El secreto de la cámara: Pensadero.
La voz de Lord Voldemort resonó en cada habitación, pasillo, y terreno del castillo.
-Han peleado con valentía pero en vano, cada gota de sangre mágica derramada es una gran pérdida, les concedo tiempo para que retiren y den trato digno a sus muertos. Harry Potter ahora me dirijo a ti, esta noche permitiste que tus amigos murieran por ti en lugar de enfretarme en persona, es deshonroso. Ven al bosque prohibido y haz frente a tu destino, no intentes huir, matare a todo aquel que trate de esconderte de mí. Tienes una hora.-
Harry, junto con sus compañeros acababan de presenciar la muerte del profesor Snape efectuada por Nagini. El moreno llevó los recuerdos de este al pensadero en el despacho de Dumbuldore, allí pudo ver las memorias del profesor, en ellas aparecía su madre cuando niña, cuando jugaban y reían, charlaban, estudiaban juntos y se cuidaban entre sí. Vio a los padres del profesor Snape, su casa y sus compañeros de clase. Pudo ver unos ojos grises, a un joven de cabello largo y rubio sujeto a una coleta quien lo saludaba efusivamente.
-¡Prefecto!
-¡Hola Severus! ¿Cómo estás?- le acariciaba la cabeza.
Sumergido en ese pensadero Harry pudo sentir el afecto que le tenía Snape a esas dos personas, a Lili y al Prefecto. También podía escuchar los pensamientos del hombre.
“¿Dónde está? ¿Dónde está?”
-Prefecto Riddle.
-¿Ocurre algo Severus?- Pudo ver a Tom cuando estudiante, a Snape curando la mano de Dumbuldore, cuando convocó un spectro patronum con forma de siervo, cuando confesó amar a su madre ante el director, y también había un recuerdo muy particular, el más reciente, un diálogo sostenido con Voldemort, con Tom.
-Severus ¿Qué has oído de la cámara de los secretos?
-Potter y Weasley señor, rescataron a la hermana del segundo hace cuatro años.
-¿Encontraron al monstruo?
-Sí. Le dieron muerte. - Un silencio. -¿Encontraron algo más?-
Snape lo miró atónito y entonces lo supo, estuvo allí todo este tiempo.
-No. ¿Cómo qué señor?-
Voldemort tocó su pecho y desvió la mirada pensando. Miró el techo. No respondió.
“¿Dónde está? Está en la cámara de los secretos.”
Hermione y Ron esperaban afuera de la oficina de Dumbuldore.
-Recapitulemos- indicó ella.- ¿El diario?
-Ya, Harry en segundo.
-El anillo
-¡Ya está! Fue Dumbuldore.
-El guardapelo.
-Fui yo. - dijo el pelirojo Hermione asintió.
-La copa de Helga Hufflepuff.
-Tu lo hiciste
-La diadema.
-Los tres en la sala de menésteres.
-Solo nos falta uno, la serpiente. ¿Harry?- el muchacho salió del despacho, ellos lo siguieron. Se dirigió a la planta baja, pasó frente al gran comedor, había muchos heridos y muertos, los que seguían en pie deseaban que hablara, que diera la cara.
-Harry. - ella posó la mano en su hombro. - Solo falta la serpiente. - El asintió. -Debemos encontrar el modo de alejarla de él.-
Harry carraspeó, miraba a todos los que combatían de su lado, tenía que ir con ellos, debía darles aliento aunque también tenía miedo, pero ¿Y el profesor Snape?, no dejaba de pensar en sus ojos, sus ojos pidiéndole perdón, pidiéndole ayuda. ¿Ayuda para qué?
Contempló en sus memorias los sentimientos que tenía por su madre pero también estaban esos otros pensamientos en los que interrogaba “¿Dónde está?” ¿Dónde está qué? Se preguntó Harry frustrado. Y también estaba Tom haciendo preguntas “¿Encontraron algo más en la cámara de los secretos?” ¿Acaso había algo más en la cámara de los secretos?
Aparte de Nagini, él era el último Horrocrux y debía ir solo ¡Pero todavía tenía una hora!
-¡Tenemos que ir a la cámara!
-¿Qué? - gritó Hermione.
-¡Pero si acabamos de ir!- dijo Ron- Sacamos los colmillos del basilisco.
