que su cuerpo y mente afirmaran que eso era lo natural, que estaba bien dejarse embarazar por un alfa. No estaba entre sus planes tener una familia.

–No te preocupes, voy a estar aquí para ti…después de todo eres mi pareja destinada…–Por primera vez aquella noche la voz habló con un tono amoroso y, seguidamente, el ardor de haber sido mordido, de haber sido marcado, le inundaba. Se sentía completo, extasiado, emocionado, triste y desesperado, todo al mismo tiempo.

«Ah… ¿Esto es lo que sientes al encontrar a tu pareja? Es horrible…», ese fue el último pensamiento cuerdo de Yuuri, antes de que mariposas llenaran el lugar y todo su alrededor empezara a quebrarse y caerse a pedazos.

Despertó, respirando fuertemente.

Levanto con cuidado su mano, pues todo el cuerpo le dolía y temblaba, y tocó suavemente su hombro derecho, notando allí una pequeña hendidura en forma de U. Esto era malo…más que malo, catastrófico. Había sido reclamado por un Alfa.

Empezó a sollozar tímidamente, cubriéndose la boca para evitar ser muy ruidoso. No conocía la habitación en la que estaba, aunque se parecía mucho a la del hotel en el que los patinadores y staff del Grand Prix se quedaban. No podía ver muy bien, en realidad, porque las lágrimas nublaban su visión, y no tenía ni idea de dónde estaban sus lentes. Además, le dolía mucho la cabeza.

Trató de levantarse, pero desistió rápidamente al notar un tirón en sus caderas. Eso no estaba bien. Se sonrojó y lloró con más ahínco al sentir cómo algo salía de él y se escurría entre sus piernas. Su parte omega ronroneaba con gusto, pero su cara se contrajo con asco. Se sentía sucio, un fácil que con un poco de descontrol por su celo dejó entrar a un cualquiera en su cama… ¿O más bien él había entrado a la cama de alguien?

Sintió movimiento a sus espaldas e instintivamente se paralizó del terror. No tenía sentido hacerse el dormido ahora, no cuando estaba seguro de que la persona detrás de él se despertó por su llanto.

– ¿Yuuri…? –Llamó su nueva pareja. Era claro que estaba aún bastante adormilado por el repentino despertar, pero en cuanto notó los leves temblores del moreno se sentó apresurado, preocupado por el menor. Podía sentir la tristeza, la rabia y la impotencia a través de su lazo, y eran sentimientos que no le agradaban en lo más mínimo –Yuuri, ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Fui muy rudo anoche?

El japonés no pudo contener mucho más su llanto y eso asustó a su pareja. Se cubrió la cara con las manos mientras sentía cómo el otro le jalaba hacia él, volteándolo. Pronto se vio reconfortado por su alfa, que le abrazó y mimó, esperando a que se calmara para poder hablar correctamente con él. A través del lazo, él también podía sentir la confusión y la preocupación del otro, pero…no quería encararlo ahora. Más bien, nunca.

–Yuuri, déjame verte…Vamos, ¿Qué tienes? –Insistió. Su inglés tenía un acento bastante extraño, así que debía ser extranjero. Con cuidado, el alfa retiró las manos de la cara de su omega y limpió sus lágrimas, besando sus saladas mejillas en un intento de apaciguar los lamentos del menor.

Yuuri inhaló y exhaló varias veces, tratando de tranquilizarse y ver finalmente a su nueva pareja. Cuando finalmente abrió los ojos y se enfocó en la cara del otro, a pesar de no traer sus lentes, sabía perfectamente quién era, y paró inmediatamente de llorar. Su expresión era todo un poema.

–V-Viktor Nikiforov…–Susurró con sorpresa y un tanto de temor.

–Um, sí, mi nombre…–Respondió. Sentía la conmoción del menor y rápidamente llegó a la conclusión de que, al despertar su pareja, esta no tenía ni idea de con quién se había enlazado. Lo enojó y preocupó por igual – Yuuri, ¿Sabes qué pasó anoche, verdad? ¿Sabes quién soy?

Las lágrimas volvieron a él de golpe. Sí, sabía quién era. No, no sabía qué había pasado anoche. Estaba desesperado por recordar, pero no obtenía más que fragmentos sin sentido que sólo conseguían frustrarlo.

–Lo siento…lo siento, yo…yo no recuerdo nada…lo siento –Sollozaba, le costaba hablar, sentía que se ahogaba y quería simplemente desaparecer.

–No, no, está bien…Shhh…ya pasó, ¿Sí? Tranquilo –Le abrazó con más fuerza, colocando a Yuuri en su regazo. Su alfa estaba molesto porque su omega lloraba, así su propia naturaleza le llamaba a consolarlo.

