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Mi alterna realidad por Kouichi_RedSun

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Notas del capitulo:

Hola! Si, si, sé que me tarde un poco para publicar esto, pero sufrí un largo bloqueo del que me costó salir, espero que no se hayan olvidado de este pobre fanfic xD sin más cháchara inutil que agregar, dejo que empiecen a leer.

La noche pasó tranquila para mí, creo que pasaron demasiadas cosas en el día anterior que cuando mi cabeza tocó la almohada, inmediatamente me quedé dormido, al despertar, observé a Gladio aún dormido a mi lado, no sé en qué momento se salió del sofá cama y ahora me abrazaba por detrás, no me molestaba, pero creo que en cuanto Gladio notase que yo estoy despierto, sin camisa y me está abrazando muy pegadito a mí, veré un tomate en lugar de Gladio, así que prefiriendo que eso no pase, con toda la delicadeza que pude, me solté de los brazos de Gladio, dejando que el solo se acurrucase, me puse mi camiseta y baje a donde el profesor, quien igual lucía aún algo soñoliento.

 

—Hola Sunny, ¿Qué tal dormiste? — Me preguntó el profesor con una amplia sonrisa dibujada en su rostro, algo tan típico de él.

 

—Muy bien profesor, gracias— dije sonriendo y solté un bostezo, cubriendo mi boca con mi mano —Profesor, disculpe ¿Podría decirme donde tomar un baño? — le pregunté sonriendo y él asintió, sacando de un cajón una toalla, la cual me entregó, de mi mochila yo saqué una muda de ropa y lo miré.

 

—La puerta aquí, frente al acuario— dijo señalando la puerta frente al acuario donde estaban unos Luvdisc y Alomomola, asentí y me dirigí a dicha puerta, al entrar, lentamente comencé a desvestirme, mientras la tina se llenaba con agua caliente, me miré en el espejo de cuerpo completo una vez estuve completamente desnudo y sonreí.

 

—He crecido y cambiado mucho desde que comencé el recorrido insular hace ya casi un año— dije acariciando mi abdomen y cerré mis ojos —Pero no es momento de ponerme nostálgico con mi viaje, tengo cosas que hacer— dije sonriendo y cerré las llaves del agua, entrando a la tina, la cual tenía la temperatura perfecta, solté un suspiro de relajación cuando sentí el agua tibia cubrir mi pálido cuerpo y me puse a reflexionar sobre como llegué a esta dimensión, mientras de una forma automática, mi cuerpo comenzaba a limpiarse a sí mismo, para cuando me di cuenta, ya solo había terminado y el agua comenzaba a enfriarse.

 

— ¿Estás bien, Sunny? Llevas un rato ahí dentro— dijo el profesor desde afuera, sacándome de mis pensamientos, causando un ligero sobresalto en mí.

 

—Ah, sí, profesor, no se preocupe— dije saliendo de la tina y comenzando a secar mi cuerpo, frotando con la toalla cada centímetro de mi piel, una vez llegué a mi cabello, lo empecé a frotar velozmente para eliminar la mayor cantidad de humedad posible, y así empecé a vestirme, con una camiseta negra de tiras, unos pantalones pirata negros y unos tenis negros sin calcetines. Posteriormente, vacié el agua de la tina.

 

Al salir del baño, vi a Gladio, quien lucía recién levantado, me saludó con su mano y yo le devolví el gesto, mientras veía como entraba al baño con una toalla en su hombro, tomé mi cinturón de mi mochila y fui acomodando todas mis balls, primero, a Skyline (Incineroar), luego a Greninja, quien no tiene ningún sobrenombre, debido a que un amigo de Kanto me lo regaló, después a Soarer (Toucannon), DeLorean (Magnezone), Hummer (Granbull) y Solgaleo, el profesor me guio hasta la mesa y me hizo tomar asiento, donde estaba preparado el desayuno.

 

—Wow, no sabía que cocinara, profesor— dije sonriendo y Kukui solo se rascó la nuca.

