Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eternos Enemigos por kurerublume

[Reviews - 85]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues, lo prometido jeje

Capítulo no. 7 :D

Agradezco a Enniz por su apoyo.

Espero les guste este cap.

CAPÍTULO VII: Tan vergonzoso


Mi corazón late tan fuerte que me duele, estoy apenas a unos minutos de dormir con Arion.  ¡Pero qué vergüenza! Ni siquiera he entrado a su habitación, no sé cómo es, si la cama es grande… o si usa cama, si tiene más con qué cubrirnos. La verdad, estoy algo aterrado y nervioso.


-Cuando gustes – me dice tranquilamente el minotauro antes de ir nuevamente con su amigo Lykaios. Me remuevo incómodo y con cautela me dirijo hacia la comida, obviamente pasando frente a ellos.


-¿Está bien si tomo algo para comer? – me asusto cuando se para y se acerca a mí, sostiene mis hombros para inclinarse un poco y hablarme.


-Lo que quieras – sentí su pelaje en mi cuello y mi mejilla, lo cual generó una especie de electricidad en mi cuerpo. Simplemente le sonrío para tomar lo que quiero e irme de ahí, a un rincón, temeroso de que el centauro me quiera lastimar. Después de todo, si así lo quiere, no estoy seguro de que Arion me proteja de su ataque; vale más una amistad que una buena relación con un preso.


-Ya, por favor – escondo la cabeza entre mis rodillas, sin darme cuenta en qué momento me quedo dormido.


-¿Cornelius? – esa voz se hace más presente conforme voy abriendo mis ojos. Mi espalda me duele demasiado, ¿cuánto tiempo pasé así? – ven, a dormir – jala suavemente de mi brazo y me pone frente a él. Comienza a caminar y yo, por inercia claro, hago lo mismo. Siento su pecho pegar repetidas veces contra mi espalda para que siga avanzando. En cuanto veo esa entrada, me pongo nervioso como al principio.


Voy a compartir una noche con un minotauro.


-A-Arion, ¿en qué parte dormiré yo? – me planto en la entrada, notando que sí usa algo parecido a una cama, pero de roca y sí tiene algunos pelajes ahí para el frío.


-Conmigo – señala las pieles y decido acercarme con lentitud hacia él. Mis manos están sudando y mi respiración se acelera.


-Bien – tomando valentía de no sé dónde, me pongo sobre su cama, gateando para tomar algunos pelajes y cubrirme hasta los ojos con algo de pena. Salto un poco al escuchar cómo se pone junto a mí.


-Traje más por si te da frío – una sonrisa, una estúpida y boba sonrisa se me sale por su consideración.


-Gracias – le digo totalmente honesto. Cierro mis ojos y comienzo a sentirme menos inquieto, pero siento que Arion me está observando, ¿lo está haciendo? Y como claro, para ver, tengo que usar mis ojos… los abro, mi cara comenzó a arder en cuanto comprobé mis sospechas - ¿qué pasa?- decidí preguntarle con un tono de voz nervioso.


-Eres hermoso – volteo hacia otra parte, incómodo – aunque de pequeño tu pelaje era más claro - ¿qué? ¿cómo lo sabe?


-Sí, ¿me habías visto? – me destapo poquito para al menos no cubrir mi boca con las pieles.


-Sí, muchas veces – mis pies cosquillean al igual que mis manos. Yo no lo recuerdo ni tantito, pero lo que dijo me emocionó. Sólo lo recuerdo de nuestros enfrentamientos, la mano derecha de Lykaios; justo como yo. Aunque yo fallé.


-¿Hace 3 años?


-Antes – entonces de verdad me vio cuando era pequeñito. ¿Qué rayos? Tengo entendido que si no eres comerciante, soldado o suicida… no puedes salir de Caesonia por lo peligroso del asunto.


-¿Qué tanto? – espero de verdad que me lo diga.


-No estoy seguro. ¿Cuántos años tienes?


-18 – sí, soy un año mayor que mi General.


-Entonces 10 años - ¡¿qué?!


-¿Tanto tiempo? – arrugo mi frente por semejante declaración, no es posible – no puede ser, si nunca salí del reino – me voy acercando a él para que me diga más sobre esto. No puede ser que mi memoria sea tan mala - ¿cómo me viste?


-Pequeño – termina la conversación dándome la espalda y respondiendo otra cosa de lo que le pregunté.


-Claro – yo también le doy la espalda sin poder descansar definitivamente. Es como si estuviera entre sueños, pero no. Siento una onda de calor atrás de mí y no dudo en acercarme a ella. Es suave, muy suave – mhg – se siente bien y todavía adormilado, me empiezo a frotar contra esa superficie; ni sé en qué momento nació esta erección, pero es imposible que pare. Con pereza, dirijo mi mano hacia mi miembro, bajando un poco mis pantalones para poder tocarme mejor. Hace mucho que no hacía esto en mi alcoba – ah – voy aumentando la velocidad al tiempo que siento esa suavidad en mis testículos - ¡ah! – es tan condenadamente placentero. Me pego más a ese calorcito, mis pezones lo rozan y sin dudar, me muevo para sentir cómo los acaricia - ¡ahm! – intento ocultar mi orgasmo, mordiendo ese pelaje que tengo a mi disposición. Me va a dar una flojera impresionante tener que limpiar, pero puede esperar a mañana y lo haré antes de que todos despierten.


Me relajo completamente. Hace mucho que no me sentía así, porque en serio me da vergüenza saber que yo me estuve masturbando, y no porque esté mal, sino que de verdad es vergonzoso por sí solo.


Más me vale lavar bien esa cobija para que nadie se dé cuenta de lo que hice. Pero me da asco estar con eso frente a mí, la tengo que arrojar al piso.


