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Rosenrot por Mariposa23

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Notas del fanfic:

Mariposa: permítanme y aclaró que, no sabemos muy claramente. Porque, cara*, ejem, decidimos escribir esta historia. Solo teníamos ganas y ya. Rosenrot, significa rosa roja en alemán.

23-aja, y aun q es un poco ambigua la historia, esperamos q les guste…bay!!! :)

Rosenrot. Aquel lugar era vulgar. Como todos los que entraban o trabajaban allí.

Yo no era mejor q la escoria q me rodeaba, lo sabía y nunca había pretendido q fuera diferente.

Me enfermaba ver tanta suciedad rebosar. Tenía tan asco de todo y nada, de mi propio cuerpo.

Era repulsivo, cada noche siempre lo mismo, los labios ebrios de los viejos militares, sus cuerpos con hedor a guerra y muerte, sus manos ásperas y sus desvaríos mientras mi cadera rebota contra sus cuerpos. Creo q ellos siente, siente el asco q me dan y por eso q les fascino.

Me ven tan inalcanzable y a la vez cerca. Jamás seré suyo.

Cuando mucho puedo ofrecer un privado, pero mi corazón, no está entre las ofertas, y aun q mi jefe, me mate de hambre o me parta el cuero a golpes; jamás, podrá obligarme a q ame, aquella pequeña libertad me hace feliz, me vuelve despótico.

Y ellos los hombres más temimos de “Cina”, los hombre más poderosos; enloquecen al saber q hay algo q no es suyo. Que jamás podrán conquistar.

Se revuelcan en su miseria, cuando su hora y media termina, y yo paso al próximo cliente.

No son más q cerdos, pero hoy en día, las pieles de eso puercos me pagan la comida.

5 días a la semana, de 6 de la tarde a 4 de la madrugada.

Bailo y abro las piernas, solo para el mejor postor. No es el mejor trabajo del mundo. Pero no hay otra cosa q pueda hacer. No tengo ningún otro talento q no sea menear la cadera. Y aun q mi rubro no es considerado “digno” yo no robo. Entre otras cosas, a diferencia de mis usuales clientes, q bajo esos trajes militares, son peores y más sucios q una puta de estos antros…

No puedo entrar a iglesias, no sin q me tachen de hereje, asique prácticamente no tengo derecho a confesión. Jamás seré redimido de mis pecados…

Es una vida dura pero hago esto desde q tengo 8 años. Por mi cuerpo han pasado mujeres y hombres, jóvenes y viejos. Entre otros seres vivos q algún cliente enfermo me obligo a satisfacer, por su propio morbo.

Soy propiedad del Rosenrot.

Un bar con prostitutas y bailarines, entre drogas y el mejor alcohol. El Rosenrot es el mejor bar de la calle de las putas. Todo el que es poderoso, rico y esta aburrido ha pasado por este lugar. Es un bar casi, exclusivamente para militares. La crema innata de ellos.

Por eso me resulto, tan chocante verlo a alguien como, él, entre toda esta gente perversa de mierda.

Era prácticamente un niño. De ojos enormes y verdes. Su cuerpo algo menudo y en desarrollo lo delataba como un crio. Al margen de esa cara, fuera de lugar asustadiza y sorprendida por lo q seguramente, en su vida había visto. ¿Por qué alguien de esa inocencia estaba en un putero rodeado de hombres muy temidos y de poder enorme?.

Mi jefe, jalo mí ante brazo, ese mismo rato. Y me dijo q ya había un “ganador”. Alguien le había dado en el clavo a mi precio y me tocaba pasar la noche con él. Deje mi curiosidad de lado, sobre el niño q estaba entre los militares, y me puse a trabajar. Me dijeron q esta noche, era especial. Y q todo mi turno estaría dedicado a mi cliente. Que lo esperara en la sala de los privados.

Así lo hice, preparándome física y mentalmente para lo q venia. El miedo inicial a las relaciones forzosas hace mucho q se me había pasado. Pero el asco era algo q nunca se iba. ¿Cuál de esos degenerados me jodería durante toda la noche? Y sobre todo. ¿Cuánto le había costado tenerme exclusivamente para él?

Sabía que yo no era barato. Mi jefe cobraba sumas exorbitantes por los bailes. Mucho más al afortunado q quería metérmela durante hora y media. Solía tener por eso, pocos clientes. Aun q eran casi siempre los mismos q repetían conmigo. Y aunque todos dentro de ese putero quisieran joderme. Casi ninguno tenía tanto dinero.

El cuarto estaba más o menos iluminado, por luces rojas y recubiertas entre cortinas negras de encaje y de terciopelo carmín. Ideado para ser un cuarto sensual. Estaba de espaldas apoyado en un tubo, cuando escuche girar la perilla suponiendo q mi cliente hacia acto de presencia.

L-buenas noches…amo. Te pertenezco solo a ti. Por ahora…asique cariño. Porque no te relajas y me dejas complacerte…

Era el libreto. Lo q esta clase de hombres querían escuchar.

