Geinsterfahrer
III
Misión
+++El Mundo Mágico no dejaba de asombrarle, había encanto en cada lugar con magia en el aire, aún con los recuerdos de una vida que no le pertenecía, llena de aventuras y de asombro constante, Danny sabía que este mundo, su mundo, no tardaría en llenar su vida de emociones. Por desgracia, debido a su ‘situación’, esta vez su nerviosismo era literalmente palpable…+++
--Fenton, Daniel. –llamó la subdirectora, sacando a Danny de sus pensamientos.
Danny se acercó al Sombrero, fueron varios minutos a los que estuvo sometido su escrutinio, a su búsqueda más allá de sus recuerdos, dudando ante los recuerdos de su ‘otro yo’… la tensión en el Gran Comedor (casi podía compararse al día que el niño-que-vivió llegó a su primer año a Hogwarts) hasta que el Sombrero dio a conocer su decisión.
--¡Ravenclaw! –gritó, su voz retumbó debido al silencio anterior.
Varios gruñidos y exclamaciones de decepción se escucharon en las otras tres mesas mientras que los estudiantes de la Casa de Ravenclaw celebraban extasiados. No solo un bello chico, con la elegancia de un Slytherin, con la entereza de un Hufflepuff y la determinación de un Griffindor a simple vista se dice abiertamente que también es inteligente, sagaz y creativo como un Ravenclaw.
O eso pensaban. El chico Fenton apenas dio el primer paso hacia la mesa con los colores azul y plata cuando tropezó… con su propia túnica.
El Gran Salón volvió a quedar en silencio, esta vez para liego ser reemplazado por risa de todas las casas, hasta los profesores reían con discreción.
El Director intentó apaciguar a los alumnos que momentos antes del desliz del joven Daniel estaban más que ansiosos de conocerle; dio a conocer el grado del chico (cuarto año), les hizo saber sobre sus estudios en otra escuela en Francia sin olvidar que venía del continente al otro lado del planeta por lo que les pidió hacerle sentir bienvenido. Mientras el Director hablaba Danny llegó a la mesa de las águilas, sus mejillas coloradas resaltaban en su pálida piel, su esfuerzo por ignorar su vergonzosa primera impresión causaba cierta ternura y el encanto de ser el ‘chico nuevo’ en el cuarto año volvió a caer sobre los alumnos.
Chicos y chicas de la mesa azul y plata intentan hacer conversación con Danny, saber más de él, entender al chico ‘lindo’ que es transferido de una academia reconocida como Beauxbatons… aún ruborizado, lo único que Danny dijo es que tenía hambre. Quienes estaban a su alrededor le aseguraban que pronto iniciaría el banquete, le contaban de las delicias que podría degustar, se esforzaban por describir los sabores a su modo, cada que alguien hablaba lo hacía con el fin de tener sobre ellos la mirada zafiro, mirada misteriosa, encantadora y si eran honestos, tentadora.
Entre una de las tantas preguntas que le hacían a Danny, y el mencionado haciendo lo posible por ignorarlas, una chica con el pelo rubio platinado y ojos gris azulado, alumna de segundo año preguntó directamente el porqué de ‘su belleza’ y ‘el magnetismo’ que desprendía. La mesa quedó en silencio, poco a poco el mismo silencio se fue extendiendo por las demás mesas, incluso la de los profesores, mientras que varios alumnos compartían pensamientos sobre la chica rubia y su sanidad mental.
Danny la miró durante unos segundos, verificaba los motivos que la llevaron a preguntar a quema ropa algo un tanto descortés, inesperado y algo cruel; la chica de segundo no se rindió ante su mirada zafiro, era sincera, era única y estaba dispuesta a aprender lo que la mayoría no podría explicar jamás. Sonrió. Había encontrado a una amiga.
--¿Cuál es tu nombre? –preguntó Danny con una extraña dulzura, lo que sorprendió y no tardó en cautivar a más de una y uno que otro chico.
--Luna Lovegood. –dijo la chica con seguridad en su mirada soñadora.
Danny decidió ignorar el murmullo de algunos de su propia mesa que decía “Lunática Luna” y varas risas contenidas, fijó su mirada en Luna y siguió hablando.