Sí.


Mierda, ¿qué carajos tiene encima? No se mueve esta porquería.


Abro mis ojos lentamente.


No, no, no, no, no, no, no, no.


¡Nooooooo!


-Yo… - esos ojos. Sí, me voy a terminar enterrando mi espada por esta situación.


-¿¡Arion!? ¡Dios, lo siento, lo siento, lo siento mucho! – me levanto abruptamente mientras empiezo a caminar en círculos – te limpiaré de inmediato. No, espera… mejor te traigo algo o no sé, es mejor que lo quite yo, ¿no? – comienzo a reírme nerviosamente y muy fuerte – sí, o bueno, no sé, como tú quieras, sólo dime – agacho mi cabeza y cierro mis ojos.


-Está bien. Esto es normal – se levanta lentamente y sale del cuarto, dejándome solo, solo y con mi vergüenza. Dudo si seguirlo o no, pero al final decido quedarme justo donde estoy, bien quietecito. Escucho sus pasos aproximarse para volver a entrar, dirigirme una fugaz mirada y recostarse. Esto está mal, ¿qué hago ahora? – vente, está bien.


¡Uh, claro, de lujo!


-Perdón, es mejor que duerma aquí – me acerco a tomar algunas pieles  e irme directo al piso, pero antes de alejarme, su voz me detiene.


-No, conmigo – doy media vuelta sobre mis talones para obedecerlo lo más rápido posible. Y claro, me acuesto casi sosteniendo ¾ de mi cuerpo en el aire para tocar lo menos posible la cama de Arion. Quiero llorar, la cara se me cayó de la pena. Me masturbé con su pierna y restregué mis pezones por sobre la ropa y aun así lo sentí a la perfección. Ya no quiero verlo a la cara nunca más, ni creo ser capaz de hacerlo – dejaste las cosas allá – me es imposible no rodar los ojos por mi obvia estupidez, de seguro Arion piensa que soy el humano más idiota que haya existido jamás – ven – jalándome del brazo, logra hacer que ruede para quedar de nuevo frente a él; yo sólo me encojo, haciéndome chiquito. Toma mi cabeza y la acerca a su pecho. Por la sorpresa, inhalo con fuerza y su olor inunda mis sentidos; su olor y su calor, de algún modo, logran que me quede dormido… a pesar de que sienta algo más duro rozarse cerca de mi pubis. Sonrió ante la absurda idea de que Arion tiene una erección, es imposible.


                                                                                ***


-Suéltame ahora, sátiro – jadeo por esa ola de placer que está invadiendo todo mi cuerpo. Su lengua juega con mis pezones, los ha succionado con mucha fuerza y cuando sopla se sienten tan sensibles que me jode el alma.


-Bronte, hermoso. Ese es mi nombre - ¡me lleva! Mierda, su voz… ¿qué carajos me dio? – así que mi voz ya empieza a hacer efecto en ti. Dime tu nombre – no quiero, no quiero – dímelo y volveré a recorrerte como te gustó – no me gustó, se sintió espantoso.


-¡ah! – vuelve a succionar, lamer y soplar sobre mis pezones mientras sus manos inquietas me acarician la espalda y los costados de mi abdomen. Baja lentamente hacia mis muslos, los cuales araña con cierto cuidado y puedo notar cómo aparecen las marcas rojas por ello.


-D-Domitius – susurro lentamente, indignado – ya libera a mis hombres.


-¿Por qué habría de hacerlo?


-Para poder jugar conmigo.


-Cariño, yo puedo jugar contigo en estos mismos instantes. Ese afrodisiaco me da total dominio de tu cuerpo, sólo ve cómo respondes a mi voz y a mis pequeñas caricias. Totalmente sensible y a mi merced.


-¡No! – le grito, aguantándome las ganas de lanzarme sobre él. Esto es demasiado vergonzoso, es casi una humillación– no cederé. Te juro que te haré disfrutar, sólo libéralos y deja que sigan su camino a casa.


-Me gusta que seas tan terco, pero justo ahora me está empezando a molestar – pellizca mi pezón derecho con algo de rudeza – aunque para tu buena suerte, estoy de un humor excelente. Escucha, te propongo algo – susurra en mi oído – los dejaré libres, pero no prometo dejarlos vivos si regresan. En cuanto a ti, te quedarás aquí, conmigo. Me atenderás cuando se te pida y harás lo que se te diga, pero ojo, sólo yo puedo ordenarte ¿entiendes? También es probable que me canse de ti y te comparta con mis camaradas, así que lo harás sin rechistar, sin quejarte y sin oponerte. Si alguna vez osas desobedecerme… no lo pagarás tú, sino tus hombres. Sé de dónde vienen y será un placer matarlos en sus propios hogares. Ustedes piensan que están cerca de nuestro centro de mando, cuando en realidad todo este tiempo no supieron esconderse mejor. Son un punto muy vulnerable, tan expuestos en su pequeño reino. Si no quieres una masacre, no la busques.


Sus palabras me dejan helado. Tiene la razón, pero si bien estamos algo expuestos, es porque tenemos mejores armas y un ejército más numeroso y bien preparado. Le haré creer todo esto, pero sé cómo pasar desapercibido al momento de escapar de un lugar… y eso él no lo sabe. Además, ¿qué propuesta es esa? Este sátiro sólo piensa con el pene.


Intento ocultar una sonrisa.


-Trato hecho.


-Di mi nombre.


-Trato hecho, Bronte.

Notas finales:

Y ya el próximo cap será más de Lykaios x Lucius :)

Espero les haya gustado este cap jaja lo escribí lo mejor que pude, uffff.

Nos vemos el próximo martes.

¡BESOOOS!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).