 

—Digamos que tras vivir aquí en el laboratorio solo, aprendí a cocinar para no morir de hombre, claro, al inicio, solo un Grimmer podía comer lo que yo cocinaba— dijo riendo y RotomDex salió de mi mochila.

 

—Según mis datos, Grimmer solo come basura— dijo sonriendo y el profesor solo se lanzó a reír.

 

—Lo sé, lo sé, jaja, eh… Espera, ah, no, ya entiendo porque la tienes— dijo sonriendo y yo asentí — ¿Está completa? — preguntó y negué rascando mi nuca algo avergonzado.

 

—No… Hay Pokémon que por más que me esforcé no pude atrapar, otros son muy escurridizos y, ehm… No soy mucho de capturar, me gusta más ir paseando por las islas— dije sonriendo algo avergonzado.

 

—Jaja, te entiendo, Sunny— dijo sonriendo y me acarició los cabellos —Bueno, tengo un encargo que hacerte, Sunny, ya que tú ya lograste completar el recorrido insular, me gustaría que animes a Sun y lo ayudes en su propio recorrido, por favor— me dijo sonriendo.

 

—Claro, me encantaría acompañarlo— dije sonriendo y Kukui pareció muy conforme con eso, sonrió y de forma suave, me dio un beso en la frente, por lo que yo me sonrojé un poco y él sonrió.

 

—No había notado lo bonitos que son tus ojos, Sunny— dijo sonriendo y mirándome directo a los ojos, haciendo que desvíe mi mirada.

 

—Profesor, no diga esas cosas, jeje— dije sonrojado y riendo un poco apenado por el comentario, el profesor me tomó suavemente del mentón y sonrió.

 

—Hey, solo estoy diciendo la verdad, tus ojos son muy lindos, me gustan mucho, también tus labios— dijo acariciando los mismos con su dedo pulgar, haciendo que un leve escalofrío me recorra la espalda.

 

 

—Profesor… Usted es casado ¿No? — pregunté nervioso y jugando con los dedos de mis manos, tratando de calmarme.

 

—Hum… Pero Pimpinela no debe saberlo— dijo acercándose lentamente a mi boca, yo no podía reaccionar, no sabía qué hacer, por primera vez sentía un nudo en la garganta que me impedía objetar o decir algo.

 

Justo cuando pensé que el profesor Kukui se llevaría mi primer beso (Si, tengo 14 años y aún no he dado mi primer beso), la puerta del baño se abrió, haciendo que el profesor se alejase, rápidamente.

 

Gladio salió con unas ropas idénticas a las que tenía el día anterior, quizá era su estilo favorito, y no soy quien para juzgar, pero en cierto modo me siento aliviado de que saliese en ese momento del baño, solté un suspiro de alivio e hice como si nada hubiese pasado, solamente me dediqué a disfrutar mi desayuno para poder empezar con más normalidad mi día.

 

Pasadas unas horas, el profesor me pidió bajar a su laboratorio para que lo ayudase, por motivos de seguridad, y no exponerme a interrogatorios innecesarios, dejé a Solgaleo en la habitación. Kukui me pidió bajar para darle ideas para mejorar la liga, y así lo hice, cosa que pareció hacerle feliz —Gracias Sunny, de verdad— dijo sentándome en sus piernas.

 

—Profesor yo… Espere, esto no es correcto— dije nervioso y él negó, poniendo su dedo índice en mi boca.

 

—Un beso no te hará daño— dijo de forma suave y antes de que algo pudiera suceder, unió sus labios a los míos, haciendo que yo abra mis ojos como platos, sujetándolo de los hombros sin poder reaccionar, aún no me podía creer, el profesor Kukui me estaba besando, era increíble, jamás me imaginé este escenario, en el cual, cualquiera que entrase, sentiría una extraña sensación, un chico de 14 años sentado en las piernas de un adulto mientras este lo besa.

 

Cuando Kukui se separó, me levanté con la mirada aún enfocada en la nada — ¿P-Por qué? — pregunté sonrojado a más no poder y él me abrazó por detrás.

