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Naruto ¿Para todos? por rukia_ichigo

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Notas del capitulo:

 

 

SI, LES DEJO UN ALDENATO Y LA EXPLICACIÓN O MOTIVO ESTÁ AL FINALIZAR EL FICS...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Resumen: El pensamiento de los demás, sentimientos diferentes y variados pero que se podrían comparar con el amor. Y finalmente los sentimientos que el rubio zorruno despertó en Itachi.

 

 

 

 

 

Las horas parecían eternas y sus ojos negros estaban fijos en el cielo aún cubierto por pocas estrellas. Había despertado sobre saltado y húmedo, debido a un sueño morboso causado por el recuerdo de una noche junto al rubio…

 

 

 

“Tan solo tú hermoso rostro hace que mi piel se erice y la cercanía de tu cuerpo causa desastres en mi interior, creando imágenes imaginarías de sucesos normales entre tú y yo… Naruto-kun, siempre serás el pequeño ángel ingenuo que me enseño la importancia de las cosas. Te quiero…”       -las gotas de agua caían surcando por su rostro, mientras Sai entrecerraba la mirada perdiéndose en el horizonte cuyos rayos de luz iban aclarando lentamente el hermoso día…

 

 

 

-Esa noche… Con Naruto…    -musito mordiendo luego su labios inferior, cerrando ahora por completo los ojos.

 

 

 

 

FLASHBACK…

 

 

Había regresado de su entrenamiento y cansado se fue a tomar una ducha a lo que ahora sería su casa. Al salir escucho el sonido de un kunai y su atacante era un ANBU apareció siendo lanzando contra la pared, mientras Sai tomaba el kunai entre sus dedos…

 

 

-Sigues siendo muy bueno en esto. Sai me envía Danzou-sama para decirte que Uzumaki Naruto regresa está noche a Konoha luego de ser entrenado por su antiguo Sensei.     -le dijo saltando junto a la ventana, Sai queda en silencio en su lugar y sin saber el motivo su corazón comienza a latir con fuerza contra su pecho.     -Danzou-sama solo deseaba que lo supieras. Hasta pronto.     -con una bola huma se pierde… Sai mientras tanto deja caer el kunai en el piso de su habitación, sonriendo sin darse cuenta.

 

 

“Naruto-kun ha vuelto de su entrenamiento. Será mejor ir a recibirlo…”      -piensa mientras de un saltó sale por la ventana para irse por los tejados hasta llegar a la casa del rubio.

 

 

 

Mientras tanto Kakashi, Yamato y Naruto regresan a Konoha, el joven muchacho sonriendo al fin feliz de poder controlar la técnica definitiva que reúne tres tipos de Chakra. Se despide alegremente de ambos sensei y se entra a su casa, sube corriendo a su habitación y se mete a la ducha, al salir se encuentra con tan solo una toalla alrededor de su cintura dejando ver la tostada piel del joven zorrito.

 

 

-Ah, muy bien. Finalmente logré dominar esa técnica y ahora…      -decía el rubio al notar en la esquina de su cuarto una sombra apoyada contra la pared. Naruto se detiene y estrecha la mirada…   -¿Quién eres tú?     -dice apretando los puños al no darse cuenta del intruso.

 

 

-No tienes que molestarte Naruto-kun, hace tan solo unos segundo s que acabo de llegar y hace una media hora que regrese a Konoha.    -la inconfundible voz del rubio, este abre los ojos al reconocer al joven que se aproxima a la luz.

 

 

-¡Sai!    -dice el rubio contento al verlo ahí con los cabellos un poco más largos. Naruto sonríe ampliamente.    -Debiste haberme hablado antes, dattebayo.    -lleva sus brazos tras la nuca.

 

 

-Si, lo siento. Pero deseaba saber como te encontrabas. Si regresaste a Konoha eso quiere decir que finalmente dominas la técnica definitiva, ¿Verdad? Naruto-kun.     -dice aproximándose hasta quedar frente a frente, cara a cara con el rubio.

 

 

-Jeje, hai, hai.     -dice sin pensar en muchas cosas tomando la camisa de su pijama y se lo coloca. Sai permanece en su sitió sin saber el motivo por el cual no puede apartar su vista de ese delicioso cuerpo bronceado, esas largas piernas contorneadas, y su rostro se torna un poco serio al saber que su corazón ahora late más desembocadamente que antes.

