Capítulo 27: Un Cruel Espectáculo
Tai y Dai seguían en la habitación, recuperándose de los efectos del relajante. El pequeño pelirrojo era el más despierto de los dos y era el que estaba tratando de buscar alguna forma de escapar mientras su hermano permanecía sentado en su lugar observándole.
-No puedo abrir la puerta.
-Tenemos que esperar que alguien venga Tai.
-Pero tengo miedo, no quiero seguir aquí.
-Tranquilo… ya verás que alguien vendrá.
-… ¿Cómo estará papi?
-No lo sé…pero, debemos confiar en que lo veremos pronto.
-Ah, ¿Quién es ese sujeto que nos trajo aquí? ¿Qué quiere de nosotros?
-Nada bueno, por eso debemos tener cuidado. Es una muy mala persona, por llevarnos así.
-Si, por favor que alguien venga pronto.
Lo que ninguno de los dos pequeños podía prever era que efectivamente alguien se estaba acercando, mas no tenían la más mínima idea de quien era, solo comenzaron a escuchar unos pasos en la parte exterior que de inmediato llamaron su atención.
-¿Escuchas eso Tai?
-Claro, alguien viene. Podría ser ayuda.
-No espera, hermano.
-¡Ayuda! ¡Por favor! ¡Sáquenos! ¡Estamos aquí! ¡Estamos aquí!
-Hermano, cállate.
-¡Ayúdenos! ¡Sáquenos de aquí! ¡Por favor, sálvenos!
-Tai…
Justo en ese momento se escuchó como el seguro de la puerta comenzaba a abrirse, Tai retrocedió un poco mirando expectante deseando que en verdad alguien hubiese venido a salvarnos, pero su mirada de esperanza cambio a una de preocupación como la de su hermano al ver frente suyo a ese sujeto que los había secuestrado y que mostraba una malvada sonrisa en su rostros, haciendo al niño llenarse de un terrible temor.
-Hola pequeños.
-Ah…
-No, no, no, con calma, no me deben de temer, no pienso hacerles nada malo, por lo menos no aun, ahora vengan conmigo.
-¡No! ¡No! ¡No! ¡Déjame! ¡Suéltame!
-¡Deja a mi hermano!
-Tranquilo, tú también vendrás con nosotros.
-¡No! ¡Aléjate! ¡No me toques! ¡Papi ayúdame!!
-Lo lamento niños, pero papi no está aquí para ayudarlos, pero sin embargo puedo decirles que el pronto los estará viendo.
-¿Qué?...
-¿Qué?...
-Ahora cállense y cooperen par de enanos.
-¡No, suéltanos!
-¡Déjanos ir! ¡Papi! ¡Papi!
Hanamiya tomo a los niños por sus cabelleras mientras estos se retorcían intentando liberarse, ambos seguían sin entender lo que había dicho el sujeto sobre que su padre los vería pronto, pero podían sentir que se trataba de algo malo y por eso mismo sentían la necesidad de escapar de él. El pelinegro por su parte los llevo a ambos hasta al interior de su casa conduciéndoles a una habitación en medio donde no se alcanzarían a escuchar sus gritos desde el exterior. Le dio un fuerte golpe al pequeño moreno haciéndole caer al suelo adolorido, antes de que Tai pudiera hacer algo comenzó a amarrarle manos y pies con cinta para evitar que escapara, apenas termino con él fue con su hermano quien seguía muy lastimado para defenderse, después de eso los dejo ahí en el suelo mientras volteaba a ver a una pantalla que estaba del otro lado del cuarto, tomo su teléfono y realizo una llamada.
-Hola señor, todo está listo, puede comenzar cuando quiera.
-Excelente.
Akashi dejo su teléfono aun en línea para después volver a donde Tetsuya y encendió una pantalla frente al de ojos celestes, cuando el miro pudo notar en ella a sus pequeños que estaban presos igual que él, en compañía de un sujeto desconocido que además se veía peligroso, su instinto de padre le hizo preocuparse instantemente y pese a estar atrapado en la silla y con cinta en la boca, trato de levantarse y gritar, llamando a sus hijos.
-Con calma Tetsuya, con calma. No hay porque alterarse.
-Mmmm, mmmmmm, mmmm.