 

—Porque… Me gustas… Sunny, cuando vi a tu otro yo en la pantalla de mi computador, me sentí atraído, pero sabía que con él jamás tendría oportunidad y… Y casi como en un sueño, llegaste tú, alegre, enérgico… Perfecto— dijo acariciando mi pecho suavemente y jugando con la tela de mi camiseta.

 

—Pero no… Esto no puede ser, además… Usted está casado ¿No? — interrogué sujetando la mano que mantenía en mi pecho, lo peor del caso, es que ni siquiera me desagradó aquel beso con el profesor, de hecho, me gustó un poco.

 

—Ah… Pimpinela… Ja, como si importase ella ahora, nos divorciamos hace dos años— dijo el profesor sonriendo, otra muestra más de que mi mundo es muy diferente a este, desvié la mirada y me levanté con lentitud —Eres maravilloso, Sunny, quiero que seas mío— dijo abrazándome por detrás y metiendo sus manos bajo mi camiseta, causando un sonrojo en mis mejillas.

 

—Pero profesor… Yo… Yo no sé, la edad es… Solo tengo 14 años— dije sintiendo sus manos cálidas acariciando mi abdomen, lo miré sonrojado y me besó la frente con cariño.

 

—Shh, no importa que piensen los demás, quiero que me des una oportunidad, aunque sea una sola— me dijo Kukui mientras hundía su nariz en mi cuello, olfateando, el sonrojo se apoderó de mis mejillas de una forma descomunal.

 

—P-Pero profesor yo… De verdad no sé qué decir es muy… Inesperado— dije sonrojado aún, mientras él jugaba con sus manos por todo mi torso, alzando lentamente mi camisa, llevé mis manos hasta las suyas y lo detuve cuando ya tenía mi camisa a la altura del pecho —Por favor… Profesor yo… Yo necesito pensarlo bien— dije mirándole con cierta súplica en mis ojos.

 

Kukui me miró directo a los ojos, soltó un suspiro y me besó velozmente en los labios, soltando mi camiseta mientras yo me la acomodaba —Está bien, Sunny, pero no me hagas esperar mucho ¿Vale? — me dijo suavemente y sujetando mi barbilla con cariño, antes de darme otro beso en los labios.

 

—Además… Profesor, creo que hay muchos partidos, y mucho mejores que yo para alguien como usted— dije aún sonrojado y acariciando su mejilla de forma suave mientras el parecía pensar un poco en mis palabras.

 

—Pero ahora solo tengo ojos para ti— me dijo sonriendo y yo metí mis manos a mis bolsillos, sonrojado y sonriendo un poco, en cierto modo, me halagaba  lo que él me decía, pero no quería tener problemas, ni para él, ni para mí.

 

—Yo partiré junto a Sun en el recorrido insular, y usted tiene una liga que organizar así que… Eh… ¿Por qué no nos centramos en nuestro trabajo? — Le dije con una sonrisa y él asintió algo resignado, pero sin dejar de sonreír.

 

Una vez se me pasó aquel sonrojo, salí corriendo a la plaza central del pueblo, donde el Kahuna y su “adorable” nieto, esperaban a Sun, quien, siendo ayudado por mi Greninja, estaba parado en el lugar, con una camisa de manga larga, que cubriría las heridas que le provocaron los Spearrow sin mucho problema.

 

La pelea era ahora entre Tilo y Sun, al parecer, Sun había logrado vencer a Kaudan, pero Tilo se negaba a dejarlo elegir a un inicial, ciertamente, Sun lucía adolorido de estar tanto tiempo de pie por su cuenta con esas heridas en su espalda, Tilo estaba parado frente a los tres iniciales, que se veían asustados y algo molestos, solté un gruñido y me acerqué —Ya me estoy cansando de ti, Tilo— dije sacando a Incineroar.

 

—Este es asunto entre ese maricón y yo— dijo el moreno mirando con odio a Sun.

 

—Sun es mi hermano, y si te metes con él, te estás metiendo conmigo, ¡Incineroar, Movimiento Z, Súper Plancha Oscura! — dije haciendo los movimientos, mientras Incineroar debilitaba a su Brionne.

 

—Tu… Maldito hijo de… — Kaudan miró a Tilo con cara de pocos amigos y lo interrumpió.

