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[Yuri!On Ice] 17 años después por waka-yukari

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Si, era correcto. Yurio no podía creer que Viktor le había dado de alta como entrenador. Bueno la competencia sería en dos meses, no entendía el por qué abandonaban a su hijo a esa altura de la competencia. Dos meses. Yurio salió de la federación japonesa de patinadores y se dirigió con un gran peso sobre sus hombros hacia su departamento.

Istoriya, lo había dejado de ver cuando tenía como cinco años, así que ahora estaba en sus quince años. Vaya, que el tiempo si pasaba tan rápido.

No sabía cómo enfrentar al pequeño por qué realmente no quería. Tomó un respiro hondo antes de llegar al pasillo de su departamento. Meditó las cosas y cuando apenas se dirigía a la puerta de su departamento, esta se abrió y en el umbral estaba Istoriya, quien lo miraba de reojo, sin emitir ninguna emoción.

- ¿Podrías callarte? Haces demasiado ruido- Yurio se sorprendió y poco a poco su cara se tornó en un molesta.

- ¿PERO QUE DEMONIOS DICES? - el ruso y apenas había hecho ruido, ¿cómo era que Istoriya sabía que había llegado? Su piel erizo. Lo ignoró y caminó hasta la puerta y ambos se encontraron con las miradas, Istoriya era pequeño aun pero no quería subestimar la genética de la familia de Viktor, posiblemente en unos años sería de su estatura o lo rebasaría- entra, tenemos que hablar de todo esto-Istoriya suspiro y se dio la media vuelta para entrar y sentarse en la sala, mientras Yurio cerró la puerta detrás de él y se sentó frente a Istoriya, del otro lado de la sala.

Se miraron en silencio por un largo rato que pareció eterno, solo el ruido de las manecillas reinaba en la sala. Yurio no pudo soportar la mirada penetrante de su huésped, al final de todo poseía una mirada dominante a pesar de ser un omega. Cerró los ojos y pensó en como comenzar con la conversación.

-Pensé que todo esto era una mala broma de tus padres, pero ayer tuvimos una video llamada Yuri y yo, me pidió que cuidara de ti. Hoy fui a la federación y efectivamente soy tu entrenador oficial con el acuerdo de solo entrenarte a ti, no entiendo el recelo de todo esto- el peliplateado solo se limitó a mirarlo- quiero que quedé claro una cosa, tengo mi vida privada, tengo mi vida social y no me veré en la obligación de suspenderla si ocurre un imprevisto, cumpliré con mis horarios establecidos y no más allá de eso. Tú verás por ti mismo, usa la influencia del nombre y la fama de tus padres. Que quede claro que esto lo hago en un periodo donde me aleje de todo esto para tomar un descanso- Istoriya no se inmutó y eso le molestaba hasta la médula a Yurio.

-Gracias por aceptar ser mi entrenador- Istoriya agachó la cabeza.

-Como sea...- refunfuño Yurio, se puso de pie y se dirigió a su cuarto, azotando la puerta detrás de él.

Istoriya se quedó ahí sin decir nada, bueno, sus labios se movieron, pero ningún sonido salió de su garganta: "Gracias, padre (refiriéndose a Yuri)".

*****

Yurio rodó por la cama, aun estando despierto no abrió los ojos y siguió acostado durante unos minutos más. Dormida solamente con un par de boxers negros y una sudadera de leopardo. Su cerebro realizó un informe y cuando llegó a la parte de Istoriya sus ojos se abrieron de par en par, el chico era real, no era un sueño, para su desgracia.

Se levantó, abrió la puerta y se quedó parado en el umbral mientras se acostumbraba a la luz natural que entraba por las ventanas -su cuarto estaba casi siempre a oscuras- y cuando lo hizo pudo ver como la mesa estaba puesta e Istoriya terminaba de cocinar. Su corazón se paralizó, era todo un omega en proceso.

-Uhmmm, buenos día- Istoriya dejo de cortar y giro su cabeza sobre su hombro y le dirigió una mirada fría y analítica a Yurio. Su respiración se cortó un poco al darse cuenta cual era el pijama de su mayor.

-Ya está todo listo, podemos desayunar y llegar justo a tiempo a la pista de hielo. Ayer me ocupé de hacer todos los arreglos, será una pista privada de 9 a 12, aún es temprano puedes tomar un baño y luego irnos- Yurio alzó una ceja, era la imagen viva de Viktor cuando algo le apasionaba y se centraba y dejaba de ser un bufón.

