Narra Silver.
Había pasado un tiempo desde que me había regresado a Johto y desde ese mismo instante Silver me declaro la leí del hielo, ya no le podía hablar ni mirar ni buscar y eso me ponía en una situación muy tensa, ya que desde que regresamos, la ultima vez que tuvimos sexo fue cuando llegamos a mi casa y yo lo necesito de alguna manera, pero eso no es todo, también hoy como día de San Valentín, había echo que por fin aceptara salir conmigo y que por fin saliera de la guarida Dragón donde ahora esta entrenando y para ser sincero fue algo muy fácil, pero eso no es el punto lo importante es que hice que saliera de su guarida.
Yo me dirigí a Ciudad Trigal, donde quede en verme con él y antes pase a comprar sus chocolates favorito, después de terminar de comprar una que otra cosa, por fin había llegado al restaurante donde me quede de ver con él, al entrar me di cuenta de que este lugar se parecía mucho a él, por lo tranquilo y por lo oscuro y relajado que se ve a pesar de que apenas son las 3 de la tarde, una de las meseras me guio al lujar donde estaba Silver y al llegar, era una parte mas privada donde solo habían muy pocas mesas y donde solo estábamos él y yo, yo me senté y note lo nervioso que él estaba yo le sonreí y le dije.
-Te compre unas cosas-yo le di la caja con sus chocolates favorito y un pequeño oso que cuando lo apretás dice “I Love you”.
-Muchas gracias-me dijo recibiendo mis regalos-¿Te gusta este lugar?-me pregunto, yo lo mire y me di cuenta de que sus cachetes estaban un poco mas inflados que de costumbre por así decirlo y también luce algo nervioso.
-Silver ¿Que tienes?-le pregunte algo preocupado.
-No es nada, es que estoy algo ansioso-me dijo él, yo lo mire un tanto desconfiado, pero si él nunca me había metido así que no me preocupare por nada.
-Oye ¿Como pudiste conseguir dinero para estar en este lujar?-le pregunte un tanto extrañado, ya que este lujar se ve a simple vista que es un lujar muy elegante.
-Mi padre es mafioso recuerda, tengo demasiado dinero y cuando desapareció, me dejo una gran fortuna-él agallo la cabeza y en ese momento me dije a mi mismo.
-¿Que idiota eres? ¿Como se te pudo olvidar eso?-yo lo mire y le agarre la mano, él de inmediato volteo a verme y tenía un leve sonrojo en sus mejillas.
-Bueno tengo hambre, pide lo que quieras-al él decir eso, sentí como mis ojos se iluminaron y pude ver una pequeña risa que salio de su boca y eso de verdad me gustaba mucho.
-Bueno…. Si tu lo dices y no te preocupes esta vez no comeré mucho como la ultima vez-le dije yo con una sonrisa en mi cara.
Después de terminar de comer, me dirigí con él al cine a ver una película y en el camino pude notar lo tenso que él estaba a tal punto de que no me miraba a la cara y de que se pone demasiado nervioso cuando le pregunto que tiene, nosotros llegamos al cine y decidimos ver una película de comedía y romance, al llegar yo lo mire y antes de que empezara la película le pregunte.
-Oye Silver ¿Dime por favor que tienes? Te veo un poco nervioso y tus mejillas están un poco rojas ¿Te sientes bien? Solo dime algo-le dije muy preocupado, él volteo a verme y con una sonrisa me dijo.
-No me pasa nada y no te preocupes, ademas te tengo que contar algo-me dijo él mientras se comía una palomita de maíz.
-Enserio ¿Qué es?-le pregunto yo un tanto impaciente.
-Ya empezó la película, te lo digo después-me dijo él y nosotros nos acomodas para ver la película.
Al terminal de ver la película, casi me muero de la risa al saber que la mocharía de las cosas que decía era verdad y que por amor se sufre y demasiado diría yo, nosotros íbamos caminando en él parque ya era de noche y el cielo se veía muy bonito y nosotros dos decidimos quedarnos en un hotel hasta mañana donde cada uno se iría a su casa o algo por el estilo. La noche estaba muy linda y él se veía algo nervioso, yo lo agarre de la mano y así estuvimos caminando un rato, hasta que él me detuvo, yo lo mire y él estaba temblando y su cara estaba roja, ya no perecía el lindo chico, amenazador y algo engreído que a mi me gusta y eso me estaba preocupando.
-Gold… Te voy a decir algo, pero prometeme que no te vas a desmayar ¿Me lo prometes?-me dijo el algo serio, yo me mordí mi labio, pero ahora tenía que aceptar sus términos para que me dijera lo que me tiene que decir.
-Te lo prometo… pero dímelo ya me matas de la intriga-le dije algo entusiasmado por lo que me tenía él que decir.
-Bueno, toma esto-él de su chaqueta saco una pequeña bolsa de regalo y me la dio.
-¿Que tiene a dentro?-le pregunte algo intrigado.
-Solo ábrelo y te darás cuenta-yo abrí la pequeña bolsa y me encontré con unos zapatos de bebes.
-¿Que significa esto?-yo lo mire algo extrañado y después el saco otro papel de su chaqueta.
Narra Silver.
-Toma, con esto entenderás mejor-yo le entregue un papel que decía mas o menos que llevaba unas cuantas semanas de embarazado, él empezó a leer él papel y de repente me quedo viendo.
-No entiendo nada-yo en ese momento lo quería matar, pero me contuve un poco.
-¡Idiota dice que tengo 3 semanas de estar embarazado!- al decir eso, vi como los ojos de Gold se abrieron como platos y de inmediato callo al piso desmayado-¡Gold!-Yo agarre a Gold y note como la gente se nos quedaba viendo un poco raro, pero no le di mucha importancia, yo lo recosté en la banca y le di aire para que se despertara.
1 Hora mas tarde.
-¿Seremos papas?-le pregunto a Gold, ya después que despertó y de que le explicara como fueron las cosas.
-Si, lo siento por no decirte antes, pero en realidad no sabía como explicarlo y ayer me hice los exámenes y por eso te pedí que nos viéramos hoy… ¿Estas molesto?-le pregunte temiendo la respuesta que me pudiera dar.
-Molesto...ja… yo molesto no ¡Estoy feliz! ¡Por fin vamos a tener a un mini Gold caminando por ahí y sacándote de quicio!-me dijo el muy feliz y en ese momento yo lo quería matar por imprudente y estúpido y sobre todo estúpido.
-Eres un idiota-le dije algo molesto.
-Si lo soy, pero este idiota es el único que en este momento puede hacer algo como esto-él me agarro de la barbilla y sin ni siquiera esperar a que yo reaccionara, tenía sus labios y su lengua en mi boca, después de aquel beso que me dejo sin alientos, yo lo mire a los ojos- se me olvido decirlo, Feliz día del amor y gracias por ese estupendo regalo de san Valentín-yo en ese momento quería llorar un poco y lo único que hice fue abrazarlo, con todas mis fuerzas.
-No gracias a ti, por no tratarme como un hijo de un criminal, te amo.
-Yo también.
Continuara...
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