 

— ¡Suficiente, Tilo! — gritó el Kahuna con su potente voz, haciendo que un escalofrío recorriese a todos por la espalda — ¿No tienes un recorrido insular que hacer, nieto? — dijo el hombre de cabellos canosos mirando a su nieto, quien gruñó y usando una pokémontura, se fue volando en Charizard.

 

Una vez Tilo se marchó, Sun fue capaz de tomar un pokémon, y eligió a Popplio, quien, con algo de duda al inicio, terminó por aceptar gustoso a su nuevo entrenador, yo esbocé una sonrisa y lo miré directo a los ojos –Buena elección, Sun, seguro que crecerá y será un fuerte Primarina— dije con una sonrisa, pero pronto un gran estruendo nos ensordeció a todos, y cuando nos dimos cuenta, en la entrada del pueblo estaba una horda de miembros del Team Skull.

 

— ¿Qué buscan aquí? — preguntó Kaudan en ese tono retador que le caracterizaba, los reclutas miraron al Kahuna como si él fuera una clase de chiste y sin más, todos ellos, eran más de 25 personas, con al menos  dos pokémon cada uno, ellos lanzaron a sus pokémon para pelear.

 

—La jefa quiere recolectar a todos los pokémon posibles para nuestro plan y… Solo nos interesan los pokémon fuertes— dijo la comandante con un tono muy serio.

 

—Sun, vete, rápido, nosotros nos haremos cargo, corre a la ciudad y trae ayuda— le dije a Sun, mientras él metía a Popplio en su ball y salía corriendo, brincando las pequeñas cercas que rodeaban la aldea.

 

— ¿Podremos nosotros dos con ellos? — me preguntó Kaudan mientras miraba fijamente a toda esa horda de hombres y mujeres, yo sonreí y solté un largo suspiro.

 

—No, no vamos a poder— admití, yo era fuerte, y Kaudan también, pero la fuerza no es nada comparado al número —Pero debemos soportar hasta que Sun regrese, al menos debemos soportar hasta ese momento— dije sonriendo y nos lanzamos al combate.

 

—Acaben con ellos— dijo la comandante sin expresión alguna, en caso de que perdiéramos, al menos Solgaleo estaría a salvo, pues afortunadamente, decidí no llevarlo conmigo.

 

Tratamos de soportar lo más posible, pero nuestros pokémon no pudieron soportar frente a todos ellos, el Hariyama de Kaudan cayó, dejando al Kahuna sin más Pokémon que usar para el combate, solo quedaba yo y mi Incineroar, logramos vencer a una gran parte de ellos, pero me seguían superando en número, Francine no perdió tiempo, y su Salazzle atacó a mi Incineroar, debilitándolo de una vez por todas, para nuestra desgracia, Sun aún no llegaba, mire a todos los reclutas sobrantes con algo de temor, y para cuando me di cuenta, el Salazzle de Francine, me golpeó fuertemente en el estómago con su cola, sacándome el aire y dejándome una gran marca roja en el estómago.

 

—Gh… Demo… Demonios— susurré tratando de recuperar el aliento, mire como los miembros del Team Skull me rodeaban y Francine me dio una patada en el rostro, haciendo que caiga de lleno al piso.

 

—Bien, muchachito, si no quieres que mis pokémon y yo te hagamos sufrir, entrega esas bonitas balls que llevas en el cinturón— dijo Francine mientras yo trataba de alejarme, pero su Salazzle velozmente se puso tras de mí y soltó un grito en mi cara, su Crobat se puso sobre mí y me golpeó repetidas veces con un ataque no logré identificar por la desesperante situación.

 

—Pero… Ngh… No… No dejaré que… — Mi voz se vio interrumpida por otra patada en mi mejilla, la cual me hizo escupir un poco de sangre, bajé la mirada y noté como dos reclutas me sujetaban por detrás, me mordí el labio inferior y bajé la mirada lleno de impotencia, mientras Francine tomaba a mis 5 debilitados pokémon, otro de los reclutas se acercó por delante y me dio un puñetazo en el estómago, sacándome el aire, y cuando me di cuenta, volvió a golpear mi abdomen, haciéndome escupir un poco de saliva, ese golpe me había dolido demasiado, me dejaron caer al piso y tras llevarse los pokémon de Kaudan, se fueron, poco después de que Sun apareciera.