-Gracias por la comida- tomó asiento y al poco tiempo se le unió Istoriya, desayunaron en silencio, pero Yurio juraba que había electricidad en el aire, pero no era de esa buena, era de incomodidad o compromiso.

Yurio dejó que el agua lavara todo su cuerpo, se relajó; Istoriya recogía la mesa y fregaba los trastes sucios que había usado, escucho el agua de la regadera correr. Miro de reojo y pudo ver que Yurio había colocado la ropa sucia en el cesto de la lavandería, su corazón se aceleró, dejo el ultimo traste en el escurridero, se quitó el delantal y camino lento, atento a que el agua de la regadera no se cerrara.

Vio ahí la sudadera que Yurio había usado la noche anterior para correr, olía a él, a su loción y su sudor, combinado con su olor de alfa. Istoriya se detuvo en seco si seguía así se metería en problemas y su omega reaccionaría.

Sí, ya había tenido unas épocas de celo.

Cuando Yurio terminó, salió secándose el cabello y vio ahí estado y listo en la sala a Istoriya, solo le miro por detrás, tenía mucho porte para su edad y demasiada clase. Era raro que el hijo de Viktor y Yuri fuese así de serio para el par de padres que tenía.

Caminaron unas cuadras donde estaba la pista de hielo, Istoriya cargaba su equipaje y Yurio se limitaba a escuchar música en su celular, con un pantalón negro ceñido a su esbelta figura, una camisa negra, lentes de sol y una cola de caballo. Entraron y todo estaba en orden, la chica encargada ya los esperaba; Istoriya había dejado bien claro que no quería que nadie se enterara de quiénes entrenaban ahí, pero al parecer una persona no respetaría eso...

Istoriya comenzó a calentar y mientras lo hacía Yurio estaba muy atento a su celular, de vez en cuando le sonreía a la pantalla o se sonrojaba.

-He terminado de calentar- le indicó a su entrenador quien guardo su celular, pero su rostro tenía una sonrisa que desapareció para prestarle atención a su alumno.

-Bien comencemos- dio un par de aplausos. Cuando menos lo esperaron ya eran las 12, Istoriya recuperaba el aliento, regularizaba su respiración y secaba su sudor mientras Yurio le extendía una botella de agua- ni siquiera necesitas entrenar, tienes ligeros fallos, pero con un par de días se pueden corregir, creo que tendremos más tiempo libre del que creí- sonrió entusiasmado.

-¡NO!- el grito repentino de Istoriya lo asusto y más cuando se dio cuenta que estaba molesto- ¿cómo puede un patinador de tu altura decir eso a la ligera? –

-Para empezar, niño idiota, esta no es mi competencia y tus padres me obligaron a estar aquí, mientras ellos están...están de vacaciones- Istoriya no pudo decir nada, ya que un Yurio enojado era lo peor, era raro ver que un omega tuviera un carácter como él- hemos terminado por hoy-

-¡YO...!- antes de poder decir algo, el móvil de Yurio sonó, este levanto el dedo índice en modo de indicación de que esperara y cuando atendió su tono de voz cambio.

-Si, te veo en cinco minutos, hemos acabado-feliz colgó, pero le regreso una mirada seria a su alumno.

-Harás lo que digas, si no me retiraré de esto sin pensarlo dos veces y me importa una mierda si tus padres se molestan conmigo- los dos se miraron enojados pero el ruido de una motocicleta llamó la atención de Istoriya. Yurio salió inquieto de la pista y se dirigió a la puerta, lo que Istoriya pudo ver con el poco tiempo que la puerta tardo en cerrarse fue a Yurio abrazando a alguien más alto que él.

Rápidamente salió de la pista, se puso sus zapatos y guardó todo en la mochila, corrió a la entrada, pero un presentimiento lo paro en seco. Estaba molesto, giró con la recepcionista.

-¡DIJE QUE NADIE PODIA SABER QUE ESTABAMOS AQUÍ! ¡NADIE! – la chica se estremeció.

-Juro que no le dije a nadie, no sé quién ha llegado, yo...- Istoriya la fulminó con la mirada, caminó para abrir la puerta y cuando lo hizo se quedó como piedra.

Yurio estaba besando a otro hombre más alto que él, moreno, de cabello negro, era imponente. Sus ojos se abrieron como platos y terminaron el beso lo pudo reconocer, era el patinador Otabek.

Yurio y Otabek eran pareja.


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