 

 

Naruto quita la toalla de su cintura, y ante esto Sai saca la mitad de su cuerpo por la ventana tapando su nariz que comienza a sangrar, el moreno se asusta al saber que siente cierta atracción por su compañero de equipo. Naruto se coloca sus boxer nada más al ver como el otro joven casi se tira por la ventana.

 

 

-¡Sai, ¿Estás bien?!    -le pregunta tomando por un brazo al moreno para meterlo adentro, Sai se sienta en el suelo, mientras que el rubio le mira con los ojos cerrados y una mueca en labios.    -¿Por qué hiciste eso dattebayo?   -le pregunta esperando la repuesta, ante esto el moreno limpia la sangre de su nariz con el dorso de su mano sonriendo nerviosamente.

 

 

-Etto… (esto…) Na, na. Naruto-kun un mareo…    -sus palabras suenan más a pregunta que a respuesta. Mientras varias gotas de sudor están cayendo por su nuca. Naruto aproxima su rostro a centímetros del de Sai, este abre los ojos desorbitadamente.

 

 

-Pues, no sé… ¿Me dices la verdad?    -le pregunta con la mirada ahora estrechada. Sai traga saliva y asiente.    -Pues si tú lo dices, aunque… Tengo hambre y me hubiera gustado ir a comer Ramen…      -dice con las manos juntas por la palma, mientras la saliva casi cae de la comisura de sus labios. Sai sonríe ampliamente.

 

 

-Yo traje algo de Ramen, Naruto-kun, si quieres podemos ir a comer…     -antes de que pudiera terminar la frase, el rubio se coloca en pantalón del pijama y toma la mano del moreno arrastrándolo hasta llegar al comedor.

 

 

Luego de haber comido, Naruto habla casi toda la noche con Sai sobre su entrenamiento, ambos conversan animadamente y finalmente están tan cansados que ambos terminan dormidos en la misma cama, pero cierto moreno no puede dormir muy bien que digamos sintiendo como el rubio se remueve y coloca una pierna sobre su cadera y un brazo rodeando su pecho…

 

 

-Na-ru-to-kun…    -musita ruborizándose como nunca antes, moviendo suavemente el brazo del rubio, pero al contrario tan solo logra que el rubio ahora se coloque sobre su cuerpo.

 

 

-Hmm… Ramen…     -musita el rubio zorrito, Sai respira agitadamente tratando de apartar el cuerpo del joven de ojos azules del suyo, sin buenos resultados y empeorando la situación e lugar de mejorarla, pues el rubio enredo sus piernas con las de él, y lo abrazo aforrándose con más fuerza a su pecho, Sai ante esto…

 

 

Sai intento levantarse de la cama y termino bajo el cuerpo del rubio que parecía ser una lapa pegada a él. Esto hacía desastres en su entrepierna que comenzaba a ponerse erecta, lo peor era sentir los labios del rubio rozando cada minuto con su cuello, estando a punto de perder la poca cordura opto por hacer un Bushin (replica) para dejarlo junto al rubio, porque si no lo hacía al final terminaría violando al joven portador del Kyuubi.

 

 

Después de esto se fue corriendo al baño, al regresar el bushin se había esfumado, pues tampoco parecía tener mucha fuerza de resistencia para tener a tan hermoso joven pegado a él. Sai suspiró caminado hacía el joven para levantarlo y dejarlo en su cama, pero al contrario y al intentar hacer aquello, trastabillaron y acabo cayendo sobre el joven de ojos azules.

 

 

“Kuso (mierda) Kuso, kuso…”    -pensaba Sai ante lo desastroso del momento, pero al final eso no fue tan malo ya que termino contemplando el hermoso rostro aún redondeado del joven de ojos azules, las marcas delgadas sobre sus mejillas, y las largas pestañas rubias, la bronceada piel, los rosados labios entreabiertos para respirar…

 

 

Sai fue acercando sus labios a los del joven, solo posándolo sobre estos sintiendo la suavidad, comenzó a besar las mejillas, bajando lentamente por el cuello y pecho que dejaba ver los tres primeros botones de la camisa del pijama. Sus manos ahora parecían tener vida propia acariciando sobre la ropa las curvas que perfectamente quedaron grabadas en su mente.

 

Naruto se retorció con las mejillas ruborizadas, esto alentó al moreno a continuar, desabotonando y dejando abierto el pijama, para continuar con sus besos, bajando el boxer del joven y notando la semi erección de su miembro que no era tan pequeño como lo había imaginado.