– ¿Qué…qué pasó anoche? –Exigió, tratando inútilmente de detener su llanto. Aún se sentía demasiado confundido como para alegrarse de que Viktor fuera su pareja.

–Bueno, si empiezo por el principio…–Sonrió y comenzó a acariciar la espalda desnuda del japonés en un intento por relajarlo–Yo fui al Grand Prix y vi tu programa. De hecho, desde el momento en que saliste a la pista supe que eras mi pareja destinada, así que esperé a que acabara la competencia para ir contigo y presentarme. No te encontré inmediatamente, pero tu olor me guio hasta un bar. No sabía si acercarme o no, y antes de decidirlo tú ya te estabas yendo, así que te seguí. Estabas apunto de desmayarte a mitad de la calle, así que te ayudé y te traje a mi habitación. Luego…bien, tu celo se hizo más fuerte –Concluyó, omitiendo en que varias veces pidió al mesero del bar llenar de licores fuertes la copa de Yuuri. Creyó que así sería más fácil hablarle, pero terminó emborrachándolo «sin querer».

–Lo siento…–Volvió a disculparse, ya más calmado. Muy en el fondo sabía que su omega lo había reconocido también como su pareja, quizás desde hace mucho tiempo, no le sorprendía que el ruso se diera cuenta al verlo.

– ¿Por qué te disculpas? Yo estoy feliz de haber encontrado a mi pareja destinada –Se rio encantadoramente, atrayendo a Yuuri y besándole en los labios. El otro no podía creérselo aún. ¿Tener de pareja destinada a tu mayor ídolo? Pasaba sólo en novelas y películas románticas, no se suponía que le ocurriera a él justo ahora.

«Yo…no sé aún si estoy feliz de encontrarte», pensó, y Viktor se separó en un rápido movimiento. Había percibido la duda en Yuuri y su alfa se congeló ante el posible rechazo de su omega. No podía perderlo. Se moriría sin él.

El ambiente fue roto por el estómago del moreno. No había cenado o comido mucho, siendo que era el día de la competencia.

–Umm…yo…tengo hambre –Dijo, y el alfa dejó que sus instintos de proveerle salieran a flote.

–Quédate y recuéstate un rato, yo iré a pedir el desayuno –Le sonrió quedamente y se levantó a cumplir con lo prometido.

Yuuri podía decir que ambos estaban preocupados y estresados con el nuevo lazo entre ellos, pero no había vuelta atrás. Su corazón daba un vuelco del solo pensar en rechazarlo, porque definitivamente alejarse de Viktor lo sumiría en una depresión tan grande que el morir no significaría nada.

Se dejó caer pesadamente contra las almohadas y dirigió su mano a su espalda baja, masajeándola. Se sentía incómodo. Quería tomar una ducha, comer y descansar…y descansar…y…

Se quedó dormido.

Cuando Viktor regresó al cuarto con la comida se encontró con su nueva pareja dormitando angelicalmente. Puso la bandeja en la mesita de noche y observó largos minutos al joven. Al final, no pudo resistirse.

Momentos después, una foto era posteada en su Instagram: Él y Yuuri abrazados en la cama, con la Marca de Pareja en el omega bastante visible en su hombro.

¿El texto que la acompañaba?: «My sweetie won gold at #GradPrix, I’m very proud! <3 <3 <3 And he’s sooo handsome while sleeping!!!»*

Y el mundo del patinaje artístico colapsó.

 

 

Nota de la A/T, Traducción: «Mi cariño ganó el oro en el #GradPrix, ¡Estoy muy orgulloso! <3 <3 <3 ¡Y es/se ve tan guapo mientras duerme!»

Notas finales:

Curiosidades: Viktor y Yuuri hablan en inglés entre ellos. Sus publicaciones en redes sociales también serán en ese idioma la mayoría de las veces.

En mi defensa... ¡En mi país aún es miércoles! (10:00 PM)

 Era el cumpleaños de mi hermosa madre y tuve que salir a hacer un par de compras, el capítulo no estaba terminado y pues...sí, eso. Quería hacerlo más largo, pero me parece que está bien hasta donde lo dejé. De lo contrario, hubiera cortado de peor manera.

 

 Al fin vi el capítulo de hoy y...desarrollo e introducción de personajes, como siempre, impecables, pero...no sé, la animación me da un poco de miedo. Me sorprendió que la rutina del rival de Viktor estuviera mejor animada que el Eros de Yuuri, pero no me puedo quejar mucho. Sigue siendo una serie excelente. Sin más, cualquier sugerencia o duda por favor en los comentarios. ;)

 

 ¡Kaikuroi fuera!

 


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