--Luna, un gusto conocerte, llámame Danny. –dijo con una sonrisa Danny, volvió a ignorar los murmullos que había a su alrededor –Verás, hace poco, debido a un accidente, descubrí que poseía una especie de ‘herencia mágica’ que despertó a pesar de las décadas trascurridas y la casi inexistente posibilidad de aparecer en mí, se dice que soy parte Vela aunque como puedes ver mis rasgos no son exactamente los de uno aparte de mis ojos.
>>En cuanto al ‘magnetismo’, bueno, es algo llamado allure o algo así, se supone que debo controlarlo pero cuando estoy nervioso mi allure se sale de control, es bastante complicado... realmente no lo puedo explicar más que con lo que nos rodea: Magia. –contestó Danny a la pregunta tan única de quien sería su primer amiga en el nuevo colegio.
La voz de Danny se escuchó en el Gran Comedor, todos escucharon, todos tenían preguntas, mas Danny hizo oídos sordos a todos los demás, su atención la tenía Luna y su explicación sobre una creatura llamada Snorkack, una creatura bastante interesante cabe resaltar pues lo que Luna describía le recordaba a una creatura similar que llegó a ‘ver su otro yo’ en la Zona Fantasma.
Los demás dejaron de lado su intento de tratar de llamar la atención de Danny, estaban resignados a intentar más tarde, luego que la plática entre Luna y Danny concluyera… cosa que no sucedió durante el resto del banquete. Los alumnos debieron soportar la cena con la sola noticia de lo que Daniel dio a conocer a Luna, que era parte Vela a pesar de su cabello color ébano a diferencia de las doradas que dichas creaturas caracterizan y sus ojos azul zafiro más intenso que los azul cielo.
Otra cosa que los alumnos más brillantes, la mayoría compañeros de Casa, lograron deducir por sus palabras que Daniel no estaba al tanto de su magia sino hasta después del ‘accidente’… varias teorías, un sinfín de opiniones y varios rumores que empezaban a formarse, síp, era otro año normal en Hogwarts.
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En la torre oeste del castillo, la torre opuesta a Griffindor, Daniel es guiado por Luna hacia el final de una alta escalera de caracol para llegar a la sala común de Ravenclaw. Al llegar al lugar que será como su propia casa, Danny observó una sala circular de piso blanco cubierto por una alfombra azul marino, los colores en las paredes variaban entre azul y plata, grandes ventanales arqueados de exquisitos detalles dan una espléndida vista a los terrenos del colegio, parte del Bosque Prohibido, parte del Lago Negro y también puede observarse un gran jardín y a lo lejos una construcción de estructura irregular, según Luna, eran el jardín de la clase de Herbología y el campo de Quidditch respectivamente; el techo era abovedado y estaba pintado cual noche con estrellas, había varios libreros de diversos tópicos, varias mesas y cómodas sillas por todo el lugar; la única escultura de mármol era de Rowena Ravenclaw y estaba al lado de la puerta que conducía a los dormitorios.
Sin ánimo para más, Danny se dirigió a su dormitorio luego haber arreglado con su jefe de Casa el compartir la habitación con Luna puesto que ella tenía una habitación para ella sola mientras que los demás dormían con un compañero o compañera y desde luego que hubo objeciones pero Danny las derribó con el simple (y extraño) hecho de tener su parte Vela, la cual no permitiría que no pasase nada más allá que amistad hasta que su pareja predestinada apareciera y su Vela la/lo acepara; así Luna Lovegood volvía a ser la envidia de sus compañeros y compañeras de Casa al darse a conocer su compañero de habitación; Daniel Fenton.
La habitación era espaciosa, cómoda, iluminada y las camas con dosel están cubiertas de edredones y sábanas de seda azul… Danny empezaba a agradecer que el azul fuera el segundo de sus colores favoritos.
Antes de poder relajarse, su sentido fantasmal se activó, justo en ese momento se dio cuenta que durante el banquete, más específicamente ante la presentación de los fantasmas de cada Casa, su sentido fantasmal jamás apareció más que cuando esperaba junto con los de primer año antes de entrar al Gran Comedor. Desconcertado, Danny miró a su alrededor para encontrar a quien haya sido el culpable de ‘bloquear’ su detector de otros fantasmas. Era Clockwork.
--Y bien Daniel, ¿Cómo te sientes en este lugar? –preguntó Clockwork mientras una sonrisa adornaba su solemne rostro.