 

— ¡Sunny! — Gritó mi contraparte acercándose velozmente, mientras algunos policías venían detrás de él —No… Lo siento… De verdad lo siento— dijo el contrario mientras yo sonreía un poco, acariciando su mejilla.

 

—Está bien… Hiciste lo que pudiste y tan rápido como pudiste— dije sonriendo un poco y llevando mis manos a mi estómago, aún me dolía. Kaudan se levantó y me miró.

 

—Lo lamento, Sunny… Perdimos a nuestros amigos y… Fallé como Kahuna— dijo Kaudan acercándose a mí.

 

—No pasa nada, señor Kaudan… Los vamos a salvar, se lo aseguro— dije levantándome, pero un punzante dolor en mi costado hizo que me encorvara bruscamente.

 

— ¡Agh!... Ngh… Estoy… Estoy bien— dije sonriendo un poco y Sun me ayudó junto a un oficial a llegar a la casa del Kahuna, me recostaron en una cama y me levantaron la camisa, tenía un enorme y gran moretón en mi costado.

 

—Esto se ve muy mal, chico— me dijo un oficial con seriedad mientras me acariciaba el costado, cosa que me hizo soltar un gemido de dolor.

 

—Es una costilla rota— dijo una enfermera que venía con los policías, mientras sacaba su equipo de atención de emergencias.

 

—Estoy bien, de verdad— dije tratando de levantarme, pero soltando un quejido de dolor por el movimiento algo brusco de mi abdomen, la enfermera negó con la cabeza y me empezó a atender, afortunadamente, mi costilla estaba partida en dos, pero podría sanar sola con el paso del tiempo, ante mis gritos de dolor por el constante movimiento y tacto de la enfermera en mi costilla, terminó por poner un vendaje en mi abdomen.

 

—Necesito que tengas reposo total por al menos 2 meses— dijo la enfermera con una cálida sonrisa, pero no podía quedarme dos meses sin hacer nada, debía volver a casa y sobre todo, tenía que recuperar a mi equipo, Sun entró y me miró.

 

—Lo siento… Sunny yo… Debí llegar antes— dijo mi contraparte en un tono lleno de culpa, mientras yo solo sonreía y negaba con la mirada.

 

—Descuida, Sun… No te mortifiques por esto, ni siquiera fue tu culpa, te aseguro que vamos a salvar a esos pokémon— dije sonriendo y mirándolo a los ojos, mientras veía como lentamente empezaba a llorar, secando sus lágrimas como un niño pequeño —Sun, calma— le pedí.

 

—No debí salir de la casa… Yo… Yo solo traje problemas, te traje problemas y ahora… Se robaron muchos pokémon— dijo Sun llorando, me levanté lentamente y le sequé las lágrimas.

 

—Hey, Sun, no me trajiste problemas, y esto hubiese pasado salieras de casa o no, de hecho, deberías sentirte feliz, salvaste a ese pequeño— dije señalando la pokéball de ese Popplio, que ahora jugaba dentro de la misma, Sun miró al pequeño Popplio y no pudo evitar sonreír un poco.

 

En ese momento, entro Kukui, totalmente alterado y se acercó a mí — ¡Sunny! ¿Qué pasó? ¿Estás bien? — me preguntó Kukui sujetando una de mis manos.

 

—Sí, profesor, descuide, no es nada, solo una tonta costilla— dije sonriendo y mirando al mayor, quien suspiró y me miró —Escuché que se llevaron a tu equipo yo… Lo siento— me dijo con un tono de culpa —Si hubiera estado aquí los hubiera ayudado a defenderse— me dijo en voz baja.

 

—No, no se culpe profesor, los vamos a salvar, ya lo dije— comenté con seguridad y mirando al mayor.

 

—P-Pero estás herido, no puedes andar así, escuché que debes reposar completamente al menos un par de meses.