-¡Debemos ir!-
....................
Habían bajado por el túnel que conectaba con el baño de mujeres del segundo piso y tras hablar en pársel ingresaron a la cámara, además del eco de sus voces cada paso dado repicaba.
-Ayúdenme a buscar. - pidió Harry mientras trataba de encontrar algo en el evidente espacio vació.
-¿Qué cosa?- preguntó Ron, Hermione pensaba si esta búsqueda tenía un propósito diferente a distraer a Harry del inminente peligro.
-¡No lo sé!
-Solo es una cámara. La cámara de los secretos.- dijo Ron molesto.
-Busquemos algo fuera de lugar.- sugirió Hermione.
-¿Diferente?
-Puede que haya una puerta secreta o algo.
-¡Nos tardaremos una eternidad presionando cada piedra!
-Harry, ya nos contaste lo que viste en el pensadero, por favor si recuerdas algo más es importante que lo digas- pidió Hermione.
-¡Les conté todo!- cansado de que lo miraran como si estuviera demente. -Solo estaban Snape y Tom hablando.
- Es muy poca información tenemos que sacarle provecho.
-No lo sé, solo hablaron y Tom miró a la nada, se tocó el pecho, emmm agarró su túnica y luego alzo la vista como pensando.
-Si hay algo aquí no vamos a encontrarlo.- comentó Ron.
-Harry.
-¿Qué ocurre Hermione?
-¿Ya habías visto eso?-
Los chicos la miraron y luego a su mano señalando arriba, a un balcón en lo alto del muro que parecía dar a una habitación.
...
-Debería haber unas escaleras o algo para poder subir hasta allá- Hermione negó.
-Allí estaban- había escombros en el suelo.
-Tom debió destruir la escalinata para que nadie subiera.- concluyó Harry. - Nunca se me habría ocurrido mirar al techo.
-¿Y cómo hizo para bajar?- preguntó Ron.
-Seguro le pidió ayuda a su mascota con eso.
-¿A qué te refieres?
-La escalinata termina allí. ¿Es del tamaño del basilisco?
-¡Oh, No!- Ron se quejó odiando la idea de mover el esqueleto del basilisco. Entre los tres lo levitaron y lo psicionaron como una escalera, subieron por el camino formado por las vértebras, tratando de no apoyarse en las costillas que servían de pasamanos. Hermione odio esa parte, sentía que profanaba el cadáver de un animal inocente. Ron lo intuía, no dijo nada al respecto.
Llegaron al descanso del balcón, había una puerta cuadrada cerrada con un par de cortinas casi transparentes, la tela estaba deshecha, roída por los roedores en la cámara y descompuesta por la humedad y el tiempo.
Los tres se miraron y entraron apartando a cortina, adentro del recinto todo era oscuridad.
-¡¿Qué fue eso?!
-Creo que pise una hoja.
-¿Una hoja aquí?
-Esperen…- Hermione convocó un lumus muy potente, frente a ellos había una figura de pie, gritaron aterrados.
-¿Qué diablos es eso?
-¡Un inferí!
-¡Esperen, cálmense!
-¿Qué es?- Volvieron a encender las luces, está vez poco a poco hasta que fue visible, una figura humana.
-¿Una estatua?
-¡No! ¡Es un muchacho!- apuntó rápidamente Hermione.
-¿Qué? ¿Qué hace aquí? ¿Y quién es?
-Un alumno como nosotros- vestía una versión anterior del uniforme escolar- De Slytherin. – con su insignia. Ella se acercó para inspeccionarlo; en efecto era un joven posado en el centro y casi al fondo de aquella habitación, de pie y con los brazos extendidos hacia adelante. Rodeado de varios objetos colocados en el suelo. Los jóvenes lo miraron y luego al piso forrado de mosaicos y sobre el que se encontraban pétalos de flor marchitos, los que crujieron cuando los pisaron. -Está petrificado- Hermione había estudiado bien el tema, y por su experiencia personal lo supo de inmediato. Le sacó el polvo de encima.
-¿Pero qué hace aquí? ¿Cómo llegó aquí?
-Voldemort debió hacerlo, es el único además de Harry que puede entrar aquí.
-¡Nosotros lo hicimos!
