Tomó aquella mano, manteniéndola en su rostro, mientras lentamente, su sonrisa volvía a su expresión. -No digas cosas tan vergonzosas, En-chan -se acercó a él, depositando un rápido beso en su mejilla -¿Necesitas algo?
Se dejó hacer por el menor y le miró fijo. -No entiendo como puedo decir esas cosas, de hecho -dijo soltando un suspiro y tan sólo sonreírle -lo siento...
Negó levemente con la cabeza -No te disculpes -soltó una pequeña risa, mirándole con los ojos algo entrecerrados -¿Seguro no necesitas algo?
Negó ligeramente con su cabeza -Estoy bien... ¿Quieres jugar? Sirve que nos distraemos y pensamos en otra cosa que ya no sea el accidente, ¿si?
-Me parece buena idea... ¿qué quieres jugar? -se levantó de la cama, colocandolos brazos tras su espalda, mirando sonriente al castaño.
-Mmmmm... juguemos con el Xbox, el que tu quieras, elige. Sabes en dónde están todos mis juegos -respondía, sin quitarle la mirada de encima.
-Está bien -conectó la consola a la televisión, y mientras la dejaba cargar, se acercó al mueble donde se encontraban los dicos. Mientras leía los títulos, analizaba con cuál de los juegos, el chico se movería menos, no quería que el cuerpo le doliera.
El otro le miraba atento -¿Aún no decides? ¿Jugamos el que te gusta más? -cerró sus ojos, soltando un suspiro -El que sea está bien -no le gustaba que el otro estuviera tan preocupado.
-¿Jugamos "Gears of War"? -tomó el estuche del juego, volteando a ver al mayor, mostrándole el título. Cerró los cajones, sentándose en el suelo, esperando la respuesta.
Abrió sus ojos, volviendo la vista al otro -Si, si tu quieres, sabes que por mi, cualquiera está bien -comentó tomando un control para esperar a que el otro pusiera el juego.
Sonrió complacido, levantándose del suelo, y, acercándose a la consola, colocó el juego. Mientras el aparato leía el disco y cargaba, se acercó al chico, sentándose en el suelo, con el control en la mano.
-¿Estás bien ahí? ¿No te quieres recostar o sentar aquí? -le preguntó intentando mirar al otro, aunque la posición en la que estaba no ayudaba mucho a visualizarle.
-No quiero incomodarte -alzó la cabeza, mirándole con una sonrisa para volver la mirada a la televisión y poder configurar la partida para dos.
Frunció levemente el ceño, pero no de molestia, sino, como un gesto -Sabes que no me incomodas, además, hay suficiente espacio para los dos... aunque al final es como tu quieras Atsuchi -dijo volviendo la mirada a la pantalla.
-¿Estás seguro?... Bueno, si a ti no te incomoda, a mi tampoco -sonrió dulcemente, ladeando la cabeza un poco.
-Estoy seguro -comentó volviendo la mirada al otro chico, -no me incomoda tener a Atsushi pegado a mi, como todos los días -le sonrió un poco ante su broma.
-¡Hey! ¡Yo no ando pegado a ti siempre! -reclamó un poco exaltado, cruzándose de brazos y encogiéndose en el suelo, volteando el rostro, algo indignado.
-Mmm... yo no estaría tan seguro -dijo molestándolo un poco más. -Lo siento, no lo pude evitar.
Se quedó pensando un momento, bajando la cabeza. -Tampoco es como si estuviera pegado a ti, pero es verdad que la mayor parte del tiempo estamos juntos -levantó la mirada, con la mano en la barbilla.
-Desde aquel día que fuimos a comer curry... se podría decir que el curry nos juntó, ¿no? -sonrió nuevamente, sin apartar la mirada del menor, ladeando un poco su cabeza. -Atsushi... me alegra que te volvieras mi amigo.
-Ahhh... -sintió como su corazón se aceleraba ante aquella "confesión"; levantó la mirada, topándose con el rostro ajeno, sonriendo con un poco de nostalgia. -A mi también me agrada que quisieras ser mi amigo, En-chan.
Iba a decir algo más, pero la música del juego le distrajo. -Ya empezó, juguemos -tomó el control en sus manos y miró de nuevo a la pantalla, eligiendo su personaje para poder iniciar.
Asintió levemente, volviendo la mirada a la pantalla, para poder escoger a Dominic, soltando una pequeña risa. -A tí te quedaría muy bien Marcus Phoenix.
-¿A si? -miró al peliazul por un breve momento y nuevamente giró su mirada a la pantalla, eligiendo al personaje que el chico mencionó. -Y... ¿Por qué crees que me queda Marcus? -arqueó una ceja haciendo una mueca, sin despegar la mirada de la televisión.
Se encogió de hombros, sonriendo divertido mientras esperaba a que el escenario cargara. -No lo se, lo veo y pienso en En-chan -soltó una pequeña risa, comenzando a mover a Santiago por el mapa.
-A sí que... ¿piensas en mi sin motivo en concreto? -movía a su personaje por el lugar que se mostraba en la división superior de la pantalla. -Atsushi enamorado -canturreó solo para bromear un poco.
Abrió los ojos ante sus palabras, tragando con dificultad, sintiendo como el carmín subía con rapidez a sus mejillas. -¿Q-qué cosas dices? -aquel comentario le tomó desprevenido, haciendo que se encogiera en su lugar, tratando de "esconderse" de la vista de su amigo.
-Sólo bromeaba -dijo sin siquiera volver la mirada al otro, pues al parecer se estaba metiendo en el juego. Apretaba los botones del control con cierta rapidez para hacer que su personaje le disparara a los locust.
-N-no hagas esas bromas -mencionó en un tono suave, llevando al personaje a diferentes lugares que sirvieran de trincheras, tratando de despejar el área para que pudieran avanzar.
-Lo siento -dijo el chico mientras empezaba a moverse un poco a causa de la emoción que le proporcionaba el adentrarse en el juego lentamente -¡Woah! ¡Casi! -exclamó cuando su personaje logró esquivar una ráfaga de balas, ocultándose tras una pared.
-S-si... no te preocupes... -susurró algo distraído a causa del juego. Luego de hacer explotar a un pequeño grupo de locust, logró ver a un drone acercándose por la derecha a su amigo -¡En-chan! ¡A tu lado! ¡Cuidado!