-Oh claro, no podre entender nada mientras tengas eso puesto, permíteme liberarte de esa opresión.
-Ah, ¡Dai, Tai! ¡Hijos! ¡Pequeños!
-Ya te he dicho que guardes la calma Tetsuya.
-¡¿Por qué?! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué hacen ellos ahí?! ¡¿En dónde están?! ¡¿Quién es ese sujeto?! ¡¿Qué le va a hacer a mis hijos?! ¡Respóndeme Akashi! ¡¿Qué le van a hacer a mis niños?!
-Veo que ahora en verdad estas presente. Ya no tienes esa mirada perdida de hace rato, es asombroso como esos engendros tienen ese poder sobre ti, el poder de hacerte cambiar de un momento a otro.
-No les digas engendros.
-Pero eso es lo que son.
-Son mis hijos.
-Son los descendientes de esos monstruos que abusaron de ti años atrás. No deberías tener ninguna obligación con ellos.
-¡Son mis hijos! ¡Entiéndelo!
-…Parece que nunca lograre convencerte de lo contrario, lastima, esperaba que no tuviéramos que llegar a esto, pero veo que tendrá que ser necesario, aunque te seré sincero, no lamentare ver como sufren esos niños.
-¿Qué?
-Veras, quien está ahí con ellos es nada más y nada menos que Hanamiya Makoto, una persona muy famosa.
-…
-Naturalmente, no es alguien tu conozcas, no es alguien que la mayoría de la gente conozca, después de todo su fama no es para la gente común, es más bien para ciertas personas de altas influencias, como yo.
-¿De que estas hablando?
-Hanamiya es un famoso secuestrador de niños, así como un matón despiadado.
-¿Cómo?...
-Sera más fácil mostrártelo que explicártelo, solo dame un momento. Hanamiya, ¿Puedes escucharme?
-Aquí listo señor.
-Bien, tengo aquí a mi persona esperada, comienza con tu trabajo por favor.
-Sera un placer, le daré un buen espectáculo.
-Cuento con ello.
-¿Qué está pasando?
-Shhh, tu solo observa Tetsuya, disfruta del espectáculo.
-¿Espectáculo?...
Hanamiya se acercó hasta Tai que seguía siendo el más atento de los dos hermanos para darle un puñetazo en el lado izquierdo del rostro que lo hizo caer al suelo.
-Ag…
-Ese es el hijo de Taiga sino me equivoco. Tu primogénito ¿Verdad?
Dai observaba a su hermano en el suelo cuando luego recibió una patada que lo azoto contra el suelo, su padre por su parte solo observo en shock el terrible impacto que tuvo su hijo.
-No…
-Oh que lastima, el pequeño de Daiki ¿No es así? Continúa Hanamiya.
Este fue por Dai y lo alzo en el aire para darle una serie de golpes en el rostro igual que el que recibió su hermano, el pequeño no hacía más que gritar y llorar, pidiendo clemencia mientras el otro continuaba su labor. Kuroko observaba el terrible trato que su hijo recibía sin poder hacer nada al respecto más que angustiarse con cada instante que pasaba.
-Vaya, ese niño se está llevando la peor parte.
-Dai…
Hanamiya seguía con sus golpes cuando un terrible dolor en una de sus piernas lo hizo soltar al niño que impacto contra el suelo, cuando miro abajo noto al pequeño pelirrojo que se había arrastrado hasta el para darle una mordida en su pierna izquierda. De inmediato le dio una fuerte patada que sorprendentemente no lo hizo soltarse, no fue sino hasta la siguiente que Tai le soltó y antes de tener tiempo de pensar recibió más en su estómago que lo dejaron sin aliento.
-Vaya, ese niño era rudo, lo admito.
-Tai…
-Me pregunto qué les pasara ahora, pues tal parece que ahora ese niño ha hecho enfadar en verdad a Hanamiya.
La serie de patadas continuo, para luego ser alzado en al aire y comenzar a recibir golpes igual a los que recibió su hermano antes. Kuroko solo seguía observando la terrible escena desarrollándose sin poder hacer absolutamente nada, entre tanta tortura que estaban recibiendo sus hijos, fue que consiguió salir del shock en el que se encontraba para hablarle a gritos a Akashi.
-¡Eres un monstruo! ¡Un Monstruo!