-Sí pero- ella se calló, no entendía que estaba ocurriendo.
-Es un prefecto- afirmó Harry- lo vi en los pensamientos de Snape, era el prefecto del profesor Snape cuando era un alumno. Parecían llevarse bien. Snape lo estaba buscando por eso siempre se preguntaba ¿Dónde está? Estaba aquí ¿Pero por qué?
-¿Qué diablos es este lugar?- era tan grotesco. - No hay más que basura y este pobre tipo-
Hermione inspeccionó conciensudamente el recinto. Flores marchitas, cartas de amor enmohecidas, cajas con forma de corazón que contenían notas carcomidas por polillas, velas. Las encendió con un hechizo.
-Es un santuario. – concluyó rápidamente la joven, los dos la miraron. –Un santuario para él. Con él.
-¿Y por qué Voldemort haría esto?
-Porque lo amaba- Hermione miró todo, imaginando que Voldemort tenía sentimientos, esa era la explicación y el contenido del cuarto tenía sentido.
-¿De qué diablos hablas? ¿Dices qué Voldemort escondió a un alumno aquí porque estaba enamorado de él?
-Puede que sí- agregó Harry- por eso en los recuerdos de Snape, Tom le preguntaba si sabía algo de la cámara de los secretos. Tom piensa que es el único que puede entrar aquí, pero por si las dudas interrogó a Snape. Por eso le urgía tanto controlar el castillo, quería poder entrar lo antes posible, quería venir a ver si estaba bien.
-¿Cómo diablos va a estar bien? ¡Está petrificado! ¿Quién sabe cuánto tiempo lleva aquí?
-Desde que Voldemort asistía a Hogwarts- concluyó Hermione- No ha vuelto a entrar al castillo, lleva aquí como veinte años. Voldemort no pudo volver porque Dumbuldore lo había impedido y luego, cuando nació Harry, su cuerpo fue destruido hasta hace dos años- El moreno asintió, concordaba- Este es su secreto, su secreto de la cámara de los secretos, lo ocultó de todos.
-Ahora entiendo porque se llama así. Salazar Slytherin escondió al basilisco y puede que otras cosas, y Tom a él.- dijo Harry mirandolo con pesar.
-¿Pero por qué un hombre? No entiendo, de todo lo que podría ocultar aquí.
-Porque es lo único importante para él.
-¿Realmente crees que lo ama?- Hermione afirmó buscando unos frascos en su bolso.
-Tenemos que despetrificarlo.
-¿Llevas mandrágoras allí?
-Extracto de mandrágora pero hay que hacerlo en jugo. – Ron la ayudo con las cosas.
-¿Creen que sea buena idea? No sabemos si era partidiarío de Voldemort.
-Es un alumno, es inofensivo.
-Voldemort también era un alumno y mira como resultó. -Abrieron los frascos- ¿Te preocupa ser petrificada?- ahora pensaba en su ya novia.
Ella movía la cabeza sin saber la respuesta.
-Tal vez, pero es muy útil, esa es su propiedad mágica característica pero en té se usa para los calambres musculares, y la rigidez. Los magos la bebén para la artritis.
-Que horror, me alegro que tengas un extracto y no la mandrágora en maceta. No la tolero.-
Harry tocó la mano del mago, fría y dura como roca, la manga del brazo, estaba lleno de polvo.
-¿Cómo lo habrá hecho?
-El basilisco.
-Si pero ¿cómo? No hay espejos por aquí.
-Mnnn – ella pensó mientras preparaba su equipo en el suelo- seguramente lo hizo mirarlo a través de la cortina- señaló la cortina semitransparente que franqueaba la entrada- los ojos del basilisco no lo mataron y lo pretificó.
-¿Voldemort sabía que su basilisco podía hacer eso? ¿Por qué no solo le tomó una fotografía?
-Lo hizo- la muchacha le mostró las fotos en los cuadernos, hojas y sobres. Ron las observo, había varias fotos de la pareja antes del suceso, parecían una pareja normal, las fotos se habían gastado.- Debió haberlo ensayado antes- Hermione se movió por el cuarto buscando, miró en los frascos de una repisa y los movió tratando de adivinar su contenido- con alumnos o con alguna mascota antes de hacerlo, los petrificaba y los despetrificaba para asegurarse de que estaría bien, así nadie en la escuela lo notaría, mucho menos si les hacía olvidar.