Me di la vuelta, para detener mi acto en seco. ¿Qué pretendía hacer el mocoso aquí dentro? Se veía tan desubicado como yo.

L-mira mocoso. Este no es lugar para niñatos. Asique lárgate. Espero a un cliente y dudo q seas tú.

-lo, lo siento señor. Es q me enviaron aquí…y yo…yo…

Esto me latía mal.

L-¿quién te envió? El señor del parche negro en el ojo-el mocoso asintió. Asique este realmente era el cliente. Mi jefe no se pudo equivocar al mandarlo aquí.-mocoso, déjame hacer una pregunta. ¿Cómo es q tienes tanto dinero para pagarte una noche entera conmigo?

Él me miro con sencillez en sus ojos verdes.

-yo no tengo nada de dinero. Soy huérfano y hasta hace poco era campesino…pero mis superiores militares, de halla me dijeron q me iban a llevar un lugar donde la pasaría muy bien y q no preocupara por los gastos q ellos corrían con la cuenta.

Sentí más temor aun al escucharle hablar. ¿Qué clase de tipo era este niño para q los militares le pagaran semejante agasajo?

L-¿quieres mocoso?

-¿eh? me llamo, Eren Heager y soy cadete de la promoción 104 parte del cuerpo de exploración.

Asique era un novicio.

L-Eren ¿Qué ases con esos militares aquí?

E-ya se lo dije, ellos me trajeron aquí para divertirme…-se exaspero poniendo pucheros de crio.

L-la pregunta es ¿porque?

E-bueno…tal vez no deba contarle esto, porque es secreto. Pero creo q…puedo confiar en ti.-sonrió para mí de manera radiante. Casi como el sol q nunca veía durante el día.-es que soy parte de un programa de experimentación de la milicia. Al parecer el experimento salió bien. Y tengo una especie de poder en mi cuerpo. Que ara q ganemos la guerra. Por eso es q los superiores están contentos conmigo.-este mocoso era estúpido o solo idiota, una de dos.

Asique era un conejillo de indias bástate peligroso.

L-¿Cuál es ese poder?

Su mirada titubeo y al final no me miro.

E-si se lo digno. Me tendrá miedo y no querrá ni verme… ¡no quiero eso!.-se exalto al borde las lágrimas. Esto se estaba saliendo de control y ya tenía mucha curiosidad.

Me acerque a él y lo abrace envolviendo su cuerpo en el mío. Yo era más bajo q él pero este mocoso después de todo era un niño.

L-hey todo está bien ¿vale?-acaricie sus castaños cabellos q olían a miel.-eh tocado a cosas, mucho más desagradables y peligrosas q tú. Nada me asustara de repente.-como podía tener este olor en un lugar así. Con todo el cigarro, el trago, drogas y sexo, debería apestar como todos aquí dentro. Pero este mocoso huele destino. Huele a miel y manzanilla. Tan puro, eh inocente.-de-de dónde vienes-¿Por qué mierda tartamudeaba? Era como si algo en este chiquillo me pusiera débil.

E-del caído de Shiganshina…mi hogar ya no existe. Por eso me uní a la milicia…

L-mmm. Cuantos…¿Cuánto años tienes?-tan frágil. Su cuerpo me parece tan frágil…

E-16 señor…¿Cómo se llama usted?

La frase por excelencia era decir.-llame como gustes…pero-

L-Levi.-jamás debía decir la verdad sobre mí, iba contra las reglas. Mis reglas…

E-mucho gusto.-me sonrió mientras me abrazaba muy fuerte.- ¿Qué aremos ahora?

Maldito mocoso. Lo maldije en el alma, cuando me pregunto aquello de una manera jodidamente erótica, y si alguien sabia de esas artes era yo…

Quizás solo con él. Solo por él rompería mis reglas. Únicamente esta noche.

L-te are mío.

Le respondí comiéndome su cuello a besos, tan suave, tibio y apetecible; me sentí cual víbora enroscando mi lengua y mi ponzoña en ese inocente cuello. Él soltó suspiros y gemidos. Mientras comenzaba a temblar entero.

E-espere, es que…no creo q te agrade…yo...nunca lo hice con nadie. No tengo experiencia.-hablo con el rostro muy rojo y los ojos llorosos.

Saber q tenia a un virgen entre las manos. Me éxito tanto como esos viejos degenerados. Pero q más daba. Si era una criatura sin salvación. Entonces pecaría sin descanso. Y eh aquí mi primera tentación.

L-entonces hazme la siguiente promesa. Después de hacerlo conmigo. Nunca te entregaras a otro hombre o a otra mujer. Me pertenecerás solo a mi.-¿Qué demonios estaba haciendo?.

E-mmmm ah, sí.-eso era todo. Era el fin de mi cordura.

Empuje su nuca así abajo dejándome libre paso a esos labios. Los bese con calma. Con infinito cuidado, pues ahora sabia q nunca, nunca esos labios había sido, besados.

Esta noche no habría baile, ni show. Nada de frases ya elaboradas. Le aria el amor a este mocoso y le daría la primera vez todos, hasta las putas, merecen.

