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~A.G.A.P.E~An angel gets an empty promise por kazen_nova17

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Notas del capitulo:

El capitulo 10 ha destrozado mi Pliroy pero we, los segure shippeando

 

 

─Les dije que ganaría─

 

 

Los tres rusos se preparaban para regresar a su país, la competencia había sido un éxito para el menor, que había logrado posicionarse primero, era una joven promesa para su país, “El usurpador Ruso” era como lo habían apodado, pues su veía que podría incluso superar al actual héroe de Rusia, Viktor Nikiforov.

 

 

A sus escasos quince años, tenía un futuro prometedor.

 

 

─Te dije que no realizaras los saltos cuádruples, te los prohibí Yuri─ Reclama el entrenador con molestia mientras que el menor le restaba importancia.

 

 

─Lo importante es que gane─

 

 

─Deberías oír lo que te dice Yakov, Yuri─ El nombrado levanto los hombros restándole importancia a las palabras del peliplateado, deberían felicitarlo por su logro, no regañarlo, se había esforzado mucho para ganar, su cuerpo había golpeado el hielo incontables veces, los moretones en su piel lo avalaban, ¿Tan difícil era decir que lo había hecho bien? Lo esperaba de Yakov, no de Viktor. Freno cuando no vio al mayor detrás de el, extrañado comenzó a buscarlo, lo vio hablándole al japonés, era el mismo que había estado llorando hace un rato en el baño; ¿Cómo podía llorar tan miserablemente? Simplemente no le agradaba, se quedó viendo al par, sin embargo no tuvo que esperar mucho, el japonés se fue y Viktor regreso a su lado.

 

 

─¿Qué estabas haciendo? ─ Cuestionó desinteresado.

 

 

─Le ofrecí un autógrafo,   pero creo que me ignoro, solo se fue─

 

 

Dejaron el tema al aire, ninguno se animó a hablar, el silencio les era cómodo, para ambos.

 

 

**

 

 

─Abuelo─ Llamo mientras ingresa en la humilde casa ─ He regresado abuelo─

 

 

─Bienvenido Yuri─ El anciano se levantó del sofá acercándose a su nieto, este al verlo no puedo evitar sonreír y lanzarse a los brazos de este, abrazándolo con fervor. Ante los ojos de su abuelo, Yuri era aún un niño pequeño, al que le gustaba ser engreído y mimado. ─Es bueno tenerte de regreso─

 

 

─Te extrañe─ El mayor despeino las hebras rubias con cariño, cuando olfateo el aire al sentir un aroma familiar ─ Esto…¿piroshki? ─ Su abuelo asintió mientras iba a la cocina seguido del menor.

 

 

Una gran cantidad de piroshkis yacían sobre la mesa, su abuelo le extendió uno el cual fue tomado entre las manos del menor.

 

 

─¿Vas a venderlos? ─ El mayor asintió, Yuri iba a refutar cuando la mano sobre su hombro lo freno ─ Me gusta hacerlos Yuri, sabes que a las personas del pueblo les encanta y no requiere mucho esfuerzo, con el carro es más fácil. Así que quita ese rostro y come ─

 

 

A Yuri no le gustaba que su abuelo se sobre esfuerce, por algo patinaba, más allá de su talento, él era quien llevaba el dinero a casa, era joven y podía hacerlo, quería lo mejor para su familia.

 

 

Tomo asiento en la mesa mientras le servía una taza de leche y se sentaba frente a él con un taza de café.

 

 

─Hm, gane la competencia de patinaje ─Comento mientras tomaba un sorbo de la leche.

 

 

─Es una gran noticia, mi pequeño, estoy muy orgulloso de ti─ Yuri no pudo evitar esbozar una gran sonrisa ante las palabras de su abuelo, un cálido sentimiento se instaló en su pecho, alguien apreciaba sus logros.

 

 

Después de comer, se dedicó a la limpieza de la ya vieja casa, a pesar del refutar de su abuelo, saco el polvo a cada esquina del lugar dejándolo impecable, lavo los trastes y la ropa, todo con una conciliadora sonrisa en el rostro. Al llegar la noche encendió la chimenea y se sentó en el sillón al lado de su abuelo, poca atención le prestaba al televisor y lentamente cayó dormido. Enternecido, su abuelo lo levanto en brazos llevándolo hasta su habitación donde lo arropo con cuidado y se  retiró deseándole dulces sueños.