-Pero cuando se abrió la cámara en ese entonces solo Mirttle murió ¿Por qué nadie ha mencionado la desaparición de un chico? –Hermione meditó unos instantes y pronto encontró la respuesta.
-Porque no desapareció aquí, debió extraviarse en otro sitio, lejos de la escuela para que nadie sospechara, entonces Voldemort lo trajo aquí. Estaría aquí mientras su familia y amigos lo buscaban en otro lado. Así lo tendría solo para él. – Ron detestó la sola idea.
-¿Y el uniforme?
-Pudo ser al fin del curso, los estudiantes salen en sus uniformes de regreso a casa. Fueron contemporáneos, probablemente del mismo grado, aquí se conocieron.
-En Hogwarts, la única casa que Tom a conocido- Para Harry es igual. –y donde encontró a su media naranja. A quién… por alguna razón ocultó aquí.
Hermione siguió recreando la escena mientras su instrumental para pociones se movía solo elaborando la fórmula.
-Para estar con él- meditándolo- por ello lo escondió, para que no se lo quitaran…
-Encerró- corrigió Ron indignado.-No imagino que personalidad tendrá- dijo asqueado con la idea de que alguien se llevara con Voldemort. Ella continuó.
-Venía y se quedaba con él. Se sentaba- señaló un diván pegado a la pared. – y pasaba horas y horas acompañándolo.
-Sí claro.
-Por eso le dejó los brazos así, para poder abrazarlo y que lo abrazara- sin tocarlo Hermione se situó frente al mago y entre sus brazos e imitó el acto de abrazar. Acercó a su mano a la cara del joven- y besarlo. Debió estar tan enamorado.
-¿Estás loca? ¿Quién le hace esto a alguien que quiere?
-¡Le dedicó todo esto! –ella seguía sorprendida por el descubrimiento.
-Pobre tipo. – Ron lo miró de cerca- es muy guapo puedo creer que a Voldemort le gustara.
-Tal vez fue algo mutuo. –Ella tomó e inspeccionó el dije en la cadena que llevaba al cuello que pendía muy a la vista y no guardado bajo la ropa- Este dice ¡T.M.R!- les mostró- ¡Entonces Tom debió tener la otra mitad con sus iniciales! ¡Eso era lo que buscaba en su pecho Harry! ¡Buscaba su dije pero lo perdió!- Harry asintió creyéndolo. – Y miró hacia arriba al recordarlo- ella se movió por la habitación- Se imaginó aquí en la cámara y miró hacia arriba, hacia este balcón como lo hizo cientos de veces antes de terminar la escuela. ¡No estaba pensando, se lo estaba imaginando! ¡Voldemort idolatraba a esta persona! Por eso lo puso aquí arriba, entraba a la cámara y miraba hacia arriba, al balcón y sabía que él lo esperaba aquí. Tal vez lo hicieron antes de petrificarlo- Ella se imaginaba una escena muy romántica, con el mago rubio esperando en el balcón y apoyado en el parapeto con una rosa entre manos y Voldemort que le proclamaba sentimientos abajo en la explanada.
-Ahora todos son expertos en el comportamiento de Voldemort ¿En serio es tan predecible?- Harry sonrió, era cierto, Dumbuldore leía a Tom y lo enseñó a pensar como él.
-¿Pero por qué lo encerró si era mutuo?, ¿Por qué hacer esto?- los dos miraron a Hermione, ella sintió la presión, estaba bien que fuera lista pero tampoco tenía todas las respuestas.
-No sé... tal vez era un amor imposible.
-Dudo que a Voldemort le importara la opinión de los demás.
-O tal vez fue un amor no correspondido, una ruptura amorosa- se alzó de hombros, no sabía la respuesta- iba a irse de su lado pero.. pero Voldemort probablemente tuvo problemas para lidiar con eso, es huérfano seguro tenía problemas con el abandono ¡Sin ofender!- arrepentida por su comentario miró a Harry, el negó, no había ningún problema, era cierto, siempre había un pequeño dolor en el pecho.
-¿Lo petrificó porque no podía aceptrar un no como repuesta?- preguntó Ron con una ceja arriba.