--Vamos Clockwork, sabes lo que responderé a esa pregunta. Mejor dime lo que has venido a decir. –bromeo con cansancio, en realidad quería dormir.
--Quizá debí haber venido cuando estés de mejor humor, sin embargo esto no puede esperar. –continuó el fantasma del tiempo conociendo el deseo de descanso que proyectaba el joven de ojos zafiro.
“A veces detesto su expresión de sabelotodo sé-que-es-un-mal-momento-pero-me-gusta-molestar” pensó Daniel.
--Tan solo dilo… por favor. –admitió el joven.
--Tenía pensado molestarte un poco más pero en vista que has dicho las palabras mágicas… –sonrió, “esa estúpida sonrisa” según Danny –Lo que viste en el tren, lo que te ‘atacó’, aquí en el Mundo Mágico es conocido como “Dementor” –ante las palabras bien elegidas del fantasma el chico centró toda su atención a lo que diría –es una creatura que se alimenta de la felicidad de las personas de tal manera que quien es atacada tan solo queda con sus peores recuerdos, los peores miedos y sufrimientos, con todo esto esa creatura se alimenta.
>>Los ‘Dementores’ no son creaturas mágicas exactamente, son fantasmas que escaparon desde las profundidades de la Zona Fantasma hace años. Son fantasmas antiguos que ponen en peligro a todo aquel ser que posea alma, un Dementor es tan peligroso para humanos como para fantasmas débiles, si no se protegen adecuadamente, su alma les es arrebatada. –explicaba Clockwork.
--¿Entonces un Dementor puede ‘absorber’ a un fantasma común? ¿Como el Fantasma de las Cajas?... ¿Qué eso no es una especie de canibalismo?... ¿Y cómo es que me afectó? ¿Si son tan peligrosos qué hacen en la tierra? ¿Por qué no están en la Zona Fantasma siendo vigilados por los Observantes?
--Ten paciencia Daniel. –reprendió Clockwork –Sí, un Dementor puede ‘alimentarse’ de otro fantasma hasta hacerlo desaparecer y sí es una especie de canibalismo. Es un acto atroz, el simple hecho de atentar contra algo como lo es el alma ya es malo, el ‘comerlo’ es algo inimaginable. –“el solo pensarlo me daba escalofríos” pensó el joven –Todo aquel ser con alma que no pueda defenderse es vulnerable, sin embargo, los Dementores están en la tierra debido a los mismos magos y brujas pues ellos son los únicos que pueden mantenerlos controlados con un hechizo en particular que usa la energía positiva de quien lo realiza repeliendo así a las obscuras creaturas; los tienen en un lugar equivalente a una prisión, a cambio de vigilar que los criminales, magos o brujas, no escapen, los Dementores obtienen alimento diario y si es necesario, absorben el alma del desdichado criminal.
Clockwork pausó un momento su explicación, aunque poca por el momento era de vital interés el que Danny la procesara, notara lo grave de la situación y entendiera el peligro que las creaturas representaban. Una vez que estuvo seguro Danny comprendió lo antes dicho, siguió con lo que hacía falta.
>>Esta línea de tiempo es diferente no sólo por haberte dado poderes fantasmas y genes de una creatura mágica junto con la capacidad de controlar magia, sino por un gran número de Dementores; si los pocos que hay en cada línea de tiempo de por sí son peligrosos, en este espacio-tiempo el número es cinco veces mayor. –el rostro de Clockwork pareció adquirir compasión por su joven pupilo, siguió con su letanía–Te di acceso a ‘los recuerdos, tus recuerdos’ de otra línea de tiempo para que el control sobre tus habilidades en conjunto con el uso de la magia te sean suficientes para atrapar el exceso de Dementores que existen el Mundo Mágico. -“estoy seguro que aquí viene la peor parte”, casi gruño el chico atento a las palabras del Amo del Tiempo.
>>No te preocupes Daniel, todo es como debe ser; justo en este año podrás estar cerca de esas creaturas sin correr gran peligro, aquí verás a los Dementores que vengan a Hogwarts probar la libertad, en su camino sentirán la desgracia de las personas y se sentirán tentados a romper con el tratado que tienen con el Mundo Mágico. Tu misión Daniel, es capturar a los Dementores que se salgan de control en su ‘papel’ de vigilar el colegio.
>>Continuará...