 

 

 

 

FIN DEL FLASHBACK…

 

 

Sai estaba nuevamente con tremenda erección, viendo la necesidad de volver a la ducha se fue corriendo, dejando caer el agua fría sobre su cuerpo…

 

 

“Haaa… Joder, no puedo seguir pensando en aquello que no sucedió, porque tuve que irme de casa de Naruto, pero no puedo sacármelo de la cabeza. Me gusta mucho, lo deseo y al mismo tiempo soy incapaz de hacerle algún tipo de daño, porque realmente me gusta y lo amo…”     -cerró con fuerza los ojos, mientras sus manos le ayudaban a llegar a un clímax insatisfactorio.

 

 

 

 

 

CASA DE KIBA…

 

 

 

Recostado sobre el tejado de su casa, observaba el amanecer en Konoha… Akamaru recostado a su lado, dormitaba.

 

 

“Naruto está muy atractivo, no debería de pensar en ello. Pero… Al recordarlo, me quedo con esa extraña pero agradable sensación en el pecho. Naruto…”     -los labios de Kiba se relajaron y cerró unos segundos sus ojos, recordando al rubio y la cercanía de su cuerpo.

 

 

-Naruto…     -musito entre dientes, Akamaru pareció despertar al escuchar la voz de su amo, nombrando al rubio, para levantar un poco el cuerpo de Kiba con la cabeza y lanzarlo hacía el otro lado del tejado, mientras Kiba gritaba:

 

 

-¡AKAMARU, IIE (NO)!      -cayendo dentro de la fuente que tenían en su casa de cabeza, tragando bastante agua, ante los gritos salieron su hermana mayor y su madre.

 

 

-Kiba, cariño. Pero ¿Qué fue lo que paso?     -preguntó su madre ayudando al joven cuyos ojos estaban girando y girando mareado y dolorido.

 

 

-Creo que finalmente Kiba está enamorado… Jiji, jiji…    -rió la joven mujer tapándose con una mano la boca mientras cerraba los ojos, su madre redondeo los ojos con una venita en la frente dejando caer al joven de cabellos castaños de nuevo a la fuente, para esta ve ser ayudado por Akamaru.

 

 

-¡Kiba, no puedo creer que no me dijeras que estás enamorado!    -su madre comenzó a regañarle, mientras su hermana no dejaba de reírse, Akamaru trata de que este despertará sin conseguirlo, por suerte estaba inconciente porque escuchar los regaños de su madre abrían sido demasiado molestos…

 

 

“Naruto…”    -seguía pensando en la inconciencia… Mientras que una sombra sentada no muy lejos de su tejado reía al ver al joven shinobi de Konoha con las ropas mojadas y la cara de idiota.

 

 

 

 

 

CASA DE SHIKAMARU…

 

 

Shikamaru había despertado temprano, el cielo iba aclarando mientras que se encontraba recostado en el patio de su casa observando el cielo.

 

 

“El cielo comienza a ponerse azul… Hmm, joder me recuerdan el color de sus ojos. Joder, que problemático estoy volviéndome. Desde que regresó Naruto…”    -pensaba,  lanzando un suave suspiro al aire, entrecerrando los ojos recordando la extraña actitud para con él rubio. Mientras que Temari parecían tomar mucha importancia, al menos eso le parecía.

 

 

Shikamaru se sentó, tan solo tratar de recordar le hacía doler la cabeza. Suspiro de nuevo, sin saber porque ahora era el joven rubio uno de sus mejores amigos le traía tantos recuerdos de ellos juntos en la academia.

 

El joven se puso de pie, con las manos en los bolsillos. Shikamaru cuyos ojos verde olivo estaban fijos de nuevo en el cielo, lanzó un nuevo suspiro.

 

De un salto regresó a su habitación sentándose en la ventana mientras encogía una pierna, Naruto fue una de las personas que estuvo con él. Siempre divertido, alegre, optimista y sin duda alguna hacía que todos le miraran con diferentes ojos al ver como iba ganando fuerza conforme trascurrían los días, los años, la fuerza de sus palabras y sus acciones, y todo en él entonces pequeño rubio le resultaba agradable y sin duda alguna hacía que se formará en nudo en la boca de su estomago, pero era algo agradable y no desagradable.