 

—Pero no, no pienso quedarme aquí sentado mientras ellos siguen haciendo y robando lo que les venga en gana— dije mirando a Kukui —Descansaré cuando tenga a mie amigos de vuelta y esos sujetos paguen por lo que hicieron— dije en un tono de voz serio

 

Pasados unos minutos, entró Kaudan, con una caja de madera que tenía una cerradura, se sentó junto a mí y soltó un suspiro —Debes descansar, Sunny— dijo Kaudan con seriedad.

 

—No, no me quedaré de brazos cruzados mientras hacen no-se-qué con mis amigos— dije en un tono un tanto alterado, mirando al Kahuna —Descansare cuando ellos estén de nuevo conmigo, y el Team Skull pagué por lo que ha hecho— dije en un tono serio.

 

—Supuse que dirías algo así… Y si vas a irte, necesitaras un equipo pokémon para poder defenderte— dijo sacando la llave de aquella caja de madera —Esto me lo dejó un entrenador que una vez vino desde Kalos hace un par de años, se llamaba Leon, vino a hacer el recorrido insular, y creo que ha sido uno de los que mejor se ha desempeñado, a pesar de que no tiene más de 3 años, se ha convertido en una leyenda, pero desapareció en la isla de Poni y nadie lo ha visto de nuevo… Quiso empezar de cero y me pidió cuidar de ellos, pero tu deberías cuidarlos ahora— dijo Kaudan dándome la llave, impulsado por mi curiosidad, metí ésta en la cerradura.

 

—Así que… Un entrenador leyenda— dije girando la cerradura y abriendo la caja, mis ojos no creían lo que veían, eran Pokémon fuertes y un poco difíciles de encontrar, todos tenían un pequeño letrero bajo sus balls, aquel equipo se conformaba de un Lucario, que en la pequeña placa decía “Gallardo”, un Talonflame, que por nombre llevaba “Firebird”, un Tyranitar, cuyo nombre era “Avalanche”, un Salamence que por nombre tenía “Ranger” y un Hydreigon con el nombre “Ridgeline”.

 

—Están bien entrenados, y son leales, seguro que contigo harán una combinación invencible— dijo Kaudan, mientras yo miraba a las 6 pokéballs y todos los pokémon me miraban directo a los ojos, para luego, sonreírme, mientras divisaba a un lado de la ball de Gallardo, una pequeña piedra brillante —Esa es la Mega Piedra de Gallardo, veo que tienes la Mega Pulsera— dijo Kaudan sonriendo.

 

—Si… La tengo, pero ninguno de mis pokémon tenía una piedra como esta— dije sonriendo un poco, sabía para que funcionaba, esos dos sujetos que me encontré de Kalos me lo explicaron hace unos meses, tras mirarla un poco, miré a los 6 pokémon que estaban en sus balls —Gracias por ayudarme a salvar a mis amigos— dije sonriendo un poco y comencé a poner las balls en mi cinturón.

 

— ¿Seguro que puedes andar, Sunny? — me preguntó Kukui angustiado y mirándome fijamente a los ojos.

 

—Ah… Y… Y ya que deberemos viajar juntos, yo podría ayudarlo— dijo Sun en voz baja, no podía evitar sentirme mal por el hecho de que él se sintiera culpable.

 

-Gracias Sun… De verdad— dije sonriendo y me levanté, con algo de dificultad y dolor, pero debía levantarme —Mientras tú hacer tu recorrido insular, yo buscaré pistas del Team Skull, debo encontrar a mis amigos— dije sonriendo.

 

—Si… Bueno… Iré a empacar algo de ropa para… El viaje— dijo Sun aún dudoso, sabía que le costaría terminar de convencerse de hacerlo, pero solo así podría conocer las maravillas de esta región, y parece que el que esto haya pasado, lo impulsó aún más.

 

—Bien, te esperaré, yo… Voy a salvarlos, chicos— dije con decisición.

Notas finales:

Bieen, espero que hayan disfrutado el capitulo, espero que sea de su total agrado :D dejenme saber en los RW sus opiniones, me despido por ahora.

 

Matta ne


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