-No, los únicos monstruos aquí, son esos niños, así como los que los crearon.
-¡¿Qué quieres?! ¡¿Qué tengo que hacer para que se detenga?! ¡¿Qué tengo que hacer para que los deje en paz?!
-Oh, ¿En verdad deseas saberlo?
-¡Sí! ¡Si quiero saberlo! ¡Quiero que pare ahora! ¡Que pare ya!
Hanamiya dejo ahí a un lastimado Tai para luego ir por Dai, lo trajo hasta el medio del cuarto, para luego ir por una barra de metal que estaba apoyada en la pared, se acercó hasta el jugando con ella mientras reía cruelmente por lo que estaba planeando hacer, Kuroko de inmediato entendió lo que sucedía y volvió a pedirle al otro que detuviera lo que estaba pasando, justo cuando Hanamiya estaba a un lado de Dai que solo observaba como este pasaba el tubo alrededor de su cabeza, lo alzo en el aire dispuesto a darle un golpe terrible, más se detuvo cuando recibió la orden de Akashi de no hacerlo, solo en ese momento Tetsuya pudo volver a respirar al ver que el cruel castigo se había detenido.
-Solo tienes que dejarlos atrás.
-… ¿Qué?...
-Lo que has escuchado Tetsuya, solo tienes que dejarlos atrás.
-…No te entiendo… ¿De qué hablas?...
-Veras Tetsuya, hace mucho que deberías estar a mi lado. Pero esos pequeños de ahí son una gran molestia en mis planes, como te he dicho, solo debes dejarlos atrás, olvidarte de ellos, hacer como si nunca hubiera existido.
-…Son mis niños…
-No Tetsuya, son engendros, engendros que no te merecen en lo más mínimo, ni ellos, ni aquellos que osaron tomarte por su propio gusto años atrás. Si quieres que todo esto que están sufriendo tus hijos ahora se detenga, solo tienes que olvidarlos y estar a mi lado a partir de ahora, si lo haces Hanamiya se detendrá ahora, los dejara en un sitio seguro y lo más probable es que reciban atención médica inmediata, pero si no lo haces… jajaja… solo tengo que decirle que continúe con su labor hasta que los asesine a los dos.
-No puedes hacer eso, no puedes pedirme que olvide a mis hijos.
-Pues tú ya sabes, oh accedes a mis términos o tus pequeños mueren. Tienes unos segundos para pensar, pues si le digo que continúe no se detendrá hasta acabarles frente a tus ojos.
-Mis niños, Tai, Dai…
-Piensa rápido Tetsuya, piensa rápido.
Kuroko observo nuevamente la escena frente a él, sus pequeños estaban en el suelo, muy golpeados, adoloridos, sufriendo, sin nada que pudiera hacer para ayudarlos. Si accedía a los términos de Akashi probablemente nunca volvería a verlos, pero si no lo hacía, los vería morir ahí mismo, era una decisión que ningún padre que amara a sus hijos podría hacer fácilmente. Sus pequeños estaban juntos en el suelo, sin poder hacer nada para defenderse, el pequeño Tai abrió un poco sus ojos mientras pronunciaba débilmente una palabra.
-Pa…pi…
-Se te acaba el tiempo Tetsuya, ¿Qué decides?
-Yo…yo…yo…
-Veo que no puedes hacerlo, es una lástima, parece que las vidas de los pequeños Dai y Tai se terminaran hoy.
-…
Kuroko miro en cámara lenta como Akashi tomaba su teléfono dispuesto a comunicarse con Hanamiya quien seguía al lado de Dai listo para darle el golpe final, solo entonces pudo tomar la decisión, cerro sus ojos un instante dejando salir lagrimas para luego agachar la cabeza y exclamar fuertemente.
-¡Tu ganas! ¡Estaré contigo! ¡Seré tuyo! ¡Me tendrás a tu lado! ¡Solo detente! ¡Que ya no les hagan daño!
-…bien escogido Tetsuya.
Akashi llamo a Hanamiya indicándole que detuviera su golpiza, el pelinegro se vio un poco decepcionado, pero retrocedió tranquilamente dejando su arma donde estaba. Kuroko observo eso calmándose un poco, sus niños estarían a salvo, pero ahora ya nunca más podría volver a verlos, al darse cuenta de eso no pudo más que dejar salir sus lágrimas y llorar inconsolablemente. Akashi de inmediato se acercó a él y coloco su mano izquierda sobre su cabeza acariciándole lentamente.