-Tal vez, son solo suposiciones. O tal vez quería conservarlo como un recuerdo-Ron la miró sin comprender- al igual que en el diario, en ese Horrocrux él plasmó su vida, su vida escolar en Hogwarts y este joven es parte de esa vida, quería recordarlo así- Busco en el uniforme del joven. -Tendremos que preguntarle si sabe la razón por la que le ocurrió esto.
-¿Qué haces?
-Una identificación, tiene un nombre. - Harry se agachó y busco en los papeles, todo eran iniciales.
-Pues es L.M.
-Tiene algo en el chaleco-Ron tomó un papel doblado.
-¡Debía escribirlos y ponerlos en su chaleco para transmitirle sus sentimientos!- Ron miró escéptico a Hermione y sus teorías locas de Voldemort teniendo sentimientos.
-Dice aghhh es muy largo- ¡Voldemort siempre tan irritante!, ni siquiera escribía mensajes cortos- mnnnnn- leyó rápidamente la carta- ¡Lucius! ¡Su nombre es Lucius Malfoy!
-¿En serio?- Ella miró la hoja para corroborarlo.
-L.M. Lucius Malfoy.
-Prefecto de Slytherin, del profesor Snape, el profesor debió sospechar siempre de Tom-
No solo habían destruido dos Horrocruxes en esa noche, habían salvado a un alumno de una eternidad en la cámara de los secretos.
Gracias a Snape y a Harry es que lo habían descubierto. Hubo un silencio, a excepción del chispoteó del jugo de mandrágora terminando de prepararse.
Los tres sabían que quedaba muy poco para que se cumpliera el lapso.
-Harry, si no hubieras venido a revisar la cámara él se habría quedado aquí por siempre, tú lo salvaste.
-Todos lo hicimos- Era momento de que Harry se marchara al bosque para encarar a Voldemort, y su destino. – Debo irme. – dijo, quería despedirse y pedirles…
-¡Espera!
-Hermione.
-Tengo una idea para ganar tiempo pero… es arriesgado, podríamos hacerlo enfadar más.
-¿Qué es?- Ron estaba dispuesto a todo pesé a las protestas del moreno.
-Tenemos que llevarnos todo, el primer lugar al que vendrá es aquí. Pero primero- Comenzó a quitar la cadena del cuello del joven. – necesitamos un mensajero. -
En las inmediaciones del Bosque Prohibido el grupo de mortífagos esperaba, al frente estaba Lord Voldemort. Una flecha surcó los aires y se clavó fuerte en el tronco de un árbol, miraron en la dirección de la que provenía pero el centauro que la lanzó ya se había perdido en la maleza. Sujeta a la felcha había una nota.
-¡Léelo!- Ordenó el mago tenebroso a un mortífago quien quitó la flecha con dificultad, estaba clavada profundo. Soltó el sobre, lo abrió y sacó la hoja de papel, algo cayó al suelo con un sonido metálico, rápido lo recogió.
-Es un mensaje y un collar mi Lord- El mortífago lo regreso al sobre y estuvo por leer la nota, pero el mensaje le extraño mucho.
- ¿Qué esperas?-
El mago carraspeó contrariado y comenzó la lectura:
-Em… dice… …El sol, el glaciar
La luna y las estrellas.
El brillo del rocío y el rayo… -
Voldemort le arrebató el sobre, sacó la hoja y la leyó el mismo en voz baja, no era su letra pero el mensaje era el mismo.
Todos tienen el mismo defecto,
Te envidian a ti mi Lucero.
Eran sus mismas palabras, apenas un fragmento de todo un pergamino que le dedicó a él. Y lo reconoció de inmediato. Había algo más.
Ansió verte, dame una hora por favor.
Eso no lo había escrito él. Le exigían más tiempo. Miró la hoja por detrás. Nada.
Miro el interior del sobre, una cadena, la sacó y la alzó para mirarlo, era su dije. ¡Su dije de media luna! Con sus iniciales. Las dos mitades formaban un eclipse, pero la suya había sido destruida en el Valle de Godric.
-Tal vez sea un código- sugirió otro de los mortífagos, entonces presenciaron como Voldemort apretó los puños.
Continuará...