 

 

**

 

 

Una semana había pasado al lado de su abuelo, una tranquila y relajada semana, mas ahora estaba de regreso en la cuidad, pues sus prácticas comenzaban y si no deseaba escuchar los gritos de Yakov era mejor no retrasarse. Dejando a su gato con la casera del departamento donde se alojaba, corrió hacia la pista que se encontraba a unas seis cuadras, aprovecharía para hacer el calentamiento.

 

 

Mila patinaba en la pista mientras Yakov se encontraba en una esquina gritando con total y pura ira injurias y entre el discurso florido se hallaba el nombre de Viktor. Acercabdose con cautela a su entrenador espero  que se calmara un poco any¡tes de hablarle.

 

 

─Oí, Yakov─ El aludido, rojo dl enojo lo miro ─ ¿Paso algo con Viktor? ─

 

 

─¿Si paso algo? ¡Claro que paso! Está en todos lados ─Grito con furia─ ¿Qué se cree qué es para hacerme esto? ─

 

 

─¿Qué hizo? ─

 

 

─Se fue a Japón─ Comento Mila desde la pista.

 

 

─¿A Japón? ─

 

 

─¡Se fue a entrenar al japonés de Katsui Yuuri! ¡Viktor se fue a ser entrenador! ─

 

 

─¿No viste el video Yuri? Está en todos lados─ Rápidamente saco su celular tecleando el nombre del japonés, y vaya que apareció de inmediato, un video de la coreografía de Viktor, exactamente igual, por no decir, perfecta.

 

 

─Estas de broma, Viktor se fue a Japón ¿Por esto? ─  Murmuro con notable resentimiento en su voz. ─ Se supone que el seria mi entrenador─ 

 

 

─Ustedes dos, dejen de hablar y practiquen sus coreografías…oi Yuri! Qué crees que haces!  ¡Regresa al hielo! ¡Yuri! ─

 

 

Hizo caso omiso a su entrenador y corrió tan rápido como sus piernas se lo permitían, tenía que ser una broma, una muy jodida broma, Viktor no podía haberlo cambiado de la boche a  la mañana, no podía, simplemente no.

 

Entro con un sonoro portazo a su departamento, saco su pequeña maleta y empaco lo primero que encontró, salo la portátil ingresando a la agencia de viajes, ser un reconocido patinador tenía sus ventajas, pues no sería la primera vez que compra un boleto bajo su identidad, era muy autónomo para la gran mayoría de cosas. Colocándose una musculosa azul salió del departamento, toco la puerta de la casera, le entrego la comida de su pequeño gato y partió.

 

 

No sería la primera vez que la señora se quedaba con su gato y lo agradecía. Tomo un taxi dando la dirección del aeropuerto, necesitaba explicaciones de la situación y solo Viktor podía dárselas.

 

 

 

**

 

 

A sus once años, Yuri Plisetsky era el favorito para  coronarse  como campeón de la Gran Prix Junior, Yakov lo requintaba por realizar saltos cuádruples, sin embargo Viktor lo felicitaba. Yuri admiraba a Viktor, siempre lo había hecho, desde el primer momento que lo vio sobre el hielo, quedo encantado.

 

 

Yakov, deberías elogiarlo más, a mí también solía requintarme por lo mismo, ganaras el mundia junior sin los saltos cuádruples  Despeino las hebras rubias con cariño.

 

 

Si gano sin cuádruples, me harás un programa que tú mismo hayas coreografiadoEl aludido lo miro confundido ─ Serás mi entrenador y crearas una coreografía para mi debutSus mejillas se colorearon ligeramente, sin embargo su voz no titubeo.

 

 

Está bienLe extendió la mano, el pequeño apretó está sellando su promesa, sin embargo no se esperó ser jalado hacia el pecho del peliplata.

 

 

Prometo darte una coreografía Yuri, como tu pareja, prometo darte siempre, lo mejor

 

 

 

El avión había arribado.

 

 

Completamente ofuscado, Yuri despertó, su humor era el peor. Había recordado el día que Viktor prometió ser su entrenador y darle lo mejor….Apretó con fuerza su celular tratando de drenar su frustración, lo primero que debía hacer era localizar a Viktor.

 

 

Deambulo por las calles, estaba perdido y poco entendía lo que hablaban en su entorno, fue entonces cuando vio una musculosa en animal print, era hermosa, tenia, no, debía tenerla, por lo que sin detenerse a pensar la compro, se tomó un foto y la subió a su Instagram. Pasaron escasos cinco segundos  cuando su celular timbro anunciando la llamada de Yakov.

 

 

─Viej ─

 

 

─¡¿Qué crees que estás haciendo en Japón?! ─ Tuvo que alejar el celular de su oído.