 

 

“No sé que me pasa. Pero debo suponer que no soy al único que le hace sentir de ese extraño modo. Joder… Competir con otras personas me da mucha flojera. Pero… Naruto, es Naruto; veremos que sucede.”     -pensaba, recordando el temor que sintió al creer que tal vez Akatsuki lo había secuestrado, esa sensación que ahora le estaba obligando a proteger a un buen amigo. Shikamaru sonrió cerrando los ojos mientras negaba con la cabeza…  “Akatsuki no se detendrás, casi matan a Azuma-sensei. No lo permitiré. No dejaré que atrapen a Naruto, no dejaré que lo asesinen como hicieron con los demás… Naruto, voy a protegerte, aunque me cuesta la vida.”    -pensó el joven de cabellos castaños oscuro, abriendo los ojos con un nuevo brillo en estos. Tal vez el deseo de proteger de sus amigos, sobre todo cuidar del rubio zorruno… De Naruto.

 

 

 

 

CASA DE KONOHAMARU…

 

 

El joven muchacho estaba completamente confundido, por los ahora nuevos sentimientos que tenía por su antiguo sensei y amigo, hermano mayor, y ahora… Al verlo de nuevo, todo lo que siempre creyó se había esfumado… Konohamaru estaba comprometido con Hinabi Hyuuga que era mayor que él con un año, pero la chica de hermosos ojos blancos le gustaba, pero… Cuando había visto de nuevo a Naruto, su estomago se lleno de mariposas, y un nudo se formó en su garganta, la piel se le erizo al sentir los brazos del rubio alrededor de su cuerpo, y todo lo heterosexual que se sentía paso a un segundo plano luego de ello.

 

 

“Huy… Naruto onii-san (hermano mayor)…”    -pensó cerrando con fuerza los ojos. Apretando los puños, mientras se sentaba en la orilla de su cama, sus ojos se abrieron recordando lo hermoso que se veía el rubio. La carita apenada del joven muchacho ahora era roja…

 

 

-No puedo creerlo, ahora. Ahora ¿Qué se supone que voy a hacer?     -pensaba con los ojos redonditos y ambas manos sobre su cabeza jalando de sus cabellos negros y cortos mientras un rió de lágrimas surcaban por sus mejillas.

 

 

 

“¿Qué le diré ahora a Hinabi?”     -ciertamente desesperado observó el cielo que comenzaba a aclarar, sin desear ser despertado regresó a su cama, cubriéndose con las sabanas hasta la cabeza, mientras su mente mortificada, trataba de hallar una solución lógica a todos los sentimientos que desataron el volver a ver a Naruto su hermano mayor de nuevo.

 

 

 

 

CASA DE IRUKA…

 

 

El moreno comenzaba a despertar, mientras sus soñolientos ojos se iban abriendo, sintió como el cuerpo de otra persona se posesionaba sobre el suyo.

 

 

-Buenos días, amor…     -musito como nunca antes Kakashi, ante estás palabras Iruka sonrió dulcemente, estaba completamente desnudo, al igual que el Jounin.

 

 

-Kakashi, creí que ya te habías ido a tú casa…    -decía siendo cortado por los labios del otro. Al separarse el Jounin acaricio la mejilla del moreno.

 

 

-No, no pienso hacerlo todavía, porque deseo aprovechar el día libre que nos dio Tsunade-sama a todos.     -dijo sonriendo, la cicatriz de su ojos dejando ver el sharingan.

 

 

-Hmm… lO había olvidado por completo.     -musito Iruka tratando de levantarse de la cama, sin conseguir que el otro cuerpo lo liberara.   -Kakashi-sensei…    -dijo avergonzado el moreno, ante esto el peliblanco comenzó a besar el cuello del Chuunin.

 

 

-Oh no… No te vas a levantar, no cuando te tengo ganas de nuevo, Iruka-sensei… Mi lindo koibito (amante).      -musito cerca la tersa piel del moreno, Iruka se ruborizó mucho más tratando de alejar a Kakashi de él, pues le daba tanta pena que le hablará en ese tono sensual y le llamará koibito…

 

 

-Kakashi… Espera. Matte…     -decía sin ser escuchado, mientras que el peliblanco ahora giraba el cuerpo del otro, besando la magra espalda de tersa piel bronceada.