-Descuida Tetsuya, no tienes por qué sentirte mal, ahora todo estará bien.
-¡AAAGGGGG! ¡MIS BEBES!
-No te lamentes, no debes preocuparte más por ellos, en poco tiempo los olvidaras, pues en poco tiempo tendremos a nuestros propios hijos, a quienes amaras mucho más de lo que llegaste a amar a esos engendros y déjame decirte que quiero formar una gran familia contigo.
-Aggggg, mis niños.
-Mi dulce Tetsuya, finalmente eres mío y ahora ya no habrá más impedimentos.
Tetsuya seguía llorando inconsolablemente mientras Akashi le sonreía de forma tranquila, ignorando por completo los sentimientos del otro, estaba en su propio mundo de ensueño disfrutando de haber tenido éxito en sus planes, éxito de haber conseguido a Tetsuya para sí mismo finalmente. Akashi volteo a la pantalla igual que Kuroko notando a Hanmiya junto a los niños, revisando como se encontraban. Lo que paso después fue cuestión de segundos, notaron a Hanamiya voltear repentinamente ante un estruendo, entonces y antes de que pudiera hacer algo, dos figuras muy altas aparecieron y se abalanzaron sobre él, uno de ellos tomo la barra que había usado para golpear al pequeño y la utilizo reiteradamente contra él hasta asegurarse de que no era más una amenaza. En cuanto terminaron con él se fueron de inmediato hacia los niños, revisando como se encontraban, solo entonces se percataron de la pantalla, entendiendo que la otra persona que estaban buscando debía encontrarse observando todo lo ocurrido, fue cuando ambos hombres reconocieron a los que habían llegado.
-Aomine, Kagami.
-Esos malditos, estorbando como siempre.
-Mis hijos, ellos ahorra están a salvo.
-Ya cállate Tetsuya.
Aomine y Kagami tomaron a los niños para sacarlos de ahí rápidamente, mientras que Akashi se enfurecía al ver sus planes frustrados de esta manera.
-Mis niños, están seguros.
-¡Ya cállate Tetsuya! ¡No quiero oírte mencionar a ninguno de ellos de nuevo!
-¿No lo ves Akashi?
-¿No veo que?
-Vas a perder, voy a escapar de ti y estaré con mis niños de nuevo.
-¡Eso nunca pasara Tetsuya! ¡Eso nunca pasara! ¡Tú eres mío, no de ellos! ¡Tú me perteneces a mí!
-…yo jamás, voy a ser tuyo.
Akashi se enfureció y le dio un golpe en el rostro a Tetsuya que pese a la fuerza de este ni si quiera lo sintió, en vez de eso soltó una suave risa alegre, pues ahora estaba seguro de que sin importar lo que pasara, pronto estaría con sus hijos de nuevo y que Akashi pagaría por sus actos. En otro lugar la policía estaba llegando al domicilio de Hanamiya, así mismo Aomine y Kagami revisaban a sus lastimados hijos lo cuales estaban seminconscientes tras el brutal trato recibido.
-Dai, tranquilo papa está aquí.
-Descuida Tai, papa está aquí y no te dejare.
No mucho después de la policía llegaron los servicios médicos que de inmediato tomaron a los niños, los oficiales por su parte estaban tomando a Hanamiya que pese a su brutal golpiza no había muerto, tal parecía que ahora le esperaba un largo tiempo en prisión, pero los dos mayores esperaban conseguir sacarle algo de información sobre el paradero de Kuroko antes de que eso sucediera y para su buena fortuna, un matón como Hanamiya, no tenía ninguna lealtad hacia nadie para ser preciso.
-(Si crees que me hundiré solo en esto, estas muy equivocado Akashi Seijuro, oh todo lo contrario, no pienso ser el único en el hoyo tras esto, estaría loco si pensara de otro modo, si yo no soy feliz, ¿Porque tu deberías serlo? Espero verte pronto en prisión, para poder tomar venganza como es debido, me encargare de que nos veamos muy pronto, puedes estar seguro de ello). Jajajajajajaja.
Continuara…