Pov. Eren

A la mañana siguiente de esa noche. Levi no estaba en la cama. Me extraño no despertar a su lado. Después de la noche q pasamos juntos. Se q Levi me amo aquella vez. Nadie que no ame, toca a una persona de la forma en la q él me toco.

Sobre la cama, en ese cuarto de bar; había una rosa roja q tenía una nota adjunta. Con una caligrafía algo descuidad.

-“Lo q necesitas es amor. No una prostituta. Fue lindo mientras duro. Pero cualquier rosa tiene espinos, no soy la excepción.” “L.”-

Lo busque por todo el lugar. De hecho, todos lo buscaron. Algunos superiores rezagados eh incluso el dueño del lugar.

Pero, al parecer Levi había huido.

Y hasta el día de hoy lo eh seguido buscando, después de ya 4 largos años. Infiernos sin él.

Eso hasta hoy….

EW-Eren. Es bueno verlo. Lo mande a llamar. Porque quiero hablarle de un caso excepcional. Se trata de un hombre. Ackerman. No tiene ninguna experiencia en la milicia, es más un civil, un mercenario de los bajos fondos de la capital. No sé mucho sobre su pasado, y sobre su presente solo se q ha matado a una cantidad impresionante de militares corruptos, a encargo por supuesto. Quiero, persuadirlo, para q entre al cuerpo de exploración como sargento, en vez q a la cárcel. Pero si es así. Me gustaría contar con tu apoyo. ¿Qué dices Eren?.

E-abría q ver q tan talentoso es…la verdad es q nunca escuche nada sobre un mercenario de apellido Ackerman.

EW-se encuentra en la oficina de interrogatorios quizás quiera verlo.-el comandante Erwin ofreció y yo no negué. Me dirigí por un pasillo, hasta un cuarto q tenía un enorme ventanal, típico cuarto de interrogatorio con el espejo falso.

Pero lo q mis ojos contemplaron, me dejo atónito.

Era él.

Levi del Rosenrot.

Ahí sentado como si nada. Masticando chicle y con los brazos cruzados...

No espere más. Entre al cuarto en el que estaba. Se q él también me reconoció.

E-¿Levi?-dije con una ligera sonrisa de alivio en los labios.

Él negó con su cabeza.

L-es Rivalle. Rivalle Ackerman.

Sé q ese no es su nombre de verdad, porque él me dijo el real cuando nos conocimos hace 4 años.

E-quiero hablar con usted en privado.-lo lleve a mi oficina él solo me siguió.-¿Por qué te fuiste aquella vez en el Rosenrot después de hacerme el amor?...-lo atavié de inmediato con preguntas, sobre nuestro pasado, aun q no era lo primero q quería hacer ahora q lo veía de nuevo. Pero tenía q saberlo

L-te lo dije mocoso. Era prostituto. No tu futuro amante.

E-nunca me acosté con nadie. Después de ti. Te estuve esperando.-prácticamente se lo reclame su indiferencia dolía…él solo me miro durante un largo rato. Como analizándome.

L-no tiene sentido. Como sea, si has de  ser tú mi superior no pienso unirme a esta mierda aun q vaya a la cárcel…lo mío nunca fue la guerra. Pero al menos no se me da nada mal, matar gente por dinero…es más incómodo q vender mi cuerpo. Pero por lo mino tengo más opciones laborales…-encendió un cigarrillo y lo aspiro con elegancia. Ahí estaba el hombre del q me enamore. Con un rostro tan bello q casi pasaría como femenino. Y un cuerpo masculino oculto por las robas, el musculoso pecho, los brazos fornidos y el tonificado abdomen, la actitud de macho alfa. Todo lo q amaba de mi hombre.

Con rabia y pación arrojé su cigarrillo aun lado, y me senté en sus piernas y le di un fogoso beso.

E-te quiero…-le susurre al oído después de besarlo. Él me miro durante un rato analizándome, nuevamente, y luego fue él el que me devolvió el beso.

L-dile a Erwin q no seguiré ninguna orden q no sea la tuya. A cambio, no me separaras de tu lado. Y serás mi amante. Mío todas las noches…-me lo ordeno en un ronco gruñido contra mi cuello, mientras amasaba mis nalgas entre sus manos.

Llore apoyándome en su hombro. Llore de alivio y satisfacción, sintiéndome seguro entre su cuerpo más bajo q el mío.

E-sí, si lo are…pero…ámame. Como aquella noche siempre…-suplique presa de un ardor insoportable en mi trasero.

L-es un trato justo.-dijo con la voz, ¿entre cortada?

E-no. Es amor. Ya no hay tatos. Ni pagos por tus servicios. Ahora solo somos los dos. Amándonos como esa noche, antes de q te fueras.

Él me abrazo, con ese aire tranquilizador como aquella vez en el Rosenrot.

L-no me iré más-respondió con la voz ligera.

Y yo lo abrase casi hasta sacarle el aire. Sintiéndome entero por fin desde aquella vez.

Y sabiendo q mi vida recién comenzaba.


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