 

 

-Te amo…    -eran estás las palabras que lograban hacer que Iruka bajará la guardia y dejará de retorcerse tanto bajo el cuerpo de Kakashi, la sonrisa satisfecha se dibujo en sus labios mientras continuaba acariciando el cuerpo de su amante…

 

 

-Odio… Que me manipules de ese modo… Haaa… Hmm, Kakashi…      -musito el Chuunin jadeando al sentir como la lengua de el peliblanco se abría espacio entre sus nalgas…

 

 

 

 

 

A VARIOS KILOMETROS DE KONOHA…

 

 

 

Iban corriendo cuando llegaban a un camino, y cuando llegaban a un bosque se introducían en este y saltaban de rama en rama.

 

 

“Esto no tiene sentido llevamos un día entero sin dormir, ni descansar. Me preguntó si todo esto se debe al Jynchuriki…”    -pensaba Kisame observando como cada vez más Itachi se alejaba de su lado.

 

 

Itachi parecía sumido en sus cavilaciones, puesto que el cielo que iba aclarando poco a poco, le indicaba que faltaba dos días para llegar a Konoha, gracias al atajo que habían decidido llevar con Kisame, lo malo es que en el camino elegido no había donde descansar ni alimentarse, así que de ello se ocuparían a penas llegasen a Konoha.

 

 

-¡Itachi!    -llamó Kisame sacando de sus cavilaciones el moreno. Los ojos rojos por el sharingan activado se fijaron el los negros con alo dorado del hombre pez.    -¡¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar a Konoha?!    -le preguntó, ante esto el moreno volvió su rostro al frente. Kisame esperaba impaciente la respuesta ya que comenzaba a tener hambre…

 

 

-En dos días, pero si apresuraras más el paso. En unas pocas horas más…      -dijo Itachi para avanzar rápidamente, Kisame bufó por lo bajo molestó por ello y tubo que apresurarse, llegando a estar lado a lado con su compañero.

 

 

En silencio ambos avanzaban con rapidez el camino… Mientras que la mente de Itachi nuevamente se sumía a sus cavilaciones y se llenaba del rubio portador del Kyuubi…

 

 

“Naruto-kun, enfrentaste a cuatro miembros de Akatsuki que eran fuertes, entre ellos a Kakuzu e Hidan y los derrotaste tres veces… Aunque de cierto modo, tengo una nueva perspectiva y un nuevo punto de vista. Deseo verte nuevamente, estar cerca de ti…”    -pensaba recordando aquella vez en que trataron de ayudar al Jynchuriki del Shukaku…

 

 

 

 

FLASHBACK…

 

 

Había logrado verse una vez más, con el niño bullicioso… Pero ahora ya no era un simple chiquillo, ahora era un hermoso adolescente de 16 años de edad, Itachi al verlo nuevamente había quedado realmente prendado de este, y aunque su cuerpo estuviera lejos de aquel sitio, tan solo usando un Jutsu, pudo sentir la tersa piel de su mejilla, y eso causo estragos en su interior, en su mente y también incluso en su corazón que se negaba a latir, que palpito con fuerza al simple roce de su piel…

 

 

Y aquella noche, cuando Akatsuki había logrado obtener al Shukaku y festejaban aquello. Itachi se retiro y en silencio se fue a la habitación que le habían designado, recostado boca abajo sobre su futón, con los ojos abiertos de color gris y la mirada relativamente perdida en el espacio.

 

 

“¿Qué fue todo eso? ¿Por qué me puse de ese modo? Jamás en mí vida había ocurrido… Jamás en mi vida creí volver a sentirme de este modo.”     -se decía molesto apretando los labios, y los puños. Sus ojos se fueron cerrando, recordando lo terso de aquella bronceada piel…

 

 

Los ojos azules llenos de miedo, eso lo excitaba sin duda, la cara pálida ligeramente debido al color bronceado de su piel, y la gran sensación de poder que sentía al tenerlo indefenso… Indefenso y hermoso.

 

 

Itachi despertó, aquella sensación que incomodaba su interior, se sentó sobre el futon en silencio. Era agradable pensar en el pequeño rubio, en sus hermosos ojos azules, en su tersa piel bronceada y en toda la ingenuidad que hacía único al portador del Kyuubi.

 

 

“Deseo… Deseo mucho tener la oportunidad de tenerlo nuevamente delante de mí, ahora que mí inútil hermanito está con Orochimaru, sería una gran oportunidad… Mi oportunidad para tenerte tan cerca como guste, de hacerte lo que me plazca, para saber que es lo que me tiene así contigo…”     -se metió de nuevo dentro del futon, cerrando los ojos.

 

 

 

FIN DEL FLASHBACK…

 

 

Itachi continuo su camino, el viento comenzaba a soplar mientras iban llegando a un claro que los dejaba ya más cerca de Konoha.