 

 

─Vine para llevar de regreso a Viktor, no puede ser verdad eso de que será entrenador del japonés, no me lo creo ─

 

 

─¡Regresaras ahora mismo a Rusia! Cómo tu entrenad ─ Corto la llamada antes de seguir oyendo los gritos del anciano, no pensaba regresar sin Viktor, ambos tenían que estar juntos.

 

 

Una notificación lo saco de sus pensamientos, Viktor había subido una foto en su Instagram, la ubicación estaba en la descripción.  No lo dudo y corrió, corrió mientras gritaba el nombre de Viktor con rabia, poco le importaba que todos lo mirasen como si fuese algún bicho raro, Viktor estaba en ese lugar y no pararía hasta encontrarlo.

 

 Y  fue gracias a sus gritos, que un anciano le indico el lugar exacto, la pista de hielo que se encontraba en un castillo Hasetsu, gracias a las indicaciones de un anciano pudo encontrarlo. Al llegar encontró a los periodistas en la entrada, fue cuando lo vio y rechino los dientes mientras afilaba la mirada. Yuuri Katsui trataba de calmar a la multitud, el con paso firme se abrió paso llegando hasta donde se hallaba el japonés pateándolo en el proceso.

 

 

─Todo esto es tú culpa, discúlpate ─ Yuuri estaba aturdido ─ Me prometió a mi primero que me haría un programa, ¿Y a ti? ─

 

 

─No me ha preparado nada ─

 

 

─¿Por qué alguien que llora en un retrete en el Gran Prix Final cambiaria tanto solo para tener a Viktor de entrenador? ─

 

 

─No termino de entenderlo, pregúntaselo a él ─

 

 

 

 

 

 

─¿Dónde está? ─ El japonés se acomodó las gafas.  

 

 

─En la pista de patinaje ─ Una de las trillizas contesto. El ruso ofuscado avanzo hasta el lugar, en el centro, Viktor patinaba ajeno al mundo.

 

 

─¡OÍ! ¡Viktor! ─ Grito mientras golpeaba con fuerza la pared separadora ─ ¡Maldición Viktor, mueve tu trasero hasta aquí ─

 

 

─Oh, Yuri ¿Qué haces en Japón?  ¿Yakov te dio permiso?─

 

 

─Eso debería preguntarte Viktor, ¿qué crees que haces en Japón? Nada, perfecto, coge tus cosas y regresemos a Rusia ─

 

 

─Seré el entrenador de Yuuri ─

 

 

─No digas estupideces, me prometiste que serias mi entrenador antes que a esa bola de grasa ─ Bramo con molestia.

 

 

─¿Enserio? Creo que lo olvide…─

 

 

─¿También olvidaste qué prometiste darme siempre lo mejor, como mi  promet-? ─ Fue callado por la mano de Viktor sobre sus labios, Katsui los miraba desde la entrada completamente confundido.

 

 

─Ya sabes que soy olvidadizo, Yuuri, parece que hay un problema, pero ya tengo la solución para el mismo, competirán para ver quien merece que lo entrene. ─ Por fin libero los labios de Yuri quien se sobaba con resentimiento.

 

 

─Una competencia, acepto, si yo gano te regresas a Rusia ─

 

 

─Si, si, ya es tarde y tengo hambre ¿Regresamos para cenar? ─

 

 

Nadie se opuso y en completo silencio regresaron a la casa del japonés. Para Yuri esto era en demasía estresante logrando que este de mal humor y este aumento cuando la hermana de Yuuri lo bautizó como “Yurio” inmediatamente comenzaran a llamarlo de esa forma logrando que se ofusque más.

 

 

**

 

 

A la mañana siguiente comenzaron los ensayos para la competencia, competencia que había sido anunciada a los cuatro vientos y esto irritaba más a Yuri, de hecho el estar ahí, practicando una coreografía solo para que Viktor regrese ya lo tenía furioso.

 

 

El pido Eros, sentía que la melodía iba acorde su personalidad, sin embargo Viktor le dio Agape, ¿Qué tenía de amor incondicional? Bufo por lo bajo, sin embargo se resignó y comenzó a practicar.

 

 

─Así no Yuuri, primero deberás llegar al peso adecuado si quieres patinar ─ Viktor le daba indicaciones al cerdito mientras él ya tenía la primara parte dominada. La música era calma, tranquila, no le desagradaba del todo.

 

 

Estaba por dar un salto cuando, por el rabillo del ojo vio como Viktor se acercaba demasiado al japonés, lo siguiente que sintió fue su cuerpo chocar con el hielo y la voz de la amiga de Katsui preguntando si se encontraba bien. Había sentido cierta punzada al verlos tan juntos, Viktor solo compartía detalles con su persona y verlo haciéndolo con otro lo perturbaba.