 

 

-Ya no estamos tan lejos, a este paso llegaremos en 20 horas más.    -le dijo Kisame sonriendo dejando ver sus dientes puntiagudos.

 

 

-Muy bien, será mejor continuar.     -dijo avanzando rápidamente. El corazón comenzaba a palpitar de nuevo, al saber que se encontraría con el pequeño rubio de ojos azules. La sonrisa en labios casi imperceptible…

 

 

“Ahora puedo comprender lo que deseo de ti, Naruto-kun… Te deseo, me gusta la extraña sensación que me llena, y tan solo imaginarte bajo mi poder y mi control hace que me sienta muy excitado…”     -pensaba el moreno Uchiha, mientras iban acortando el camino a Konoha.

 

 

 

 

KONOHA…

 

 

Todos estaban despiertos, la mayoría desayunando tranquilamente. Naruto junto a sus amigos y pretendientes, estaba conversando animadamente, Sakura y los demás Shinobis jóvenes estaban con él…

 

 

-Jajaja. Si, fue de ese modo que Lee y yo terminamos juntos.    -decía la pelirosa ante la mirada horrorizada de Ino, Ten Ten, Hinata y Hanabi…

 

-WOW… La fuerza de la juventud.    -dijo Lee abrazando a la chica, ante esto Naruto cerro los ojos, tomando su taza está se partió por la mitad.

 

 

-Eso no es buena señal.    -dijo Ino enarcando ambas cejas, al ver que la taza estaba partida no solo a la mitad sino que quedó destrozada en pedacitos.

 

 

-¿Qué significa esto… dattebayo?   -musito el rubio, mientras se colocaba de pie, Temujin se puso de pie sin saber porque algo le indicaba peligro…

 

 

“No entiendo porque me siento… Raro… ¿Por qué será?”    -se preguntó Naruto llevando una mano a sus cabellos antes de volver sus ojos a la taza.

 

“Naruto, espero que no sea nada malo… Aunque, aquella ocasión en que nos persiguieron esos tipos de Akatsuki sucedió lo mismo…”    -un temor creciente, la sensación desagradable y el vació en la boca de su estomago.

 

 

-Naruto…    -dijo Sasuke observando al joven rubio que miraba en silencio la taza rota…

 

 

“No creo en esto yo tampoco. Pero… Naruto…”      -pensaba el moreno. Sai estaba observando a todos en silencio, sobre todo a su querido Naruto.

 

 

-Son puras tonterías. Yo no creo en eso.    -dijo Temari frunciendo el entrecejo, a esto Ino molesta con los ojos redonditos le miró.

 

 

-¿Qué? Claro que es verdad.    -dijo Ino parándose dando la cara a la otra rubia.

 

 

-No lo es. Son supersticiones suyas….    -dijo Temari siseando.

 

 

-Joder, que problemáticas son. Mejor cállense.     -dijo Shikamaru cerrando un ojo, ambas rubias le fulminaron con la mirada.

 

 

 

Entonces en la entrada de Konoha dos figuras de sombreros grandes y capas negras de nubes rojas hacían su repentina aparición.

 

 

Finalmente llegamos mucho antes de lo que esperábamos.     -dijo Kisame a punto de entrar. Pero fue detenido por Itachi…   -¿Qué sucede?

 

 

-No, necesitamos un plan. No podeos ir así nada más Kisame. Ahora está junto a los demás, y aunque no sean fuertes atrasarán nuestro intento y tal vez nos hagan fracasar.    -dijo con fría voz, tratando de mantener en calma su mente. Kisame le miró en silencio…  -Tengo un plan, que nos resultara. Puede tomar algo de tiempo, pero es seguro.     -dijo Itachi acercándose a Kisame y hablando suavemente al oído de su compañero.

 

 

Kisame abrió los ojos y sus labios dibujaron una sonrisa macabra. Mientras itachi y él se perdían unos segundos de la entrada de Konoha…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CONTINUARA…

 

 

 

 

XD AL MENOS ME ATRASE MENOS… TENGO MUCHOS PROBLEMAS CON ALGUNOS ASUNTOS TANTO EN LA U. COMO EN CASA, Y ESTARE AUSENTE UNOS DÍAS.

 

BESOS Y BYE BYE!!!!!!!!!

 

 

PD: No olviden dejarme reviews… Kisiss!!!

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 


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