 

 

─Yurio, déjame ayudarte ─ Yuuri le extendió la mano, sin embargo de un sonoro manotazo la alejo mientras miraba con molestia y resentimiento al peliplata que abandonaba la pista.

 

 

De esa manera pasaron tres días, Viktor lo había estado evitando y aunque había tratado de odiar al japonés, no podía hacerlo, a pesar de que le irritara su falta de confianza en sí mismo, envidiaba que tenía el apoyo de sus padres, amigos y ahora el de Viktor Katsui en si no era una mala persona y lo había demostrado tratando de hacerse su amigo.

 

 

Esa tarde, mientras salía despavorido de las aguas termales; debido a que estas se habían llenado de tal forma que todos se rozaban, logró toparse con Viktor, ninguno retrocedió,  Yuri quería respuestas y Viktor se las iba a dar.

 

**

 

 

─ ¿Por qué viniste? ─ Se encontraban en la habitación del mayor, Yuri miraba a Makkachin estirarse en el suelo, mientras Viktor se hallaba parado frente a él. ─ Te observo, siempre estás tan cerca de él ─

 

 

─Yuri ─ Se acercó a este tomándolo por los hombros, su voz se tornó tan seria que creo cierto sobresalto en el menor ─ Rompamos el compromiso ─ 

 

 

Las hermosas esmeraldas se abrieron con desmesura, sorprendido y dolido, el hada rusa sentía como si hubiese vociferado alguna injuria contra su familia, su pecho dolió como si le hubiesen propiciado un fuerte puñetazo.

 

 

─¿Qué? ─ Apenas logro articular, la garganta se la había secado  y ardía, ese ardor que se acrecienta cuando el llanto se retiene. ─Vi-Viktor ─

 

 

─Yurio, es lo mejor, te estoy liberando de este acuerdo impuesto, te estoy dando la oportunidad de ser libre ─ Con cada palabra del mayor, el rubio sentía que le incrustaban espinas en su corazón, nunca se lo había dicho, su orgullo se lo impedía, pero realmente había desarrollado sentimientos por su prometido, lo quería, lo necesitaba, lo amaba.Sus ojos ardían, las lagrima amenazaban con deslizarse sobre sus mejillas, aspirando cuanto aire sus pulmones podían trató de calmarse.

 

 

─No…no puedes hacer tal cosa, llevamos tanto tiempo juntos, tantos años ─

 

 

─Por eso mismo, tantos años bajo mi sombra Yurio, quiero dejarte ahora libre, ahora que aun puedo hacerlo ─

 

 

─Pero tú me prometiste que ─ Viktor negó mientras acariciaba la cabeza de este ─ ¿Es por Yuuri verdad? ─

 

 

─Yurio ─ Sin querer oír más de las palabras del mayor salió corriendo de la habitación, no quería oír sus escusas, podría ser un quinceañero pero no era un niño al que le podían mentir en la cara.  Paso chocando contra el japonés e ignoro sus llamados para encerrarse en su habitación.

 

 

**

 

 

Entre divagaciones el tiempo corrió, para cuando se dio cuenta, era pasada la media noche, sediento fue en busca de un vaso de agua.  No conocía bien la casa, por lo que termino perdiéndose en lo corredores, cuando el chapoteo de las aguas termales llamo su atención, temiendo que fuese algún animal que se ahogaba decidió investigar. 

 

 

Al avanzar, comenzó a oír suaves jadeos, se le congelo el alma.

 

 

─Ah..Vik…¡Viktor! ─

 

 

Quiso alejarse, sin embargo si corazón hacia caso omiso a su cerebro, con cautela se acercó a la puerta hallándola entre abierta, los latidos de su corazón retumbaban en su cabeza, sin embargo no lograban opacar los gemidos de Yuuri quien era tomado por Viktor.

 

 

Su prometido

 

 

Las lágrimas se derramaron solas, sin aviso y corrió alejándose de aquella escena que solo había logrado romper su corazón, lo habían roto, ya no lo escuchaba, en cambio solo sentía dolor.

 

 

Viktor no buscaba su libertad, no para Yuri, buscaba la propia. Todas esas palabras de que lo liberaba del compromiso era solo una mentira.

 

 

Esa noche lloro su decepción, lloro su engaño y su desamor.

 

 

 

Lloro sobre los fragmentos de su ingenuo corazón y volcó su rechazo e ira sobre dos nombres.

 

 

Viktor Nikiforov     Yuuri Katsui

 

 

 


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